Reflexiones desde la butaca

Denise Anzures

Para cada quesadillera, hay un barrio de quesadillas

Entrevista a Antonio Zúñiga.

Hablar de los espacios independientes en la Ciudad de México, resulta complejo, requiere de un estudio minucioso, de una claridad acerca de sus obligaciones y necesidades como espacios culturales que albergan compañías independientes de teatro, la mayoría jóvenes, ávidos de buscar nuevas rutas de profesionalización.

Estos espacios, además de dar cohesión social, se han vuelto cada vez más indispensables, dada la crisis de las instituciones de cultura, que hoy en día, son el espejo de nuestra crisis. Sin ir más lejos, nuestras instituciones de cultura se han silenciado y se han convertido en meros administradores que trabajan a marchas forzadas por llenar los recintos más importantes del país con temporadas de teatro de dulce, chile o de manteca.

Hoy, nuestro teatro, pierde horas en los foros de discusión, al mismo tiempo, llena los festivales de teatro en discusiones que se vuelven verdaderos páramos; estos mecanismos de comunicación gremial versus institución han renunciado desde hace mucho tiempo a un verdadero y auténtico debate serio y decidido de cómo poder abrir las compuertas a una auténtica creación teatral.

Sin embargo, en medio de esta gran paradoja, subsisten espacios independientes que reciben subsidio del estado, -sin ese apoyo, sería imposible su sobrevivencia-, y que llaman mi atención por la claridad con la que articulan un discurso artístico y que atiende necesidades muy específicas, como es el caso del Centro Cultural Carretera 45, que preside Antonio Zúñiga.

Carretera 45, recibe un apoyo del FONCA de 1 millón 600 mil pesos anuales, menos el 16% de IVA en el pago de impuestos, quedando a su favor 1 millón 350 mil pesos. En palabras de Antonio, Carretera 45 alberga una planta de doce personas que laboran de lunes a domingo, con una nómina de 70,000 mil pesos mensuales, lo que significa que cada empleado gana 5,500 pesos al mes por trabajar tiempo completo durante todo el año.

Además, asegura Zúñiga, es de las pocas compañías que ha logrado otorgar seguro social a todos sus colaboradores. Con este gasto de nómina, a Carretera 45 le quedan tan solo 550,000 pesos anuales de los cuales 300,000 mil se van al pago de la renta del lugar que ronda entre los 25 mil pesos.

Además, una de las demandas del FONCA al dar este subsidio, es la exigencia de impartir talleres, dar por lo menos 80 funciones y tener producciones, aunado a la programación de temporadas de las compañías en las condiciones que este espacio puede sostener.

En palabras del director, Carretera 45 tiene un ingreso del 30% de la taquilla en un espacio donde caben 40 espectadores, “¿imagínate de qué manera se puede sostener un espacio como este solo con el ingreso de taquilla?, lo que manifiesta una dificultad grandísima; la pregunta es: ¿por qué Carretera 45, lo sigue haciendo?”.

A pesar de las dificultades, este espacio se sostiene económicamente, tiene incluso un ahorro que les permite la publicación de ediciones de teatro, además de presentar reposiciones de obras. “Como puedes ver, con este apoyo del FONCA, sería imposible las reposiciones, sin embargo, contamos con reposiciones de repertorio. Hemos ahorrado incluso para pagar los aguinaldos de los empleados. ¿De dónde lo sacamos? De las funciones a las que me avoco a vender durante todo el año de las producciones que hacemos en Carretera 45”.

Carretera 45 ha decidido entrarle a la comercialización de sus producciones, vendiendo más de 30 funciones al año, en ese sentido, dice Zúñiga, mi trabajo es doble, como vendedor y como director de Carretera 45. El objetivo de esta doble tarea es subir el nivel de sueldo de los actores que colaboran aquí. Otro ingreso, es el pequeño rango de taquilla que dejan las compañías, por ello, Carretera 45, ha decidido no cobrar renta a las compañías y cuentan con el precio más bajo en boletaje de la ciudad que va desde los 30 hasta los 90 pesos.
¿Antonio, qué sucede entonces con los otros espacios independientes donde las rentas son muy altas y reciben el mismo apoyo del FONCA?

“Me atrevo a imaginar que esto define perfil, misión y objetivo”, el deCarretera 45, es un perfil popular, la misión es servir a la gente de barrio y el objetivo es comunicarse, crear conexión, crear vínculo con ellos y entre ellos, traer espectáculos de absoluta calidad como es el caso de “Casa Calabaza”, y como muchos otros, porque además, Carretera 45, tiene una de las mejores curadurías de la Ciudad de México”.

¿Quién hace la curaduría?

Entre nosotros la hacemos, entre todos opinamos y decidimos qué proyectos pueden presentarse. Hemos identificado un perfil y un discurso. Cada espacio crea un vínculo y un tipo de público. No es ambición de Carretera 45 traer a todo el público de fuera porque no es la misión. La misión es que los espectadores del barrio empiezan a ver teatro y comiencen a relacionarse con nosotros a través de los talleres y, eso sí lo está logrando este espacio.
Sin embargo, no solo la gente de la colonia acude a este centro, público de diversas áreas de la Ciudad visitan este espacio, ¿a qué se debe este fenómeno?
“Yo no me canso de decirlo en los foros donde me pare, en los reportes que realice o en las notas que escriba: la misión, el principio, fundamento y los objetivos, incluso las premisas filosóficas y éticas de este espacio, están teniendo resultados y así tienen que ser evaluadas, más allá de los números.”

En palabras de Antonio, este recinto no tiene números rojos “¡Cómo vamos a tener malos números!, si al año damos cerca de 300 funciones, pero no es el principal resultado; los números son una entidad estatal. En realidad Carretera 45 gasta una cantidad mínima para mantener un espacio que ofrece un producto, una dinámica, una vida cultural y social a una colonia que está ávida de comunicarse y que por supuesto también entrega parte de su propia inteligencia cultural.”

Prosigue Antonio, al mencionar que la misión es servir y esa parece ser una dificultad. “Cuando vienen las compañías a temporada creen que posiblemente van a sacar un dinerito que les pueda pagar sus sueldos y esto al final es injusto e infame porque con 40 espectadores nunca van a sacar eso, entonces los grupos tienen que idear muy bien sus estrategias o tienen que considerar la estancia en Carretera 45, como una estancia de honor en principio y segundo como una posibilidad de que sus trabajos estén en un espacio que tiene ya una categoría y un prestigio”.

Carretera 45 les cobra a las compañías 200 pesos por función, lo que hace una brecha inmensa con otros espacios que cobran rentas que van desde los 900 hasta los 3,000 pesos por función.

¿Antonio, cuáles serían las ventajas que tiene una compañía al presentarse en Carretera 45?

Más allá de lo económico.

La ventaja es que van a encontrar un grupo receptivo, solidario, amoroso, entregado, cumplido y disciplinado. “Agregaría como una anatema que decía mi madre: para cada quesadillera, hay un barrio de quesadillas”, es decir, tus quesadillas las tienes que hacer como las necesita el lugar y el lugar le dará identidad a esas quesadillas, es lo mismo, no te comes igual las quesadillas en Polanco que unas quesadillas en la Obrera, nunca van a ser iguales. Hay obras que refieren a este espacio y esto tiene que ver incluso con la instrumentación estética y filosófica de los modos de producción”
“Por ejemplo, yo sabía que “Casa Calabaza” iba a ser un éxito aquí, porque está pensada en el barrio, en la gente, es una obra de inclusión social, que refiere a una temática de muy particular. Estas obras son las que más funcionan en Carretera 45.

No estoy de quejica, dice Antonio, al contrario, el proyecto como producto corresponde a una intencionalidad artística y también empresarial de un producto específico, creado en unas condiciones específicas.

Zúñiga, vende sus obras al INBA, a la UNAM, al Helénico, a las entidades empresariales para buscar nuevas formas de gestión, además de darse a la tarea de gestionar recibos deducibles de impuestos para recibir donaciones que permitan la verdadera autonomía porque son espacios de vinculación y transformación social.

“Este tipo de espacios, no sólo los debería de apoyar las instancias de cultura, sino la Secretaria de Salud o de Gobernación para combatir la delincuencia. Aquí nació Mendoza, y es una producción que se vende muy bien, eso tiene que pasar con Casa Calabaza. Sin ánimo de parecer menesterosos, no andamos vendiendo la jodides del rostro de los pobres, no se trata de eso, son las dimensiones sociales, culturales políticas de un espacio como este que crean productos con este perfil, es un modo de producción que responde a un grado de producción y esos son productos concretos”.

Lo cierto, es que el objetivo de Carretera 45 no está en hacer de su espacio un lugar de lucro, el objetivo es que los trabajadores tengan un sueldo digno y así puedan contribuir con su fuerza de trabajo, su inteligencia, su talento y el conocimiento de la zona y del tema a construir de manera genuina un proyecto cultural de servicio a la comunidad y logre la existencia de un espacio vivo, ése es el principal objetivo.

Las instituciones políticas de las que disponemos para que nuestro teatro siga vivo y las que nos pueden ayudar a tomar decisiones colectivamente y elaborar entonces un pensamiento, no sirven. El consumo cultural a veces caprichoso aunado a la nueva filosofía empresarial de las instituciones de cultura, muchas veces elitista, ha provocado no solo que los espacios independientes sean meras islas que penden de hilos para su subsistencia, sino que además nuestro teatro ha entrado a un nivel de pensamiento en el que cada quien tienen su opinión sobre cómo hacer el teatro que se le venga en gana, éste es uno de los dogmas más estúpidos de nuestro tiempo. Ya lo dijo Marina Garcés: “Poder pensar y poder decir, significa, precisamente, poder someter nuestras opiniones al examen de una razón común, es decir, de una común capacidad de razonar acerca de ellas”.

Por ello, celebro que Carretera 45, haya logrado en medio del desierto, articular un discurso artístico de acuerdo a sus convicciones que le dan identidad y lo han convertido en uno de los espacios independientes más importantes de la Ciudad de México. Larga vida a Carretera 45.

Denise Anzures

Periodista, egresada de la Escuela Carlos Septién García, especializada en la promoción y divulgación de las artes escénicas e instruida para ser ciudadana de este mundo por el movimiento zapatista.

Una Respuesta a “Se trata de limpiar la casa, no de vaciarla”

  1. Lázaro Azar

    Todo iba muy bien, hasta que esta señorita sacó a relucir sus resentimientos y amarguras contra Chumel Torres. Pobrecita. No hay nada que hacer contra sus limitaciones y prejuicios cuatroteros.

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