Desinformémonos https://desinformemonos.org Periodismo de abajo Mon, 18 Mar 2024 17:30:28 +0000 es hourly 1 En tres años de lucha contra el CT, «nos han dejado solos»: comunidad de Puente Madera https://desinformemonos.org/en-tres-anos-de-lucha-contra-el-ct-nos-han-dejado-solos-comunidad-de-puente-madera/ https://desinformemonos.org/en-tres-anos-de-lucha-contra-el-ct-nos-han-dejado-solos-comunidad-de-puente-madera/#respond Mon, 18 Mar 2024 17:30:27 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207915 Ciudad de México | Desinformémonos. «Nos han dejado solxs a lo largo de estos tres años de combate al Corredor Interoceánico», sentenció la Asamblea Comunitaria de Puente Madera y la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT), tras denunciar «el silencio absoluto» de defensores de las costumbres, promotores de la cultura, activistas y académicos frente a la lucha contra el megaproyecto federal.

«Vimos el silencio absoluto de aquellxs promotores de la cultura y la identidad istmeña, defensores de las costumbres y tradiciones de la región. De quienes llenan periódicos, revistas y foros bajo el eslogan de activistas defensorxs de los derechos de los pueblos indígenas. Complicidad de mirar para otro lado de quienes hablan de asambleas, modos comunales y otras epistemologías. De Universidades viejas como recientes, que hablan de resistencias y preservación de nuestra identidad a través de comunalidades», lamentó la comunidad de Puente Madera en asamblea.

La comunidad binnizá, que atraviesa los embates del Corredor Transístmico a través de la imposición de uno de los parques industriales en sus tierras de uso común del monte El Pitayal, incursiones militares y la criminalización de sus defensores comunitarios, como el caso de David Hernández Salazar, señaló que en este momento toda la región, el estado y el país en conjunto debería enfrentarse al megaproyecto por los impactos en los territorios y la vida social y comunitaria, pero esto no ha sucedido.

«En estos tres años de resistencia hemos visto que el Estado y el Capital no tienen límites y no cederán con este megaproyecto que en suma implica la entrega del Istmo de Tehuantepec a los intereses económicos norteamericanos, para ser de nuestra región su traspatio de diversas actividades de un modelo económico y político de depredación, expolio y dominación», denunció Puente Madera.

Frente al silencio «cómplice», la asamblea comunitaria de Puente Madera decidió y anunció que no están dispuestos «a poner lxs muertxs, lxs presxs y todas las demás afectaciones al tejido comunitario»:

«Como Asamblea Comunitaria de Puente Madera hemos decidido, a través del diálogo y la escucha al interior de nuestra comunidad, que si a este megaproyecto no lo vamos a enfrentar conjuntamente como pueblos binnizá, ikoots, ayuujk, chontales y todos los demás pueblos y personas que habitamos esta región. No estamos dispuestos a poner lxs muertxs, lxs presxs y todas las demás afectaciones al tejido comunitario de nuestra agencia y a la seguridad física y emocional de quienes habitamos Puente Madera».

La comunidad precisó que el anuncio no significa que se rendirán ni que claudicarán en la lucha contra el Corredor Interoceánico, si las comunidades y organizaciones del Istmo de Tehuantepec «están dispuestos a defender estas tierras» y a encontrarse entre pueblo «para compartir el hacer del territorio una sola casa».

«Tengan por seguro que nosotras estamos dispuestxs a estar en la primera línea de combate contra el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Es decir, si ellos interconectan el mundo para el despojo y la acumulación de capital, nosotrxs debemos interconectar nuestros mundos para la resistencia. Necesitamos estar juntas y juntos las comunidades de esta región y las solidaridades de diversas geografías para detener a este monstruo que nos ofrece desarrollo y progreso a cambio de nuestras vidas e identidad. Porque si no lo enfrentamos conjuntamente NO HABRÁ PAISAJE DESPUÉS DE LA TRANSFORMACIÓN», finalizó Puente Madera.

A continuación el comunicado completo:

Comunicado de la Asamblea Comunitaria de Puente Madera

«NO HABRÁ PAISAJE DESPUÉS DE LA TRANSFORMACIÓN»

Hace tres años los revoltosos de siempre del municipio de San Blas Atempa, replegadas(os) aquel 2017, cuando lograron imponer la subestación eléctrica militar, en nuestras tierras de uso común de El Pitayal, volvimos a salir. Aquel domingo del 2021, día en que hasta los muertos de nuestra comunidad decidieron en aquella falsa asamblea la entrega de nuestras tierras a intereses extranjeros. Tres años hace que el cacique de nuestra comunidad, Antonino Morales Toledo, creyó que aceptaríamos sin oposición la entrega de nuestro territorio.

Ese 14 de marzo del año 2021, mujeres y hombres —jóvenes, adultos y ancianos— de la agencia binnizá de Puente Madera, emprendimos y constituimos nuestra lucha y movimiento en defensa del territorio. Lucha por las tierras de Uso Común del monte de El Pitayal. Hace tres años empezó nuestro enfrentamiento a las promesas de Desarrollo ofertado por el Estado, y promovido en nuestra región por el cacique antes referido. Desarrollo que se personificó bajo el pomposo e innovador nombre de Polo de Desarrollo para el Bienestar (PODEBI) o en términos menos floridos, Clúster o Parque Industrial.

Desde el momento en que nos enteramos de la instalación de este PODEBI en las tierras de Uso Común, supimos que este solo traería consecuencias económicas, sociales y ambientales negativas para nuestra localidad en su totalidad. Como campesinas, campesinos y totoperas que somos en Puente Madera, desde el primer momento supimos que este Clúster nos va a privar de recursos hídricos, explosionara procesos de urbanización al interior y exterior de la comunidad, promoverá la contaminación de tierras, mantos y el aire. Es así que sabemos que la destrucción de un fragmento de El Pitayal, traerá la pérdida paulatina de nuestra identidad y formas de vida como hombres y mujeres binnizá que somos.

Lo que al principio concebimos como una lucha que competía sólo a nosotrxs como Puente Madera, por la instalación del PODEBI en nuestras tierras. A lo largo de estos tres años de enfrentamiento, nos fuimos dando cuenta que a lo que nos enfrentamos es a algo mucho mayor. Sabemos que la industrialización de nuestras tierras es solo un pequeño fragmento de todo un amplio proyecto que prevé la instalación inicial de 10 PODEBIS primarios, a los que a la larga se les sumarán otros 28 secundarios y marginales, si no es que más. En este lapso nos dimos cuenta de que este megaproyecto involucra actores económicos y políticos que se mueven y trasladan desde diferentes escalas y territorios.

En estos tres años de resistencia hemos visto que el Estado y el Capital no tienen límites y no cederán con este megaproyecto que en suma implica la entrega del Istmo de Tehuantepec a los intereses económicos norteamericanos, para ser de nuestra región su traspatio de diversas actividades de un modelo económico y político de depredación, expolio y dominación.

Bueno, ahora nos dirigimos a ustedes para comentarles un poco nuestro sentir, después de esta lectura anterior, en este momento, a tres años de movilizaciones, acciones legales, conferencias de prensa, encuentros, foros y demás actividades. A lo largo de este tiempo, nos hemos dado cuenta de las estrategias que ha utilizado el Estado para atacar nuestra lucha.

Desde esa falsa asamblea del 14 de marzo de 2021 al uso de la Consulta Indígena como mecanismo de acarreo de gente y medida de embellecimiento de un proyecto de muerte; a las medidas de disciplinamiento que aplicaron contra la agencia como el negarnos la luz en la clínica a desconocer a nuestras autoridades comunitarias; hasta llegar a la cooptación y compra de 5 habitantes de nuestra agencia que han servido como marionetas del cacique Antonino Morales Toledo.

Como ustedes también saben, a partir de los comunicados y pronunciamientos que hemos sacado del 2021 al presente. Que la cacería y la judicialización de 18 compañerxs de esta agencia se ha arreciado cada día más como las amenazas de muerte hacia los compañeros de la APIIDTT. Persecución que ha sufrido de primera mano nuestro compañero David Hernández Salazar, lo que provocó que fuese detenido a primeras horas del 17 de enero del 2023 y condenado a 46 años de cárcel el pasado 07 de febrero del corriente.

A lo largo de estos tres meses del año 2024, nos hemos dado cuenta de que el enemigo, ahora con el rostro de la Secretaría de la Marina (SEMAR), está dispuesto a incursionar militarmente en El Pitayal y en nuestra comunidad. Lo que representaría un conflicto de sangre y fuego, que implicaría muertes, detenciones y afectaciones a las personas que valientemente se defenderán de la represión por su libertad, la paz y tranquilidad de Puente Madera.

Derivado de esta amenaza, hemos ido a cada barrio  y colonia de Puente Madera a platicar con los hombres y mujeres, con la intención de saber su posición y lectura ante este actual panorama que anuncia una incursión militar en la comunidad y con ella, un inminente enfrentamiento. Pero sobre todo hemos ido a escuchar el sentir de cada una y uno de lxs habitantes de esta nuestra localidad, para tomar una postura conjunta, consensuada y clara sobre ¿qué vamos a hacer, cómo y por qué?.

En este camino que emprendimos en contra del megaproyecto Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Agradecemos la solidaridad y presencia de todas las comunidades, organizaciones, colectiv@s y personas que han estado a nuestro lado estos 3 años de lucha. Sin embargo, creemos, sabemos y confirmamos, que hay un sector amplio en la región, estado y país que ¡Nos han dejado solas y solos! su ¡Complicidad! O sea, su silencio parcial o absoluto es algo que quedará marcado en un momento en que se debió defender conjuntamente la región.

Vimos el silencio absoluto de aquellxs promotores de la cultura y la identidad istmeña, defensores de las costumbres y tradiciones de la región. De quienes llenan periódicos, revistas y foros bajo el eslogan de activistas defensorxs de los derechos de los pueblos indígenas. Complicidad de mirar para otro lado de quienes hablan de asambleas, modos comunales y otras epistemologías. De Universidades viejas como recientes, que hablan de resistencias y preservación de nuestra identidad a través de comunalidades.

También nos percatamos de cómo impulsaron campañas y foros reivindicando el tipo de Istmo que querían, como medida para que nuestra resistencia fuera vista como algo aislado del trabajo de ustedes como lxs verdaderos activistas y defensores del territorio istmeño. ¿Dónde quedó ese Istmo que querían? ¿Dónde está el Istmo que Resiste? A lo largo de estos tres años lo único que han hecho es estar promoviendo discursos que en nada afectan al monstruo que ha llegado a esta región. Han llegado al punto de decir que solo queremos reflectores y atención por enfrentar a una de las piezas de uno de los megaproyectos geoestratégicos del imperio norteamericano promovido por la 4ta Transformación. En ese absurdo de acusaciones, ¿en serio creen que nosotros pedimos este megaproyecto?.

Nos han dejado solxs a lo largo de estos tres años de combate al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Megaproyecto que en este momento deberíamos estar enfrentando toda la región, el estado y el país en conjunto, ya que, lo que el CIIT logre realizar en la región del Istmo afectará inmediata y paulatinamente a toda la región, el estado, el país, al mundo, al convertir nuestros territorios en zonas económicas de intensa acumulación y despojo. Lo cual les permitirá asegurar el control sobre todo lo que puede ser distribuido, asignado o poseído: tierras, aguas, playas, bosques, selvas, vías, sistemas de comunicación y transporte, etc. Además de imponer y mantener uno o varios órdenes de estos elementos que llevan a realizar la integración y cohesión territorial de acuerdo al objetivo específico de esta Obra de Gran Escala Global.

Es por esto que como Asamblea Comunitaria de Puente Madera hemos decidido, a través del diálogo y la escucha al interior de nuestra comunidad, que si a este megaproyecto no lo vamos a enfrentar conjuntamente como pueblos binnizá, ikoots, ayuujk, chontales y todos los demás pueblos y personas que habitamos esta región. No estamos dispuestos a poner lxs muertxs, lxs presxs y todas las demás afectaciones al tejido comunitario de nuestra agencia y a la seguridad física y emocional de quienes habitamos Puente Madera.

Lo que ahora anunciamos y queremos compartir, es que vamos a seguir fortaleciéndonos al interior como comunidad, no vamos a asumir los costos de algo que no es únicamente nuestro, si no de todas las agencia y personas que habitan el municipio de San Blas Atempa, y que con su silencio han sido cómplices del despojo.

Este anuncio no significa que nos rendimos, mucho menos que estamos claudicando. Si las comunidades y organizaciones que conforman esta región están dispuestas a defender estas tierras que nuestras abuelas y abuelos anduvieron, los caminos, árboles, plantas, las rutas trazadas. Si están dispuestos a encontrarnos entre pueblos para compartir el hacer del territorio, una sola casa, para seguir aprendiendo que lo que se habita no es únicamente naturaleza y que el Istmo está repleto de otros seres que se cruzan de vez en vez en los caminos, las milpas, las cuevas, el agua, el mar para hacer presente su voz.

Tengan por seguro que nosotras estamos dispuestxs a estar en la primera línea de combate contra el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Es decir, si ellos interconectan el mundo para el despojo y la acumulación de capital, nosotrxs debemos interconectar nuestros mundos para la resistencia. Necesitamos estar juntas y juntos las comunidades de esta región y las solidaridades de diversas geografías para detener a este monstruo que nos ofrece desarrollo y progreso a cambio de nuestras vidas e identidad. Porque si no lo enfrentamos conjuntamente NO HABRÁ PAISAJE DESPUÉS DE LA TRANSFORMACIÓN.

ABAJO EL CORREDOR INTEROCEÁNICO

ABAJO LA ESTACIÓN DEL TREN

ABAJO LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC

ALTO AL DESPOJO Y EXPOLIO DE LOS TERRITORIOS EN LA REGIÓN

ALTO A LA PERSECUCIÓN Y HOSTIGAMIENTO A LAS COMUNIDADES AFECTADAS POR LOS PODEBI

ALTO A LA ENTREGA DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC A LOS INTERESES GEOPOLÍTICOS DEL IMPERIO NORTEAMERICANO

FUEGO A LAS MULTINACIONALES Y TODO EL PROCESO DE RELOCALIZACIÓN CAPITALISTA A NUESTROS TERRITORIOS

CANCELACIÓN DE LAS ÓRDENES DE APREHENSIÓN EN PUENTE MADERA

REVOCACIÓN DE LA SENTENCIA A DAVID HERNÁNDEZ SALAZAR

ALTO A LA PERSECUCIÓN CONTRA LXS INTEGRANTES DE LA APIIDTT

NUESTROS SUEÑOS, NO CABEN EN SU DESARROLLO, NI EN SU PROGRESO, MUCHO MENOS EN SUS URNAS

Desde la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca de Flores Magón.

Asamblea Comunitaria de Puente Madera

Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio – APIIDTT

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Julian Assange: el proceso como tortura y disciplinamiento https://desinformemonos.org/julian-assange-el-proceso-como-tortura-y-disciplinamiento/ https://desinformemonos.org/julian-assange-el-proceso-como-tortura-y-disciplinamiento/#respond Mon, 18 Mar 2024 16:45:00 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207912         “La guerra no restaura derechos, redefine poderes”, Hannah Arendt

1. La guerra judicial contra la libertad de expresión. El largo proceso de Julian Assange está en su momento de definiciones. Las Altas Cortes de Inglaterra están por decidir la apelación de Assange que puede confirmar o no su extradición, después de catorce años de persecución, presiones diplomáticas y cacería internacional. Assange es el prisionero político más famoso en el mundo y la parcialidad judicial se ha demostrado insensible a pruebas y argumentos categóricos que dieron expertos académicos, la misma ONU y a la comunidad internacional de derechos humanos.

No es una cuestión técnica de abogados ni Tratados de extradición. Se puede entender fácil: un periodista (Assange) develó la verdad, enfureció a los poderosos e irritó a los ricos, hizo pasar vergüenza a los chupamedias que los legitiman, crean y defienden sus mentiras públicas, entonces se lo persigue, se lo difama y se lo quiere destruir a toda costa. Eso incluye conspirar para su asesinato, espiar las conversaciones con sus abogados, prometerle la pena de muerte, entre otras prácticas de vigilancia total, destrucción de reputación y humillación pública.

El proceso es una forma de castigo directo para el fundador de WikiLeaks y un claro mensaje para todo el periodismo, toda persona que escribe e investiga temas de interés público. El precio que le hacen pagar por haber ejercido el periodismo es su salud, su vida. Mientras tanto lleva años en un limbo, en el que se lo desprestigia con mentiras, rumores y se estructura una destrucción de su persona moral y física a través de una combinación de falsas denuncias e injurias, intimidación y autocensura. Se estructuró con Lula y vamos a ver muchos más casos similares en el futuro.

Buscar la verdad sobre la guerra y la destrucción del ambiente, sobre la vigilancia permanente y las nuevas formas de gobierno paraestatales emergentes es peligroso. Es desafiar a las corporaciones con poderes similares o superiores a los Estados-Naciones y al remanente poder de esos Estados y sus clases políticas que hoy trabajan -salvo honrosas excepciones- para las corporaciones que los reemplazarán. Develar el negocio de las guerras reales que sostienen complejos industriales hizo que se planifique una guerra judicial espectacular contra la libertad de expresión para que esos crímenes y las ganancias de esas múltiples masacres no se conozcan.

El proceso contra Assange es lo que podríamos pensar como un proceso híbrido de violencia judicial y para-judicial. Un caso precursor de “show trial”, del proceso mediático espectacular, de la tan mentada guerra judicial o Lawfare. El proceso desde el inicio fue un escenario donde confluyen diferentes formas de ataques: linchamiento público, rumores, falsas denuncias, operaciones nacionales e internacionales, presiones políticas, diplomáticas y corporativas.

El caso de Assange tiene mucho que ver con lo que pasa en Argentina. El expediente como espectáculo con trascendidos judiciales y sentencias anunciadas, guerras a través de la legislación con el megadecreto y con las delegaciones potenciales, con los silencios supremos, odios cruzados y economía de la crueldad, guerras culturales con las que la sociedad se fragmenta y autodestruye. En definitiva, menos garantías y Estado de derecho, más crueldad y Estado de naturaleza.

Para todo eso se necesita una complicidad institucional y una persecución total, en la que acciones estatales y silencio corporativo se alinean contra una persona como símbolo. El caso ejemplar de proceso como tortura y disciplinamiento hoy es Julian Assange. Al develar los planes de provocar guerras y conflictos para hacer negocios con la muerte industrial, los emprendedores de la guerra en Irak o Afganistán, reaccionan de forma feroz impulsando una regresión feudal con un linchamiento judicial, un “trial by combat”, una persona contra un bloque de poder corporativo-estatal.

2. Disciplinamiento y distracción. Las guerras culturales y judiciales, la fragmentación e impotencia política, el caos económico y la desesperación social son parte de un panorama que crece. Vemos degradar nuestras democracias, sus instituciones, y licuar nuestros derechos y garantías, y estamos en transición a un Estado más punitivo, un Estado de vigilancia profunda.

Sin resistencia disciplinada y paciente no habrá libertades. Sin la organización de los que defienden la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión de las amenazas corporativas y estatales, la sociedad punitiva y de la vigilancia triunfará.

El entretenimiento narcotizante puede estar jugando un rol en la impotencia reflexiva y en la inacción política. Impulsar una dictadura del estímulo que nos atrapa con dopamina puede ser una forma de censura. Llenar todo de ruido y confusión, de un hedonismo infinito, hace que las pantallas bloqueen las experiencias y castren la imaginación.

Criminalizar la verdad, castigar el uso del periodismo, penalizar el ejercicio de la libertad de expresión y la investigación periodística, del uso de las fuentes, eso está en juego con Julian Assange. Esas guerras que criticamos y queremos evitar serán las que provocarán que nos persigan. Desde las acusaciones originales contra Assange pasando por los diferentes estadíos judiciales y diplomáticos, el proceso tiene todas las características de ser un disciplinamiento ejemplar. “No lo hagas porque ya ves lo que te va a pasar”.

Se concreta el proceso como tortura, como persecución feroz. Aturde el silencio de las corporaciones periodísticas, siempre más corporaciones que periodísticas, frente a una amenaza real. Con Assange se hace carne un proceso kafkiano de irracionalidad, rumores y misterio, persecuciones espectrales de todo un bloque de poder contra una persona que representa la posibilidad de organizarse para saber la verdad e investigar sobre los que hacen un negocio industrial con la masacre de inocentes y la muerte de naciones enteras.

Lucas Arrimada es Profesor de Derecho Constitucional y Estudios Críticos del Derecho.

Publicado originalmente en Página 12

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Fallo histórico: comunidades indígenas y asambleas socioambientales frenan a mineras de litio en Argentina https://desinformemonos.org/fallo-historico-comunidades-indigenas-y-asambleas-socioambientales-frenan-a-mineras-de-litio-en-argentina/ https://desinformemonos.org/fallo-historico-comunidades-indigenas-y-asambleas-socioambientales-frenan-a-mineras-de-litio-en-argentina/#respond Mon, 18 Mar 2024 16:29:09 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207909 Foto: Susi Maresca

En un duro golpe a las multinacionales del litio y al gobierno de Catamarca, el máximo tribunal provincial prohibió que se entreguen nuevos permisos y exigió que se realicen estudios del impacto de todos los proyectos mineros de la región. El reclamo fue impulsado por comunidades diaguitas y asambleas socioambientales. Crónica de un triunfo.

El jueves 7 de marzo por la mañana la noticia ocupó la tapa de los principales diarios locales y en pocas horas llegó a la tapa de los portales nacionales. El título, amarillista, como suelen hacer los medios hegemónicos, generó un impacto enorme: “La Corte de Justicia suspende la minería de litio”. Para un gobierno como el catamarqueño, que se promociona y proyecta con eje, centro y esencia, en torno al boom de la minería de litio (más correctamente llamada “megaminería de agua”), el shock fue total. Rápidamente las radios, medios televisivos, cuentas de Instagram y X, se poblaron de abogados, especialistas y políticos intentando explicar algo a primeras luces inexplicable. Hubo sorpresa, desconcierto, dudas, desinformación a granel. ¿Se frena la actividad en la provincia minera? ¿Se cae el multimillonario negocio del litio? ¿La Corte le da un durísimo golpe al gobernador Raúl Jalil por una interna de poder? ¿Cómo pasa esto de un día para otro?

I. El camino previo hacia el amparo

Como suele suceder con los booms mediáticos, pasado el frenesí y el delirio, hay que hacer un poco de historia para comprender lo sucedido. El amparo ambiental de este fallo de la Corte de Justicia de Catamarca (expediente Nº054/2022, caratulado «Guitian, Román c/ Poder Ejecutivo Nacional y Otros), comienza en el 2019 y tiene centralmente dos protagonistas: la Comunidad Indígena Atacameños del Altiplano y el vital y majestuoso río Los Patos.

Fue en agosto de 2019, cuando vecinos de Antofagasta de la Sierra se pusieron en alerta en una confusa reunión vecinal convocada por la Intendencia, donde se les comunicó la intención de la empresa minera Livent (en 2023 se fusionó con la multinacional Allkem, creando la tercera letífera más grande del mundo, que ahora opera en Catamarca bajo el nombre de Arcadium) de empezar una obra de canalización que consistía en el trazado de un acueducto de más de 30 kilómetros para extraer agua del curso de mayor caudal de la zona (el río Los Patos). ¿Por qué la empresa necesitaba este nuevo acueducto? Porque en los últimos años había secado por completo, el río y la vega Trapiche, produciendo un daño ambiental inmenso e irreparable.

Este dato, del año 2019, es clave para entender la justificación del fallo de estos días de la Corte catamarqueña, puesto que una de las pruebas más contundentes del amparo es el daño ocasionado en la vega y el río Trapiche (una destrucción que se podría haber evitado).

En diciembre de ese mismo año, un grupo de integrantes de la asamblea ambiental Pucara (Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación), conformado por dos abogadas, un comunicador y una gestora ambiental, viajaron a Antofagasta para ponerse en contacto con la comunidad indígena y vecinos del lugar. Producto de ese viaje se publicó por primera vez en un medio gráfico la foto que recorrió los portales de noticias de todo el país, la de la Vega del Trapiche totalmente negra: un río seco y muerto.

litio Catamarca, fallo a favor de la comunidad indígena.
Foto: Susi Maresca

En los años siguientes la alarma fue creciendo. Al mismo tiempo que las investigaciones independientes sobre el accionar del gobierno local y las empresas (Livent, Galaxy, Posco) en el uso indiscriminado de agua dulce.

En febrero de 2020, la asamblea Pucará acompañó a la comunidad de Román Guitian, en la presentación del primer pedido de suspensión. Una presentación que se realizó en simultáneo en el Juzgado de Minas, en aquel entonces a cargo del juez Raúl Cerda, y otra en el Ministerio de Minería. Ambas acciones contaron con un análisis técnico de los Informes de Impactos Ambiental (IIA) vigentes de Livent y Galaxy, y también fueron acompañados con 200 firmas de vecinos y vecinas de Antofagasta.

El pedido principal era que se suspendan los permisos para sacar agua del río Los Patos, junto a denuncias por violación a derechos de las comunidades indígenas, falsas audiencias públicas y persecución social, tanto al cacique y su familia como a los vecinos que se pronunciaban en contra de la minería (tal fue el caso de una docente sumariada por dos años en un claro hecho de persecución política).

Ante esta primera presentación, la respuesta del gobierno de Raúl Jalil fue contundente en su impunidad y falta de democracia. El Ministerio de Minería respondió (creer o reventar) que había “perdido la presentación”.

Insistimos con notas, pedidos de información y nuevas presentaciones, sobre las cuales nunca hubo respuesta. El caso del Juzgado de Minas es aún más increíble. En 2021, al obtener una modificación en el número de integrantes de la Corte provincial (la misma que hoy defenestra al Gobierno), Jalil consiguió la modificación del Código de Procedimientos Mineros de la provincia; lo que dejó en jaque y a un costado de toda disputa al propio Juzgado de Minas. Allí murió el primer intento judicial.

litio Catamarca, fallo a favor de la comunidad indígena.
Foto: Livent

II. Del amparo al fallo judicial

En agosto de 2021, después de multiplicar denuncias en medios locales e internacionales, luego del estreno de un documental protagonizado por la Comunidad Atacameños del Altiplano, y en medio de una conflictividad social creciente en Antofagasta, Román Guitian presentó la acción de amparo ante la Justicia Federal. En este caso lo hizo a través de la Defensoría Federal de Catamarca, con la abogada Verónica Gostissa. Nuevamente, el eje fue el agua y la protección del río Los Patos. En esta ocasión se multiplicó también la información y se sumó un informe clave elaborado por la Fundación Yuchán. Luego de un largo camino de dos años, que pasó por la declaración de incompetencia de la Justicia Federal de Catamarca (en noviembre de 2021), la Cámara Federal de Tucumán confirmó la declaración de incompetencia de la justicia federal (diciembre de 2021), recién en septiembre de 2022 el amparo quedó radicado en la Corte de Catamarca.

Todo ese recorrido, hasta el fallo de este jueves 13 de marzo de 2024, donde se obtiene la resolución de la Corte y se hace parcialmente lugar a las medidas cautelares. Como explica el abogado Santiago Kosicki, acompañado por el equipo legal de la Asamblea Pucara: “La Corte de Justicia de Catamarca dicta sentencia contra el gobierno provincial y le exige corregir las autorizaciones otorgadas a las empresas mineras por extracción de litio en el Salar del Hombre Muerto en Antofagasta de la Sierra”.

La Corte ordena la realización de un informe de impacto ambiental que tenga dos características fundamentales (que los anteriores no tuvieron): que sea acumulativo e integral sobre todo el Salar y, en particular, sobre el río Los Patos. Y, segundo, que contemple la afectación total de las compañías que han solicitado autorización para el uso y extracción de agua, y su potencialidad de transformar el medio ambiente en una misma área geográfica.

Este nuevo informe deberá medir el impacto de todos los proyectos de todas las empresas juntas (y no cada proyecto de forma individual). Se debe saber cuánto afectarán todas las extracciones de agua de todas las compañías al mismo tiempo. Esta será una diferencia enorme en los balances y el resultado podrá darle, por primera vez al pueblo de Antofagasta y a la Comunidad Indígena, una idea del tamaño y las consecuencias socio-ambientales de la actividad minera en sus territorios.

litio Catamarca, fallo a favor de la comunidad indígena.
Foto: Susi Maresca

El otro punto álgido del fallo es que la corte “dispone la prohibición de conceder autorizaciones o Declaraciones de Impacto Ambiental a nuevas obras vinculadas con el río Los Patos en el Salar del Hombre Muerto, tanto al Ministerio de Minería, como al Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente de la provincia”. Esto significa que no se puede otorgar ningún permiso más. En un contexto de ampliación de todos los proyectos mineros de la zona, esto significa un golpe enorme para el accionar de las empresas en conjunto con el gobierno.

El máximo tribunal provincial también reconoce “que el gobierno de la provincia de Catamarca actúa vulnerando sistemáticamente la normativa ambiental, otorgando autorizaciones condicionadas, sin conocer el verdadero funcionamiento de las cuencas hídricas del Salar del Hombre Muerto, sin un informe de impacto ambiental acumulativo e integral y sin garantizar la realización de audiencia pública con la Comunidad de Antofagasta de la Sierra y la consulta previa, libre e informada con la Comunidad indígena Atacameños del Altiplano. También considera que la comunidad afectada no cuenta con información actualizada sobre al menos ocho proyectos de extracción de litio en el mismo acuífero (Acueducto del río Los Patos)”.

Ahora la pelota se encuentra del lado del Gobierno, que puede encauzarse en dos caminos. Por un lado, apelar el fallo, para lo cual deberá recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. O acatar el fallo y ordenar la situación de los permisos e informes de impacto ambiental a estas nuevas exigencias.

litio Catamarca, fallo a favor de la comunidad indígena.
Foto: AP

III. Ni Jalil ni la Corte, los pueblos y el agua

En los pasillos del gobierno provincial se comenta lo mismo que en los pasillos de la Corte provincial: que el fallo es una más de las estocadas en la sostenida y feroz disputa que ambos poderes vienen teniendo. Es posible que haya algo de verdad en los pasillos, pero lo cierto — lo que trascenderá más allá de los pasillos, lo que queda para el desarrollo de la historia—, es una realidad en la cual “no se puede tapar el sol con las manos”.

Ese “sol” del refrán son las verdaderas razones que hicieron posible este amparo y su respectivo fallo. Lo cierto es que las empresas han presentado mal sus informes de impacto ambiental, lo cierto es que tanto el Ministerio de Minería como el de Agua y Ambiente han realizado mal los controles y procedimientos. Todos los responsables, los CEOs de las empresas, los ministros y gobernadores (Lucía Corpacci y Raúl Jalil), todos han violado múltiples leyes, ambientales y sociales, nacionales e internacionales. Entre otros, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de derechos indígenas y que, en Argentina, tiene rango supralegal (por encima de las normas locales).

Lo que el fallo pone sobre la mesa es la verdad que vienen pregonando desde hace cinco años las comunidades indígenas y las asambleas. Lo mismo que vienen señalando, comunicando, difundiendo, investigando y denunciando miles de afectados a lo largo de todo el país por el modelo de megaminería. Un modelo impune, corrupto, ilegal e ilegítimo que viola toda norma, procedimiento o ley que protege a los ciudadanos. Sin la valentía de Román Guitian, quien fue múltiples veces amedrentado, a quien persiguieron y quisieron sobornar. Sin su perseverancia, hoy los medios no estarían mostrando esta contundente verdad, que ahora —con las palabras de la Corte— se vuelve cortante y sonante.

litio Catamarca, fallo a favor de la comunidad indígena.
Foto: Susi Maresca

El fallo deberá ahora enfrentarse a las diatribas del poder de turno y todos sus artilugios. Pero la verdad ya es nuestra, ya es de los pueblos. No existe la minería sustentable, ni cuidada, ni amigable con el ambiente, ni de bajo impacto, ni limpia. Existe la minería corrupta, ilegal, destructora, contaminante y empobrecedora. Este es el piso del debate, esta es la verdad inocultable desde la cual comenzar cualquier discusión. El poder seguirá insistiendo en su mentira, una que ya ni siquiera camina, apenas se arrastra y empieza a desvanecerse.

La lucha por la defensa del agua sigue, como la búsqueda de un modo de vida sin destrucción de la naturaleza. Aquí no hay falsas disputas, acá no hay una grieta, ni enfrentamientos entre pro-mineros y anti-mineros. Lo que hay es lo que hubo siempre: la búsqueda de una vida y trabajo digno, de un ambiente saludable, de montañas, ríos, salares y vegas que son parte de la cultura y la identidad de los pueblos puneños.

El agua es para la vida digna, para la economía regional de cultivos y animales, para el crecimiento y la milenaria existencia de cada pueblo de la puna. Por eso la frase es simple y es clara: el agua vale más que el litio. Ese también es el sol, nuestro sol, que no se puede tapar con las manos.

Publicado originalmente en Agencia Tierra Viva

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Más de mil personas marcharon para exigir justicia por Yanqui Kothan, normalista de Ayotzinapa asesinado en Chilpancingo https://desinformemonos.org/mas-de-mil-personas-marcharon-para-exigir-justicia-por-yanqui-kothan-normalista-de-ayotzinapa-asesinado-en-chilpancingo/ https://desinformemonos.org/mas-de-mil-personas-marcharon-para-exigir-justicia-por-yanqui-kothan-normalista-de-ayotzinapa-asesinado-en-chilpancingo/#respond Mon, 18 Mar 2024 16:24:15 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207903 Foto: El Sur

Ciudad de México | Desinformémonos. Más de mil personas protestaron este sábado en Chilpancingo para exigir justicia por el normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta, asesinado por la policía de Guerrero el pasado 7 de marzo, y demandar a las autoridades que cese la criminalización contra los estudiantes y contra la lucha por la verdad en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

En la multitudinaria manifestación participaron la madre de Yanqui Kothan, los padres y madres de los 43 estudiantes, normalistas de Ayotzinapa y de otras Normales del país, maestros y activistas, que caminaron por las calles principales de Chilpancingo hasta llegar al punto en el que fue asesinado Gómez Peralta, en el libramiento a Tixtla.

Lilia Vianey Gómez, madre de Yanqui Kothán, exigió castigo para todos los funcionarios involucrados en el asesinato de su hijo y recordó que son varios los estudiantes “humildes” que son asesinados, por lo que cuestionó al gobierno si el delito es ser pobre.

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Durante su recorrido, la marcha se detuvo en el antimonumento a los 43, donde los normalistas denunciaron que suman once estudiantes asesinados por el Estado y 43 desaparecidos en los diferentes gobiernos estatales y federales, “quienes con manipulación y la intención de criminalizar la movilización estudiantil han querido culpar a los estudiantes de hechos de violencia”, señalaron en el mitin.

“Insisten en criminalizarnos y nos quieren cerrar nuestra escuela, mejor que analicen lo que no han hecho bien los funcionarios y diputados”, señalaron los estudiantes, que junto con la madre de Gómez Peralta y los padres de los 43 normalistas denunciaron la “inoperancia” de las autoridades locales y demandaron que sus casos no queden en la impunidad.

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Los normalistas acusaron que las autoridades de Chilpancingo y de Guerrero “no quisieron encarcelar a los policías, a los autores materiales del caso”, que la noche del 7 de marzo dispararon contra tres normalistas que viajaban en una camioneta y asesinaron a Gómez Peralta, de 23 años.

“El Poder Legislativo guardó silencio ante el homicidio del estudiante”, acusaron los estudiantes de Ayotzinapa en la sexta movilización desde el asesinato de Yanqui, perpetrado en el marco del recrudecimiento de la criminalización de la lucha por la aparición de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, en 2014.

La multitudinaria manifestación fue integrada por normalistas rurales de todo el país, los padres y madres de los 43 desaparecidos, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), del Centro de Derechos de las Personas Víctimas de Violencia Minera Bello y del Colectivo de Personas Desaparecidas en Chilpancingo Lupita Rodríguez Enciso.

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Tentaciones genéricas https://desinformemonos.org/tentaciones-genericas/ https://desinformemonos.org/tentaciones-genericas/#respond Mon, 18 Mar 2024 15:16:07 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207897
Foto: Vista muy parcial de la plaza Buenavista

La globalidad nos ha dado la muestra de que sí nos puede conectar a todas, a todos, y puede hacernos entender lo que está ocurriendo de una manera simultánea, en todas partes. Es la globalidad que tanto pregonan y aclaman millones de personas por conectarles con músicas y películas, con diferentes entornos en cada momento (toda la revolución digital que se anuncia como el futuro de la humanidad), y es también la globalidad que nos arroja tremendos efectos que constatamos diario.

Antes de 1989 el horizonte de lo que llamamos real era bastante más apretado. Ahora, esta globalidad tan enorme, abierta e impulsada por los medios, nos sitúa todo en un lugar de ciencia-ficción.

De pronto de tantos rincones presenciamos las mismas violencias que vemos ocurrir en Quito y otros lugares de América Latina, porque están conectadas: qué bueno y qué tremendo.

Entrar a un mall como la Estación Fórum Buenavista, instalada literalmente arriba de la antigua y famosa estación de ferrocarriles de Buena Vista en el norte de la ciudad de México, es penetrar las fronteras invisibles de infinitas cadenas de suministro que, integradas vertical y horizontalmente, arrojan a los ensueños y las emociones de las y los visitantes y posibles compradores un caleidoscopio de prendas y objetos, marcas y texturas, tentaciones que ni siquiera el infierno de Dante, Mefistófeles o la aparición que se le apersonó a Jesucristo en el desierto pueden semejar a plenitud.

Lo inimaginable se hizo disponible. Lo impensable fue puesto a disposición de Londres, Tokio, París, Roma, Nueva York, México, Medellín, Quito, Río, Johannesburgo, Abu Dabi, Nueva Orleans, San Francisco, Santa Fe en EUA o en las inmediaciones de la ciudad de México. Da lo mismo que sea Guayaquil, Miami, Tegucigalpa o San Salvador. .

Es muy probable que incluso en sitios como Mogadiscio, Manila o Puerto Príncipe, (en los barrios más pudientes y exclusivos) haya malls con los mismos despliegues, las mismas marcas que aquí en Buenavista: zapatos deportivos, bisutería, blusas, abrigos, zapatillas, calzones, vestidos, faldas, joyas, computadoras, equipo fotográfico, dispositivos digitales y una correntada de variantes efímeros. Porque todo este cúmulo de espejismos va cambiando al pulso algorítmico de la evanescente realidad a la cual está enganchada la mayor parte de la gente que vive en los espacios urbanos, sea rica o pobre. (Y que no tiene comprender la devastación, el despojo, la opresión y deshabilitación que son el costo real de lo que parecen vender, barato o caro.)

Los outlets saben bien cómo atrapar y les importa vender para seguir vendiendo, valga la redundancia. Comprar es ya ser estafados.

Es indudable que hay una sobreproducción y el reto que tienen las corporaciones es mantener el consumo para seguir reciclando lo que implican los circuitos del acaparamiento: del cambio de uso de suelo, la apropiación de cada paso, del almacenamiento, del transporte, de la fragmentación de la producción de las partes componentes para que los ensamblados vayan configurando las caricias del alma que se despliegan en los aparadores. Y que representan algo parecido al deseo pero sin el glamour que llegó a tener alguna vez.

Porque en realidad ya se aplanó la mercancía. Seas de familia acaudalada o compres en las pacas de ropa de los mercados sobre ruedas, ya todo se parece, aunque cambie la marca, y aunque haya facturas mejores o más refinadas que otras.

Así, por el mismo vértigo y velocidad de producción de las maquilas (chinas en particular), hay una revolución en la distribución, y las tiendas ya no se especializan sino que compran lotes de contenedores con productos diversos, y con su contenido inundan cada vez más espacios. Y las tiendas compran también sus oportunidades de ser una opción más tentadora que sus competidores. Todo requiere satisfacer, aunque sea por un momento, los sueños de alguien de la familia, sea la tía, la hermana, el niño pequeño o el abuelo jubilado. (Y entre el algodón sembrado y cosechado por manos esclavas, como alguna vez, y las prendas vendidas en forma de camiseta, camisas o blusas de vestir, chales o pantalones de mezclilla o paneles laterales de unos tenis de lona y hule, las prendas terminadas ya se parecen, ya se homologaron. Hay ahora mucha diversidad en la homogenización, valga el oxímoron).

La paradoja es que si los tratados de libre comercio impulsaron la atomización de la fabricación o en la especialización extrema del componente producido o del ensamblaje particular, ahora la distribución vuelve a emparejar los productos y a producir lo genérico, aunque tenga marcas diversas y calidades distintas.

Así, en el tráfago de luces, colores, sonidos, rebotes, sensorialidades y un supuesto sentido de seguridad por la vigilancia desplegada en cada corredor, pasillo, escalera o elevador, las y los visitantes viven transitoriamente en una especie de film, de serie televisiva, de “experiencia” no vivida antes salvo en las pantallas. La sensación de kermesse o feria barrial sofisticada remite a esas pantallas que nos promueven cada una de estas sensaciones y más —porque a eso se dedican, para eso están en nuestras manos y se entrometen con nuestras pulsiones y nuestras miradas e intereses.

Ahora para hacer negocio el instrumento central es aquel que escribí manipula el modo en que pulsa cada quién sus preferencias en las pantallas macro y micro.

Si la economía capitalista siempre tuvo algo de conductismo, hoy el conductismo llegó a su sofisticación más globalizada y nos utiliza como mano de obra haciéndonos sentir que su opresión nos está recompensando.

Entre la experiencia individual, íntima, casi de clóset que cada quién vive con su propio dispositivo y la experiencia de masificación obediente que los “males” representan no hay distancia alguna.

Ya no podemos utilizar la frase “pan y circo” sin sentir que la complejidad de las experiencias que configuran los intercambios actuales de manipulación quedó excluida de la descripción.

En esa complejidad, ahora las empresas se dedican a adquirir todos los hilos posibles de infinidad de procesos industriales cuya venta transfigurada en artículos diversos aprovecha cada paso de todas las posibilidades de las materias primas que los hicieron posibles, y ya se apoderó de todos los universos locales implícitos en cada paso.

Y por supuesto, la violencia es la contraparte de este encantamiento, de este embrujamiento que tiene sometida a la población urbana del mundo. Y ésta aumenta rampante. hay ciento doce mil y pico de desapariciones de acuerdo a los recuentos últimos, y esos 112 mil desapariciones tienen la contraparte, entre 2006 y 2020, de 52 mil muertes que no tienen a las personas identificadas. No se sabe quiénes son esos muertos, no se sabe quiénes son esos, de quién son esos cadáveres, esos restos que se han ido encontrando.

Hubo 3700 asesinatos de mujeres tan sólo en 2021, 15 periodistas entre enero y septiembre de 2022, asesinados doce defensores y defensoras de Derechos Humanos en 2022, según Americas Watch en su informe de 2022. Muy sorprendido para mal de todo lo que ha sido el reconocimiento de los Derechos Humanos en México.

Las tentaciones genéricas y la violencia callejera son ambas estrategias de sojuzgamiento y control. Ante ambas habrá que dar una respuesta que nos restituya nuestro ser primordial, que siempre es comunitario.

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Honduras I. Viva Berta https://desinformemonos.org/honduras-i-viva-berta/ https://desinformemonos.org/honduras-i-viva-berta/#respond Mon, 18 Mar 2024 15:08:27 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207890 Fotos: Raúl Zibechi

“Berta es una luz para nuestro país”, exclama Melissa Cardoza cuando vamos llegando al Campamento Feminista Viva Berta. Ubicado en un pequeño prado arbolado a poca distancia de la Corte Suprema de Justicia, el campamento fue escenario de la resistencia a los crímenes del extractivismo que se plasmaron en el asesinato de Berta Cáceres en marzo de 2016, cuyo coautor intelectual, David Castillo, expresidente de Desarrollos Energéticos, estaba siendo juzgado cinco años después del crimen.

El Campamento está rodeado por autopistas pero no parece lejano del centro de Tegucigalpa. Durante tres meses fue el espacio donde confluyeron las organizaciones que resisten el modelo como la Ofraneh (Organización Fraternal Negra Hondurenha), y el Copinh (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) a la que perteneció la dirigenta popular lenca Berta. Durante semanas convivieron con las principales colectivas hondureñas, como la Red Nacional de Defensoras que en los hechos fue la que sostuvo el campamento.

Antes de iniciar cada actividad, realizan una ofrenda frente al monolito que recuerda a Berta, ubicado en el centro del espacio en el que se pueden ver pequeños carteles que dicen, por ejemplo, “A Berta se lo dijo el río”. Un grupo de más de treinta personas, casi todas mujeres, forma un círculo alrededor del monolito cantando “Berta no se murió\Berta no se murió\Berta se hizo millones\Berta soy yo”.

La espiritualidad indígena y negra atraviesa a todo el movimiento popular en este país, en particular a las organizaciones con fuerte presencia de mujeres, o sea casi todas las que resisten en primera fila. Quizá por eso el campamento está salpicado por llantas pintadas, donde las niñeces juegan mientras sus madres debaten o preparan la comida que siempre va de la mano de las acciones colectivas.

La ronda comienza a cobrar forma y se escuchan las primeras voces. Jessica Trinidad, coordinadora de la Red de Defensoras y miembro de Ofraneh, hace hincapié en el “desánimo” que predomina en el movimiento, que contrasta con las gigantescas movilizaciones que duraron meses cuando fue destituido ilegítimamente el expresidente Mel Zelaya, en 2009. Muestra también su preocupación por la creciente “cooptación” de integrantes de las organizaciones populares por el gobierno “progresista” de Xiomara Castro.

Casi todas las intervenciones van en la misma dirección, quizá porque Honduras, y ahora también Guatemala, son los últimos países en tener gobiernos que se dicen progresistas, pero que continúan con las mismas políticas represivas y extractivas de las derechas que gobernaron este país desde 2009, de la mano de Juan Orlando Hernández, primer presidente extraditado y luego sentenciado por narcotraficante en Estados Unidos, una suerte de afrenta para los movimientos que consideran que debería haber sido juzgado en su país.

Una mujer de la colonia Villanueva menciona el “desinterés” que hoy predomina en la sociedad, mientras otra que integra la Red Mariposa se refiere a la “poca voluntad’ militante y asegura que se siente “defraudada por el gobierno y la impunidad”.

Las reflexiones se van desgranando con duras críticas al accionar de la Policía, como exxplicó la cantante Karla Lara, y con la constatación de Liana Funes, de la Red de Defensoras, de que una parte de los que participaron en las movilizaciones de 2009 se convertieron en “cargos públicos”, abandonado la crítica y la movilización con el consiguiente debilitamiento de los movimientos.

Interesante porque quienes formulan las críticas siguen activas en sus organizaciones, lo que permite que ninguna de las presentes (ni Ofraneh, ni Copinh, ni la Red de Defensoras) hayan perdido su autonomía y se hayan plegado a las instituciones. En realidad no pueden bajar los brazos, porque en los primeros meses del año ya fueron asesinadas 59 mujeres, una práctica feminicida que se mantiene intacta pese a los cambios en las alturas, que se reducen a meros discursos.

La impresión que se recibe es que los relatos no suenan diferentes a lo sucedido bajo los gobiernos progresistas del Cono Sur de Sudamérica, aunque pueden anotarse algunas particularidades hondureñas, y quizá centroamericanas.

La primera de ellas es la estructura político social del país, dominada por la misma oligarquía de la tierra que se benefició de los procesos independentistas y construyó un Estado-nación a su imagen y semejanza, o sea profundamente colonial y patriarcal. A diferencia de lo sucedido en Argentina, Brasil, México y Bolivia –donde a pesar de las particularidades nacionales la presión desde abajo facilitó la quiebra de las oligarquías y el ascenso de una burguesía industrial-, o de las reformas agrarias que los gobiernos militares impulsaron en Perú y Ecuador en los sesenta y setenta, aquí mandan los de siempre y las instituciones son impermeables a los intereses de los pueblos.

La segunda es la cercanía temporal de los levantamientos populares, indígenas y negros contra los golpistas de 2009. La masiva participación en aquellas jornadas, que no fueron una o dos manifestaciones sino un tremendo ciclo de luchas, podría haber generado un nivel de conciencia que mirara más allá de los procesos electorales y los cambios de gobierno. Sobre todo, porque las citadas organizaciones no se rindieron ni se vendieron, sino que sigen empeñadas en aquella propuesta\consigna de Berta Cáceres de “construir poder desde abajo”.

Pero sabemos que los poderes y la casta política dominan el discurso público y son capaces de tomar las banderas y los lemas de los movimientos, solamente para llegar al palacio de gobierno. Y luego hacen lo que quieren, argumentando que “más no se pudo”, aunque ni siquiera lo intentaran.

La buena noticia hondureña es justamente esa: los pueblos originarios no se dejan y, junto a ellos, un puñado de colectivos siguen empeñados en resistir el modelo extractivo: la minería, los monocultivos, el tráfico de drogas ilegales y las grandes obras de infraestructura. A las y los de abajo nos va la vida en ello, porque cada emprendimiento del capital supone muerte y feminicidios, violencias y desplazamientos forzados para convertir la tierra y los bienes comunes en mercancías.

La ronda se desgrana cuando la oscuridad va envolviendo los espacios. Algunas mujeres encendieron un fogón del que salen tortillas y buena onda para despedirnos. En Tegucigalpa la gente se retira pronto a sus viviendas, porque en las noches el crimen organizado extiende sus tentáculos de muerte, sembrando miedo y desolación. Pero el ambiente del Cacmpamento parece inmune a esos temores, quizá porque el espíritu de Berta las proteje desde algún lugar, y se transmuta en afectos cercanos, profundos, vigorosos.

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Mujeres y plantas del monte para aliviar dolencias https://desinformemonos.org/mujeres-y-plantas-del-monte-para-aliviar-dolencias/ https://desinformemonos.org/mujeres-y-plantas-del-monte-para-aliviar-dolencias/#respond Sat, 16 Mar 2024 17:38:18 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207833

A través de generaciones, las mujeres se han preocupado por conservar el conocimiento de las plantas medicinales y son las guardianas de la salud familiar. Sus saberes permiten la sanación de enfermedades físicas y espirituales en las comunidades. En este programa escuchamos cómo transforman las plantas en lociones, tés, tinturas, pomadas y nos cuentan sus usos en la medicina tradicional. Les invitamos a compartirnos cuáles son las plantas que utilizan en sus comunidades y con qué fines.

Contenido

  • La transformación de las plantas para mantener el conocimiento de las abuelas: Mujeres de Tosepan Pajti – Radio Tsinaka
  • Garañona, una planta muy femenina – Radio Cuenca de la Independencia
  • San Antonio y Hierba de Perro para aliviar el dolor de estómago – Radio Cuenca de la Independencia
  • Mujeres medicina: un encuentro en Huautla, Oaxaca – Especialidad de Comunicación Comunitaria del CESDER
  • Locución: Juliana Torres Limón y Mercedes Páramo (Radio Cuenca)
  • Foto: Erandi Medina (Emenda Tiempo de Lluvias)

Publicado originalmente en Canto de Cenzontles

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La vida en las ciudades: del mito del progreso al vértigo neoliberal https://desinformemonos.org/la-vida-en-las-ciudades-del-mito-del-progreso-al-vertigo-neoliberal/ https://desinformemonos.org/la-vida-en-las-ciudades-del-mito-del-progreso-al-vertigo-neoliberal/#respond Sat, 16 Mar 2024 17:34:51 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207836 Foto: Depositphoto

El 92 por ciento de la población de Argentina vive en ciudades. Décadas de políticas que fomentaron la migración y las promesas de desarrollo contribuyeron al mito de la ciudad como progreso y bienestar. Pero, cada día más, la «inclusión» sucede a partir del mero consumo y no por los derechos. Debates, imaginarios y realidades de la vida en los espacios urbanos.

Es muy común estructurar campos de investigación en torno a categorías antagonistas como una manera simple de identificar el problema a abordar. Estas dicotomías se transforman en conceptos monolíticos, indiscutibles: Oriente y Occidente, Norte y Sur, Desarrollo y Subdesarrollo, por mencionar algunos. Pero existe una más, que —hasta podríamos afirmar— es parte constitutiva de nuestra cotidianeidad y que ha servido para ilustrar mucho más que simples recortes espaciales: la dicotomía campo-ciudad.

Hablar de campo y ciudad (o de lo rural y lo urbano) nos arroja de inmediato a cuantificar y cualificar aquel espacio al que hacemos referencia, en donde siempre la ciudad se presenta como el extremo más relevante de la dicotomía, el que mayores connotaciones positivas trae consigo. Pero ¿qué es en verdad la ciudad? ¿cómo se puede definir? ¿qué es lo que las vuelve, en apariencia, tan interesante?

Foto: Télam

La ciudad como progreso

Desde el inicio misma de las civilizaciones humanas la idea de ciudad está acompañada por una serie de imaginarios que hasta el día de hoy la posicionan como un lugar de inevitable deseo. Lo urbano (o la ciudad) se construye y se sostiene en función de una dicotomía con los espacios rurales (o el campo). Allí es donde se encuentra el valor verdadero que reviste a la ciudad de ese halo místico, el valor simbólico que fue atribuido históricamente a la ciudad que emana de la dicotomía: la idea del progreso.

Se presentaba a lo rural como una oposición profunda de lo urbano, como espacios alejados, marginados, deteriorados, cuya funcionalidad no trascendía de la generación de materias primas. Se hablaba del campo como un fetiche, como un territorio determinado que poco tenía para ofrecer más allá de su producción, con procesos, localizaciones y habitantes genéricos.

Muy por lo contrario, la ciudad era introducida como una suerte de tierra de oportunidades, en donde el crecimiento, la interacción con todo un universo nuevo de personas, el alcance de múltiples posibilidades eran fragmentos de un todo que podía reconocerse bajo otro fetiche, el progreso.

Si se traza una línea coherente entre ambos extremos no resulta sorpresivo observar que el flujo poblacional ha tendido históricamente a desplazarse de uno hacia otro. La tendencia global histórica es el crecimiento de la población urbana. Argentina, por mencionar un caso, se encuentra hoy con el 92 por ciento de su población viviendo en áreas urbanas. América se encuentra por encima del 80 por ciento y en el mundo, un 55 por ciento de la población vive en áreas urbanas (China e India, gigantes poblacionales que aún cuentan con un alto porcentaje de población rural).

Y no es para menos. Ya sea que tratemos de las primeras ciudades de la historia en la lejana Sumeria, pasando por los burgos, por la Manchester de la explosión industrial o la Buenos Aires actual, la referencia siempre apuntará en la misma dirección: la ciudad se presenta como la tierra de oportunidades. Partiendo de la protección, pasando por el trabajo asalariado hasta llegar a las alternativas de estudio, ocio o la inserción en otras esferas sociales, la ciudad se ha presentado como la respuesta a todas las necesidades de aquellos que no pueden satisfacerlas dentro de las bondades de los espacios rurales.

Argentina ha tenido, al igual que casi toda la región, un proceso paulatino pero constante de migración interna del campo a la ciudad que fue y aún continúa yendo de la mano con el crecimiento mismo de los espacios urbanos. Este tuvo crecimiento a partir de la caída del modelo agroexportador —post crisis de 1929— y la aparición del modelo de sustitución de importaciones que dio paso a un incipiente pero sólido crecimiento de la industria argentina. Este “éxodo rural”, tal como se lo denominó, reemplazaría los volúmenes de los flujos migratorios europeos y se instalaría mayoritariamente en las áreas que daban cobijo a estas industrias: el primer cordón del conurbano (para entonces el único de lo que hoy es el Área Metropolitana de Buenos Aires), Rosario y Córdoba.

Foto. Gerónimo Molina

Este redireccionamiento poblacional traería consigo dos cuestiones que es necesario mencionar: la emergencia de un “choque cultural” entre parte de una sociedad descendiente de o filoeuropeísta y los recién llegados habitantes del interior del país, fenómeno que daría nacimiento a toda una serie de estigmatizaciones y estereotipos que perduran hasta nuestros días y de las cuales el “cabecita negra” es quizás la de mayor trascendencia.

El segundo aspecto: una dispersión poblacional que se concentraría sobre una pequeña extensión de superficie y tendería a cimentar estructuras territoriales cuya primacía será, inevitablemente, una tríada de grandes ciudades y sus conurbanos (Gran Buenos Aires, Gran Rosario y Gran Córdoba) con eje central en la capital del país. Además, la continuidad de los flujos migratorios generará primero un crecimiento centrífugo de las ciudades, ensanchándolas y expandiéndolas gracias al desarrollo de infraestructura vial —esencialmente rutas y autopistas que comenzaban a desplazar al ferrocarril— y luego las tensionarán por saturación, dando origen a un incipiente flujo de retorno y redistribución hacia otras áreas.

La llegada de la dictadura cívico-militar y su proceso de desindustrialización a partir del año 1976 contribuyó con este fenómeno, desacelerando el crecimiento de las grandes ciudades y convirtiendo a las ciudades intermedias y pequeñas en las nuevas protagonistas de esta búsqueda incesante de unas mejores condiciones de vida que, había quedado demostrado, no estaban al alcance de todos.

El mito de la ciudad como progreso —acompañando al desmantelamiento del Estado Social— comenzó a resquebrajarse y dejará a la vista toda una serie de problemáticas de complejidad diversa para las que no habrá respuesta inmediata.

Foto: Nicolás Pousthomis

La ciudad como caos

El Cairo (capital de Egipto) es una ciudad que se nos presenta como ejemplo de un espacio urbano construido por la sumatoria de múltiples procesos, diseños, conquistas y condicionamientos estructurales históricos, revestida de un halo místico —a partir de la veta turística— que la ensalza como la ciudad capital del país que dio cobijo a una de las civilizaciones más desarrolladas de su tiempo.

Este milenario El Cairo, sin embargo, tiene un problema. Detrás del manto de la ponderación de sus paseantes, su funcionamiento como urbe roza lo caótico: trazados urbanos complejos, falta de planificación profesional, niveles elevados de contaminación (fundamentalmente del aire), sobrepoblación, hacinamiento, imposibilidad de atender la demanda de servicios básicos, una circulación saturada y un crecimiento urbano descontrolado sin solución en el corto plazo.

Pero para lo que nos atañe, esta gran ciudad —cuya área metropolitana supera los veintidós millones de habitantes— guarda un enorme parecido con el sistema urbano de nuestro país y sus problemáticas. Ese lado oscuro de El Cairo se replica en Argentina y en buena parte de las ciudades del mundo como denominador común, colocando a las urbes en una situación caótica al verse sobrepasadas en su capacidad de atender la demanda de todos aquellos que los habitan, rompiendo a su paso el imaginario del buen vivir citadino.

Para el caso argentino se añade además el hecho de que su sistema urbano es primado —por condiciones políticas, económicas e históricas toda su estructura y funcionamiento está pensado desde y hacia la ciudad de Buenos Aires— y macrocefálico (al tener en el AMBA una ciudad con una población diez veces superior a la que le sigue, Córdoba). Es decir, todo está pensado en función, beneficio y aprovechamiento de Buenos Aires (como ejemplo pueden observar el sistema argentino de interconexión de energía eléctrica o la distribución dendrítica de las rutas y vías de ferrocarril); y el aglomerado de esta ciudad a su vez concentra casi un tercio de la población nacional.

¿Soluciones? Históricamente fueron pocas. A nivel macro, un intento de traslado de la capital federal hacia Viedma en 1986 —comprendido dentro del Proyecto Patagonia propuesto por Raúl Alfonsín— cuyo objetivo se enfocaba en la descentralización funcional y poblacional (pensándolo de forma tan lineal como si uno pudiera cortar y pegar una población sobre un mapa), quedó “cajoneado” sin mayor novedad hasta el momento.

A nivel micro, y pensando en Buenos Aires, la ampliación continua de autopistas, avenidas y el añadido de los metrobuses como intento de evitar la saturación del tránsito (hoy cualquier hora es hora pico), o la relocalización de instituciones, organismos y entidades en áreas alejadas del microcentro son apenas intentos que persiguen el objetivo de descomprimir la ciudad.

Foto: Nicolás Pousthomis

Más allá de eso, lo común es la falta de inversión, la remisión de espacios verdes a niveles preocupantes, la contaminación creciente, la falta de planificación o la imposibilidad de planificar potenciales modificaciones. Como corolario y resultado indirecto de lo anterior, las frecuentes interrupciones en el suministro de energía eléctrica, la inseguridad y un fenómeno bastante particular que cada vez se hace más notorio como lo es la ICU (Isla de Calor Urbano, resultado del incremento de superficies asfaltadas más el funcionamiento de sistemas de climatización, entre otras variables, que genera una temperatura sustancialmente diferenciada en las ciudades, sobre todo en verano y por las noches). Todas facetas que le dan a la ciudad un matiz muy distinto al que reside en la teoría y en los imaginarios colectivos.

La ciudad como experiencia

La intensificación de las dinámicas extractivistas —vehiculizadas a través de la exacerbación de la oferta y el consumo como sostén del modelo— han impregnado a los espacios urbanos de una morfología particular que acentúa sus problemáticas a la vez que produce, reproduce y perpetúa las asimetrías.

Esta morfología está representada por dos fenómenos principales:

  • La densificación de la ciudad, entendida como el aprovechamiento intensivo de los espacios urbanos disponibles, principalmente en altura.
  • La valorización, entendida como un vuelco hacia prácticas de orientación extractiva que añaden un valor extra a ciertos fragmentos de la ciudad: desde lo paisajístico hasta lo simbólico, desde el arribo de franquicias transnacionales —generalmente destinadas a la alimentación, la vestimenta o el ocio— hasta la reestructuración de espacios para el turismo.

La convergencia de ambas construye ciudades que aún en sus múltiples escalas tienden hacia la homogeneización.

En tiempos en donde el crecimiento poblacional se reorienta hacia ciudades pequeñas o intermedias, es posible observar que lo primero a replicar en estas ciudades que van incrementando su población son las amenidades: una suerte de “atractivo” para los nuevos pobladores que prioriza su disponibilidad antes que la instalación de cloacas o una red de agua potable para todos sus habitantes.

Lo que se construye, de esta forma, son “lugares” dentro de la ciudad pensada para la experiencia. Una ciudad que ofrece así toda una serie de variables con un denominador común: el acceso a una experiencia efímera a través del consumo. El sociólogo y economista Jeremy Rifkin hablaba hace algunos años sobre un traspaso silencioso de la posesión hacia el acceso. Un ejemplo claro es el cambio sustancial entre los habitantes propietarios de vivienda y los que alquilan. Pero recaer en eso sería sencillo y no graficaría en toda su dimensión lo que estamos viviendo hoy.

Foto: Sebastián Hacher / Subcoop

Pensar en la vida cotidiana. Esta disociación entre las necesidades verdaderas y el consumo se potencia en los espacios urbanos. Se frecuentan cafeterías de franquicia, se llenan los gimnasios, muchos inscriptos en eventos, se pagan servicios extravagantes, y se añade un extra a cada paso que damos. En la mayoría de estos casos, consumimos pero no poseemos. Simplemente experimentamos, añadimos un “valor agregado” a nuestra existencia, valor carente de sentido y sustento que con el paso del tiempo se escapa de nuestras manos y tiene que ser reemplazado por otro porque ya no poseemos. Pequeño pero sutil detalle.

Estos lugares que brindan una “experiencia citadina” están dirigidos cada vez más a un porcentaje menor de la población. Estas ciudades caóticas y fragmentadas son cada vez más excluyentes, más asimétricas. Las dinámicas actuales potencian lo vivencial pero eluden las obligaciones de inclusión e integración real.

Los espacios urbanos hoy se presentan como archipiélagos de consumo para aquellos que vienen a experimentarlos, mientras que el resto de sus habitantes son los que habitan, sufren y rellenan los espacios en blanco, siendo a la vez paradójicamente invisibilizados.

Este modelo de ciudad neoliberal no entiende a la ciudad como un lugar donde vivir, sino como una fuente de consumos más en donde quien no puede hacerlo no tiene lugar visible en su entramado de territorialidades.

Lejos del imaginario del progreso y las oportunidades, sumidas en el caos generado por la saturación, las ciudades hoy van adquiriendo peligrosamente en toda su extensión aquella noción de “no lugar” que propusiera el antropólogo Marc Augé: apenas un intercambio, una relación de consumo que no puede ser apropiada y que, como corolario, no alienta a la permanencia sino a la efímera contemplación. La pregunta que emerge, inevitable, es ¿para quién están pensadas las ciudades?

Quizás, a esta altura de las circunstancias, sepamos la respuesta.

*Autor del libro «Desde el infierno urbano» y responsable del sitio Un Espacio Geográfico.

Publicado originalmente en Agencia Tierra Viva

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Estado mexicano es cómplice de empresas, crimen organizado e invasores del territorio: AI https://desinformemonos.org/estado-mexicano-es-complice-de-empresas-crimen-organizado-e-invasores-del-territorio-ai/ https://desinformemonos.org/estado-mexicano-es-complice-de-empresas-crimen-organizado-e-invasores-del-territorio-ai/#comments Sat, 16 Mar 2024 10:51:00 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207882 Ciudad de México | Desinformémonos. “El Estado mexicano de manera abierta está siendo cómplice de empresas, del crimen organizado y de personas que están utilizando a la tierra, el territorio y el medioambiente que están destruyendo ese recurso”, denunció Amnistía Internacional en la inauguración de la exposición fotográfica “#ProtestarNoEsUnCrimen”, donde se exponen casos de criminalización de defensores del territorio en el país.

Al inaugurar la exposición el pasado 13 de marzo, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) en México, Edith Olivares, acusó que cuando la población sale a protestar por el despojo de los territorios a manos de los megaproyectos, los gobiernos y las empresas, “el Estado sale a ponerse de lado de quienes están destruyendo nuestros recursos”.

En la inauguración participaron los defensores nahuas Miguel López Vega y Alejandro Torres Chocolatl, de la comunidad de Santa María Zacatepec, Puebla, quienes fueron criminalizados por luchar contra la construcción de un drenaje en Ciudad Industrial Huejotzingo, que desembocaría en el Río Metlapanapa.

Torres Chocolatl destacó que en la región cholulteca de Los Volcanes se han enfrentado “con muchos proyectos de muerte” y con el endurecimiento de “esta campaña de contrainsurgencia” para criminalizar a los defensores. “Con poquito empiezan a criminalizarte, a tratar de dividir a tu pueblo, a comprar conciencias”, además de que las autoridades y empresas lanzan “campañas de desprestigio” y, si no funcionan, “se van más a cuestiones de fabricarte delitos, lo que nos pasó a nosotros”, dijo Chocolatl en su participación.

El caso de López Vega y Chocolatl es uno de los cuatro casos que Aministía Internacional investigó para su informe “México: Tierra y ¿Libertad? Criminalización de personas defensoras de tierra, territorio y medio ambiente”, publicado en septiembre de 2023. Además de la criminalización en Puebla, en el informe se destaca el uso “desproporcionado” del sistema de justicia en dos casos en Chiapas y otro en Yucatán y otro en Puebla.

De acuerdo con el documento, las acusaciones contra los defensores del territorio “son construidas principalmente mediante declaraciones de servidores públicos y de trabajadores de las empresas directamente relacionadas con los hechos denunciados por las comunidades”, y en ningún expediente penal existe evidencia contundente que permita configurar algún delito.

La exposición fotográfica “#ProtestarNoEsUnCrimen” se encuentra en el Centro Cultural España y forma parte de la campaña homónima que AI lanzó en septiembre de 2023 para denunciar el uso “desproporcionado” del sistema de justicia en México “para disuadir, castigar e impedir” que los defensores de la tierra y el territorio exijan sus derechos, así como la impunidad alrededor de los casos de criminalización de las luchas.

Las imágenes incluyen fotografías analógicas y digitales tomadas por integrantes de las comunidades y por investigadores de Amnistía Internacional en Zacatepec, Puebla; Chilón y Colonia Maya, en Chiapas, y Sitilpech, en Yucatán. El objetivo es dar a conocer los problemas que enfrentan las personas al defender su tierra, el territorio y el medio ambiente.

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La palma de aceite en América Latina: monocultivo y violencia https://desinformemonos.org/la-palma-de-aceite-en-america-latina-monocultivo-y-violencia/ https://desinformemonos.org/la-palma-de-aceite-en-america-latina-monocultivo-y-violencia/#respond Sat, 16 Mar 2024 07:31:00 +0000 https://desinformemonos.org/?p=207824 El furor global por la palma aceitera

Las plantaciones de palma aceitera avanzan a pasos agigantados por América Latina, trayendo consigo expulsión de comunidades de sus territorios, deforestación, violencia y pobreza.

La producción mundial de aceite de palma ha aumentado casi un 600% de 14.72 millones de toneladas en el año 1994 a 80.58 millones de toneladas en 2021. La superficie de este cultivo también creció drásticamente de 7.86 millones de hectáreas en 1994 a 28.91 millones de hectáreas en 2021.[1] Su multiplicidad de usos, en conjunto con su precio relativamente bajo, son factores que han impulsado una demanda incesante, pese a los problemas y conflictos en territorios campesinos, indígenas y afrodescendientes.

Figura 1: Producción y superficie mundial de palma de aceite en millones de toneladas y hectáreas en América Latina y el mundo (1994 – 2021)

Fuente: FAO, 2024[2] . Elaboración: GRAIN

El consumo de aceite de palma aumentó en los últimos 30 años del 2% al 41% del total de producción de aceites en el mundo, desplazando a la soya como el aceite vegetal más consumido en el mundo. [3] Esta demanda se debe sobre todo a las grandes corporaciones alimentarias, que buscan materia prima más barata para elaborar productos ultra procesados y agrocombustibles. Es decir, su demanda está vinculada a ganancias. No busca una alimentación saludable de las personas.

La industria continúa buscando tierras donde expandir sus cultivos. Esta expansión sólo es posible en determinadas zonas tropicales con abundantes lluvias. Con el 84% de la producción de aceite de palma concentrada en Malasia e Indonesia, y con escasez de tierras para ampliar los cultivos, la industria ha salido a buscar nuevas fronteras para expandirse.[4] América Latina y África Occidental se han convertido en las nuevas áreas de expansión.

Figura 2. Principales productores de palma de aceite a nivel mundial a diciembre del 2023 en toneladas métricas.

Fuente: USDA, 2024[5]. Elaboración: GRAIN

Casi sin excepción, las plantaciones de palma generan pobreza extrema y un aumento de la violencia[6]. Las áreas donde las empresas promueven la expansión de las plantaciones, en muchos casos chocan con los territorios donde las comunidades han desarrollado sus vidas con base en la agricultura y otras actividades de subsistencia. Deforestación masiva, acaparamiento ilegítimo de los territorios, contaminación, destrucción de las fuentes de agua y pérdida de tierras para desarrollar la agricultura de subsistencia son algunos de los impactos. Además, las mujeres sufren de manera desproporcionada estos impactos, siendo ahora las principales víctimas del modelo de producción de este monocultivo. [7]

No obstante, los gobiernos y las corporaciones promueven dichas plantaciones basados en una serie de falsas promesas como, por ejemplo, la generación de empleos en zonas rurales, el aumento de los ingresos de las comunidades campesinas, mejora de las infraestructuras como escuelas y centros de salud, entre otras. En la mayoría de los casos, estas promesas jamás se cumplen.[8]

La expansión de la palma de aceite en América Latina

Ahí, el área ocupada por plantaciones de palma sigue creciendo, sobre todo desde el año 2000. En la actualidad, los principales países productores de palma en la región son Colombia, Honduras, Guatemala, Brasil y Ecuador.[9]

Figura 3. Toneladas y hectáreas de palma de aceite en los principales países productores de América Latina durante el año 2021

Fuente: FAO, 2024[10]. Elaboración: GRAIN

Por otro lado, las principales exportaciones de la palma de aceite de América Latina se realizan a la Unión Europea, Estados Unidos y México, para ser usada en la elaboración de alimentos ultraprocesados de las grandes empresas transnacionales.

Tabla 1. Destinos de las exportaciones de los principales países productores de palma de aceite de Latinoamérica durante el año 2022

Unión EuropeaEstados UnidosLatinoamérica*Otros
Colombia41,70%4,90%48,80%4,60%
Guatemala67,10%0%31,90%0,01
Honduras53,80%19,30%26,80%0,001
Brasil53,60%9,30%30,30%6,80%
Ecuador13,80%17,10%66,80%2,30%

* La mayor parte de las exportaciones a Latinoamérica, van especialmente a México para la producción de alimentos ultra procesados, que se expandieron en las últimas décadas con la firma del TLCAN. Fuente: Trade Map, 2024[11] . Elaboración. GRAIN

Colombia es el principal productor de palma de aceite de América Latina. Tiene cerca de 500 mil hectáreas. Estas plantaciones y su expansión han coincidido con las áreas donde hay presencia de grupos armados en el país.[12]

Los monocultivos de palma de aceite en Colombia los concentran grandes terratenientes. En muchos casos han expandido sus plantaciones desplazando a miles de campesinos y campesinas de sus tierras, con violencia e intimidación. En la región de Tumaco, por ejemplo, se ha detallado, como los terratenientes se apropiaron de tierras campesinas mediante intimidación, artimañas legales y corrupción de las autoridades locales.[13] Gran parte de las empresas palmicultoras se asentaron en zonas de conflicto durante la época de violencia armada que sufrió el país. La palmicultura quedó identificada con grupos paramilitares y se le señala como causante de violencia contra el campesinado en las regiones donde operan. [14]

Muchas afectaciones provocadas por las empresas palmicultoras ocurren sobre territorios indígenas. Por ejemplo, el pueblo sikuani, que tras ser víctima de varias formas de violencia asociadas al conflicto interno, fue finalmente desplazado de su territorio por una empresa palmicultora que provocó que los sikuanis cambien sus modos de vida. Al quedarse sin tierras para cultivar sus alimentos, integrantes del pueblo sikuani se desplazaron a las zonas urbanas aledañas, sufriendo hambre y hacinamiento.[15]

El más reciente acaparamiento de tierras en Colombia también involucra a las empresas palmicultoras, como el caso de la empresa Italo-Española Polygrow que viene acaparando miles de hectáreas para expandir sus plantaciones de palma de aceite[16]. El acaparamiento que las empresas del agronegocio de la palma están realizando a menudo es apoyado por políticas públicas favorables, poco control del Estado, violencia y amenaza a campesinos, campesinas e indígenas.

Ya en el Ecuador, la producción de palma aceitera constituye el 4% del Producto Interno Bruto agrícola. La producción de palma ha tenido un crecimiento del 8% anual en promedio, constituyendo el séptimo producto agrícola de exportación del país. [17]

Hoy existen cerca de 152 mil hectáreas de palma aceitera.[18] Se ha identificado que los grandes productores de aceite de palma están concentrados en las Provincias de Esmeraldas, Sucumbíos y Los Ríos. [19]

Pese a que varias comunidades indígenas y afrodescendientes, en particular de la provincia de Esmeraldas, recibieron títulos colectivos de propiedad del territorio, hubo vacíos legales que permitieron que títulos individuales sobre la misma tierra se vendieran a empresas palmicultoras, como a Energy & Palma[20]. Esto provocó que en los últimos años se hayan registrado al menos dos conflictos por las tierras entre comunidades afroecuatorianas y la empresa Energy & Palma.[21]

En 2015, con la llegada de la enfermedad de la “pudrición del cogollo”, que afectó a miles de hectáreas de palma, la gente dedicada a la producción de palma en pequeña escala que en Ecuador representa la mayor parte de propietarias de fincas palmiculturas, son quienes se endeudaron y perdieron todo. La gente implicada en esta producción en pequeño era la que había adquirido el préstamo, había puesto su tierra en garantía y es la que no pudo vender el producto. Si bien las grandes empresas pierden también parte de su producción, no pierden la tierra y tienen otros respaldos económicos.[22] Es también así cómo se aprovechan de la crisis para comprar estas tierras a precios más bajos que el mercado y concentrar aún más su control.

En Bolivia, las plantaciones de palma vienen siendo impulsadas con fuerza por el gobierno, como una forma de sustituir las importaciones de combustibles. En lo que atañe al diésel, mediante un decreto de 2022, se creó el “Programa de fomento a la producción de especies oleíferas”.[23] El principal objetivo es, el desarrollo de cultivos de palma aceitera, jatrofa y macororó para la producción de biodiésel.[24]

El gobierno de Bolivia, pretende expandir, con más de 60 mil hectáreas, la superficie sembrada de estas plantaciones en los siguientes años[25]. Entre las primeras organizaciones en denunciar la expansión de los monocultivos de palma y sus impactos está la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia.[26]

En Centroamérica, Guatemala es uno de los principales productores de aceite de palma con 210 mil hectáreas. Se han reportado numerosos conflictos debido a este monocultivo en el país, sobre todo por el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas de sus tierras debido a la expansión de las plantaciones.[27]

En Honduras, se registran cerca de 210 mil hectáreas de palma. La expansión de la palma se está dando sobre territorios indígenas y afrodescendientes, en particular en las comunidades garífunas y del Bajo Aguan. Estas comunidades sufren violencia, acoso y amenazas por parte de militares, y grupos paramilitares vinculados a políticos del país.[28] Las plantaciones de palma aceitera en Honduras tienen una serie de incentivos fiscales y políticas a favor de la expansión promovidas por los grupos de poder.[29]

En Nicaragua, existen unas 35 mil hectáreas de palma. Sin embargo, se cree que la cifra es más alta debido a la expansión sin autorización ni control por parte de las autoridades locales. Muchas de las empresas palmiculturas existentes en Nicaragua lograron expandir las plantaciones de forma ilegal, arrendando tierras a pequeños agricultores, o estableciendo agricultura por contrato. También desplazan comunidades y se instalan sin ninguna sanción en tierras de conservación estatal.

En Brasil, se ha dado una fuerte expansión en los últimos años. Hoy existen unas 200 mil hectáreas ocupadas con plantaciones de palma, ubicadas en el Estado de Pará, cuya producción está destinada por el momento al mercado interno. Existen planes de expansión en otros Estados, por ejemplo 120 mil hectáreas en el municipio de São João de Baliza en el estado de Roraima, para el proyecto de Brasil Biofuel (BBF). Se usa como agrocombustible en el país. [30]

BBF es la mayor empresa en Brasil dedicada a la palma aceitera. Tiene acusaciones por crímenes ambientales y violencia contra comunidades, como la comunidad de Virgílio Serrão Sacramento, vinculada al Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA).[31] La empresa suministra aceite de palma sobre todo a empresas multinacionales de la alimentación.

Compañías, transnacionales y bancos que promueven la expansión de la palma de aceite

En América Latina, las empresas productoras de palma de aceite son en general grandes grupos familiares que controlan aspectos políticos y económicos de los países donde están sus plantaciones (ver Tabla 2).

Tabla 2: Principales empresas productoras de palma de aceite de Latinoamérica

PaísEmpresa
ColombiaCargill, Louis Dreyfus Company, Fedepalma, Palmas y Extractora Monterrey S.A.S, Bunge Limited.
HondurasIndustrias Chiquibán, Continental de Grasas, Grupo Jaremar
EcuadorEnergy & Palma, Palmeras del Ecuador, PALESEMA, Palmeras de los Andes.
BrasilBBF, Agropalma, Amaggi.
GuatemalaGrupo Natura, Reforestadora de Palma del Petén, Palmas del Ixcán
PerúPalmas del Espino, Ocho Sur, Plantaciones de Pucallpa
El SalvadorGrupo Sol, Inversiones La Palma, Palmas del Salvador.

Elaboración: GRAIN, en base a fuentes locales de información de acceso público.

Varias de estas empresas han estado involucradas con actos de violencia y criminalización en sus países, como Energy & Palma en Ecuador, que ha enjuiciado y amedrentado a la comunidad afroecuatoriana de Barranquilla de San Javier.[32]

Algunas de las expansiones de la palma de aceite en América Latina son financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, que otorga una serie de préstamos para expandir plantaciones en países como Ecuador, Colombia y Honduras.[33] Los bancos transnacionales como HSBC y Rabobank ofrecen créditos para la expansión.[34] Las empresas consumidoras de aceite de palma también ofrecen bienes de consumo para el sector palmicultor y se calcula que el mercado financiero invertirá más de 100 mil millones de dólares en Latinoamérica en los siguientes años.[35]

La expansión de las palmicultoras y procesadoras de aceite en América Latina se debe a la presión ejercida por grandes empresas transnacionales del sector de alimentos, como Nestlé, Unilever, Mondelez International, PepsiCo, Coca-Cola, Kellogg’s, Bimbo, Grupo Nutresa y Cargill. En el ámbito de los cosméticos, empresas como L’Oréal, Colgate-Palmolive, Unilever y Procter & Gamble también contribuyen a esta expansión. Asimismo, en el sector de agrocombustibles, empresas como Cargill, BP, Shell, ExxonMobil, AAK, Wilmar y ADM tienen un papel destacado. Además, las grandes cadenas de supermercados, como Walmart, Carrefour, Cencosud y Grupo Éxito, también están involucradas en este proceso de expansión.

Conflictos por la tierra

Actualmente, la expansión de plantaciones afecta sobre todo a México, Perú, Nicaragua y Brasil. Esta estrategia sigue el patrón que se ha implementado en otros países latinoamericanos: violencia e intimidación a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, acaparamiento de tierras, deforestación y en algunos casos agricultura por contrato.

En México, en la región de Chiapas, por ejemplo, las empresas que cuentan con grandes extensiones de plantaciones de palma están provocando una enorme deforestación, e intimidación de comunidades campesina e indígenas de la región. Hoy las mujeres de estas comunidades se organizan para denunciar estos impactos.[36]

En Perú, se ha denunciado que las empresas palmicultoras se están expandiendo en la Amazonía, desplazando pueblos indígenas por medio de amenazas, violencia e intimidación, como en el caso de la comunidad indígena de Santa Clara de Uchunya. El pueblo shipibo de Santa Clara ha perdido una buena parte de su territorio ancestral debido a las constantes amenazas y atentados contra la vida de sus dirigentes.[37]

En Nicaragua, la empresa PALCASA expandió sus plantaciones sin ningún control ni permiso de las autoridades competentes.[38] La expansión se dio desplazando de sus tierras a campesinos y campesinas, debido a la estrategia de acaparamiento de tierras que la empresa ha estado implementando en la región.

Otros impactos del modelo de producción de palma de aceite

El modelo de producción de palma de aceite en América Latina se basa en monocultivo intensivo en grandes extensiones de tierra y un alto uso de agrotóxicos. Este modelo de producción ha causado efectos graves en el medio ambiente y la agricultura campesina.

Los diversos impactos generados en todo el proceso inician con la deforestación (que en algunos casos implica incendios forestales para deforestar) y el despojo de tierras campesinas e indígenas buscando la expulsión de poblaciones mediante violencia e intimidación. En muchas ocasiones con grupos armados. Lo grave es que destruyen las siembras campesinas diversas, reconvierten la tierra en monocultivos en gran escala plagados de agrotóxicos e instalan industrias extractoras de aceite. La contaminación de suelos y aguas por el uso de grandes cantidades de agroquímicos en las plantaciones afecta no sólo al ambiente sino a las poblaciones que dependen de esas fuentes de agua para su sobrevivencia.[39] Existe también una posible vinculación con la creciente ola de incendios que generan deforestación y luego sobre estas tierras se siembran plantaciones de palma.

Algunas comunidades ceden ante las exigencias de las empresas mientras otras se resisten.[40] La expansión de los cultivos agroindustriales también reduce el espacio vital de las poblaciones locales, llevando como consecuencia la disminución de la cacería y recolección de frutos naturales, lo que obliga a los indígenas a la compra de alimentos de poco valor nutritivo.[41]

Se estima que en América Latina las plantaciones de palma están sustituyendo en un 21% a bosques y en un 79% a pastos y áreas de cultivo de alimentos básicos para la región, desplazando la producción de alimentos de muchos países.[42]

La rápida expansión de este monocultivo está provocando la infertilidad de suelos cultivables, deforestación de grandes extensiones, perdida de agrobiodiversidad, altas emisiones de gases con efecto de invernadero y contaminación de fuentes de agua. También amenaza los territorios y la soberanía alimentaria de miles de familias campesinas e indígenas.

Otra de las consecuencias de este modelo de producción tiene que ver con las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores en las plantaciones y en las plantas de procesamiento de aceite. En muchos casos trabajan largas horas en un entorno peligroso, manipulando productos químicos que ponen en riesgo su salud y vida.

Los hombres son contratados en especial para las labores de cosecha, fumigación y mantenimiento de las plantaciones, y las mujeres en labores de siembra, polinización y control fitosanitario. Ni hombres ni mujeres suelen contar con herramientas de trabajo ni vestimenta o equipos de protección adecuados, lo que les hace susceptibles a enfermedades y accidentes laborales.[43]

El empleo que conceden las empresas palmicultoras tiene unos fuertes parámetros de explotación laboral. En las plantaciones de la costa ecuatoriana, por ejemplo, el salario es de 6 dólares al día para los puestos de base, y 12 dólares para las personas que ejercen la supervisión[44]. Las palmicultoras utilizan empresas contratistas para el empleo y pago de la mano de obra, evitando así responsabilidades directas. También existen casos de trabajo forzoso y trata de personas en las plantaciones de palma.[45]

En cuanto a la salud, el personal que trabaja en las palmicultoras se ven fuertemente afectados por el uso de agrotóxicos, con unos niveles de protección muy bajos. En Ecuador, por ejemplo: “El 58% del personal presenta síntomas en diferente grado por exposición a pesticidas. También las comunidades que viven en torno a la plantación de palma tienen unos índices mayores de cáncer, dolores de cabeza, enfermedades de la piel, problemas respiratorios, infantilismo (un grado de desarrollo cognitivo menor al que corresponde por la edad), abortos y malformaciones, debidas a los agrotóxicos transportados por el aire y el agua”.[46]

La Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO) y el lavado verde de las empresas

Las empresas transnacionales alimentarias y de agrocombustibles, en su mayoría mencionan qué compras vienen de plantaciones certificadas por la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO). La RSPO es una organización mundial sin ánimo de lucro fundada en 2004 con el objetivo de “promover el crecimiento y el uso de productos de palma de aceite sostenibles mediante normas mundiales creíbles y el compromiso de las partes interesadas”. Su fundación fue impulsada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), a raíz de las denuncias generalizadas y la preocupación pública por el impacto medioambiental de la industria del aceite de palma.

Desde la creación de la RSPO, ésta no ha cumplido los objetivos para la que fue creada y más bien ha servido como una herramienta de lavado verde para las empresas transnacionales que se valen de esta certificación como una forma de justificar su abastecimiento de aceite de palma de plantaciones con conflictos ambientales y sociales.[47] Muchas plantaciones de Latinoamérica se amparan en esta certificación para exportar aceite a la Unión Europea, engañando a millones de consumidores.

En Colombia, por ejemplo, el aceite de palma es exportado en muchos casos con la certificación de la RSPO que afirma que esa palma no proviene de zonas que han sido deforestadas. El gremio palmicultor del país, insiste en que la palma de aceite no causa deforestación. Sin embargo, según el Ministerio del Ambiente de Colombia, el cultivo de palma deforestó entre los años 2011 a 2017 alrededor de 17 mil hectáreas equivalentes al 1.5% de la deforestación de todo el país.[48] A pesar de esta realidad, muchas empresas palmicultoras de Colombia han firmado acuerdos de “cero deforestación”, para maquillar de alguna manera los efectos que están provocando sus plantaciones.

En Guatemala, varias comunidades han denunciado la apropiación ilegal de sus tierras.[49]A pesar de esto, las empresas palmicultoras de ese país se jactan de tener el mayor número de hectáreas certificadas por RSPO.

Los monocultivos de palma se han convertido en un motor importante de deforestación, de los bosques amazónicos, sobre todo primarios, fragilizando los medios de vida de las poblaciones que de ellos dependen. Perú, por ejemplo, con más de 90 mil hectáreas plantadas, registró la tasa más alta de deforestación para la producción de aceite de palma de la región.[50]

En Brasil, en los últimos años, se ha responsabilizado a BBF por la deforestación de 667 hectáreas, pese a los compromisos asumidos por esa empresa y sus autoridades de expandir el cultivo de palma aceitera sólo en las zonas deforestadas antes del año 2008.[51]

Desde que llegaron las plantaciones de palma aceitera a Latinoamérica, las empresas asociadas a este agronegocio tienen un historial de asesinatos, crímenes laborales, violaciones de derechos.[52] Pese a esto las empresas afirman que producen energía y aceite de palma “sostenibles”. Por ejemplo, Agropalma, propiedad del Grupo Alfa, uno de los mayores grupos empresariales de Brasil, fue denunciado por ocupar tierras ilegalmente, pero contaba con certificación de RSPO a pesar de las múltiples denuncias. Recientemente anunció querer expandir sus plantaciones y retomar la producción de biodiesel.[53]

Pese a la expansión de las plantaciones, los pueblos resisten

La expansión de la palma de aceite promovida por parte de gobiernos y empresas transnacionales en Latinoamérica, se ha basado en falsas promesas de mejorar la situación de las comunidades y los territorios donde se instalan. Pero la realidad es que estas plantaciones están provocando el desplazamiento, amenaza y violación de los derechos de poblaciones indígenas y campesinas.

A pesar de esto, las poblaciones afectadas están resistiendo constantemente, mediante movilizaciones, denuncias públicas, acciones jurídicas y apoyo internacional para impedir que la expansión de la palma de aceite les siga afectando y ponga en riesgo sus vidas y territorios. Todo el proceso abarca además aspectos políticos, territoriales y económicos. Su lucha se va extendiendo en los diversos países donde las plantaciones de palma de aceite están presentes.

Las plantaciones de palma de aceite en América Latina, como ocurre en Asia y África nos son sustentables ni mejoran las condiciones de las poblaciones, por lo que no se puede seguir maquillando con certificaciones como la RSPO al agronegocio y las corporaciones permitiendo que continúe la expansión.

El apoyo que podamos dar a las poblaciones indígenas, afrodescendientes y campesinas afectadas por monocultivos de palma de aceite es clave para la defensa de la soberanía alimentaria. El aceite de palma no es compatible con la construcción de la soberanía alimentaria que promueve el movimiento campesino e indígena, ya que es un monocultivo que invade sus territorios, no promueve la diversificación alimentaria y se basa en el modelo de revolución verde promovido por gobiernos y transnacionales para supuestamente “desarrollar el campo” y sume en la violencia todo lo que toca.

GRAIN agradece la colaboración a World Rainforest Movement (www.wrm.org), Acción Ecológica (www.accionecologica.org) y Global Forest Coalition (www.globalforestcoalition.org), quienes nos enviaron información importante para este la elaboración de este documento.

Foto portada: Comunidad Nativa Santa Clara de Uchunya, distrito de Nueva Requena, Ucayali. Foto: Diego Pérez via Mongabay.

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[1] FAOSTAT, Producción de aceite de palma en el mundo, 2024. https://www.fao.org/faostat

[2] FAOSTAT, Producción de aceite de palma en el mundo, 2024. https://www.fao.org/faostat

[3] Timothy J. Kileen, “Que requiere la palma aceitera para llegar a los mercados”, Mongabay, 13 de noviembre de 2023. https://es.mongabay.com/2023/11/que-requiere-la-palma-aceitera-para-llegar-a-los-mercados-internacionales/

[4] Estatista, Estadísticas de palma aceitera, 2024 https://es.statista.com/grafico/23123/cantidad-de-aceite-de-palma-producido-por-pais/

[5] USDA, Palm Oil Production 2023-2024, Production commodities, 2024 https://fas.usda.gov/data/production/commodity/4243000

[6] Amigos de la tierra. “RSPO: 14 años de fracaso en eliminar la violencia y la destrucción generadas por el sector del aceite de palma industrial”, 12 de noviembre de 2018 https://www.foei.org/es/rspo-14-anos-de-fracaso-en-eliminar-la-violencia-y-la-destruccion-generadas-por-el-sector-del-aceite-de-palma-industrial/

[7] WRM, “Indonesia: las plantaciones de palma aceitera y su trazo de violencia contra la mujer, Boletín 236, 7 de marzo de 2018” https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/indonesia-las-plantaciones-de-palma-aceitera-y-su-trazo-de-violencia-contra-la-mujer

[8] WRM “Palma Aceitera en África. Voces desde las comunidades”. WRM videos, 2013 https://youtu.be/c5hxrW_oHlc?si=4ASgr_Oqf7pFnoPT

[9] USDA, Palm Oil Production 2023-2024, Production commodities, 2024 https://fas.usda.gov/data/production/commodity/4243000

[10] FAOSTAT Producción de aceite de palma en el mundo, 2024 https://www.fao.org/faostat

[11] Trade Map, “Estadísticas de palma aceitera”, 2024. https://www.trademap.org/Index.aspx

[12] Bram Ebus, “Colombia: ‘nueva ofensiva’ del aceite de palma es criticada por condiciones laborales, Mongabay” 28 de enero de 2018 https://es.mongabay.com/2018/01/colombia-aceite-de-palma-ofensiva/

[13] Natalia Arenas, “Restitución de tierras de palma de aceite”, Mongabay, 3 de diciembre 2018 https://es.mongabay.com/2018/12/restitucion-de-tierras-palma-de-aceite-colombia/

[14] Flor Osorio, “Tramas entre paramilitarismo y palmicultura en Colombia”, Memoria y Sociedad, vol. 19. núm. 39, 2015 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5428164

[15] Mongabay Latam y Rutas del Conflicto, “La palma que reemplazó el territorio ancestral Sikuani en el Vichada”, Mongabay, 2021 https://rutasdelconflicto.com/notas/la-palma-reemplazo-el-territorio-ancestral-sikuani-el-vichada

[16] Wilson Arias, Así se roban la tierra en Colombia, 2020 https://kavilando.org/lineas-kavilando/territorio-y-despojo/7906-asi-se-roban-la-tierra-en-colombia-libro

[17] Ministerio de la Producción del Ecuador, Informe sobre la Palma, 2019 https://www.produccion.gob.ec/wp-content/uploads/2019/06/informe-palma-espa%C3%B1ol-.pdf

[18] FAOSTAT Producción de aceite de palma en el mundo, 2024. https://www.fao.org/faostat

[19] INEC-ESPAC, Estadísticas agropecuarias, 2022 https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_agropecuarias/espac/espac-2020/Presentacion%20ESPAC%202020.pdf

[20] Alianza Periodística tras las Huellas de la Palma, “La palma aceitera desnuda la ausencia de fiscalización en un mercado clave en Ecuador”, Mongabay, 2021. https://es.mongabay.com/2021/11/la-palma-aceitera-desnuda-la-ausencia-de-fiscalizacion-en-un-mercado-clave-en-ecuador/

[21] Susana Morán, “David y Goliat: la disputa entre una pequeña comunidad afro y Energy & Palma”, Plan V, 18 de septiembre de 2017 https://www.planv.com.ec/historias/sociedad/david-y-goliat-la-disputa-entre-una-pequena-comunidad-afro-y-energy-palma

[22] Nathalia Bonilla, “Territorios en lucha ante los monocultivos de árboles, las mega represas y las áreas protegidas”, Boletin WRM 129, 28 de abril de 2008 https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/ecuador-impactos-sociales-y-ambientales-de-la-palma-aceitera

[23] Gaceta oficial del Estado plurinacional de Bolivia, “Decreto Supremo Nº 4764”, 20 de julio de 2022, http://gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/4764

[24] La palma aceitera está planificada en la Amazonía, mientras que la jatrofa y el macororó serán plantados en Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija (la región del Chaco boliviano).

[25] Yuri Flores, “Bolivia prevé producir este año 10 millones de plantas aceiteras para elaborar biodiésel”, La Razón, 25 de enero de 2023, https://www.la-razon.com/lr-article/bolivia-preve-producir-este-ano-10-millones-de-plantas-aceiteras-para-elaborar-biodiesel/

[26] CONTIOCAP, Resolución del IV encuentro de la coordinadora nacional de defensa de territorios originarios campesinos y áreas protegidas, 1-3 septiembre de 2023, https://www.facebook.com/photo?fbid=1413450769148934&set=pcb.1413452449148766

[27] Sandra Cuffe, “La expansión de la palma aceitera alimenta conflictos agrarios en Guatemala”, Prensa Comunitaria, 2021 https://prensacomunitaria.org/2021/11/el-estor-la-expansion-de-la-palma-aceitera-alimenta-conflictos-agrarios-en-guatemala/#:~:text=La%20expansi%C3%B3n%20de%20la%20industria,agrarios%20entre%20empresas%20y%20comunidades.

[28] Salva la Selva. Palma Aceitera desangra Honduras, Petición en el sitio web https://www.salvalaselva.org/peticion/887/palma-aceitera-desangra-a-honduras

[29] Henry Picado, “Palma aceitera como política de Estado en Centroamérica”, Biodiversidad, sustento y culturas, febrero de 2017 https://grain.org/e/5663

[30] Gabriel Chiappini, “Vibra Energia fecha parceria com BBF para vender SAF em 2025”, estudio epbr, BBF 2022. https://www.brasilbiofuels.com.br/noticias/vibra-energia-fecha-parceria-com-bbf-para-vender-saf-em-2025/

[31] WRM, “Desiertos verdes: el avance de los monocultivos de palma aceitera en la Amazonía en Pará, Brasil”. Boletín WRM 261, 16 de junio de 2022 https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/avance-de-los-monocultivos-de-palma-aceitera-en-la-amazonia-en-para-brasil

[32] Acción Ecológica y GRAIN, “Persecución contra los defensores de derechos de la comuna afroecuatoriana de Barranquilla de San Javier”, GRAIN, 5 de junio de 2023 https://grain.org/e/7001

[33] Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Información sobre préstamos al sector privado, 2024 https://www.iadb.org/

[34] Pek Shibao, “¿Quién está financiando el aceite de palma?” Mongabay, 2015. https://es.mongabay.com/2015/05/quien-esta-financiando-el-aceite-de-palma/

[35] Swissinfo, El aceite de palma moverá 93.000 millones de euros en 2030 en Latinoamérica, 2023 https://www.swissinfo.ch/spa/el-aceite-de-palma-mover%c3%a1-93-000-millones-de-euros-en-2030-en-latinoam%c3%a9rica/48548024

[36] WRM “Plantaciones de palma aceitera en Chiapas, México: mujeres en lucha contra el control territorial y la violencia”, Boletín WRM 264, 16 de enero de 2023 https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/plantaciones-de-palma-aceitera-en-chiapas-mexico-mujeres-en-lucha-contra-el-control-territorial-y-la-violencia

[37] Francesca García Delgado, “El avance violento de la palma sobre una comunidad indígena: Perú”, Mongabay, 21 de octubre de 2020. https://es.mongabay.com/2020/10/palma-aceitera-santa-clara-uchunya-peru/

[38] Julio López, “Palma Africana en Nicaragua”, Mongabay 23 de enero de 2019. https://es.mongabay.com/2019/01/palma-africana-en-nicaragua/

[39] Nathalia Bonilla, “Comunidades en resistencia contra la impunidad y los impactos de las palmicultoras en Ecuador”, Boletín WRM 261, 16 de junio de 2022. https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/comunidades-en-resistencia-contra-las-palmicultoras-en-ecuador-casos-en-esmeraldas

[40] María Moreno Parra, “Racismo ambiental: muerte lenta y despojo de territorio ancestral afroecuatoriano en Esmeraldas”, Íconos. Revista de Ciencias Sociales, 64, 89-109, 2019. https://revistas.flacsoandes.edu.ec/iconos/article/view/3686/2692

[41] Edison Morales, “La evolución espacial de la palma aceitera, e impactos sociales y ambientales generados en las parroquias de Limoncocha y San Roque” 2011, PUCE, Tesis de licenciatura, https://repositorio.puce.edu.ec/handle/123456789/21350

[42] Paul Richard Furumo y T. Mitchel Aide, “Characterizing commercial oil palm expansion in Latin America: land use change and trade”, 2 de febrero de 2017 https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aa5892

[43]> Bram Ebus, “Colombia: ‘nueva ofensiva’ del aceite de palma es criticada por condiciones laborales, Mongabay” 28 de enero de 2018 https://es.mongabay.com/2018/01/colombia-aceite-de-palma-ofensiva/

[44] M. Bayón, “Los monocultivos industriales de palma africana y sus impactos territoriales, sociales y ambientales”, 29 de mayo de 2013 https://www.nacionmulticultural.unam.mx/mezinal/docs/2735.pdf

[45] Embajada de Estados Unidos en Ecuador. Informe sobre trata de personas en Ecuador, 2020 https://ec.usembassy.gov/wp-content/uploads/sites/38/ECUADOR-TIP-2020-SPA-FINAL.pdf

[46] Juan Carlos Gonzalón Cedeño, (2016). “Vulnerabilidad de la legalidad ambiental, territorial y de los derechos humanos ocasionado por los cultivos de palma africana en la Provincia de Esmeraldas”, 2016 http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/5758

[47] Amigos de la tierra “RSPO: 14 años de fracaso en eliminar la violencia y la destrucción generadas por el sector del aceite de palma industrial”, 2018 https://www.foei.org/es/rspo-14-anos-de-fracaso-en-eliminar-la-violencia-y-la-destruccion-generadas-por-el-sector-del-aceite-de-palma-industrial/

[48] Ministerio del ambiente de Colombia Línea base de la deforestación 2011-2017 en áreas de cultivo de Palma de aceite africana (Elaeis guianeenis) y la Palma de aceite híbrida (E. oleifera x E. guineensis), 2017. https://archivo.minambiente.gov.co/images/BosquesBiodiversidadyServiciosEcosistemicos/pdf/Acuerdo_cero_deforestacion/L%C3%ADnea_base_deforestaci%C3%B3n_PPT_rev_dic2020.pdf

[49] Sandra Cuffe, “La expansión de la palma aceitera alimenta conflictos agrarios en Guatemala”, Prensa Comunitaria, 2021 https://prensacomunitaria.org/2021/11/el-estor-la-expansion-de-la-palma-aceitera-alimenta-conflictos-agrarios-en-guatemala/#:~:text=La%20expansi%C3%B3n%20de%20la%20industria,agrarios%20entre%20empresas%20y%20comunidades..

[50] Mike Gaworecki, “Latinoamérica: producción de aceite de palma se duplicó desde el 2001 sin que haya un incremento masivo en deforestación”, Mongabay,2 de marzo de 2017

[51] WRM, “Desiertos verdes: el avance de los monocultivos de palma aceitera en la Amazonía en Pará, Brasil, Boletín WRM 261”, 16 de junio de 2022 https://www.wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin/avance-de-los-monocultivos-de-palma-aceitera-en-la-amazonia-en-para-brasil

[52] Alianza Periodística tras las Huellas de la Palma, “BBF recibe fuertes multas y es acusada de provocar la ‘guerra por el aceite de palma’ contra comunidades”. Mongabay 11 de octubre de 2022. https://es.mongabay.com/2022/10/palmicultora-recibe-multas-y-es-acusada-de-provocar-guerra-por-aceite-de-palma-en-brasil/

[53] Reuters, “Agropalma retomará produção de biodiesel no Pará em 2023”, ForbesAgro, 12 de agosto de 2022. https://forbes.com.br/forbesagro/2022/08/agropalma-retomara-producao-de-biodiesel-no-para-em-2023/.

Publicado originalmente en Grain

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