Crónicas Trashumantes

Colectivo trashumante

Tiempos de decisiones e improntas

Para la Trashumante, el 2003 comienza en febrero con nuestro encuentro anual (que llamamos “mini-red”, en referencia a que nos juntamos los grupos activos a planear el año) en Villa del Dique, Córdoba. Anticipándonos a un año que sería de fuertes turbulencias políticas, este encuentro fue tan masivo como intenso y en él discutimos y tomamos decisiones muy importantes que signarían nuestro camino como red de educación popular durante los siguientes años. Tuvimos que asumir ciertas rupturas y animarnos a soñar e identificar nuestras próximas coordenadas.

Estas decisiones giraron en torno a dos grandes cuestiones: nuestro posicionamiento político-metodológica y cómo llevaríamos a cabo nuestra autonomía-autogestión. Lo primero comienza con un sacudón: el Tato —que es nuestro referente más antiguo, con quien nace y toma forma la Universidad Trashumante— llega al encuentro anunciando que ya había llegado el momento en que él se correría del centro de la red y que había que reflexión cómo se llevaría a cabo este corrimiento. Esto, es importante decirlo, produce un parte-aguas imprescindible y muy difícil de realizar para tipos de la generación del Tato: correrse para que las nuevas generaciones pudieran tomar los espacios sin pudor. Por entonces éramos muchos grupos ( varios nuevos) los que formábamos la red, veníamos de distintos territorios a los encuentros, y nacían varios proyectos a la vez que caían otros producto de los vaivenes contextuales de la época. Así tomamos la decisión de que a partir de ahora todos los grupos del país tenían que pasar por la coordinación de la red, alternándonos. La otra decisión que tomamos es la de ser completamente autónomos tanto en lo político como en lo económico. Hasta entonces habíamos tenido el apoyo del proyecto de extensión de la Universidad Nacional de San Luis, que es como no se había financiado la Universidad Trashumante desde sus orígenes. También habíamos logrado ya financiamientos puntuales, por ejemplo para nuestras publicaciones, pero no teníamos aún un proyecto propio y sistemático que pudiera “bancar” económicamente nuestra autonomía política.

Todo esto iba de la mano con una tercera y fuerte decisión que era volver a salir de gira en el 2005, bajo estos principios ya claros, para lo cual teníamos que trabajar y organizarnos mucho. Nacen así los Seminarios de Formación Trashumantes, con el objetivo de formarnos para salir por el país en nuevas giras en donde ya no iba a estar el Tato al centro del proyecto. Para esto necesitábamos formarnos intensamente como talleristas, para poder ir turnándonos los roles que implicaba cada taller. Fueron dos años de Seminarios sistemáticos (dos veces por año) y paralelos —en el norte y en el sur del país, ya que teníamos grupos desparramados por todo el territorio nacional. Estos encuentros eran abiertos y fueron muy masivos, llegaron una enorme diversidad de personas. Esta diversidad implicaba también todo tipo de miradas y propuestas que necesitamos escuchar y discutir: la más importante salía a raíz del financiamiento, pero en realidad el debate de fondo era político. Lo económico siempre es profundamente político.

El contexto en Argentina iba tomando una nueva orientación con la asunción de Néstor Kirchner en mayo de 2003, luego de unas reñidas elecciones que terminan en balotaje. Kirchner arranca su mandato buscando alianza con los sectores progresistas del país, sobre todo afincado en los movimientos por la memoria y los derechos humanos, y esto produce grandes internas dentro de las organizaciones autónomas que venían creciendo con fuerza, sobre todo desde el 2001. Muchas de ellas ya estaban haciendo negociaciones para meterse dentro del “calorcito oficial”, y dentro de la Red Trashumante también tuvimos estas discusiones. Algunos compañeros y compañeras pensaban que había que ir por ahí, fueron tiempos de re-posicionamientos, reflexiones y decisiones. Hubo compañeros que plantearon re-ordenar la Trashumante en una estructura que le permitiera articular con organizaciones grandes del país, incluso hubo quienes se empecinan en unirnos en una sola fuerza contra el ALCA junto a los novísimos gobiernos «progres», que literalmente mandaban recursos para pasajes a cuadros medios en Argentina (Chávez en principio y luego Evo Morales). Hubo quienes se sintieron convocados por éstos y otros espacios y dejaron la red. Era un tiempo de decidir qué orientación le queríamos dar a nuestras proyectos y acciones, en medio de turbulencias y reacomodos políticos de diversa índole.

También era parte del contexto el nacimiento de los caracoles zapatistas, en agosto de este mismo año. Nosotros lo vivimos y estudiamos dentro de nuestros seminarios, y comenzamos a discutir la autonomía como posicionamiento más profundo, desde nuestra raíz trashumante. Algo muy importante para nosotros fue contactar con Gloria Muñoz Ramírez, cuando organizamos en Córdoba la presentación de su libro “20 y 10: El fuego y la palabra”. El zapatismo —los caracoles y su autogobierno— nos envalentonan a seguir insistiendo con la construcción de autonomías (lo que más tarde, en 2007, nos lleva a romper con los organismos de derechos humanos con quienes veníamos articulando y organizar nuestro primer Encuentro de Organizaciones Autónomas, en Córdoba).

Recapitulando, lo más fuerte de los seminarios de formación que nos dimos en estos años, 2003-2004, fue la multiplicación de talleristas y el sentido conceptual que iban tomando nuestras acciones y decisiones. La coordinación descentralizada de la Red implicaba a aprender a rotar las coordinaciones de nuestros proyectos. Los seminarios de formación en arte y educación popular trashumante nos brindaron nuevas miradas que incidieron fuertemente en nuestro marco conceptual, pudimos escuchar al artista plástico Rafa Touriño, al músico popular Raly Barrionuevo, y dejarnos empapar por estas sensibilidades. Aprendimos mucho todos con esta exploración que nos signó fuertemente para el proceso que siguió.

Durante el 2005 proyectamos la gira, ya posicionándonos cada uno de los trashumantes como talleristas. Durante este año nos dimos talleres entre nosotros, viajábamos entre los grupos, compartíamos nuestros saberes y practicábamos nuestra metodología de Educación popular trashumante. Esto hizo que se fuera consolidando fuertemente la red en acciones concretas que nos fue nucleando: más allá de ser diversos grupos y pertenecer a distintos territorios habíamos encontrado una identidad compartida en la acción. Como talleristas, esto marcó fuertemente la impronta de la red, en estos años forjamos y multiplicamos la posibilidad de tallerear en forma horizontal, autónoma y autogestiva. Ya estábamos listas y listos para emprender una nueva gira con estas banderas fortalecidas.

Trashumante

La Red Trashumante es un tejido de grupos y organizaciones políticas autónomas, articuladas en torno a prácticas de educación popular. Vincula experiencias de educación y cultura popular de distintos territorios de Argentina, desde 1998.

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