¡¡Qué buena noticia sería para nuestra sociedad que las grandes mayorías pudiéramos ver la realidad tal cual se presenta hoy, o sea de la misma forma!! Más allá de las partidocracias políticas. No así de las ideologías. Quizás con diferencias necesarias, pero con similitudes en lo estructural. Es imposible que aquellos argentinos ubicados entre los que honestamente queremos cambiar el mundo no podamos ver y aceptar la decadencia a la que nos han llevado los sucesivos partidos políticos que han gobernado nuestra patria. Es más, ir a votar se ha convertido en un acto al menos confuso, que poco tiene que ver con una real democracia representativa. Dejó de ser una fiesta cívica. Nos enrostran permanentemente que no votar o votar en blanco es hacerle el juego a la derecha. Milei, Macri y sus seguidores representan el pensamiento liberal, conservador, una derecha auténtica. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿y dónde está la izquierda? ¿Massa es la izquierda? Por favor que alguien me explique razonablemente por qué Massa es la opción de izquierda. Y lo digo con pesar, pues lo que hay detrás de Massa, en general, no es la izquierda ni nada que se le parezca. No quisiera nombrar a nadie en particular, pero hay que recorrer los gobernadores peronistas, intendentes del conurbano, algunos diputados y senadores y…

La opción Massa o Milei es una opción falsa. ¿Qué nos hace más felices en términos políticos, no votar? O votar a Massa con los dientes apretados, los ojos cerrados y los oídos tapados como me manifiestan la mayoría de mis amigos peronistas y kirchneristas. ¿O si no votar a Milei para que desaparezca el Kirchnerismo? ¿A favor y en contra de quién votamos? Y ¿qué es lo que estamos votando? Pido por favor que alguien me explique cuál es el Proyecto de país que proponen Massa y Milei. Lo poco que ha expresado este último es francamente de terror. Pero ¿qué es lo que contrapone Massa? No me hablen de derechos individuales como los de mantener cargos políticos en el gobierno saliente. Tienen que existir otros motivos.

Me da un poco de vergüenza decirlo, pero en estos últimos tiempos he podido dedicarme a estudiar en profundidad nuestra historia, desde 1810 a la fecha. Es más, estoy escribiendo al respecto y acabo de terminar el Primer tomo de un libro que aún no tiene nombre y que me entusiasma que pronto salga a la luz.

En nuestra historia, siempre primó la tragedia por sobre la comedia. Impresiona. Y esta tragicidad nos ha venido llevando a la decadencia en la que estamos actualmente. Y no hace falta describirla. Ni tampoco ser un intelectual para explicarla. Está descarnadamente a la vista. Y sin ser fatalista, sí realista, estoy convencido de que gane quien gane vamos nuevamente a la tragedia. Con la obligación de decir que las sucesivas tragedias nos han ido desgastando, en todo sentido. Y que hoy ya estamos demasiado abajo. De ser uno de los países más importantes de América Latina hoy, estadísticamente estamos en el último lugar. En Europa, los pocos países que nos quieren, no pueden entender que hemos hecho para llegar a tan triste situación. ¿Podremos ver esto todos aquellos que decimos estar del lado de la crítica, de la transformación? Sería muy bueno. Por último en relación a las elecciones. Sería bueno que ambos candidatos, al menos, nos informen que van a hacer con nuestros destinos. Por ejemplo:

• ¿Será posible tener una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana?
• ¿Qué medidas van a tomar concretamente frente a la pobreza y miseria en que viven las mayorías?
• ¿Cómo y cuándo le van a dar fin a problemas graves y recurrentes, como la inflación, la inseguridad, la falta de viviendas, el enorme tema de los alquileres?
• ¿Qué concepciones tienen en relación a la Educación y a la salud? ¿Cómo evitarán el deterioro evidente que existe en ambos sectores? ¿Habrá incrementos presupuestarios para mejorar lo edilicio, salarios y todo lo que concierne a lo público?
• ¿Qué piensan del peso argentino, del dólar y todas las consecuencias negativas que alteran la vida cotidiana?
• ¿y de los precios? ¿tendremos que seguir sufriendo, cada vez que vamos a la verdulería, a la carnicería, a comprarnos ropa y pensar que hay algo incomprensible? ¿que casi no se puede comer? ¿que estamos sufriendo uno de los mayores ajustes y ya no encubierto de la historia?
• ¿Cómo van a enfrentar el problema del narcotráfico, de las ostensibles y generalizadas corrupciones, de la ligazón entre narcos, corrupción, policía gobiernos y justicia?
• ¿Alguien va a controlar en el Estado TODO? ¿Adónde van a parar los dineros públicos, que pasa con los casinos y el lavado de dinero, que ocurre con la gran cantidad de funcionarios con juicios por enriquecimiento ilícito donde nunca falta un juez que esconda los expedientes?
• Podríamos seguir con cientos de cuestiones más que estamos necesitando conocer. Al haber sumido a los de abajo en una escandalosa y perversa miseria, los planes sociales hacen falta. ¿Pero quién podrá distribuirlos sin quedarse con ningún vuelto y sin someter a las personas a la obligación de ser esclavos, obligados a ir a marchas, sometidos, con miedos, sin opciones? Además usando sus dirigentes ese dinero para armar organizaciones sociales que luego pasan a ser organizaciones políticas partidarias presentándose además como candidatos en las elecciones. Y lo más importante: ¿Qué van a hacer por favor con la creación de puestos de trabajo, que dignifique a las personas y las haga libres?
• Sería muy interesante que se pronuncien alrededor de temas como la mega minería, el glifosato, las empresas que se están llevando el agua, las empresas extranjeras que están construyendo tremendas carreteras que les servirán para llevarse nuestros productos como el Plan IIRSA, que a su vez seguramente también serán utilizadas para sacar drogas, armas, y todo tipo de delitos que son cada vez más graves en Argentina, como el tráfico de menores y otras yerbas (como para no angustiarnos tanto).
• ¿Cómo protegerán nuestro litio, recurso propio a punto de ser extraído por otros países?
• ¿qué, piensan de un problema que angustia a la mayoría de nuestras familias, como lo es nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos? ¿Podrán criarse, vivir, trabajar, educarse y curarse en nuestra bendita tierra? ¿O quedará cada vez más reservado este derecho a los que tienen plata, más allá de como la obtuvieron?

Serían muchas más las preguntas. Lo que sí pido es que si algunas de estas cuestiones son explicadas a la sociedad:

1. No nos hagan promesas, POR FAVOR!!!!
2. Sean claros y contundentes, así podemos anotar lo que expresen y controlarlos.
3. No nos mientan más.
4. Si es posible, no hables con voz ni pongan cara de políticos.
5. No hagan campañas sucias, no le metan miedo a la gente, no destruyan a su rival de turno. Sean dignos.

De darse así, quizás algún día nos animaríamos a votar.

Mientras tanto, estoy pensando que, quizás más que nunca, es necesario que nos sentemos a ´pensar juntos, a reflexionar y a construir. Y para ello hay que darle paso a la parte espiritual que tenemos los seres vivos, entre ellos los humanos.

Dentro de estos parámetros, resultan fundamentales los sueños y proyectos. Los sueños en realidad, pueden o no ser proyecciones del futuro que deseamos. Hay sueños individuales. Debería figurar en la Constitución Nacional una máxima que diga: “en lo posible sean capaces de soñar”. Para mí, los sueños individuales, tendrían que estar despojado de apetencias individuales. Por ej.: cómo hacer para triunfar yo, para ganar mucha plata, para tener poder. En realidad no serían sueños, sino ambiciones. Los sueños, como las locuras, deberían ser sanos y ayudar a sanar. No sería deseable mirar la realidad sólo desde mi individualidad. Votaré a este porque me dará trabajo, no me rebajará el sueldo y tantos otros pensamientos. Me parece que es bueno y sano mirar siempre lo colectivo. Levantar la mirada. Ser capaz de salir de mi mismo. Loa sueños individuales sin duda nos hacen felices. Pero también son importantes los sueños colectivos. Soñar en función de todos y todas, con todos. Los sueños colectivos también se construyen. Por tanto, llevan tiempo. Aunque se vean lejanos, los sostenemos igual. Porque también tiene que ver con nuestras creencias. No tienen razón de ser sólo los sueños individuales. Pero tampoco sólo los sueños colectivos. Ambos se entrelazan, van de la mano.

Ahora, sería muy importante tener la convicción de que no hay sueños sin proyecto. Es decir, los sueños se proyectan. Una vez que se empiezan a realizar, dejan de ser proyectos, ya son una realidad. Y entre todos empiezan a surgir nuevos sueños que se convierten en nuevos proyectos. Aprovecho para celebrar que estamos cumpliendo los 25 años de la Universidad Trashumante. También para felicitar y agradecer a cientos de grupos que han sido capaces de permanecer en el tiempo, con sus ideales sueños y proyecciones. Perdón que me puse a hablar de estas pavadas y me fui del tema de las elecciones. Se entenderá por qué estamos tan lejos de estas opciones. ¿Estaremos fuera de la realidad? Creo que estamos en el centro del remolino. Bien mirando desde el abajo profundo. No nos dejamos engañar por los sueños y los proyectos falsos. Y pensando que sin dudas podremos cambiar el mundo. Nadie ama sólo a otro u otra, nadie es amado sólo por otro u otra, todos y todas nos amamos juntas y juntos.

Todo sigue estando en nosotros y nosotras.

San Luis, Octubre de 2023