Historias de vida en las luchas de México

Rocío Moreno

Resistir para vivir

Desde hace quince años,  comenzaron a presentarse en algunos niños y jovenxs  de las comunidades de San Pedro Itxicán y Mezcala, Jalisco, daños renales. Ambas comunidades cocanas del municipio de Poncitlán, están enfrentando una embestida de enfermedades. Los casos de enfermedad renal son más recurrentes, ya no son casos aislados. Al no existir una buena estrategia de salud preventiva, la gente se da cuenta que es enfermo renal en un estado ya crónico. En las primeras dolencias, síntomas, la gente se traslada al hospital civil de la ciudad de Guadalajara. La mayoría de los habitantes de estas comunidades, se dedican a la pesca y la agricultura, razón por la cual no cuenta con seguro social, es por esto que la enfermedad renal la deben de solventar económicamente ellos mismos. Ante ese escenario desigual e injusto, el enfermo y su familia consiguen los medios económicos para salvar su vida, sin embargo, son muy pocos los que son candidatos para recibir un trasplante de riñón, la gran mayoría llega en un estado tan critico que los descartan automáticamente de la enorme fila para obtener una cirugía de trasplante de riñón. En pocos meses, deterioran y viven sin atención médica, con fuertes y dolorosos padecimientos de salud y en condiciones de mucha escases económica, y entonces, literalmente esperan a que llegue la muerte.

La enfermedad renal no es para los pobres

Alberto de los Santos, es uno de los jóvenes que han tenido la oportunidad de tener un trasplante. Su papá don Francisco de los Santos, músico tradicional de Mezcala es quien le ha donado el riñón. Ambos representan la esperanza para los nuevos enfermos renales, de que sí existe la posibilidad de vivir con el trasplante. Definitivamente ellos son esperanza. Siempre que hablan, recuerdan que esta enfermedad es muy costosa. Don Francisco dice: “La enfermedad renal no es para los pobres”. Siempre que menciona estas palabras no lo hace por ofender a quien, si tenga una solvencia económica, lo dice porque no pueden dejar de vivir sin movilizarse para obtener recursos y así comprar los medicamentos que necesitan de por vida su hijo. Además, hay momentos donde empeora en salud y esto los obliga a volverse al hospital, y sin contar con las constantes hemodiálisis que debe realizarse. Escucharlos en cómo tienen que vivir y enfrentar esta enfermedad es aterrador.

Han falleció más de 300 jovenxs de ambas comunidades en los últimos cinco años, y sus muertes siguen impunes. No hay ningún culpable. Bueno, al parecer los pobladores son el problema, los especialistas dicen que desayunan Sabritas y coca cola, que toman mucho alcohol, que se casan entre primos, que cocinan con leña, que toman agua del lago, que ponen químico en la milpa, y muchos juicios más que señalan a estos pobladores, pero hay algo muy importante y que por alguna razón los especialistas OLVIDAN, el hablar de la industria.

Ante las muertes, la gente comenzó a cuestionarse y decir ¿en verdad nosotros somos los culpables? Por varios años la población creyó lo que argumenta el Estado a través de médicos, biólogos, investigadores, funcionarios, etc. Lo que comenzó a generar dudas sobre lo dicho, es que, en otras comunidades lejanas a San Pedro y Mezcala, también había muchísimos enfermos renales, y bueno, pues los pueblos comenzaron a dialogar y a deducir que la enfermedad venía en el agua, en el río Santiago, en la laguna de Chapala.

Problema multifactorial

En 2018, el Estado a través de reconocidos investigadores dijeron tajantemente ¡El problema no está en el agua! Esa declaración cobijó, arropó, defendió a la Industria. De hecho, aún el Estado sigue sosteniendo que la enfermedad renal es por un problema multifactorial y definitivamente lo es, pero lo interesante es que por alguna extraña razón no se menciona, mucho menos se toca o señala a la poderosa industria que vierte sus desechos tóxicos, metales pesados al rio. Entonces, mejor hay que hablar de los:

Intereses multifactoriales

Se dice que el campesino sigue utilizando agroquímicos a su milpa, pero no se menciona a las empresas de invernaderos que cultivan Berry en su mayoría y que, al colocarse a un lado del Lago de Chapala por el lado de Jocotepec, todos los químicos que utilizan se van al vaso lacustre. También se señala que la población vive en condiciones insalubres, y bueno, no se menciona la ironía de que estas comunidades que han vivido por cientos de años al lado del Lago de Chapala no cuentan con agua potable, ni con drenaje, ni que funcionan las plantas tratadoras de agua que hay alrededor del Lago. Se dice que los niños tienen una severa desnutrición, pero no se menciona que condiciones son las que ha llevado a estas poblaciones para que exista desnutrición en su niñez. Ni hablar, todo está mal, todo es culpa de los habitantes, pero a los que no se mencionan es a la intocable e innombrable industria.

En julio de 2019 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), recibió una solicitud de medidas cautelares en favor de los pobladores de las zonas aledañas al Río Santiago en los municipios de Juanacatlán y El Salto, así como los pobladores de San Pedro Itzicán, Aguacaliente, Chalpicote y Mezcala del municipio de Poncitlán. Pronto se tuvo una respuesta favorable a estas comunidades que solo buscan obtener los derechos a la vida, a la integridad personal y salud. Quince días antes de lanzar el confinamiento por covid19 en todo el país, fue que se dictaron las medidas cautelares 708-19, dictadas por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para que el Estado interviniera de manera inmediata para garantizar el derecho a la salud de todos los afectados que viven hoy en día con enfermedades renales, cáncer, y más padecimientos de salud. La triste realidad es que ni el gobierno federal que encabeza López Obrador, ni el gobierno estatal de Enrique Alfaro han hecho alguna acción para comenzar a solucionar este enorme problema.

Muertos, enfermos crónicos, pobreza, devastación ambiental, desigualdad social, corrupción, impunidad ¿Qué es esto? ¿Es una guerra? ¿Quién gana? Probablemente los intereses multifactoriales nos pueden ayudar a entender qué en esa guerra, hay una industria intocable que debe de seguir produciendo a costa de la vida de los ecosistemas y de los seres humanos. También es fácil leer que hay una contenta industria farmacéutica que engorda su billetera con los medicamentos que necesita la población que enferma. Y también se observa a un Estado insensible, corrupto que no hace nada por las poblaciones que están pagando con sus vidas el crecimiento económico de los ricos y poderosos industriales.

Si los pueblos ganaran esta guerra, tendría que garantizarse la salud en todos los pobladores, tendría que haber drenaje, tendrían que trabajar todas las plantas de tratamiento, tendrían que tener agua potable en sus casas y sobre todo, tendrían que sancionar y regular a las industrias.

Mientras que llega este escenario, los enfermos deben luchar y resistir por seguir conservando su vida. Los únicos aliados que tienen son sus familias, sus vecinos, su pueblo que los cobija e intenta de acompañarlos lo mejor posible en ese camino tan injusto y doloroso. Estoy segura de que la solución no vendrá de arriba, me refiero de la clase política y de las industrias, esto tendrá necesariamente que nacer en el México de abajo, que admirablemente no deja de resistir. En Mezcala y San Pedro Itzicán, han comenzado a cuidar y acompañar a sus enfermxs, a sus hijxs, a sus esposxs, a todos sus seres queridos. Esta catástrofe no parará sino es frenada por la digna rebeldía que solo emerge de abajo. Los de arriba nos demuestran día con día, que nuestra vida no les importa.

Que no nos gobierne la indiferencia y que nos habite la rebeldía necesaria para frenar la destrucción a nuestras vidas.

Rocío Moreno

Historiadora y defensora indígena coca de Mezcala, Jalisco, interesada en mostrar cómo las historias de vida están totalmente vinculadas a los proyectos que abanderan las resistencias en México, pues ¿qué son las resistencias sin la infinidad de historias de vida que las constituyen?

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