Historias de vida en las luchas de México

Rocio Moreno

¡No es una guerra, es un genocidio!

Los habitantes de Abya Yala sabemos lo que es un genocidio. Hace mas de quinientos años, con la invasión europea en nuestros territorios, no solo sufrimos el despojo de nuestras tierras, lenguas, pensamientos, sino que también la violencia y muerte estuvo presente. Según los historiadores demográficos Woodrow Borah, Sherburne F. Cook, dicen que el 90% de la población nativa en lo que hoy llamamos México, murió por las diversas causas que significo la colonización. Los historiadores dicen que hubo una baja demográfica, pero debemos de comenzar a nombrar correctamente lo que significan las muertes que se provocan en nombre de la guerra, invasión, pues lo que sucedió hace quinientos años fue un genocidio. Desde la antigüedad, sus guerras, colonizaciones e imposiciones han sido justificadas por el orden y el progreso, y ahora, quinientos años después las cosas no han cambiado mucho.

En la actualidad, los poderosos, los conquistadores-invasores siguen avanzando con las mismas estrategias para lograr imponerse. Lo que nuestros ojos están presenciando desde hace semanas con el pueblo Palestino, es el mismo pasado colonizador. Cuando era niña mi madre me narró la caída de Tenochtitlan y recuerdo que me decía que había ríos de sangre por toda la antigua ciudad. El escenario que se reconstruía en mi mente, era un lugar sin vida, con muerte, sangre, y destrucción total de la ciudad. Ahora, se nos dice que la libertad y democracia son virtudes que otorga el sistema capitalista y los Estados nación, también dicen que nuestra civilización ha dejado el salvajismo, que ahora somos diplomáticos, pero lo que en realidad hay, es una profunda y sutil violencia que justifica los actos más irracionales y esquizofrénicos que hemos enfrentado.

¡Palestina libre!

Comprender la resistencia del pueblo Palestino para los que habitamos Abya Yala debe de ser casi natural, pues es un espejo de nuestro pasado-presente, y de ese pasado, están aún las heridas profundas que provoca una guerra genocida. Su dolor lo sabemos, y en muchos de nosotros lo sentimos también.

Levantarse después de una guerra, de una ola de violencia profunda, de miles y millones de muertes, no es nada fácil. En el contexto actual de México, donde la violencia gobierna al país entero, muchas veces me pregunto de porque no hemos podido frenar la crisis civilizatoria que vivimos día a día, cada vez me convenzo de que seguramente aún estamos levantándonos del genocidio de hace 500 años. Desde la llegada de la invasión europea, no podemos salir de las guerras, crisis, sometimiento, etc.

En ese sentido, me angustia saber que el genocidio de Palestina que estamos presenciando, es el mismo de hace 500 años que vivimos nosotros y que de ese golpe aun no podemos levantamos. Por eso, lo que ven nuestros ojos con Palestina, debemos también de dimensionarlo en una perspectiva histórica, lo que vendrá adelante y que el dolor se prolongará.

No nos escuchan, no les importamos

Ni siquiera en el discurso publico es aceptable la guerra o mejor dicho el genocidio que estamos presenciando todos nosotros, sin embargo, aun nos siguen manipulando y diciendo que esta guerra que no es guerra, sino mas bien un genocidio, está justificado. Nos siguen diciendo que hay razones primordiales para controlar a los rebeldes. Cada vez más, su respuesta es mas burda, mas cruel y descarada.

A pesar de este escenario tan desalentador, la esperanza surge en distintas geografías en todo el planeta. Las manifestaciones, marchas, gritos, foros informativos, etcétera, han sido muestra no solo de la solidaridad que hay para el pueblo Palestino, sino también, es muestra de que, aunque sean miles, millones de personas que se pronuncian en contra de esta guerra genocida, a los poderosos no les importamos y están lejos de escucharnos.

No solo en el planeta, sino en el mismo pueblo israelí y Estados Unidos, existe un rechazo a la masacre que hacen al pueblo palestino y piden también parar el fuego contra la población. En esos momentos, de nuevo nos vuelven a demostrar los poderosos que no les importamos nada. Nuestras vidas no significan absolutamente nada. ¿hasta cuando comprenderemos que no les importamos?

Palestina desnuda al sistema de muerte

Palestina desnuda al sistema capitalista patriarcal, y deja ver sus horribles intenciones contra la humanidad y el planeta entero. La ética, el respeto, la compasión, la hermandad, la vida misma no le importa a este sistema, su cometido es acumular el dinero y poder, aunque eso signifique hacer la guerra, destrucción, y matar a la vida en todas sus dimensiones. Ese es el espíritu que nos habita como sociedad, por eso decimos que estamos en una crisis civilizatoria, donde probablemente ya no hay forma de frenar este tren descarrilado. Sin embargo, algunos queremos seguir pensando en que hay posibilidades de sobrevivir y entonces decimos que debemos de luchar por la vida, por recuperarla y dignificarnos de nuevo como humanidad.

Solo nos tenemos a nosotros mismos

En esta guerra genocida contra el pueblo palestino, contra la humanidad misma, estamos solos. Bueno, no tan solos, pero si es necesario saber que solo nos tenemos a nosotros mismos. Seguramente cuando comprendamos a profundidad que nos les importamos y que solo nos tenemos entre nosotros los de abajo, será la mejor arma para poder frenar y sacar al sistema de muerte que nos destruye en la actualidad.

Oponernos a esta guerra genocida, significa que somos parte del grupo de humanos que busca sobrevivir y colocar de nuevo a la vida en el centro de todas nuestras organizaciones.

Rocío Moreno

Historiadora y defensora indígena coca de Mezcala, Jalisco, interesada en mostrar cómo las historias de vida están totalmente vinculadas a los proyectos que abanderan las resistencias en México, pues ¿qué son las resistencias sin la infinidad de historias de vida que las constituyen?

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