Mezcala: ¡Alto a la criminalización por la defensa de nuestro territorio!
El 4 de octubre de 2022 la comunidad recuperó un poco más de once hectáreas que estaban tomadas ilegalmente por el invasor empresario Guillermo Moreno Ibarra. El pueblo de Mezcala resistió por más de dos décadas diversos actos de corrupción, intimidación y criminalización a la lucha por recuperar sus tierras. A pesar de haber enfrentado un escenario adverso y desalentador, Mezcala no se rindió.
El triunfo de nuestro pueblo ha sido de sabor agridulce, pues aunque el corazón está contento, existe un sentimiento de inconformidad por haber soportado y trabajado tanto en demostrar al Estado mexicano que las tierras que decía un rico que eran de él, son nuestras. ¿Por qué los pueblos que son afectados, violentados, son los que deben de luchar y demostrar su razón?
Los juicios agrarios diseñamos para que los pueblos se rindan y desistan
La invasión inicio en 1999. La comunidad busco múltiples formas de dialogar y escuchar al empresario para comprender que realizaba en las tierras de Mezcala. Desde el inicio su respuesta fue soberbia y altanera, por lo que la mesa directiva de ese entonces, acudió a los tribunales agrarios para abrir un juicio por restitución de tierras. Fue así que en 2002 inicio el alegato legal en los tribunales. Fueron veinte años que duro el juicio, donde la comunidad tuvo que desplegar y sostener esfuerzos colectivos para enfrentar a este hombre y su dinero. Hubo mucha fragmentación al interior de la comunidad, ya que el empresario buscaba formas de dividir a la gente con promesas de trabajos; se vivieron muchos momentos de intimidación por parte de un grupo paramilitar que creo el empresario y que usaban pasamontañas para que no se les reconociera, y también utilizo a la policía municipal de Poncitlán que siempre estuvo a su servicio; múltiples provocaciones que hizo a miembros de la comunidad para fragmentar procesos o reventar reuniones de trabajo; comenzó a criminalizar a los miembros de la comunidad que estuvieron en la defensa y recuperación de las tierras en 2002 y 2011; Compró autoridades municipales en Poncitlán como el ministerio público en 2002 y 2011, pero también el juzgado penal de la ciudad de Ocotlán; también se hizo comunero y logro burlar la ley del Registro Agrario Nacional y con solo mover un par de piezas, lo reconocieron oficialmente como comunero. Aunque podría enumerar más actos delictivos y de corrupción que caracterizan a este hombre, lo que me parece importante es destacar el nivel de impunidad que existe en las instituciones estatales en todos sus niveles (municipal, estatal y federal). Después de haber sobrellevado estos años de resistencia, nos queda claro que los juicios están amañados, diseñados para que los pueblos fracasen y se rindan.
El sabor agridulce es porque vivimos algo que no teníamos que haber enfrentado. Vivimos en un país en el que el rico soberbio puede intimidar, corromper, comprar, alargar juicios e incluso ¡ganar! Mezcala le enseñó al dinero y al rico listo que construyó en tierra ajena, que la tierra es nuestra, que es de los antecesores y de los que aún no han llegado, pero vendrán. Nuestra lucha es, pues, por seguir conservándonos en comunidad, por seguir habitando un territorio comunal que nos permita reproducir la vida comunitaria. Nuestro pueblo nunca robó, invadió o violentó a nadie, sin embargo, estos veinte años se nos trató como criminales, como rateros, como invasores.
Criminalización de la lucha
Defender los territorios en México es sinónimo de encarcelamientos, desapariciones, amenazas y muerte. En el encrudecido sistema capitalista, se prioriza y cuida los bienes de individuos, de los empresarios, mineros, criminales, políticos, etcétera, en cambio, los derechos colectivos de los pueblos quedan en un segundo nivel. Comenzar un litigio, no solo significa prepararte para defenderte en los tribunales, sino que también, debes de enfrentar múltiples situaciones que genera el sistema para defender los intereses económicos de los empresarios.
El 4 de octubre de 2022, día de la toma de tierras, pensamos que ahí se cerraría ese capítulo de impunidad. El invasor aún no había sacado algunos de los bienes que tenía en la zona que invadió por 23 años. Y en un acto de buena voluntad y en presencia de autoridades agrarias, la guardia nacional, periodistas y miembros de la comunidad, se levantó una acta donde se entregaba a un trabajador del invasor para que llevara los bienes que más pudieran, entre otros el rebaño de chivos que allí se encontraban, tal y como se desprende y acredita del acta de ejecución que fue elaborada en esa fecha por la brigada de ejecuciones adscrita al Tribunal Unitario Agrario del Distrito XV y del recibo que el propio José Luis González de la Cruz (trabajador del invasor) firmo a nuestro comisariado comunal al momento en que retiro dicho rebaño de chivos.
Nos aseguramos de que se fuera con todo y chivas
La comunidad desde ese día anunció públicamente que las tierras recuperadas serán destinadas para la construcción de una universidad autónoma que sostendrá el pueblo de Mezcala, por lo que los esfuerzos desde ese día (desde 2014), se están depositando hacia la materialización de lo que se ha llamado el sueño colectivo. Sin embargo, el invasor Guillermo, un anciano de más de 70 años de edad, volvió a levantar una denuncia en contra de nuestras autoridades agrarias y los abogados de la comunidad. Mencionan las autoridades de Mezcala en un boletín de prensa,
“El día 14 de julio del año en curso, se hicieron presentes en la oficinas que ocupa el comisariado de bienes comunales, personas que se identificaron como miembros de la policía investigadora de combate al delito de abigeato y robo de animales, Distrito IV, zona ciénega, de la Fiscalía Regional del Estado, con residencia en Ocotlán, Jalisco; quienes nos hicieron saber que el invasor Guillermo Moreno Ibarra nos estaba acusando a los tres integrantes del comisariado de bienes comunales y a nuestros asesores legales Licenciados Rubén Edgardo Ávila Tena y Edgar Iván García Macias, de habernos robados las chivas que como ya se dijo, fueron retiradas del predio restituido el día de la ejecución por José Luis González de la Cruz, trabajador de nuestro gratuito denunciante Guillermo”
En nuestro balance, nos preguntamos: ¿por qué pisamos la cárcel los defensores del territorio? ¿Por qué seguimos recibiendo acusaciones falsas? ¿Por qué el estado sigue brindándole garantías a este invasor? Nos indigna nuevamente que una sola persona cobijada por las autoridades, nos siga atacando y quitando el tiempo para seguir con la vida que elegimos y defendemos.
Los pueblos originarios en México que luchan y resisten deben de desplegar formas múltiples para garantizar su sobrevivencia. No solo se enfrenta a una persona, empresa o gobierno, sino que debe de lidiar con todos los sujetos (gobierno, empresarios, iglesia, crimen organizado) que mantiene el sistema de muerte que nos gobierna, y que entre ellos se protegen y buscan destruir la vida en nuestros territorios. Hoy nuestro pueblo vuelve a gritar ¡Basta de criminalizar la lucha de Mezcala! ¡Fuera el invasor Guillermo de nuestras tierras! Exigimos el respeto a nuestro territorio y al espacio recuperado, donde además será la casa de los jovenxs de nuestros pueblos, ya que ahí será la universidad Mexcala, el sueño colectivo que se avecina y que nos acompaño por años para lograr vencer a la soberbia del dinero de nuestras tierras.
Rocío Moreno
Historiadora y defensora indígena coca de Mezcala, Jalisco, interesada en mostrar cómo las historias de vida están totalmente vinculadas a los proyectos que abanderan las resistencias en México, pues ¿qué son las resistencias sin la infinidad de historias de vida que las constituyen?