Historias de vida en las luchas de México

Rocío Moreno

Diásporas. Refugio y resistencia de los pueblos

Las diásporas son abundantes y diversas, han estado en el pasado, desde el tiempo de más atrás y siguen apareciendo en la actualidad, todos los grupos sociales las tienen, es cierto que unos pueblos más que otros, entonces, las diásporas son sociohistóricas, han estado y están en el largo horizonte de nuestros pueblos. La guerra, la dominación sobre los otros y la explotación han sido los ejes de la hidra capitalista que nos habita. Es por eso que muchas veces tenemos que dispersarnos para sobrevivir y conservarnos. Las diásporas en ese sentido son el refugio de nuestros pueblos, y también el lugar desde donde se resiste y recrean las formas que mejor puedan hacer sostener nuestras vidas.

He vivido por un año en California, y aún es una locura para mí comprender que estoy en un espacio donde hay tantas costumbres, lenguas, pueblos, alimentos, religiones, aromas, creencias, historias, etcétera. También comienzo a entender profundamente que la distancia física de nuestras tierras, disminuyen cuando encuentras y te conectas con tu diáspora. Yo encontré a la diáspora de Mezcala en California, y ahí, en ese pequeño refugio, me aferro y fortalezco. Ahora habito el otro Mezcala, el que come pescado frito de los ríos de California y el mar del Pacífico; el que escucha música banda y corridos pesados en los fields, en sus hogares y en sus autos que recorren los freeway y calles de las ciudades donde vivimos; el  que se reúne en los garage de los mezcaleños para trabajar en los proyectos del Mezcala de México; el que se solidariza para recibir a los que llegan; el que celebra las veces necesarias para encontrase y fortalecer los vínculos comunales; el que habla spanglish, porque así es su realidad; el que danza en la placita Olvera; el que se dice con orgullo ser coca en las ciudad de Los Ángeles, Fresno, Modesto, Oakland, San Francisco y muchas ciudades más; ese Mezcala es el que surge en California, y que necesariamente debe de organizarse y vincularse con los suyos para permanecer.

Cada pueblo de México se reúne con su diáspora. Unas son grandes y fuertes como la diáspora mixteca de Oaxaca, o la purépecha de Michoacán, pero también hay otras mas pequeñas que apenas comienzan a encontrarse. Ante la dispersión de nuestros pueblos, solo nos queda el sostener los vínculos que nos unen y desde ahí levantarnos en colectivo.

Las diásporas que se ven en California no solo son de México, hay de todas las geografías. El desplazamiento masivo, la dispersión de un pueblo fuera de su territorio, no solo se han debido a una catástrofe natural (temblor, inundación, sequias, etc.), mas bien, se han generado por la violencia sistémica que azotan en nuestros pueblos, en el pasado y en el presente. Estados Unidos es un país que da muestra de la crisis que existe ante el desplazamiento de millones de personas que huyen de sus territorios por la guerra, la hambruna, la persecución política, la desigualdad económica, el crimen organizado, etcétera. Paradójicamente aquí llegan algunas de las diásporas más simbólicas de nuestros tiempos.

Estamos los mexicanos, que ante el saqueo histórico que hemos vivido, las migraciones no frenan, al contrario, son cada vez mayores. También está la diáspora africana, que probablemente ha sido la diáspora que mayor dispersión en el mundo ha tenido desde el comercio transatlántico de esclavos de millones de africanos en los siglos XVI y XIX y que en la actualidad la gente sigue desplazándose por las guerras. Pero también está la histórica diáspora judía y la diáspora armenia que se dio por el genocidio armenio en 1915. Y también un sin número de diásporas que huyeron de sus países como las diásporas cubanas (1960), diáspora paquistani (1947), diáspora irlandesa (s. XIX), la diáspora vietnamita (1970), la diáspora india (XIX), la diáspora siria (2010). Todas ellas, producto de la violencia sistémica, que se vive con la guerra y desprecio de la vida misma.

Lo fascinante de las diásporas, es que, en un escenario totalmente desalentador, los grupos, los pueblos se levantan y se reconstruyen para iniciar y más allá de eso. La dispersión la transforman en expansión de su pueblo. Las diásporas llenan de cultura a las naciones a las que llegan. Y ahí, en silencio, comienzan a emerger.

Rocío Moreno

Historiadora y defensora indígena coca de Mezcala, Jalisco, interesada en mostrar cómo las historias de vida están totalmente vinculadas a los proyectos que abanderan las resistencias en México, pues ¿qué son las resistencias sin la infinidad de historias de vida que las constituyen?

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