Palabras sin reposo

Beatriz Zalce

En pos de la libertad de leer

Foto: Reporteros en movimiento

Si la Brigada Para Leer en Libertad ha sobrevivido durante más de siete años, ha editado más de 160 títulos, ha regalado, sí regalado, más de un millón y medio de libros que, además, se pueden consultar en su página de internet, ha organizado miles de conferencias por toda la ciudad y por todo el país es porque sus integrantes aman los libros y están convencidos que a partir de la lectura nos hacemos mejores seres humanos, mejores ciudadanos. Pero también porque La Brigada cuenta con muchísimas amistades.

Marina Taibo, durante una conferencia ante los alumnos el Seminario de Periodismo Cultural de  la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, no se anda por las ramas. Al pan le llama pan y al vino vino. Dice: “Relaciones públicas es ante todo relaciones humanas. Empiezan por conocer al otro. Hay una realidad: para una feria de libro o para una conferencia necesitamos sillas, mesas, carpas, sonido, permisos que es nuestro principal coco. Pero sobretodo necesitamos gente que nos ayude a poner los libros en cajas, gente que cargue las cajas, que venda libros, que suba al escenario, que esté pendiente de las cámaras porque estamos grabando, que reparta libros a los asistentes y luego ayude a guardar todo y ponerlo en una mudanza a las casi doce de la noche después de diez días de Feria. Todos hacemos de todo en la Brigada y nosotros hacemos todo”.

La Brigada para Leer en Libertad recibe el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburg. Esta fundación alemana de izquierda que busca proyectos que hagan interactuar a los jóvenes con lo que está sucediendo en la política y en el mundo, apostando a mejores ciudadanos.

-Nos la mandaron hacer, ¿qué más queremos en la Brigada? Ellos nos dicen: ustedes pueden acceder a tanto dinero y eso se convierte en tantas publicaciones, tantos eventos, tantos cursos… Cada año nosotros vamos estructurando qué es lo que queremos hacer con la Fundación y ellos dicen qué sí y qué no.

“El libro sobre autodefensas de Luis Hernández Navarro es uno de los más exitosos de la Brigada junto con la Novena ola, sobre el conflicto magisterial gracias al apoyo de la Fundación Rosa Luxemburg. Llevan varias ediciones con la Brigada. Otro libro que nos aventamos juntos es La cara oculta del Vaticano de Sanjuana Martínez. De él hicimos una edición especial para la Feria del Libro del Zócalo y nada más porque va a salir comercialmente. En el caso de Operación masacre, uno de los mejores libros de periodismo que hay, la hija y la familia de Rodolfo Walsh nos cedieron los derechos para una edición especial de 1,000 ejemplares para festejar los cinco años de la Brigada.”

Para vergüenza nuestra en México los libros se trituran. Al cumplirse un año de la muerte de Carlos Montemayor, Susana Galarza, su viuda, se comunicó muy afligida con la Brigada pues iban a triturar los libros de Montemayor. La única manera de evitarlo era comprar todos los ejemplares y no tenía un centavo: “Como autor –explica Marina Taibo- deberías de tener el derecho que te hable la editorial y te avise que tu libro se va a la trituradora y que, en todo caso, te lo puede vender como saldo. ¿Quién tiene la lana para salvarlo? Pero de pronto te dicen: Suelta cincuenta mil pesos cuando la editorial no movió los libros, no les dio difusión para su venta. ¿Qué ha hecho la Brigada? Literal: Salvar libros. Le hablamos a todo el mundo para juntar lana, se la dimos a Susana y cada que hay un evento de la Brigada Susana nos manda los libros de Carlos Montemayor. Ya es el único lugar donde pueden comprar libros de Montemayor.”

La plática con Marina avanza a punta de auto preguntas que son cuestionamientos: “¿Dónde está el Estado para hacer su chamba de proteger al patrimonio cultural? Pongo el ejemplo del “anillo del arquitecto Luis Barragán”. ¿Dónde estaba el Estado protegiendo los restos de un hombre súper católico que ha de estar revolcándose porque profanaron su tumba? ¿Por qué a la Unam no se le ocurre proteger el Archivo Luis Barragán en vez de exhibir el mentado anillo hecho con las cenizas de una de nuestras glorias nacionales? Muchas instituciones en realidad son cajas chicas…

“La Brigada no existiría si se hiciera la chamba institucional de fomentar la lectura en este país. ¿Qué ventaja tiene hacerlo desde la Sociedad Civil? ¡Libertad! La Brigada no acepta la censura.

“Al año de que corrieron a Paloma y a todo su equipo de la Secretaría de Cultura se volvió a poner la Feria del Libro en el Zócalo. Nosotros, como Brigada somos tan malos que queremos que la gente lea entonces organizamos la Contra-Feria en la Alameda. Nos sentamos a pensar: necesitamos a los libreros. Pero van a estar en el Zócalo, sí pero como tiene que pagar cientos de miles de pesos por un stand no pueden vender barato. Les propusimos que por $300 pesos se pusieran en la Alameda. Nosotros no teníamos más que un peso, unas cuantas sillas y muchos escritores amigos. Los libreros nos dijeron que sí, que se podían duplicar porque el chiste era que las ferias fueran silmultáneas. Lo segundo fue llamarle a los escritores. La llamada fue así: Hola ¿Hablo a casa de Elena Poniatowska. Sí. Permítame le voy a pasar a Paco Ignacio Taibo II. Hola, Paquito. Elena, voy a entrarle a los madrazos, ¿le entras? Sí, Paquito, lo que necesites. Queremos hacer una feria alternativa a la del Zócalo para enseñarles que se puede hacer fomento a la lectura, que se puede hacer cultura sin necesidad de presupuesto en esta Ciudad desde la Sociedad Civil. Sí, Paquito, ¿a dónde quieres que vaya? Por eso la adoramos y es la madrina de nuestra Brigada: porque dijo ¡Sí! sin saber contra quién eran los madrazos.

“Nos pasó una cosa muy divertida, mientras estábamos en la organización de eso, Paloma se fue a Guatemala. Una compañera de la Brigada trabajaba también para la radio y  habló al Circo Atayde por un asunto de unos boletos. Nos devolvieron la llamada y contesta Paco y les pide un elefante y unos payasos. No es broma. Es que la Feria va a ser en la calle. La conversación era de locos porque todo había empezado por unos boletos. Excepto el elefante tuvimos todo lo demás, al circo Atayde haciendo trucos para la gente. Eso se llama Relaciones Públicas. A esto me refería al principio. La gente regresaba del Zócalo con las manos vacías y salía de nuestra Feria con libros y libros. Nosotros felices porque de lo que se trata es de que la gente lea”. **   **   **

Beatriz Zalce

Premio Nacional de Periodismo por su labor cultural en Desinformémonos. Catedrática de la Escuela de Periodismo Carlos Septién y de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM.

Una Respuesta a “Si hablamos de Resistencia…”

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