Historias de vida en las luchas de México

Rocío Moreno

Lxs nadie

Los nadie es solo el primer adjetivo para enunciar a los miles de desaparecidos en México. Las imágenes de tantos rostros brotan en todos los rincones de nuestro país. En 2020 el Estado mexicano reconoció a 61.637 personas que no se sabe donde se encuentran. Sin embargo, esos números no nos acercna al calvario que viven millones de personas que esperan el regreso de sus seres queridos.

En nuestra rara realidad, la clase política nos dice que vivimos en una democracia, que gozamos de una plena libertad, que tenemos un gobierno populista que obedece al pueblo y lucha contra la corrupción. Nos vende la idea de que se esta combatiendo a la pobreza y que hay una lucha para desarticular al crimen organizado, pero la realidad que nos toca vivir es exactamente la contraria. Somos una sociedad que sigue avalando cada tres años un proceso electoral que nos dice que produce mágicamente democracia; tenemos un gobierno que revitaliza al mercado capitalista como lo han hecho todos los partidos políticos las ultimas décadas; somos una sociedad que ha adoptado la corrupción como una herramienta de conseguir cualquier cosa. Todos esos ingredientes, construyen un escenario desalentador, uno donde hay una guerra abierta en contra de nuestras vidas mismas. Esa guerra, genera muertes, desapariciones, ¿Cómo pueden estar desaparecidas 61.637 personas? Nuestro México, carga con miles de desaparecidos, victimas de este sistema que genera muerte en la vida de millones de mexicanos. 

Lucrecia es una mujer que ha querido dar su testimonio para describir el infierno que viven millones de personas en la búsqueda de sus seres queridos, pero quiere dar su voz en anonimato, pues vive con miedo de sufrir alguna represalia por denunciar la ausencia de su ser querido. Lucrecia busca a su compañero de vida. Lucrecia apenas inicia la búsqueda desde el 4 de junio de este año. Estas tres semanas han sido de horror, le han mostrado la terrible realidad de un México destrozado, enfermo, en descomposición. 

¿Qué sociedad somos para agradecer a los criminales por haber dejado el cadáver de tu ser querido y entonces, poder despedirlo como sabemos hacerlo? El descubrimiento de miles de fosas clandestinas en México va en aumento. ¿Qué cosecha un país que entierra muertos? En Jalisco, en septiembre de 2019 se encontraron 119 bolsas de restos humanos en una fosa que se localizo en el bosque de la Primavera, pero este evento puede ocurrir en todo México, en la ciudad, en el campo, en un barrio pobre, en un fraccionamiento residencial. 

Lxs nadie, los desaparecidos, deben de ser encontrados. Su cuerpo, su vida, son buscados por sus familias y amigos. Se busca saber dónde y cómo están, para muchos es también necesario saber si cuentan con vida o ya han muerto, pero en esta horrible guerra, los cuerpos son también parte del triunfo de los criminales. Las fosas, la disolución de cuerpos en ácidos, silencian a los desaparecidos y a sus familias, pues sin el cuerpo, no hay denuncia, lo único que hay es incertidumbre, silencio, miedo y mucho dolor. 

Lucrecia ahora busca a su compañero con vida o sin ella, pero solo necesita recuperar su cuerpo y saber qué fue lo que paso. Ahora lleva tres lunes buscando en los SEMEFOS el cadáver de su ser querido. Esto lo viven miles de familiares que constantemente deben de ingresar a salones que figuran un mar de cadáveres mutilados, golpeados. Son pocos los que recuperan un cuerpo, algunos más obtienen tan solo pedazos de cuerpo, hay otros que simplemente no tienen nada. 

Somos un país donde millones de personas cargan con ausencias…derrotados del alma ¿Cómo podemos luchar con el alma destrozada? ¿Cómo podemos luchar por la vida cuando la muerte nos invade de múltiples formas?

Lxs nadie, no hablan. Lxs nadie, no cuentan. Lxs nadie, no existen. Lxs nadie, no tienen rostro. Lxs nadie, no tienen cuerpo. Lxs nadie, son las víctimas. Lxs nadie, los violenta y desaparece el Estado, el crimen organizado y la sociedad. ¿Qué habrán hecho para ser lxs nadie? ¿Quién se merece ser lxs nadie?

Qué tendrá que ocurrir para que crezca nuestra indignación y paremos la guerra contra la humanidad. Ahora, la vida no vale nada. Cualquiera de nosotros estamos expuestos a ser asesinados, levantados por quien decide y tiene control de nuestras vidas. Es necesario comenzar a replantarnos la urgencia de generar condiciones para recuperar nuestra vida, volver a tenerla en nuestras manos y asegurarnos de nunca jamás volver a dejárselas a los poderosos.

Rocío Moreno

Historiadora y defensora indígena coca de Mezcala, Jalisco, interesada en mostrar cómo las historias de vida están totalmente vinculadas a los proyectos que abanderan las resistencias en México, pues ¿qué son las resistencias sin la infinidad de historias de vida que las constituyen?

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