Campamentos estudiantiles

La movilización de miles de estudiantxs en los Estados Unidos de América, han logrado posicionar la lucha del pueblo palestino en el centro de las conversaciones. El trabajo de los estudiantes ha sido como el que hacen las hormigas. Son pequeñitos, pero hay miles, millones en un hormiguero organizándose para un fin común. Así es como veo a estos jóvenes, diminutos, casi invisibles, pero verlos con los suyos, organizados y no parar, es la imagen viva de un hormiguero en movimiento.

Vivir en los Estados Unidos es muy duro. La contradicción es contante, el individualismo es profundo, el racismo fortalece el odio social, el clasismo es abrumador, la violencia es contundente pero sutil, la indiferencia inunda la vida cotidiana, es simplemente muy difícil vivir en ese país. Ante ese escenario, la organización social – colectiva parece ser inexistente. El tiempo, el tener el control de tu tiempo es un privilegio. La mayoría de los habitantes caminan al tiempo que marca el mercado. Nunca hay tiempo para la vida, mucho menos para crear y construir comunidad y organización.

Desde finales de abril y principios de mayo de 2024 comenzaron a emerger campamentos de estudiantes en distintos centros universitarios de los Estados Unidos. Los campamentos más visibles han sido los de la universidad de Columbia en Nueva York y UCLA en el estado de California. La respuesta del Estado hacia los estudiantes fue ofensiva, pues golpeó, criminalizó y encarceló a miles de jóvenes. En dos semanas (del 20 de abril al 03 de mayo), fueron arrestados más de 2,000 estudiantes en los campos universitarios por protestar contra el genocidio en Palestina. Las acciones del Estado solo evidenciaron el fascismo que existe en los pilares de lo que aún se atreven a llamar “Estados democráticos.” Su sucio actuar, en lugar de provocar que los jóvenes dejaran de hablar sobre Palestina, indignaron a otros más a levantarse desde sus universidades y responder colectivamente como estudiantes. Hasta el 3 de mayo, se tenía registro de al menos 120 campamentos en Universidades, la gran mayoría son en los Estados Unidos de América, pero también, en distintos rincones del mundo los estudiantes salieron y tomaron sus universidades para protestar y hacer que en cierto sentido el mundo pare y frene el genocidio contra el pueblo Palestino.

Campamentos estudiantiles

¿Que sería de nuestros pueblos, sin los estudiantes? No les parece curioso que sean los estudiantes quienes en muchas ocasiones son los que irrumpen a los poderosos y sobre todo a las sociedades. Algo hay en ellos que nos hacen ver el mundo de otra forma. Cuando los vi actuar y plantarse en sus campamentos, quise ir para escucharlos y entender sus pensamientos. Yo pude ir al campamento de la universidad de Santa Cruz, CA. Aunque es una universidad relativamente pequeña, fueron varias centenas de estudiantes que sin titubear tomaron su universidad para plantar su campamento.

Lo primero que les pregunte, fue si podíamos recorrer el campamento y me contestaron, ¡claro, esta es su universidad también! Su palabra fue tan sincera, pues por un lado era obvio que estaba en su universidad, en el lugar que asisten diario para formarse académicamente, pero al mismo tiempo, me hacían sentir que llegaba también a mi universidad, aunque no soy estudiante, pero verdaderamente me hicieron sentir que algo mío esta ahí. En el año de 2019 yo fui invitada a esta universidad a una charla con estudiantes latinoamericanos, y recuerdo que, en aquella ocasión, aunque era invitada de la universidad no sentí ningún cobijo tan profundo como el que ahora gocé en 2024. Sin duda, me hicieron pensar en la tarea que nos han dejado los compas zapatistas, en cómo vamos construyendo Lo común, los espacios, tierras, universidades de todxs y de nadie.

Por un momento nos quedamos en la segunda planta y comencé a observar cómo llegaban muchos vehículos para dejarles víveres a los estudiantes, me alegro ver que la sociedad los cobijara. También me conmovió ver como algunos padres llevaban a sus hijos a los campamentos, ellos se despedían y bajaban de sus coches con sus mochilas y casas de campaña para instalarse. Esa realidad, no la viven todos los estudiantes, ya que la mayoría viene de otras ciudades y sus familias están lejos. Una de las jóvenes que esta en este campamento, me compartía que se sentía triste de que su madre quien vive en los ángeles, estuviera muy preocupada por ella, pues su angustia estaba sembrada por la terrible represión que vivieron los estudiantes de la UCLA en esos días.

Los campamentos no solo funcionan como medios de protesta para frenar el genocidio en Palestina, también se han convertido en espacios de análisis crítico, otra escuela, una donde lo teórico lo ven solo con las practicas que se están ejerciendo en la actualidad, sin duda, estos espacios están formando a miles de jóvenes en este momento, ahora mismo. Me impacto ver su valentía, pues todos sabían que estaban expuestos a recibir una respuesta violenta por la policía, o a ser criminalizados judicialmente, o incluso ser sancionados o expulsados por la universidad. Me reconforta saber que a estos jóvenes no les importo el miedo y amenazas que nos inyecta el sistema de muerte actual para no levantarnos, en cambio, ellos se decidieron y enfrentaron la indiferencia ante el genocidio que vive el pueblo Palestino.

Rápidamente levantaron una biblioteca, una cocina comunitaria, un espacio de salud, otro de arte, un altar para dejar ofrendas, otro espacio para dialogar y hacer reuniones y charlas. Todxs tenían trabajos organizativos que realizar y se cuidaban entre ellxs, porque saben que algunos son más vulnerables, por ejemplo, los estudiantes que, si son arrestados, pueden ser deportados a sus países de origen, ya que su situación migratoria no los favorece.

Las historias de ayer y hoy.

Coyote, un ex estudiante de UCSC y quien acudió al campamento porque así toca, cobijar a los estudiantes de hoy, recordaba que cuando él fue estudiante en ese mismo centro universitario, ellos hicieron una huelga de hambre porque les negaban el difundir una revista estudiantil. Cuando lo escuche, no dude en preguntarle que cuales eran las diferencias que el veía y sin pensarlo, me dijo que ahora hay más claridad, se habla sobre racismo, colonialismo, imperialismo, etc. Y obviamente las redes sociales es un instrumento de difusión que nosotros no teníamos. Vi en su respuesta mucho respeto a la lucha actual de los estudiantes, pero yo también le mencioné, que esa claridad que él ve ahora, es gracias a el camino labrado por los ahora viejos estudiantes.

EstudiantAs

Algo que quisiera compartirles, es que en estos campamentos hay una presencia muy fuerte de las jovenas estudiantAs. Y no me refiero en cantidad, ni siquiera estoy segura si hay por lo menos un 50% de partición de las compañeras, pues en realidad eso no importa, ya que se sienten y se ven las compañeras. No se como se organizaron, pero las voceras que daban las indicaciones eran solo compañeras. Definitivamente su presencia esta haciendo construir otras formas de hacer política, están superando los machismos que cargamos por cientos de años y ahora, ya están desplegando practicas anti patriarcales al interior de sus organizaciones.

Estos campamentos siguen, porque aún no ha existido ninguna respuesta contundente para que los estudiantes vean que se ha terminado el genocidio, y la ocupación colonial que tiene al pueblo Palestino en una prolongada pesadilla. Lo cierto es que, si ellxs no se cansan, debemos de seguir atentos a cobijar los campamentos de los estudiantxs, que, hasta el momento han sido los únicos que se han decidido a frenar su vida y plantarse en una protesta prolongada hasta que se frene la guerra contra el pueblo Palestino.

Gracias Palestina por enseñarnos a luchar, por hacernos recuperar la dignidad, y por mostrarnos que, aunque tenemos todo en nuestra contra, aun debemos de pelear y resistir.

Digna Rabia de Palestina, te sentimos, te vemos…

Nota: sabían que cada hormiguero tiene su propia organización y su estructura es más horizontal, no hay una sola hormiga reina, hay varias en cada hormiguero. Sospecho que los estudiantes han observado a estos pequeños insectos que desde hace millones de años se organizan de manera más justa para todxs.