De las lluvias de fab al exterminio de los árboles que le quedan a la Ciudad de México (y al mundo)
Hace unos 30 años, visité a mi mejor amiga (entonces estábamos en la prepa) en casa de sus papás, en la colonia Irrigación. Me quedé a dormir y en la madrugada me despertó un olor fuertísimo a lavandería. Varias veces a la semana llueve fab, me dijo mi amiga. “Y si lo queremos quitar con agua, nos ahoga la espuma”. No supe si celebrarlo o asustarme, era una visión extrañísima. Las calles, con sus árboles y coches estacionados, tenían capas de espuma rosa. Lo mismo adentro de las casas: la ropa tendida, los jardines, las casitas de perros, el agua en los platos de los perros, el agua en los lavaderos, y toda coladera o registro estaban taponeados con virutas de jabón o con espuma. Más bien sí era para horrorizarse.
En 2012, la Asociación de Residentes y Propietarios de la Colonia Irrigación logró desterrar a la fábrica Colgate Palmolive, en una de las primeras batallas del ecologismo mexicano asumido como tal. Varios y varias de quienes libraron esa lucha, que cuentan las numerosas ocasiones en que la fábrica les ofreció mucho dinero por callarse la boca, formarían luego el Grupo de los Cien.
En las décadas siguientes, General Motors, Vidriera México, Chrysler y General Tire, también establecidas en esa zona de la ciudad, fueron cerrando sus operaciones, en parte por la protesta ciudadana y en parte porque se volvió rentable mudar el abuso fuera del De-efe.
Luego vino la construcción de la “ciudad Slim”, también conocida pomposamente como “nuevo Polanco”. Mi amiga me contaba con tristeza el proceso de gentrificación de la zona para hacer los lujosos complejos residenciales, de oficinas, el Museo Soumaya, el Jumex, el Acuario Inbursa y la Plaza Carso. Sobre los terrenos de las antiguas fábricas y sobre la popular colonia Granada se construyó “el megadesarrollo de usos mixtos más grande de América Latina”, según documentan orgullosamente sus funcionarios1. El Chimbombo, épica y querida marisquería a un lado de la vía del ferrocarril México-Cuernavaca, fue de los últimos negocios locales en sucumbir, después de chantajes y presiones insoportables para un restaurantero de barrio.2 El acuario le dedica un pedazo de muro, y al verlo una siente que se están burlando de toda la gente que tuvo que vender sus predios, sus casas y cambiar a la fuerza su vida, arrasados por la sofisticación de México y sin poder enfrentar a los magnates de la construcción y los bienes raíces.
Hoy, la obra de la nueva sede de la embajada de Estados Unidos repite la historia de destrucción de la vida material y del tejido social de esas comunidades urbanas. El 28 de agosto, los vecinos de la colonia Irrigación se amanecieron con el derribo de decenas de árboles totalmente sanos, altos, gruesos, en las inmediaciones de donde se construye la nueva sede de la embajada gringa3. “Árboles que hemos cuidado con todo nuestro corazón”, cuenta mi amiga, que este año preside la Asociación de Residentes. Las obras, por supuesto, son legales. Hacer todo lo necesario para construir, es legal, contestan las autoridades, mientras los vecinos se preguntan porqué tienen que enterarse de esa manera de que los permisos para talar árboles sanos se otorgaron hace tiempo. Es incluso difícil encausar el reclamo: ¿a quienes construyen o a quienes autorizan? “¿Qué otras sorpresas hay con la embajada si no nos informan de nada?” .
La nueva matanza de árboles ocurre precisamente en el predio donde estuviera la Colgate Palmolive. Las obras comenzaron por sanear el subsuelo, “remediando” la contaminación de la fábrica de jabón. “Tendríamos que agradecerle a la embajada”, adoctrinan a los colonos las autoridades de la ciudad de México. Pero para asegurar el agua y el flujo de energía eléctrica a la embajada, la ciudad emprendió obras de una magnitud tal como nunca han hecho para el beneficio de los habitantes locales. Que la nueva sede de la representación de Estados Unidos en México quede a pedir de boca, con recursos públicos.
El boletín 150/2022 de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, explica que la embajada incrementará el número de árboles que se plantarán en sus inmediaciones4. “O sea que nuestro reclamo es tonto porque van a darnos más de lo que teníamos”.
¿Qué va a pasar además de los árboles? Pregunta mi amiga. Es terrible que los destruyan, como han hecho con las familias y los barrios de acá, pero se asoman muchos otros problemas de urbanización salvaje que incluyen la obstrucción del paso peatonal, los embotellamientos de tránsito, la especulación con los usos del suelo y el inminente retorno de los parquímetros que heroicamente vecinas y vecinos impidieron instalar en 2015, defendiendo con todo el derecho a la vía pública y la vida barrial.
“¿Qué va a pasar cuando la embajada esté operando? ¿Qué va a pasar con nuestra vida cotidiana? ¿Vamos a poder transitar por las calles en las que crecimos y donde vivimos ahora? ¿O vamos a tener guardias diciéndonos por dónde movernos y prohibiendo que usemos los teléfonos, que saquemos fotos?” Ya ahora sufren la prepotencia del personal de la embajada y los capataces de la construcción. No piensan que están en su predio, sino que pueden transformar y dominar todo lo que hay en torno a su predio, explica mi amiga. “Y este es nuestro territorio, por qué no lo vamos a decir así. Aquí está el patrimonio de vida de innumerables familias. ¿Qué va a pasar con el valor de nuestras casas? Nadie nos informa nada. Es una muestra más de cómo se hacen las ciudades estos días. Con clasismo, exclusión y vileza. Vamos a ser migrantes en nuestra colonia. Vamos a ser mirados con sospecha, seguramente”.
1 BBC News Mundo, “México: el contraste es brutal. Cómo es vivir en cerrada de Andrómaco, el callejón que quedó atrapado entre los edificios de ciudad Slim”, 5 de abril de 2019, en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-47620849
2 Miguel de la Cruz, “Acuario Inbursa”, 2015, en https://migueldelacruzcultura.com/migueldelacruzcultura-acuario-inbursa/
3 Sputnik Mundo, “Es una actitud invasiva e imperialista: vecinos se oponen a la nueva embajada de EEUU en México”, 14 de septiembre de 2022, en https://sputniknews.lat/20220913/seremos-como-migrantes-en-nuestra-colonia-vecinos-se-oponen-a-la-nueva-embajada-de-eeuu-en-mexico-1130379968.html
4 Secretaría del Medio Ambiente CDMX, Boletín 150/2022, “Informan la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México y la Embajada de los Estados Unidos de América sobre las obras de la Nueva sede de la Embajada en la Ciudad de México”, 10 de septiembre de 2022, en https://www.sedema.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/informan-la-secretaria-del-medio-ambiente-de-la-ciudad-de-mexico-y-la-embajada-de-los-estados-unidos-de-america-sobre-las-obras-de-la-nueva-sede-de-la-embajada-en-la-ciudad-de-mexico
Verónica Villa Arias
Responsable de investigación sobre agricultura y alimentación del Grupo ETC, integrante de la Red en Defensa del Maíz y colaboradora de Radio Huayacocotla. Es Etnóloga de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.