Memoriando

Colectivo Híjar

Visualidades en lucha por la memoria

Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra. Campaña gráfica I am…

Hace poco falleció Doña Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra, detenido-desaparecido en 1975 en Monterrey y trasladado al Campo Militar Nº 1. Murió sin verdad y sin justicia pero dedicó su vida a la búsqueda de ellas. Sus pequeñas botas con las que caminó y caminó, con un entrañable y contundente mensaje grabado en ellas, forman parte del acervo de Huellas de la Memoria: “Querido hijo mío, te sigo extrañando en la casa y me haces falta. En lucha por ti, mi vida es una militancia cotidiana y decidida. No lloraré frente a los sátrapas gobernantes y no desmayaré jamás”.

En 1977 fundó el Comité Eureka de madres y familiares que mostró y abrió el camino a las luchas de estos colectivos hasta ahora. Mujer tenaz y ejemplar, referente indispensable, llevó a cabo miles de acciones, en una de ellas enfrentando a Luis Echeverría, expresidente de México impune, responsable del terrorismo de Estado, le dijo algo como: dentro de 500 años nadie sabrá quién era Echeverría pero todxs sabrán quién es Jesús Piedra Ibarra, lo garantiza su madre.

Ese es el tamaño del desafío compartido, la querencia como motivo, como plantea Verónica Albarrán, compañera teatrera, y la memoria histórica que distinguirá a las figuras de las figurillas, como dijo bien Julius Fucik, el periodista combatiente antifascista checo, preso en la cárcel de la Gestapo en Pankrác en donde escribió su “Reportaje al pie de la horca”, asesinado en 1943, en donde señala que no hay héroes anónimxs sino personas con nombre, rostro, deseos y esperanzas y nos invita a tenerlxs cerca, a amarles “como miembros de su familia”, así como a no olvidar a las figurillas infames responsables de tanto dolor, porque todo ello nos servirá para el futuro.

Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra

Para eso y más sirve la memoria. Ejercemos nuestro derecho a ella a través de huellas simbólicas y materiales, okupaciones y construcciones del espacio público, ritualidades cívicas conmemorativas, construcción de comunidades político-afectivas, finalmente, la afectación de algo más que el metro cuadrado que tenemos alrededor, como propone el Grupo de Arte Callejero (GAC) de Argentina. Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra da cuenta de todo esto.

Inaugurada el pasado 17 de mayo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid (MNCARS), la exposición expone muy diversos materiales de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, El Salvador, Estados Unidos, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Uruguay, mayoritariamente de los años recientes aunque se incluyen algunas muestras de piezas y visualidades consideradas relevantes por su aporte histórico. Gráfica en distintos soportes y técnicas, bordados, objetos, acciones registradas en fotografía y video muestran la riqueza de las expresiones con recursos artísticos puestos al servicio de lo urgente. Artefactos con utilidad social para comunidades que encuentran en y con los lenguajes artísticos la posibilidad de dar cuenta de lo intransmisible de otra forma, cuando la palabra oral o escrita se queda corta.

Postales por Ayotzinapa

Reconocemos la construcción de poéticas que cruzan a toda América Latina víctima de los mismos agravios, los mismos dolores. Los bordados, por ejemplo, “códices de la memoria” como los denomina Carlos Henríquez Consalvi (Santiago, locutor de Radio Venceremos en los tiempos de guerra) del Museo de la Palabra y la Imagen en El Salvador. No es asunto menor que las mujeres hayan encontrado en el bordado un medio idóneo para hacerse escuchar, para dar cuenta no solo de las atrocidades cometidas por las violencias sino también de las afectaciones familiares, vitales, afectivas, en sus entornos trastornados que ellas conocen bien al hacerse cargo de hijxs, alimentación y cuidados.

La práctica del bordado, tradicionalmente femenina, ha contagiado a los hombres, quienes en distintas iniciativas se han sumado a esta forma de testimonio histórico, como en las jornadas dominicales de bordado colectivo en plazas públicas convocadas por Fuentes Rojas y su proyecto Bordados por la Paz y la Justicia, o la Asamblea de Pedregales de Santo Domingo, Coyoacán, quien realizó los rostros de los 43 detenidos-desaparecidos y los 3 asesinados de Ayotzinapa, durante el plantón instalado en defensa del venero de agua desperdiciada por una criminal inmobiliaria. Ambos proyectos expuestos en el MNCARS.

Postales por Ayotzinapa. Hugo Vidal, Argentina

Acontecimientos del pasado reciente se cruzan con otros, anteriores. El tiempo se torna relativo cuando prevalece la ausencia de verdad y justicia y se vive en un estupor continuado sin salida posible alguna que no sea la constante exigencia y la movilización. Lxs desaparecidxs no tienen otro lugar que no sea entre nosotrxs y así lo asumimos. Los 43 conviven con los detenidxs-desaparecidxs de las dictaduras de Uruguay o Argentina. Masacres como la del Mozote en 1981 en El Salvador, se hermana con la de Curuguaty en Paraguay en 2012 o la de La Cantuta, Perú en 1992. La memoria actúa todo el tiempo, se torna indispensable para no olvidar ni bajar la guardia en los justos reclamos sociales. De ahí las reiteraciones, los rostros vueltos emblema de una condición terrible, la de víctima de desaparición forzada o la numeralia vuelta símbolo del hecho histórico, como los 30.000 desaparecidxs en Argentina o los +72 migrantes asesinados en México.

Si bien todas estas visualidades tienen una condición de artefacto: hecho con arte, su apreciación no puede reducirse a ello porque, fundamentalmente, constituyen un reclamo político, de ahí el imperativo de conocer su origen, su razón de ser y así cumplir con la recomendación de Fucik. Historiar y conocer se tornan en un imperativo necesario para el largo plazo obligado en todas estas historias.

La memoria se construye en colectivo y hay una comunidad que, incluso por adscripción, asume lo ocurrido como un asunto personal, como parte constitutiva de su propia historia. De ahí los relevos que alimentan toda esta producción gráfica, algunxs con nombre y apellido en sus producciones individuales pero destaca la presencia de grupos, colectivxs y talleres que realizan un emprendimiento colectivo sin autorías personales. Y aún más, la consideración no solo de la producción colectiva sino también de su circulación y puestas en acción, en muchas ocasiones llenas de creatividad para lograr un acto de comunicación efectivo. De ahí la necesidad de mostrar, cuando es posible, los testimonios visuales de estos registros: los bordados marchando, la impresión de gráfica al calor de una marcha, una bandera pintada o bordada ondeando en el espacio público, los esténciles plasmados en el asfalto y en el mobiliario público o las señalizaciones gráficas para la elaboración de las contracartografías como las que incluyen los sitios de detención y tortura clandestinos en Buenos Aires y Lima, incluidos en la exposición.

Jorge Izquierdo, exposición “Al margen»

La movilización y los reclamos sociales no solo movilizan recursos, también los crean y ahí está Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra que no debe leerse como una muestra de arte sino como una revuelta visual constante e imparable, como grito colectivo y coral de apremios y empeños en curso. En el último trimestre de este año vendrá, editada, al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).

En esos días hubo dos momentos más para la memoria en Madrid. Uno, fue la charla ofrecida por las investigadoras mexicanas de Giro Gráfico: Sol Henaro, Elva Peniche y Cristina Híjar en el Instituto Cultural de México en España centrada en la importancia de los archivos, institucionales y no, necesarios como testimonio en la construcción de la memoria histórica. Tres enfoques distintos se completaron en una charla que dio lugar al diálogo fructífero con el público asistente convocado por la muy efectiva promotora que es Mónica Sotos. Grata experiencia constatar el interés por lo que sucede en México.

La otra, fue la inauguración de la exposición producto de la convocatoria internacional de arte correo Postales por Ayotzinapa a cargo de Edén Bastida Kullick, Hugo Vidal y Raquel Masci en un esfuerzo argentino-mexicano en la sede de la galería y espacio cultural Secuencia de Inútiles, coordinado por la hospitalaria Florencia Kettner en Madrid. Entrañable presentación de un proyecto necesario que recupera la experiencia del arte correo tan efectivo para concretar un pronunciamiento colectivo coral alrededor del acontecimiento impune de la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas y 3 asesinados en la jornada represiva del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. Variadas calidades gráficas se aprecian en las postales de 89 artistas participantes de varios países, tres de los cuales hicieron series, como Javier del Olmo y sus 43 rostros construidos a partir de mecanografiar la frase “Ayotzinapa somos todos” o el Colectivo Híjar que envió dos. Importante decir que todas las enviadas fueron incluidas a excepción de aquellas que no cumplían con los requerimientos técnicos solicitados. La siguiente parada de las Postales será en Buenos Aires y ojalá lleguen a México. Se realizó también la presentación del libro «De la Ausencia al Azar», de Edén Bastida Kullick y Hugo Vidal, continuando la serie de acciones que realizaron en Buenos Aires en solidaridad con Ayotzinapa a partir de intervenir el histórico cartel “Violencia” de Juan Carlos Romero para sumar el nombre a nombre de los 43 y pegarlos en cada esquina de la Av. México en Buenos Aires en 2016. No por nada esta avenida tiene 43 cuadras. Breves pero contundentes textos de Edén y Hugo acompañan las 43 postales con los registros fotográficos de la acción en una bella edición.

Jorge Izquierdo, exposición “Al margen»

En los mismos días pero en la Ciudad de México, Jorge Izquierdo inauguró su exposición fotográfica “Al margen” en La Resistencia, espacio que hace honor a su nombre para el desarrollo de múltiples actividades culturales, ubicado en Cuba 34, Centro Histórico. Izquierdo se posiciona, desde su mismo nombre, como testimoniante fotográfico de todas las luchas recientes. Excelente fotógrafo de danza, en especial de Barro Rojo, extiende sus registros a los rostros encendidos, a los gestos y movimientos de las multitudes indignadas, a lxs nadie que habitan nuestras ciudades y que dejan de ser invisibles por la atenta mirada del fotógrafo.

Realiza, para esta muestra, dípticos y trípticos de fotografías intervenidas digitalmente para establecer relaciones no siempre evidentes. Gráfica digital en acción que nos comparte una ciudad distinta, oculta por la cotidianidad apremiante y contingente. También reconocemos a nuestrxs compañerxs entrañables retratados por Izquierdo, a las múltiples actividades y momentos capturados de expresiones del arte y la cultura que no tienen lugar en la instituciones oficiales sino que se realizan en la calle al calor de coyunturas históricas, en espacios alternativos pero muy efectivos que albergan nuestras comunidades político-afectivas. De todo ello dan cuenta las imágenes de Jorge Izquierdo que, sin ninguna duda, también son material que nos servirá para el futuro.

La inauguración estuvo acompañada de la coreografía performática de Barro Rojo Arte Escénico. En la amplia banqueta frente al local de La Resistencia, Laura Rocha y su hijo desplegaron sus cuerpos acompañados de poesía y música leídos por la fundadora y actual coordinadora de Barro Rojo, mientras su hijo movía su corpulento cuerpo para significar la represión, la lucha, la esperanza. Un rollo de papel fue extendido con un texto de Doña Rosario.

También fundador de Barro Rojo fue Arturo Garrido, quien murió hace unos días en San Luis Potosí donde instaló desde el siglo pasado su sabiduría como tallerista independiente que construyó un pequeño teatro con una programación constante de trabajos sobre la historia, la memoria y la justicia. Tal es el sentido de la transformación cultural iniciada por Arturo, Laura, Francisco Illescas y Serafín Aponte como parte orgánica del proyecto de la Universidad-Pueblo de los ochentas en la Universidad de Guerrero.

Las relaciones fraternales y solidarias se construyen en estos empeños siempre colaborativos. Todos las actividades aquí referidas dan buena cuenta de ello, no podría ser de otro modo. Seguimos.

Colectivo Híjar

Colectivo cultural y político dedicado a la elaboración de mantas y gestión de acciones por la memoria en México. Participa en actividades y publicaciones sobre la crítica y la memoria históricas y la praxis estética necesaria.

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