Biopoder en disputa
Ecologías insumisas. Antagonismos al geontopoder de la extracción petrolera es el sofisticado título del libro de Mauricio González. Llama la atención a la calidad de insumisas de los usos territoriales de las comunidades campesinas enfrentadas a las petroleras y a las mineras hasta dar lugar a una “ontología política” y una “política ontológica” como dialéctica entre “antagonismos ontológicos”. Remitir a Foucault y a Aristóteles las reflexiones sobre el ser para dar razón al “qué son” y “cómo son” aclara por qué Aristóteles califica de “filosofía primera” a la ontología.
Las “formas comunitarias antisistémicas” remiten a las heterotopías planteadas por Foucault, como oposiciones a las utopías. Los modos de ser y estar en territorios concretan la “ontología débil” para superar la metafísica del ser a cambio del estar construido con la naturaleza y el trabajo como motores de ecologías concretas, insumisas cuando tienen que resolver las invasiones capitalistas con la privatización de fuentes hídricas y energéticas, bosques, senderos y poblaciones, servicios, en fin, todo lo que significa ciudades con bancos, supermercados, cine y televisión, teléfonos y computadoras donde alguna vez predominó la integración entre los trabajadores y el territorio. La ocupación tecnológica de Estado modernizador ha ido a la par del imperialismo de grandes consorcios que acaban por dar apellidos en inglés a los proyectos territoriales llegados para quedarse.
La ocupación imperialista coordinada con el Estado que subsume su carácter benefactor a tratados económico-políticos como el de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México da sentido de permanencia histórica a los acuerdos regionales como el Plan Mérida o el Puebla-Panamá que parecen superados cuando significan ocupaciones territoriales tan vigentes y permanentes como la transformación del Istmo de Tehuantepec en un sustituto con ventajas del Canal de Panamá. La historia del imperialismo es la historia de las ocupaciones territoriales.
Nada de esto es mencionado en los debates de las candidatas y el candidato a la presidencia de México. No discuten el proyecto de nación sino más bien recurren al viejo truco de la moción de procedimiento para denunciar los negocios de los contrincantes oponentes. La afectación de los gobiernos y los partidos políticos por estos intereses no se resuelven con la asombrosa exigencia del pago de impuestos a las grandes empresas beneficiadas por concesiones por su contribución al “desarrollo”. No hay respuesta sindical a este dominio de los gobiernos para constituir un Estado administrador de la soberanía como acuerdo negociado con los consorcios. PEMEX y CFE quedan como muestras de tolerancia sujeta, a su vez, a normas imperialistas de la OPEP y otras coaliciones productivas y reproductivas.
Enfrentar la discusión de todo esto concreta la situación hegemónica del imperialismo como condición de la soberanía nacional limitada por un Estado-nación que la asume como necesidad histórica esencial irremediable. Nadie en el debate de candidatxs presidenciales dice capitalismo, imperialismo, Estado-nación. Mejor les resulta limitar la “construcción de la democracia” a leyes y normas electorales con instituciones de Estado y aquiescencia de los partidos políticos reconocidos como existentes por el propio Estado que así garantiza su hegemonía.
Habrá que esperar de los comentaristas erigidos como oficiales por los cárteles televisuales, computísticos y periodísticos con todo y sus redes capaces de capturar como señal democrática todo lo que capturan en el proceloso mar de la democracia sin sindicatos combativos, campesinos en lucha, estudiantes insurrectos ante los defectos y dificultades de la educación, salud, vivienda, alimentación y en suma, todo el biopoder invencible enfrentado por los movimientos comunitarios con ecologías insumisas que cuidan con desventajas sus bosques, sus fuentes hídricas, sus faunas y flores, su impedimento a los grandes centros comerciales, bancarios y cinematográficos ahí donde el Estado y las cámaras empresariales proclaman el progreso y la modernización. El futuro con el presente en combate por la tierra-territorio-terruño, propuesto por Andrés Aubry.
El viernes 24 de mayo a las 18:00 hrs. en La resistencia, Cuba 34, el libro aquí referido será presentado por el autor, Gloria Muñoz, Alberto Torres y Florencia Mercado.
Todo con un saludo amoroso a la ternura en lucha sostenida por el sobreviviente en el encierro en celda y calabozo, que sufrió atentados sin arredrarse hasta alcanzar la presidencia de Uruguay. A sus 88 años, José Mujica comunica su buen estado de salud actual pese al tumor en el esófago y a sus riñones enfermos. Nuestros mayores nos guían. La lucha sigue.
Colectivo Híjar
Colectivo cultural y político dedicado a la elaboración de mantas y gestión de acciones por la memoria en México. Participa en actividades y publicaciones sobre la crítica y la memoria históricas y la praxis estética necesaria.