Entre la luz y la sombra

Felipe Martínez

Tres dilemas ambientales del progresismo colombiano

El pasado 5 de diciembre se realizó en la Comisión V del Senado el primer debate del proyecto de ley que busca prohibir el fracking en Colombia, una de las promesas de campaña de Gustavo Petro y Francia Márquez. La iniciativa legislativa fue radicada la primera semana del gobierno y contó con la firma de 74 congresistas. Allí buscaban la prohibición de la exploración y producción de hidrocarburos provenientes de yacimientos no convencionales, así mismo se reformulaba la política de transición energética, entre otros cambios en materia de contratos, concesiones, licencias y permisos para cualquier explotación minero-energética.

Aunque la iniciativa presentada contaba con el apoyo de gran parte de la bancada parlamentaria (Pacto Histórico y coalición de gobierno), así como de organizaciones sociales como la Alianza Colombia Libre de Fracking, en el debate del 5 de diciembre la propuesta no fue avalada tal cual fue presentada, y al contrario sufrió modificaciones, que en palabras de la ministra de ambiente Susana Muhamad “va a haber fracking en la práctica” pues el proyecto de ley aprobado “no cumple la promesa de campaña del presidente Gustavo Petro, que busca prohibir el fracking y los no convencionales” (1).

Lo aprobado por unanimidad realmente fue la propuesta del senador José David Name (partido de la U), quien presentó y lideró la ponencia alternativa a la del gobierno, en donde no había una prohibición integral del fracking, sino que solo se aprobó la prohibición del fracturamiento hidráulico horizontal multietapa en yacimientos no convencionales (petróleo y gas), dejando la posibilidad para implementar otros tipos de fracking y Proyectos Piloto de Investigación Integral de explotación de yacimientos no convencionales como las arenas bituminosas, hidratos de metano y explotación de gas en mantos de carbón. Es decir, métodos que siguen envenenando y destruyendo la tierra.

Estas posibilidades que quedan abiertas para la explotación minera benefician directamente al capital internacional y principalmente a multinacionales como Drummond que tienen en su mira la explotación de los ríos Cesar y Ranchería para extraer carbón más barato. Por tanto, los departamentos del Cesar y la Guajira están en riesgo por las consecuencias ambientales que estas nuevas explotaciones mineras pueden ocasionar en el agua, aire, tierra, ecosistemas y comunidades que habitan los territorios. Ante esta situación la Alianza Colombia Libre de Fracking expresó:

“(…) advertimos que la ponencia aprobada no recoge nuestras reivindicaciones, y usa argucias para que la supuesta prohibición no tenga efectos en la práctica. Además, deja abiertas las posibilidades a la explotación de arenas bituminosas, que tienen ocurrencia en ecosistemas altamente sensibles como la Serranía de la Macarena o el Piedemonte amazónico, y el gas asociado a mantos de carbón, el único que actualmente se explota en Colombia y que se usa para abaratar los costos de extracción de carbón, la energía fósil más contaminante, de la que hoy sufren impactos las comunidades del Cesar y La Guajira, regiones con altas tasas de vulnerabilidad ambiental y socio-económica.

La Alianza Colombia Libre de Fracking continuará con la búsqueda de la prohibición real del fracking y la explotación de los Yacimientos No Convencionales, como ha sido su objetivo desde su fundación. Hacemos un llamado al Presidente Gustavo Petro para hacer parte directa de esta discusión, y lograr los objetivos que quedaron explícitos en su programa de Gobierno.” (2).

Aunque desde el Gobierno de alguna manera aceptan que fueron derrotados en este primer debate, insisten en que en los próximos debates intentarán reencausar el proyecto original que prohíbe totalmente el fracking en el país, algo difícil de concretar, pues lo más probable es que los partidos tradicionales de la U, Conservador, Liberal, Cambio Radical y Centro Democrático, actúen en bloque para que la ley siga tal cual quedó aprobada en este primer debate de la Comisión V del Senado. De esta manera obtendrán una victoria que disfrazarán con un discurso ambientalista para quedar bien ante la opinión pública, sabiendo que, en el fondo, lograron grandes beneficios para las multinacionales mineras.

Por su parte, las luchas ambientales sufrirán una derrota y una desilusión categórica, que abrirá nuevos ciclos de luchas, resistencias y movilizaciones en el país.

Otros motivos de preocupación

Uno de los compromisos de Estado que el gobierno progresista tendrá que cumplir y entregar, es el muelle estratégico del Parque Natural Gorgona, una obra que se comenzará a construir a partir de enero de 2023. Aunque en el discurso esta infraestructura servirá para contener el narcotráfico del pacífico, es claro que en realidad servirá a los intereses militares de Estados Unidos en su disputa geopolítica con las potencias que ponen en riesgo su hegemonía global y continental.

Siguiendo a Alfonso Insuasty y Daniel Ruíz Bracamonte “el proyecto contempla un muelle de 170 metros, un radar en el punto más alto de la isla (ya construido), una subestación de guardacostas de tercer nivel (con bloques administrativo y de alojamiento para infantes y oficiales), y un tanque de almacenamiento de 5.000 galones de combustible. Como es obvio, este sería el inicio del establecimiento de una base más amplia en el futuro” (3).

Esta mega obra pondrá en riesgo una de las regiones más biodiversas del pacífico colombiano y podría ocasionar daños irreversibles. Toda una dinámica y lógica que va en contrasentido de lo dicho en campaña por parte de Petro y Francia.

Así mismo es sabida la amable relación que se ha mantenido entre el Comando Sur de Estados Unidos con el gobierno progresista, quienes desde el 7 de septiembre comenzaron reuniones presenciales con altos cargos como la comandante Laura Richardson, con quien se llegó al acuerdo de la creación de una fuerza militar en la amazonia (región que en medio de la crisis ambiental presente y por venir aumenta su valor estratégico), que supuestamente combatirá los crímenes ambientales, para lo cual el gobierno recibió tres helicópteros Black Hawk de Estados Unidos, lo que puede interpretarse como el inicio de una nueva base militar norteamericana en Colombia (4).

¿Luz en medio de la oscuridad?

Sin duda la llegada del progresismo en Colombia es una situación inédita en la historia, que despertó grandes retos y expectativas, pues son muchas las necesidades de este pueblo y muchas las ilusiones de una vida en dignidad para todos y todas, sin embargo, en los pocos meses del gobierno de Petro y Francia, la realidad no ha tenido los cambios esperados, y es lógico, pues es imposible cambiar esta realidad de miseria y exclusión en pocos días.

Pese a esto, en la agenda ambiental como en las otras, es necesario acabar los discursos vacíos de realidad. No es posible que se diga una cosa y se haga otra sin comunicarle al país las razones por las cuales ocurren las circunstancias de determinada manera. El gobierno no se puede aislar, debe estar en constante comunicación con el país para explicar cada paso que está dando en cada momento, de no actuar así generará una desilusión ante las promesas incumplidas.

Por esto, sería necesario tener la capacidad para explicar de una manera sencilla las dinámicas geopolíticas en las que el país se encuentra inserto quiéralo o no, así mismo, revelar las demandas y necesidades de la economía mundial capitalista y las consecuencias que esto tiene para el país.

Así mismo para los movimientos sociales de abajo, es necesario plantear posiciones críticas de lo que acontece en el gobierno, no es posible que se vea la crítica como “oposición uribista”, es necesario reafirmar que los cambios no vienen de arriba hacia abajo, sino al revés y por esto es urgente no plegarse a la institucionalidad ciegamente, y en vez de esto construir una agenda propia, un encuentro autónomo de movimientos sociales desligado de la agenda del gobierno, para encontrar horizonte a los retos y sueños por materializar más allá del gobierno progresista.

Para cerrar, como se volvió costumbre en esta columna, aquí una canción para alimentar las luchas y las resistencias:

Notas

  1. Ver: https://twitter.com/i/status/1599955425021276160 Y https://www.minambiente.gov.co/bosques-biodiversidad-y-servicios-ecosistemicos/proyecto-que-prohibe-el-fracking-pasa-con-lesiones-primera-prueba-en-el-senado/
  2. Ver: https://twitter.com/NoFrackingEnCol/status/1600187969305878531/photo/1
  3. Ver: https://desinformemonos.org/colombia-cuando-cuidar-puede-significar-despojar/
  4. Ver: https://desinformemonos.org/colombia-necolonizacion-con-sello-progresista/

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