Imagin-acción

Sandra Petrovich

Se buscan sueños

Nadie puede nada contra esta circularidad de las masas y de la información. Cada uno de los dos fenómenos está hecho a la medida del otro: ni la masa tiene opinión, ni la información la informa, una y otra siguen alimentándose monstruosamente, la velocidad de rotación de la información aumenta el peso de las masas, y no es en absoluto su toma de conciencia”.

(JEAN BAUDRILLARD, LAS ESTRATEGIAS FATALES, 1983)

Se desmadró el mundo

la miseria humana se exhibe sin pudor

evolución involución decadencia

En este punto estamos parados

somos residentes temporarios de una tierra que

hemos maltratado

Quiero soñar

¡ no puedo !

océanos agitan su agua

invasoras devastadoras

todos los bordes desbordan de náufragos

Entre lluvia vientos cantos rumores

en lejanías… estallidos

Como caen aviones

caen pájaros

… todo sigue en movimiento perpetuo por inercia mientras unos alucinados hombres colocan a la humanidad en las puertas del abismo

Guerra nuclear global desastre en el horizonte

punto de inflexión

¿Qué le prometes a tu hijo?

¿Serías capaz de mirarte a ti mismo interrogar tu conciencia?

¿Cómo sobreviviente en un mundo desierto sabrías a dónde ir?

¿Conoces la tierra que pisas?

Caen bombas

desaparecen pueblos

una nube de polvo los devora

mujeres niños exterminados

mueren con sus bocas abiertas

mueren quemados

mueren en el grito

sedientos

caen bajo los escombros

Decir que nos quieren convencer que esto que vivimos es un orden que hay que defender

preservar las instituciones

la democracia

los valores de nuestra sociedad

¿cuales?

Decididamente vivimos un mundo distópico

El colapso no es para más adelante estamos adentro

bajo fuego bajo agua

¡Hay que salvar a las infancias! Nos dicen

¿De que quieren preservar a los niños?

¡Mejor díganles la verdad!

Niños sin futuro mueren todos los días como mano de obra esclava, como víctimas de la publicidad de las redes de tratas, mueren en las guerras, ¡mueren y mueren todo el tiempo!

Si los niños llegasen a hacer oír sus protestas en un jardín de infantes, o incluso simplemente sus preguntas, eso bastaría para provocar una explosión en el conjunto del sistema de enseñanza. En verdad, este sistema en el que vivimos no puede soportar nada; de ahí su fragilidad radical en cada punto, al mismo tiempo que su fuerza de represión global.” Deleuze

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