En la cima de las absurdidades electorales, mundos heterogéneos
Campañas políticas en la cima de lo absurdo, entre delirios de señores feudales, mentiras y el juego de los simulacros.
Algunos poetas haciendo las suyas dispersan versos desobedientes por las plazas públicas; los muros de la ciudad lucen cansados, sus grafitis parecen llorar largas penas. Pasadas las 19hs surgen por las esquinas de la principal avenida los zombis, las calles se vacían. Hay ruido pre electoral en las redes sociales. El reality show comienza todos los días a las 19h en punto, horario de los noticieros en Uruguay.
A la misma hora o antes tuvieron lugar los tiroteos en algunos puntos de la ciudad.
Una niña se pintó los labios de rojo y se puso los tacones de su mamá.
Hay mucha gente durmiendo en las calles.
Afuera de la ciudad está el campo, allí toda brota porque es primavera; a la sombra crecen los plantines, se suceden las mingas; unas vecinas comparten alegre merienda dando forma a una idea de Tienda de los Milagros; sí, en medio de las serranías en un viejo bus. Estas son algunas de las cosas que suceden o más bien que encuentran un campo fértil para su expansión. Entre lo mágico, lo espiritual, lo supersticioso y algunas tradiciones. Por ahí solemos encontrarnos con toda suerte de intercambios entre pequeños núcleos comunitarios y ecologistas. Las actividades culturales en los pueblos chicos son mucho más pueblerinas, más íntimas Se vive bastante lejos de muchas de las problemáticas de las ciudades, pero no por ello los grandes temas están ausentes. En los distintos encuentros entre vecinos se conversa mucho sobre las necesidades cotidianas, los absurdos del mundo de hoy y también obviamente todo lo que concierne a las tareas de campo, el clima y las consecuencias de este sobre los cultivos. Todo ello nos habla de una relación distinta con el tiempo. Este es bien uno de los puntos en el que nos vamos a detener por considerarlo fundamental si pretendemos ejercer alguna práctica disidente al sistema en que vivimos.
“El tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento.”
-Platón (427-347 a.C.)
La acumulación de actividades precipita el tiempo, lo acelera; en el frenesí en el que vivimos el tiempo presente no tiene cuerpo, se evapora casi al instante. La acumulación de ocupaciones produce embotamiento, la fugacidad de los acontecimientos borra la memoria, produce confusión. Así podemos ver como desde la vida sencilla en el campo, con menos “cosas para hacer”, con menos obligaciones, se le pone un freno a la ansiedad por consumir espectáculos, estar al tanto de todo, ver todo; esto anula toda posibilidad de demorarnos y disfrutar de los intercambios, pero también de la posibilidad de crear y pensar.
No hay sociedad armoniosa y la campaña electoral pone al desnudo su decadencia.
El 27 de octubre en Uruguay se votará a otro gobierno en la perfecta continuidad de lo que ha sido el gobierno saliente. Las macro políticas no cambiarán.
Siguiendo el hilo de nuestros pensamientos llegamos entonces a que una de las formas de desertar o ir transitando hacia la recuperación de vida es enlentecernos, bajar el rendimiento; en pocas palabras buscar espacios y tiempos de silencio. Esto no es todo, es algo, un puerto desde donde iniciar otro viaje por el mundo, por la vida. Volverse viajero sin salir afuera, simplemente cambiar los recorridos dentro de la misma geografía, enlazando personas con personas, seres libres con otros, comunidades y tribus. Porque si nos quieren aislados, tendremos que juntarnos de mil maneras diferentes. Desertores, viajeros y tejedores de otras redes sociales. Estas redes son de barro y manos que construyen y siembran a contra corriente, a contramano.
Titulares en medios de información:
” Educadores denuncian crítica situación para niños por “repliegue del Estado” en el barrio Marconi en Montevideo.”
“Varios camiones que transportaban coches 0 km chocaron en la ruta 23.”
Las temperaturas siguen subiendo y con suerte junto a otros vecinos tendremos tomates y morrones de nuestros huertos. No hay razones para que los que viven en la capital se pongan celosos, hay muchos lugares y lugarcitos donde cultivar, también se puede ir descementando las veredas, corredores, pasajes, patios. Parece que andan algunos duendes sembrando por Montevideo.
Casi que desacelerando el tiempo, la campaña electoral se fue alejando de nuestros radares. Podemos crear muchas cosas que vayan cambiando desde el pie el presente, modelando otras formas de habitar el mundo.
Por las noches mejor contemplar las estrellas, abrir un libro, caminar hasta el amanecer. El ruido de botas y fusiles vendría a perturbar los muchos posibles. Es mejor decir ¡NO!
En tiempos absurdos puede suceder que una mariposa Monarca venga a visitarme y algunas Calas me sonrían.
Lo nunca pensado está sucediendo, todo pasa como si el eje de las personas se hubiese invertido.
En las próximas elecciones en Uruguay se votará bajo la presión del miedo; hay algunas propuestas de la coalición de derecha que también se encuentran en la coalición de izquierda, planes para la infancia, para la protección animal, etc. Todo en clave de promesas.
Algunos están desesperados por que al fin se vote el plebiscito que habilitaría a las fuerzas represivas a los allanamientos nocturnos, en una pretendida medida para combatir al narco.
Como suele suceder en cada primavera no solo llegan las golondrinas, sino que se intensifican las fiestas gastronómicas, el carnaval de las promesas y ahora se suma todo el ballet de los políticos improvisados en actores, cantantes, bailarines y hasta en musculosos gimnastas en salas de aparatos provocando un asedio constante a la población.
¡Absurdo todo!
No obstante, el humano al fin recuperará su capacidad animal para su defensa propia, entonces será una fiesta, ¡una fiesta salvaje!
Día monocromo
gris
cielo plano
El fuego crea sus círculos
la rama deviene polvo
En su último impulso se yergue en curvas
antes de evanescerse en fina capa de nueva
presencia
Sandra Petrovich
Artista plástica, poeta y activista social. Una de las fundadoras de la revista virtual Alternativas.
Excelente texto