Imagin-acción

Sandra Petrovich

Las visiones sesgadas de la realidad

Lluvias

vendavales

girones de una sociedad en descomposición nos cuentan

Desbordes

ahogos

olor a humedad y esa incontenible nostalgia de lo que se va…

En nuestro pequeño territorio de Uruguay, los grandes medios de información, o más bien de desinformación, son tragi-cómicos, grotescos, aburridos y están más abajo que el más profundo sótano que podamos imaginar.

El cuerpo de las noticias centrales en los informativos lo ocupan de manera preponderante las noticias policiales y cuanta tragedia ande en la vuelta, en general accidentes de tránsito, arrestos ciudadanos, incendios, derrumbes, inundaciones, invasión de mosquitos, porcentajes, cifras aburridas, que no dan cuenta de nada que esté relacionado con la realidad social y política del país. Si uno se pone a contar las veces que, en el informativo en los días de Semana de Turismo o Semana Santa, Pascuas o como se llame en otras geografías, se volvía una y otra vez sobre los eventos de la “cultura criolla” que en realidad se trata entre otros eventos de la realización de jineteadas, conciertos y de una multiplicidad de propuestas gastronómicas en las que se destacan la venta masiva de carne y todo lo que hace a las ferias comerciales. Los noteros presentes en los eventos preguntan a las personas qué consumieron, cuánto gastaron, cómo se divirtieron o si hubo buenas cifras por concepto de ventas.

Luego vienen conteos sobre el flujo de gente que entra al país como turista o que sale, o sobre la ocupación hotelera en Punta del Este, si está colmada o no. No hay otro tipo de información, las noticias se reducen a intervalos cada vez más breves lo cual produce una suerte de frenesí, de excitación que termina disolviendo el tiempo. Nos dejamos influenciar demasiado por la información donde la que predomina es aquella que produce la mayor sorpresa, el mayor impacto, y no los mejores argumentos. Podemos hablar de la comunicación que produce ocultamiento en detrimento de la racionalidad. La sociedad entera termina fragmentada, las personas dejan de estar sensibilizadas a los verdaderos y grandes problemas. Este es el estado psicológico, anímico, generalizado hoy en nuestro medio. Las personas, la masa, son fácilmente manipulables. Amorfa, sin capacidad para pensar, esto explica muchos porqués; falta de participación, aislamientos, indiferencia, ausencia de pensamiento crítico. Hay una adhesión al discurso impuesto justamente a través de los grandes medios de comunicación a la par que un odio macerado por capas de frustraciones, así como por la figura de todo lo que no encaja en ese discurso, que vendría a desestabilizar mentes y cuerpos instalados en cierta zona de confort. Las sociedades se han vuelto cada vez más complejas, en la era de las comunicaciones es cuando menos comunicamos, todo se ve arrastrado por un flujo incesante de noticias que se terminan anulando, solo producen ruido, fomentan la desinformación y la fragmentación. Hoy cualquiera se improvisa en periodista con una cuenta en YouTube o en cualquier plataforma de las redes sociales a lo que debemos agregar los celulares inteligentes. La inmediatez de lo que se pone en circulación desplaza a la verdad, no hay tiempo para la verificación de las noticias. La televisión y los medios tecnológicos se superponen a las redes sociales y otras plataformas, todos participan a una verdadera guerra de información. Lo que se difunde se empasta hasta licuarse por completo

Volvamos a la amansadora de los noticieros en televisión, que ya no solo son televisión sino que también se ven replicados por las redes sociales, están produciendo una ignorancia en el público que da pavor, por ejemplo cuando se habla de la Argentina solo es para referirse a las posibilidades de consumo barato, en cambio nada se dice del hundimiento que están provocando las políticas delirantes de su actual presidente Milei, la desocupación, el hambre, la represión, la entrega del país a las corporaciones y el desastre ecológico. Aún menos se habla del ataque a los DDHH. La terrible guerra genocida llevada adelante por el estado de Israel y sus aliados, ni figuran.

A veces las desgracias vuelven visibles algunas situaciones; las intensas lluvias han provocado inundaciones con miles de personas afectadas. Esto pone al desnudo la precariedad de las viviendas y en lo laboral, de tal manera que cuando las personas pierden todo por una inundación difícilmente alcance a recuperar un nivel de vida aceptable, decoroso.

Los grandes empresarios están ocultando, por ejemplo, cosas tan importantes como que la empresa GOOGLE a través de su subsidiaria en Uruguay Eleanor Aplications SRL, se encontró con un fuerte rechazo ciudadano a su mega proyecto de Datacenter en la zona franca de Parque de las ciencias en Canelones. Resumiendo, el Datacenter ocuparía 30 hectáreas cerca de Colonia Nicolich, con galpones repletos de computadoras funcionando las 24 horas, almacenando información del mundo. Google ocultó el uso de agua proyectado y las condiciones de las aguas residuales, bajo un acuerdo confidencial con el ministerio de Ambiente. Los periodistas no hablan, no investigan; algunos hay, pero están totalmente silenciados y nunca tienen antena y menos aun los colectivos sociales que se movilizan por estos temas. Hay responsabilidades compartidas, por un lado, de parte de las empresas y políticos y por otro lado por omisión de los que se llaman a silencio. Por mayor información dejamos un lazo a leer https://zur.uy/google-y-la-campana-ciudadana-frente-a-su-nuevo-proyecto-de-datacenter-en-uruguay/

Estos son algunos ejemplos que consideramos de meridiana importancia.

Podemos dejar fluir y es así entonces como se consumará el desastre.

El inconsciente marcado por el agua soñará,

más allá de la tumba, más allá de la hoguera,

con una partida sobre las aguas”.

Gaston Bachelard,

El agua y los sueños

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