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Sandra Petrovich

Reforma educativa en Uruguay. ¿Perpetuación del sistema u oportunidad para producir otras alternativas comunitarias?

imagen: (RHV)

«Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos».

Eduardo Galeano

¿Qué educación necesitamos para la construcción de otra sociedad, con justicia social, libre y en armonía con la naturaleza?

¿Que podría ser educar para la vida?

Abrimos con estas preguntas dado que en el territorio uruguayo ya es de aplicación una reforma educativa, que constituye un verdadero recorte que atenta contra la calidad de la enseñanza suprimiendo materias humanísticas y artísticas entre otras. Todo ello puede resumirse en un viraje de la enseñanza cada vez más hacia un vaciamiento de contenidos para formar individuos acríticos, que no piensen y que sean funcionales a las necesidades del sistema económico imperante.

Las vacaciones de verano han llegado a su fin, las playas se vacían de turistas y el carnaval, la mayor fiesta popular también cierra sus espectáculos. Ahora se viene la cruda realidad en un país azotado por una sequía que ya tiene sus consecuencias con falta de agua en ciertos lugares y la probable dificultad en el corto plazo para el suministro de agua potable al conjunto de la población. Todo ello trae aparejado problemas en la alimentación, pocas verduras y frutas y altos precios. También debemos hablar de las dificultades de los pequeños productores, de proyectos comunitarios o cooperativos en zonas rurales, que se ven amenazados en sus producciones.

En perspectiva solo hay más de lo mismo, con gobierno de derecha o de izquierda seguirá habiendo capitalismo. No hay ninguna reforma que pueda frenar la reproducción del sistema y sin un freno solo queda por delante el abismo, el caos sistémico. Es el momento donde cabe preguntamos. ¿Qué sucede con la gente de izquierda, con el activismo o los activistas dentro del sistema educativo, ¿dónde se despliega alguna propuesta rupturista, algunos modos alternativos de otra educación para una nueva sociedad?

Es ahora por tanto el momento de ensayar un despliegue del deseo transformador, despertar y plantear una poética de la existencia.  Pero justamente si de deseo se trata, el mismo se encuentra hoy secuestrado por el poder, esto se traduce en ansiedad, en distanciamiento de los cuerpos, de todos los estímulos vivos que erotizan la vida. Secuestrar el deseo y apoderarse de la palabra, dos formas de perpetuarse que tiene el sistema capitalista.

¿Es posible reformar al sistema o hay que crear nuestros propios espacios? La imaginación, la creación libre, son antagónicas con la sumisión al trabajo y la domesticación de las mentes. La nueva enseñanza esa que pensamos o soñamos no necesita necesariamente de espacios físicos. Cualquier lugar puede serlo; plaza, sindicato, centro social, talleres de arte, bibliotecas, clubs y hasta las propias casas. Es urgente, hoy todo es urgente y todo sólo depende de nosotros mismos. Toca asumir y empezar a caminar.

Si traemos aquí el tema de la educación, de la urgencia de abrir espacios y propuestas propias sin intermediación de las instituciones es porque a la luz de lo que las noticias nos revelan acerca de la realidad en el Salvador, no debemos pensar que estamos tan lejos.

El Salvador es el modelo por excelencia que engendra el sistema capitalista actual; de la fábrica de pobres a una incontenible marginalidad hija de las frustraciones. El resultado es el que vemos, la multiplicación de cárceles de alta seguridad, verdaderos campos de concentración y lo peor que estas medidas cuentan con el beneplácito de las mayoría de los Salvadoreños.

«La economía neoliberal ha acelerado el ritmo de explotación del trabajo, especialmente del trabajo cognitivo, la tecnología digital conectiva ha acelerado la circulación de la información y, en consecuencia, ha intensificado hasta el extremo el ritmo de la estimulación semiótica, que es, al mismo tiempo, estimulación nerviosa.

Esta doble aceleración es el origen y la causa de la intensificación de la productividad que ha hecho posible el aumento de los beneficios y la acumulación de capital, pero también es el origen y la causa de la sobreexplotación del organismo humano, en particular del cerebro. Por lo tanto, tenemos la tarea de distinguir los efectos que esta sobreexplotación ha producido en el equilibrio psíquico y la sensibilidad de los seres humanos como individuos, pero sobre todo como colectividades”, Franco “Bifo” Berardi.

Basta con leer lo que viene sucediendo en los barrios de Montevideo y de algunas otras ciudades para ver qué es lo que se está procesando en nuestra sociedad, es entonces que podemos presentir cuál será el resultado.

Se necesita multiplicar en decenas y centenas las micro iniciativas de educación popular comunitarias.

«Tomar la educación en nuestras manos es también una de las tareas para la lucha libertaria de los pueblos. Cualquier agrupación necesita caminar con el pensamiento crítico, solo necesitamos recuperar la necesidad de conversar y pensar. No ocupamos un edificio o salones elegantes para comenzar, pero sí tenemos que contar con muchxs románticos apasionados del conocimiento»,  Rocío Moreno.

Hay muchas experiencias en nuestro continente, por citar una dejamos aquí el lazo, de un documento que relata la experiencia de Educación Popular de  La Transhumante en Argentina. Recomendamos su lecturas tal vez con la intención de enamorar a unos cuantos y despertar así el deseo de nuevas propuestas colectivas. https://lobosuelto.com/wp-content/uploads/2019/07/UNIVERSIDAD-TRASHUMANTE-Universidad-TrashumantesColectivo-Situaciones.pdf

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