Memoriando

Colectivo Híjar

Redes de vanguardia

Joaquín Torres García, ilustración para La escuela del sur, Uruguay, 1935.

Cien años cumplen los “Tres llamamientos a los plásticos de América” lanzados por Siqueiros desde Barcelona en la revista Vida Americana.

Influido por el futurismo italiano, adopta su frase de “es más bello un auto de carreras que la Victoria de Samotracia” para llamar a vivir “nuestra maravillosa época dinámica”, con la apropiación de la tecnología de la revolución industrial en marcha. Llama a despreciar el folklorismo a cambio de aprender de la integridad de los centros ceremoniales prehispánicos y los conventos virreinales. Finalmente, incita a despreciar a los escritores y poetas que usan a las artes visuales como pretexto literario.

Fechada el 31 de diciembre de 1921, la Hoja Actual del estridentismo fue pegada en los muros de la colonia Roma. Frente a cada letra de la palabra éxito escrita verticalmente, lanzó la proclama de “¡muera el cura Hidalgo!”. La consigna final fue “¡viva el mole de guajolote!”. Contra el patrioterismo y por la adopción de la cultura popular contra las academias, revolucionaron las tipografías rectilíneas, construyeron paisajes urbanos como geometrías dinámicas incluyentes de chimeneas, cables eléctricos y anuncios luminosos, todo lo cual aparece en sus poemas, cuentos y novelas.

América entera construyó redes de vanguardia como plantean las investigadoras peruanas Beverly Adams y Natalia Majluf. En Brasil, el Manifiesto Antropofágico, incitó a tragar todo con la certeza de que lo no nutritivo sería desechado. El Grupo Claxon llamaba a la estridencia. El último día de esplendor de las culturas americanas fue el 11 de octubre de 1492, afirman los antropófagos.

La reivindicación de los saberes populares fue concretada en México por el Dr. Atl, Anita Brenner, Roberto Montenegro, la propuesta de decoración de Adolfo Best Maugard a partir de las cenefas de la cerámica rural. En Argentina, la revista Martín Fierro reivindica una figura popular entrañable.

Las aportaciones indoafricanas dieron lugar a colectivos en lugares tan aislados como Puno en Perú en la márgenes del lago con sonoro nombre: Titicaca. Alejo Carpentier publicó su novela Écue-Yamba-Ó, y Nicolás Guillén asombró con sus poemas sonoros como Songorocosongo y el uso del habla popular como en el “Drume negrita”. La discusión del lugar de los indios fue intensa: desde Vasconcelos y la raza cósmica e indología, hasta Amauta con Mariátegui peleando con la Internacional Comunista el lugar de los indios. “Peruanicemos al Perú” fue su llamado replicado por Arguedas con la precisión de la diversidad comunitaria indígena. La poética de la llamada por José Martí Nuestramérica fue impulsada por los “ingenieros del alma” como llamó el realismo socialista soviético a los trabajadores de la cultura. La construcción de la nación con raíces ancestrales estaba en juego. Los muralistas y sus trabajos en la Escuela Nacional Preparatoria entre 1922 y 1924 se valieron de la crítica a la religiosidad como punto clave de sus descubrimientos técnicos y de las composiciones dinámicas distintas a la pintura de caballete. Ante el escándalo conservador, Orozco representó de manera grotesca a Dios padre, a la Trinidad, pintó manos y brazos famélicos depositando limosna en las urnas de las iglesias. A la par, Cortés y La Malinche desnudos en el muro de la escalera principal y al lado, un fraile chupando boca a boca a un indio postrado. Fernando Leal, el primer pintor de un campamento zapatista en una de las Escuelas al Aire Libre contra el academismo, pintó una fiesta en el Santuario de Chalma con sus danzantes, pendones en movimiento y penachos, con la dinamización del espacio romboidal y en el punto áureo, él mismo como danzante dientón para valerse del feísmo contra la idealización pintoresca. Así respondieron Jean Charlot, Alva de la Canal, Fermín Revueltas, García Cahero, al apodo de “los dieguitos”, como si fueran discípulos del maestro obviamente superado por los jóvenes huelguistas en 1911 contra el academismo y por la nacionalización de los ferrocarriles. Orozco se burló del barbizón mexicano de las Escuelas al Aire Libre que eran, según él, como vender enchiladas al pie de la Torre Eiffel. No advirtió que el salir a pintar en la Alameda Central y luego en las márgenes rurales de la ciudad, significó una revolución estética semejante a la de los impresionistas en París. A la par, Charlot y Pablo O’Higgins descubrieron en la figura de José Guadalupe Posada un grabador de alta calidad ajeno por entero a las academias.

El Machete, órgano del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores resultó de por sí un escándalo al dirigirse a los campesinos, a los obreros, a los soldados y por último a los intelectuales para sumarse así al clamor nuestramericano y europeo contra el aura artística, la genialidad, lo sublime de la contemplación estética por la élite. Son los muralistas, los escultores y los gráficos quienes hacen de la publicación que conduce a Rivera, Siqueiros y Xavier Guerrero al Comité Central del Partido Comunista Mexicano fundado en 1919. El Machete se constituye como órgano del PCM y dará lugar a emulación con El Mauser dirigido a los soldados de la Revolución de 1910 y El Martillo para los trabajadores del campo y la ciudad con quienes Julio Antonio Mella, el joven comunista cubano, y Siqueiros fundan la Confederación Sindical Unitaria como Central Obrera Comunista.

Actual núm. 1, Movimiento Estridentista, 1921

Las vanguardias adoptan, como precisa el marxista ecuatoriano Agustín Cueva, la pasión comunista que influye a escritores, hasta los no comunistas como Ciro Alegría o Icaza y tiene alcances populares con Lola Cueto, Gachita Amador y Elena Huerta con sus títeres, Concha Michel con sus canciones, Silvestre Revueltas y sus sinfonías, sus canciones para la República española, su dirección de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, sus conciertos en medio de las batallas en España. Grandes cantores resistentes a la industria de la cultura, mantienen viva esta tradición musical. Tal es el caso de Arturo Cipriano y sus composiciones atonales, la más reciente inspirada en poetas del Caribe. León Chávez Teixeiro toca para impulsar luchas populares con públicos que memorizan sus canciones emblemáticas: “se va la vida compañera”, “somos muchos desgraciados pero muy desperdigados”. Francisco Barrios “El Mastuerzo” recorre el país alentando con su canto, Taller del Sur trabaja con la Coordinadora de Defensa Popular de Oaxaca hasta hacer de “La barricada”, un canto emblemático de las luchas comunitarias.

“Marxismo transformado” llama Fornet Betancourt a la pasión comunista organizadora. Las escuelas de cuadros conocieron el Manifiesto Comunista, El Abc del comunismo de Bujarin y los manuales de Stalin para orientar el dogmatismo antidialéctico, nada de lo cual impidió organizaciones por la vida nueva integral impulsada por proyectos como el del Taller de Torres García iniciado en Barcelona y continuado en Montevideo, ni las conjuntos de vivienda obrera, los hospitales, los deportivos, las escuelas con todo y murales de los Arquitectos Socialistas con la inclusión de Hannes Meyer, segundo director de la Bauhaus, promotor de la Estampa Mexicana como editorial del Taller de la Gráfica Popular.

Las vanguardias en su esplendor hasta el cardenismo y la lucha contra las dictaduras en América y la amenaza del nazismo y el fascismo, con la formación del URSS amenazada por las potencias capitalistas y por la reacción interna.

El Movimiento del 68 cumplió la consigna de Siqueiros de “objetos nuevos, sujetos nuevos” al impulsar nuevos modos de significación y proyectos autogestivos como el Autogobierno de Arquitectura en la UNAM, el Cogobierno de la Escuela Nacional de Antropología e Historia contra las supervivencias del indigenismo patriarcal y filantrópico y la reducción de las ciencias sociales a diagramas de flujo y computación. Con el Frente Mexicano de Trabajadores de la Cultura, otra vez se reivindicó el repudio a la artisticidad capitalista y la praxis internacionalista por Cuba, Vietnam, el movimiento chicano, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y los grupos político-militares del Cono Sur.

Del acuerdo entre CLETA y su insobornable espontaneísmo, el Taller de Arte e Ideología y con Iseo Noyola, el más efectivo y duradero coordinador, nació y creció la Escuela de Cultura Popular Mártires del 68. Los movimientos de resistencia comunitaria rindieron frutos en solidaridad con el EZLN, con la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca contra la dictadura de Ulises Ruiz donde la Asamblea de Artistas Revolucionarios de Oaxaca y el Taller Siqueiros desarrollaron el esténcil, el performance las instalaciones con la apropiación de tradiciones populares como la Fiesta de los Rábanos y las ofrendas a los muertos.

Proliferan talleres y colectivos solidarios, articulados algunos, con organizaciones comunitarias autogestivas. Vale lo dicho por Marx a su amigo Ruge: hay que transformar la rabia en furia organizadora.

Vida Americana núm. 1, Barcelona, 1921

Colectivo Híjar

Colectivo cultural y político dedicado a la elaboración de mantas y gestión de acciones por la memoria en México. Participa en actividades y publicaciones sobre la crítica y la memoria históricas y la praxis estética necesaria.

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