Memoriando

Colectivo Híjar

Punto de cruce. Encuentro latinoamericano de bordadoras

Del 17 al 19 de mayo pasados se realizó Punto de cruce. Encuentro Latinoamericano de Bordadoras, en el marco de las actividades de cierre de la exposición Giro Gráfico. Como en el muro la hiedra en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) y en el Centro de Artes y Oficios “Escuelita Emiliano Zapata” en Santo Domingo, Coyoacán.

“Gráfica demorada” se denominó el núcleo conceptual que en la exposición agrupó los bordados de Brasil, El Salvador, Chiapas zapatista, Nicaragua y México multirepresentado con varios empeños: Fuentes Rojas, Asamblea de Pedregales de Santo Domingo y Gabriela Arroyo con el Comité 68. Así se dijo en la presentación del catálogo y del folio de la exposición, realizados por el Museo Centro de Arte Reina Sofía y MUAC, respectivamente, a cargo de Sol Henaro y André Mesquita, dos miembros del equipo coordinador de la Red de Conceptualismos del Sur.

A diferencia de la gráfica urgente o “intempestiva”, realizada al calor del acontecimiento o la coyuntura concreta, con los medios a la mano y muchas veces precarios, lo cual no impide su efectividad, siendo también necesarios en las luchas, los artefactos que nos ocupan se caracterizan por procesos largos generalmente realizados dentro de una iniciativa colectiva. El trabajo y el cuidado en la elaboración requiere espacios y tiempos acordados de cooperación afectiva. “Hacer aparecer” una imagen con hilos, telas y colores, implica un proceso reflexivo muchas veces compartido y así dan lugar a una polifonía, a una voz colectiva que erige una nueva forma de discursividad y propone otra narrativa respecto a problemas concretos, tanto de denuncia pero también de re-presentación de realidades nuevas, como los bordados zapatistas que celebran la vida y la organización comunitaria.

Varios conversatorios entre bordadoras de distintos países y contextos que compartieron sus experiencias no solo respecto al oficio de bordar sino a sus procesos organizativos, coincidiendo en la necesidad de hacerlo sobre la base de generar otro medio de expresión para sus realidades particulares y sus justas demandas y luchas. Terrible que todas las colectivas presentes hayan surgido de esta necesidad en una realidad dolorosa e injusta. Pero no solo, también coincidieron en el poder sanador de esta práctica al convocarlas, reunirlas, para a través de hilos y colores construir memorias necesarias. Por supuesto, se hizo alusión al reconocimiento de esta “labor femenina” y ancestral por excelencia que frente a las realidades presentes se ha transformado para “afectar la trama”, las narrativas, las microhistorias, la memoria en un doble sentido: por la técnica y forma expresiva y, también, por la potencia de las imágenes logradas que instauran una voz y un lugar de enunciación desde otra forma del decir que también implica nuevas puestas en acción y otra circulación, como los tendederos de Fuentes Rojas o Santo Domingo Pedregales en las marchas.

El conversatorio inaugural entre las bordadoras de Mampuján, Colombia y Cristina Bautista, en representación de las Madres y Padres de Ayotzinapa, tuvo que finalizar con el conteo por los 43 que estremeció a los visitantes extranjeros. Realidades similares, agravios y tenacidades compartidas se hicieron evidentes. Luego, la proyección del multipremiado documental Flores de la llanura con la presencia de su directora Mariana Rivera, que no solo borda sino documenta bellamente estos procesos, sumando un registro más de esta particular forma de resistencia.

Importante mencionar que el MUAC aportó los insumos necesarios para que todas y todos los asistentes pudieran emprender su propio bordado que fue entregado al final para realizar una manta colectiva testimoniante del Encuentro en más de un sentido. Diversas facturas y diversos motivos fueron bordados, incluido uno elocuente que solo decía: “pinche Estado puto”, una conclusión compartida por más de unx. Estos pequeños bordados fueron exhibidos en tendedero durante la jornada final del Encuentro en la Escuelita que con ello, concluyó el programa muy bien diseñado, coordinado y ejecutado por Alejandra Moreno del Centro de Documentación Arkheia y el equipo de programas públicos del MUAC con Julio García Murillo y Guillermo García.

Los dos primeros días las actividades se realizaron en el MUAC “tomado por la memoria”.

El Museo de la Palabra y la Imagen, fundado por Carlos Henríquez Consalvi, el legendario locutor de Radio Venceremos que sigue presentándose con su nombre de guerra Santiago, y Teresa Cruz, nos hablaron del rescate y repatriación de los bordados hechos hace casi 40 años por refugiados salvadoreños en Honduras. Uno de estos bordados fue entregado por la familia Quezada Híjar al MUPI, para que “retornara a casa”. Compartieron mesa con Ma. Isabel Cruz de Sabuesos Guerreras de Sinaloa que dio cuenta del largo y doloroso proceso en la búsqueda de las víctimas de desaparición forzada. Contó que de 4 madres al inicio, ahora son 1200 personas en búsquedas que han recuperado 490 cuerpos y han encontrado a 65 personas con vida. Terrible pero obligada tarea frente a un Estado omiso e indiferente, muchas veces cómplice, sufriendo, además, amenazas de muerte. Extendió muchas mantas tipográficas bordadas y nos compartió el proceso del proyecto “Sangre de mi sangre”, realizado en coordinación con Hilos, colectiva de Querétaro, consistente en tejer un metro por cada desaparecidx, llevan 800 metros tejidos que ya han sido expuestos en el espacio público. Concluyó: “mi vida es el Colectivo y Yosimar”, su hijo desaparecido desde enero de 2017.

Por su parte, Zapantera Negra, respresentado por Mía, Consuelo y Montserrat, contaron del encuentro entre los Black Panthers y las comunidades zapatistas, que dieron lugar a murales, performances y bordados incluidos en la exposición en una casita de madera bella y significativamente decorada que reproduce los locales zapatistas, llena de bordados, banderas, fotos y muñecos de tela.

Linhas do Horizonte de Brasil, fundada en 2016 frente al golpe de Estado a la presidenta Dilma Rousseff e integrada por mujeres que luchan desde los años 60, inició su actividad con lo que denominan “panfletos bordados”, integrando tiras de tela bordadas con palabras y conceptos. La Voz de la Mujer, cooperativa gráfica de Buenos Aires, integrada por migrantes bolivianas y paraguayas habló a través de Eusebia Mamani, proyectaron un video corto sobre sus actividades cotidianas constantes que les ha cambiado la vida. Dijo Eusebia: “sin la organización no habría sido nada, ahora soy”.

Sin colectiva, solita pero de gran potencia, fue el testimonio de Aida Castil, joven nicaragüense ahora exiliada que incluyó tres bellos bordados en la exposición. Bordados circulares que dan cuenta, en especial, de la resistencia de las mujeres a la represión y atropellos del gobierno criminal de Daniel Ortega.

Las Siemprevivas, Orígenes para Preservar y (a)Bordar cuerpo tejer barrio fueron otras de las colectivas también presentes a lo largo del Encuentro que concluyó en la Escuelita Emiliano Zapata, Centro de Artes y Oficios en Santo Domingo, Pedregales de Coyoacán. La Colectiva Yaocihuátl, fungió como anfitriona de este ejemplar y generoso espacio cultural que abrió sus puertas para ocupar el foro Amparo Ochoa con los murales de Daniel Manrique de fondo. Juntanza de bordado, testimonios y emotivas palabras, fueron coronados con un delicioso pozole elaborado por la Escuelita para todxs lxs asistentes, incluido el valioso acompañamiento de la Fundación Rosa Luxemburgo. Durante la tarde, se proyectaron tres documentales chilenos sobre arpilleras y bordadoras, reconociendo así parte de la genealogía histórica de esta labor. También se proyectó el documental 3 de Octubre, que da cuenta del proyecto de bordado realizado a los 50 años de la masacre de Tlatelolco: Otra voz canta, impulsado por Gabriela Arroyo, y consistente en bordar la gráfica del 68, realizada entonces y hoy testimonio del movimiento estudiantil y social de entonces que llega hasta Ayotzinapa, como lo prueba el testimonio de Cristina Bautista, madre de Benjamín de los 43, que bordó un par de estas telas.

Concluimos esta jornada con lágrimas, risas, abrazos, gritos de consignas y bailando cumbias tocadas por un generoso grupo musical que se sumó al festejo de la solidaridad, la resiliencia, la unión sin fronteras, la lucha que no se abandona y que, al revés, abre caminos llenos de creatividad e imaginación pero también de denuncia y reclamo inclaudicables por verdad y justicia.

Colectivo Híjar

Colectivo cultural y político dedicado a la elaboración de mantas y gestión de acciones por la memoria en México. Participa en actividades y publicaciones sobre la crítica y la memoria históricas y la praxis estética necesaria.

Dejar una Respuesta

Otras columnas