El genocidio del gobierno israelí por bombas y hambre, con la complicidad de los mayores poderes internacionales políticos, económicos y mediáticos, sigue y sigue…preparando la entrada por tierra hacia Rafah para ocupar ilegal y físicamente todo el territorio de Gaza. Un pueblo semita exterminando a otro. El nivel de inhumanidad supera cada día toda frontera imaginable: hace pocos días unos misiles israelíes destruyeron dos transportes con alimentos de siete voluntarios internacionales de la organización humanitaria World Central Kitchen, que fueron incinerados vivos.

Gaza tiene 365 km2 de extensión, donde viven 2,4 millones de palestinos: o sea, casi cada bomba o disparo da en el blanco por el exceso de densidad demográfica, mucho más aún con los experimentos terribles de la inteligencia artificial aplicada al exterminio selectivo y masivo. Todo esto, en medio de la hipocresía total israelí -con apoyo internacional, sobre todo de Estados Unidos- que justifica estas acciones en nombre de la “autodefensa”: ¿asesinar a 35 mil palestinos (70% mujeres y niños) y desplazar a 2 millones, para vengar la muerte de 1200 ciudadanos israelíes, en una proporción de aterrorizamiento israelí de 100 a 1 (https://www.elcohetealaluna.com/100-a-1-la-proporcion-del-terror-israeli/). 

Por otra parte, la comunidad internacional, desde la ONU e Iglesias por ejemplo, esgrimiendo declaraciones sin fuerza política ni con poder de acción inmediata para el cese de las bombas y la entrada de ayuda humanitaria. A su vez, ni por asomo han existido sanciones internacionales económicas y militares inmediatas contra Israel, como hubo y hay hasta hoy contra Rusia por su invasión a Ucrania. Por su parte, el pueblo palestino está demostrando -como lo ha hecho desde 1948, cuando fueron asesinados 15 mil palestinos y desplazados 1 millón- una capacidad de resistencia, resiliencia, organización, sufrimiento y valentía excepcionales. En el resto del mundo, se intentan todo tipo de acciones solidarias importantes pero insuficientes para el nivel de impunidad y barbarie que el genocida está aplicando; la no-cooperación y la desobediencia civil no han predominado en las acciones de resistencia mundiales.

Asimismo, algo de esperanza -como hemos afirmado en artículos anteriores- se ha abierto con las cada vez más masivas acciones de cientos de miles de israelíes dentro de su país, contra Netanyahu y su gobierno, pidiendo su renuencia y elecciones. Ojalá estas acciones escalen a la desobediencia civil, pues la resistencia dentro de su propio pueblo, es un talón de Aquiles moral y político clave para derrocar a ese genocida y quienes le apoyan. Como hemos ido reflexionando, “el genocidio es la acción de muchas y muchos sobre pocos”, y por tanto para este exterminio palestino en Gaza es necesario el consenso silencioso, tácito o de acciones directas de una mayoría de la población israelí, como ha sostenido Netanyahu: “Tengo el apoyo de una amplia mayoría de los israelíes”.

Frente a esta impunidad e impotencia, observada en vivo y en directo todo el día, la pregunta para la construcción de paz, desde la esperanza y la resistencia noviolenta, es qué más acciones se pueden hacer. Sin perder de vista el “principio de realidad” de toda lucha o solidaridad social. Por ello decidimos construir colectivamente -con base en experiencias anteriores contra la guerra al zapatismo, la represión en Atenco y las violencias de género en la UNAM- un proyecto universitario solidario con el pueblo palestino, a partir de una Exposición Gráfica bilingüe (español e inglés), que permita mundialmente a la más gente posible tener una mayor información y conocimiento sobre este genocidio para aumentar a su vez su solidaridad, su fuerza moral y presionar a los gobiernos de esas personas para que retiren el apoyo -tácito o no- a Israel. Se trata, a primera vista, de una acción cultural, académica, mediática y solidaria, pero es también una acción directa de resistencia civil por la construcción epistémica de esa información en clave de aumentar la lucha social mundial en favor de Palestina. Y también porque se pretende llevar la exposición, además de colocarla en cuanto espacio público sea posible, frente a las embajadas de Israel en el mundo y otros lugares con relaciones de todo tipo con los poderes e intereses israelíes (boycots mundiales por el apoyo a Israel), como forma de confrontar y desnudar masivamente la verdad del genocidio.

Pero esta acción directa y cultural, tiene un componente original que ayudará a construir mejores rupturas intelectuales, epistémicas y morales en quienes la vean: fue construida en un par de meses en equipos -a distancia- de estudiantes y profesores de la universidad palestina de Cisjordania Al-Quds University (Bard College for Arts and Sciences, Área de Compromiso Comunitario) y de la facultad de Filosofía y Letras de la Unam (materias de Cultura de Paz y Noviolencia; Género y Violencia Comunitaria; Papiit de la Alteridad frente a Violencia). Fue un proceso muy complejo, desafiante y enriquecedor -desde todo punto de vista- para construir entre unas 50 personas de culturas muy diferentes, un instrumento de lucha social y cultural que fuera útil para la solidaridad internacional con el pueblo palestino. Se crearon equipos mixtos de nacionalidades, dividiéndose los 21 paneles finales según los temas de afinidad, y claramente respetando ante todo la voz de estos estudiantes y profesores universitarios palestinos, y sus puntos de vista como víctimas de un genocidio, aunque sin dejar de lado la reflexión, el conocimiento objetivo y la perspectiva histórica de esta guerra. Se creó así un espacio de reflexión colectiva, centrado no sólo en la información sino en la construcción de conocimiento, que ojalá sea útil para la justicia, solidaridad y paz en los lugares del mundo en que se exhiba la exposición.  

Desde la primera reunión plenaria colectiva e intercultural por zoom, resaltó -en voz de los estudiantes palestinos- la importancia para ellos de saber y sentir que “no estaban solas y solos”, y que desde una geografía latinoamericana tan lejana, jóvenes como ellos acompañaban y buscaban ayudarles, aprendiendo a luchar y construir más solidaridad y presión internacional. Asimismo, otra constatación para estos mismos jóvenes fue que se construyó un objeto material de lucha social, y hacer esto e investigar con tanto compromiso como hicieron, les dio mucha fuerza y sentido en su momento actual de tanto sufrimiento e impotencia; luchar es fuente de esperanza y felicidad, aún en medio de tanto dolor.

La Exposición consta de 21 paneles (1.20 x 0.60 m.), que buscan construir una reflexión gradual desde ¿Qué es un genocidio: la acción más inhumana de la especie? ¿Qué genocidios ha habido en el mundo en los siglos XX-XXI?. Para luego profundizar en el actual genocidio en Gaza desde distintos ángulos históricos y presentes, empezando por preguntarnos si se trata de una estrategia y acción de “¿Defensa propia o Crímenes de Guerra?”. Un tema importante para quien trabaja en epistemología de paz y resistencia noviolenta, es el hecho de trabajar a partir de preguntas-problemas, no de acusaciones o de pre-juicios, que estigmatizan y alejan de la comprensión del hecho social.

Posteriormente, existen una serie de paneles con reflexiones políticas e intelectuales y testimonios directos de víctimas y datos del actual genocidio y ecocidio en Gaza; de la filosofía y práctica del sionismo (política ultranacionalista y ortodoxa violenta y colonialista) y su totalmente falsa acusación de que ser antisionista es ser antisemita; de la política militarista y de apartheid de los asentamientos y colonización israelí en territorios palestinos; de la explotación económica israelí y los intereses mundiales sobre las tierras y recursos naturales en Gaza; del derecho palestino al retorno a sus tierras y a tener una nación; de los  procesos y cronologías de los movimientos de liberación y resistencia palestinos; del proceso que llevó a la acción de Hamas del 7 de octubre del 2023 y lo que se ha derivado de ella. Finalmente, se construyeron unos paneles titulados la “Esperanza”, con acciones naciones mundiales de personas, grupos, masas, instituciones y países, contra el genocidio y en apoyo al pueblo palestino; con sugerencias de posibles acciones en cada país; con una reflexión colectiva final de las y los estudiantes palestino-mexicanos acerca de esta experiencia de conocimiento y lucha colectiva (“Ver el contenido en el que hemos estado trabajando convertido en estos carteles con gráficas, imágenes, ha sido bueno, asombroso. Creo que ha sido bueno este trabajo, tener equipos y discutir nuestras ideas. Política, social e históricamente, compartir todas estas diferentes partes de conocimiento entre ustedes y nosotras. Ha sido una experiencia especial para mí, algo único”, Rana).

El objetivo de esta Exposición es que personas, grupos e instituciones la bajen de los QR (español e inglés), circulen en sus redes sociales, o la impriman en el material y tamaño que puedan (papel, lona…), y la expongan en escuelas, universidades, parques, iglesias, calles, centros sociales y culturales…generando allí también espacios y eventos de debate y reflexión; que la gente que “pasaba por ahí” se informe mejor sobre las causas de este genocidio que no es sólo hacia Palestina, sino que atropella brutalmente a la humanidad en su esencia humanista, en su legalidad internacional y respeto humano hacia los Otros (https://desinformemonos.org/los-archivos-del-terror-y-martin-almada/), construidos con tanto dolor y lucha por milenios. En este espacio de Desinformémonos compartiremos pronto un flyer con los QR, para su impresión y difusión. Para más información y contacto, con el objetivo también de ir creando redes solidarias con el pueblo palestino, están estos correos electrónicos: serpajc@laneta.apc.org; stopgenocideingaza@outlook.com