El insostenible equilibrio de la lucha de clases por la verdad y la memoria, ha dado lugar a renuncias, exculpaciones, declaraciones desde el poder, desde abajo y a la izquierda y de individuos involucrados en la imposible legalidad del Estado. La proclama Fue el Estado vuelve a sonar por todo el mundo solidario con los familiares y las víctimas de Ayotzinapa.

El presidente de la república, incansable defensor de la Cuarta Transformación como fin de la corrupción y la impunidad, declara entre gracejadas que recibe presiones diversas y múltiples. Es evidente su atención a grupos y comisiones de poderosos empresarios y su desatención a profesores movilizados por el maltrato económico y las deficiencias de la educación pública, a familiares y víctimas de desapariciones forzadas, feminicidios, ataques de bandas criminales y disputas territoriales paralelas a usos y abusos del suelo con licencias amañadas y falsas o simplemente como ocupación invasiva de comunidades y pueblos. El poder se manifiesta con la impunidad absoluta de German Larrea y sus explotaciones mineras extremas, en los miles de millones de pesos defraudados al fisco con cientos de consorcios entre los que sobresale el grupo Salinas Pliego también intocable. A nivel municipal, los asesinatos y suicidios resultan de gobiernos fraudulentos y de protección a grupos criminales.

Las evidencias criminales incluyendo complicidades y encubrimientos de funcionarios de todos los niveles de gobierno, tienden a concentrarse en mandos militares y policíacos, gobernadores y secretarías de gobierno manipuladoras y por los seleccionados para coordinar trabajos sucios de manera impune. El Fiscal General Gertz Manero, ausente de la vida pública, exculpa criminales y corrompe jueces y comisionados hasta lograr soluciones tan escandalosas como la exculpación de 23 indiciados de los 83 consignados por la Comisión de Investigación del caso de Ayotzinapa hasta forzar la renuncia de Omar Gómez Trejo, descalificado por el fiscal Gertz Manero. Por los mismos días la renuncia de Aleida García Aguirre a la Comisión de la Verdad y Justicia de la Guerra Sucia, evidencia el malestar por las reuniones y actos simbólicos con presencias militares de alta graduación y de gobernantes de alto nivel, a cambio de reducir a investigaciones y procesos sin fin la verdad irreductible aunque probada por casos particulares que exigen historificación.

Concreta las características de gobiernos semejantes en sus culpas por crímenes masivos como los de Tlatelolco, los Halcones, Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez, Acteal, Aguas Blancas, Tlatlaya, El Charco, El Bosque, las ejecuciones de periodistas y defensores de la tierra, el agua, los bosques, el patrimonio comunitario con el repudio a los grandes monocultivos y a los proyectos turísticos y de industrias tan destructivas como la minería, la fabricación de cervezas y refrescos dañinos, los campos de golf y los ataques a restos arqueológicos con megaproyectos de largo plazo.

La injusticia de Estado desprecia los reclamos y denuncias por la reducción a mercancías de enormes territorios en el Istmo de Tehuantepec donde se construye un canal seco de comunicación entre los océanos Pacífico y Atlántico con la construcción de enormes centros comerciales turísticos, mientras el Tren Maya desprecia los daños a las ruinas arqueológicas subterráneas con restos de edificios, cerámicas, esculturas de piedra, entierros ceremoniales de los que se toma nota sin proyecto alguno de conservación y restauración.

Las Fuerzas Armadas han sido transformadas en enormes consorcios que administran puertos, aduanas, aeropuertos y centros ceremoniales. Las Islas Marías a cargo de la Marina, darán lugar a lujosos viajes marítimos desde Mazatlán con hospedajes y servicios muy costosos en todos sentidos.

El Subsecretario de Seguridad Pública Ricardo Mejía Berdeja denunció con nombres y cargos en la conferencia mañanera del 2 de septiembre, a corruptos como el juez Carlos Gallegos Arellano que “desacreditó testimonios de testigos y no vinculó a proceso penal a Edwin Omar alias “Minimix”, organizador y ejecutor del asesinato de Sergio Ortega Escobar jefe de grupo de la Policía Investigadora de Colima. Semejante caso es el de Sergio Rodarte Oliva de Zacatecas al ordenar la inmediata libertad de Rafael “El Fantasma” del Cartel Jalisco Nueva Generación. Del mismo orden son las absoluciones procesadas por Marco Antonio Ordorica Ortega en Chilpancingo donde la jueza Viviana Judith Juárez Vázquez ordenó la liberación de tres criminales detenidos. Especializado en competencia económica, el juez Juan Pablo Gómez Fierro organizó la liberación de los “montadeudas”. El juez Daniel Ramírez Peña de Colima dejó libre a Juan Bernabé “La Vaca”, criminal en jefe en Tlaxcala. Igual ocurrió con otras liberaciones injustas.

La comparecencia pública del Grupo Internacional de Expertos Independientes abundó en el señalamiento del Fiscal Gertz Manero como protector de criminales pese a las pruebas organizadas y documentadas. La exculpación del exprocurador Murillo Karam, constructor de la llamada con trágica sorna actual “verdad histórica”, acompaña la exculpación del General Rodríguez de la XXVII Zona Militar de Iguala, sus operadores militares y los jefes policiacos. El Juez de Distrito Samuel Ventura Ramos, quien ha liberado a 120 acusados resulta la figura emblemática con Murillo Karam y el general y los militares y los policías de Iguala, de la impunidad que daña la memoria, impide la verdad y cancela la justicia.

La presión empresarial concreta la reunión de poderosos empresarios para dar a conocer la “nueva política industrial” con base en el “capital humano” adiestrado en las más avanzadas técnicas de innovación digital y las intervenciones científicas para la agricultura y el desarrollo robótico de las partes que un país ya no solo maquilador como México, puede desarrollar ya integrado a los grandes proyectos empresariales tanto en Oriente como con la Unión Europea.

En el Foro Económico Mundial de Davos, el experto israelí Yuval Noah Harari declaró según reporte de Alfredo Jalife-Rahme: “Avanzaremos rápidamente al inicio del siglo XXI cuando no necesitemos a la mayor parte de la población, ya que el futuro versa en desarrollar cada vez más la tecnología sofisticada como la inteligencia artificial, la bioingeniería (aunque) la mayor parte de la gente no contribuye en nada a ello excepto quizá por sus datos… estas tecnologías lo harán cada vez más redundante (lo que hagan), y harán posible sustituir a la gente”. De aquí la nueva moda del metaverso para resolver los problemas importantes de la vida como dimensión planetaria del capitalismo.

La muerte ocupa un lugar principal entre estos horrores. De aquí la importancia del texto del gran maestro del psicoanálisis Néstor Braunstein al comunicar desde Barcelona su decisión de morir ahí donde es legal el suicidio asistido. Igual procedió Jean Luc Godard, el revolucionario cineasta que siempre apoyó las luchas justas. Procedió igual con una comunicación combativa el militante revolucionario de Guadalajara Héctor Guillermo Robles Garnica, discapacitado por una espantosa enfermedad familiar que llevo a su hermana, también militante revolucionaria, al suicidio para librarse de los terribles dolores que la aquejaban. Su hermano fue chofer en los asaltos bancarios lo cual le costó captura, tortura, cárcel y canje que lo llevó a Cuba y luego de negociaciones con México, a Europa. Sus memorias editadas por la ejemplar editorial La Casa del Mago narran la historia urgida de integrarse a la historia de México.

La misma urgencia anima el proyecto editorial de Paco Ignacio Taibo II en el Fondo de Cultura Económica. El animador de la novela político-policiaca, el gran investigador y difusor de figuras revolucionarias poco estudiadas, ha declarado su militancia socialista como motor de su proyecto editorial pese a la reprobación de quienes perdieron las elecciones presidenciales y atacan y conspiran a la Cuarta Transformación sin más armas que las diatribas y las mentiras construidas por los aparatos de comunicación al servicio de la acumulación capitalista.

La poesía tan despreciada e ignorada por los mercachifles de la cultura, explica la reedición con la portada original enmarcada del libro Los hombres del alba del comunista, poeta y periodista Efraín Huerta que se autorretrata, antes de empezar el texto dedicado a su hija Andrea, con estrella y la hoz y el martillo. La edición más reciente son las memorias del comandante guatemalteco César Montes, Más allá de las rejas, para narrar su sorpresivo secuestro en Veracruz, su deportación a Guatemala pese a su estancia legal en México, para ser inculpado de la muerte de militares durante su tiempo guerrillero aprendido en Cuba y con el Vietcong como combatiente. Arturo Ripstein es el autor de un cortometraje que resulta contrainsurgente por entrevistar a Montes en su despacho de delegado de la reforma agraria en México. Su primera novela, La guerrilla fue mi camino, dice la tapa del libro de 358 páginas del FCE, es el “epitafio para César Montes”, nombre de guerra de Julio César Macías López nacido en Guatemala en 1942 y como tal prisionero que concluye con nuestra frase habitual: “y la lucha sigue”.

La cárcel destruye aún en las condiciones de convivencia de los habitantes de la misma crujía como participantes en el Movimiento de 1968. Caso extremo, es el de Luis González de Alba psicólogo de la Facultad de Filosofía y miembro del Consejo Nacional de Huelga, quien renegó de todo lo hecho y dicho en sus artículos en la prensa mercantil y en su vida personal desordenada. Deja un excelente libro de narraciones breves Los días y los años y otros excelentes textos. Decidió suicidarse el 2 de octubre de 2016.

Plaza de la Memoria es ahora la denominación de la antigua Plaza de Tlaxcoaque donde la Calzada de Tlalpan se convierte en avenida 20 de noviembre para llegar al Zócalo. En su húmedo sótano, debajo de la Dirección de Policía, todavía están las celdas con muros de gruesos alambres y con una permanente inundación que Carlos Sevilla recuerda como su preocupación principal porque justo el día que entraron los militares y policías especiales a Ciudad Universitaria, cuando él ya no pudo leer en el Consejo Nacional de Huelga el Proyecto de Programa Nacional, trató de evitar sin éxito que sus flamantes zapatos de gamuza que acababa de comprar, no se mojaran. En la primera inauguración de este segundo Sitio de la Memoria Histórica, se recordó la oficina del falso general Durazo y se colocaron mamparas con datos y fotos de quienes pasaron por el lugar.

La invitación para reunir funcionarios del gobierno con ex presos políticos y guerrilleras en retiro, forma parte de la reconciliación imposible ante la exculpación de criminales de Estado, los ataques paramilitares sobre todo en los caracoles zapatistas, las investigaciones y las comisiones detenidas en los límites asegurados por las fuerzas armadas y el sistema judicial corrupto. La lucha sigue.