Imagin-acción

Sandra Petrovich

¿Estar o SER? Cuando la cultura de masa eclipsa a la multitud

dig

Ruido

discurso

disonancias

embriaguez

Estar

bajo los focos del escenario

convertidos en estrellas digitales

Estar – Ser obedientes

La luz focaliza selecciona

también oscurece por omisión

la sed de Estar pero no SER

Hace apenas algunos días tuvo lugar un mega espectáculo, organizado por la Intendencia de Montevideo. Se desataron polémicas por los costos, que fueron cuantiosos, pseudas y fanatizadas discusiones sobre lo que es cultura, sobre el derecho a disfrutar de un espectáculo excepcional. Lo cierto es que se logró la asistencia de unas 50 000 personas. Las artistas eran todas mujeres o casi todas, se hizo énfasis en el hecho de que en el marco del mes de la mujer, había que darles el lugar que se merecen…. «Acá estamos » fue el eslogan del evento. En fin… aparecieron también las referencias a algunos lideres políticos del continente, la insistencia en la importancia de la defensa de la democracia.

Hoy ya estamos lejos del mega espectáculo pero vendrán otros, la polémica se extravía entre otros acontecimientos. Mientras, las calles en París arden, el pueblo desata toda su furia contra la reforma jubilatoria. En Uruguay vivimos entre un verano prolongado y un eterno carnaval.

«El espectáculo, que es la eliminación de los límites entre el yo y el mundo mediante el aplastamiento del yo asediado por la presencia-ausencia del mundo, es igualmente la eliminación de los límites entre lo verdadero y lo falso mediante el reflujo de toda verdad vivida bajo la presencia real de la falsedad que asegura la organización de la apariencia.» Guy Debord

«Acá estamos» perdidas en las inmensidades de lo que nos invade y deja huella en las mentes y en los cuerpos, es viral podríamos decir.

Casi olvidamos que con las lluvias de estos días reverdecieron los campos, volvieron los tiempos de repliegue. Ah sí…la Reforma jubilatoria apenas tiene en su contra un paro parcial de los sindicatos y un estrado desde el cual se pronuncian discursos y se leen proclamas. El capitalismo haciendo de las suyas, enriquecimiento por despojo de los trabajadores. Entre las grietas del drama ahora se cuelan los mega espectáculos, creo tenemos derecho a la duda.

¿No será que nos quieren distraer?

Pero si de agua hablamos también asistimos a la marcha en defensa del agua el 22 de marzo.

La situación es bastante compleja, preocupante; el estado de las aguas en el país de los pájaros pintados se ha venido deteriorando desde hace años. El actual gobierno impulsa un proyecto para captar del Río de la Plata el agua a potabilizar con la que abastecer a la población metropolitana. Esas aguas ya tienen alta ocurrencia de floraciones de cianobacterias tóxicas. A esto se suman las plantas de celulosa que consumen agua y contaminan sin pagar un solo impuesto; igualmente contaminan los agrotóxicos en los cultivos de arroz sin hablar de la cantidad de agua que se emplea en el cultivo de soja.

La marcha por el agua del 22 de marzo tuvo un cierre artístico, claro nada que ver con el mega show organizado por la intendencia de Montevideo, pero un final de movilización festivo.

Es aquí en donde se trastocan las visiones y se hacen visibles las contradicciones. No se percibe la rabia, el enojo por todo lo que sucede. Y justamente es en medio de tantas violaciones a los derechos elementales: vida, salud, educación, seguridad social, DDHH, que de pronto se encienden las luces de los escenarios. Así los cuerpos se encuentran desplazados, desviados de los lugares en donde el poder perdería el control de los mismos. Estamos anotando, percibiendo, como toda la vida en sociedad se ve transformada en un espectáculo permanente.

Uruguay entra así en la era de los mega espectáculos. Esto nos devela un aspecto de nuestra sociedad un poco paradojal; en el peor momento de los últimos años, parece que la imagen que se tiene que dar es de felicidad, de alegría, de ponerle buena cara al momento. Mientras tanto caminamos en el borde del caos sistémico en donde el único desborde que se permite es el de los empresarios.

«Dado el biopoder en marcha y la militarización del mundo, así como la planetarización de la democracia de mercado y el imperio del espectáculo como forma de presentación de la realidad social, la actual hegemonía planetaria invade todo intersticio de existencia, particularmente su anclaje material y su presentación en la vida. » (Víctor Manuel Alvarado García)

El verano se prolonga en un otoño que apenas se insinúa. Nuestra memoria nos trae las manifestaciones de los 60-70, en aquellos años no se veía gente en bicicleta ni tomando mate en las marchas, se gritaban consignas de viva voz. Había rebeldía, rabia y un potente deseo de cambiarlo todo.

Desde el escenario del mega concierto «Acá estamos» escuchamos decir por parte de una de las artistas que para combatir al fascismo se necesita alegría, nosotras decimos que para combatir los embates del sistema se necesita expresar de forma potente la rabia, una digna rabia de la cual hablan los zapatistas. Claro que no queremos perder la alegría ni las fiestas populares, pero ellas nada tienen que ver con lo que viene de forma vertical, ya programado y con fuerte mediatización.

La lluvia al fin llegó

el parque vacío

Pensé en el sin sentido de tantas cosas

me refugié en los laberintos de los senderos

escuché el agua correr

el trinar de pájaros celebrando

mi cuerpo plenamente presente.

Gota

aroma

canto

breve fuga de un mundo desvanecido

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