Disonancias

Griselda Sánchez

Espera, avanza, esperanza

Capaz que no sea el momento de hablar sobre la esperanza y el futuro, aveces me siento hasta torpe por mencionarlo, y tal vez por eso, capaz que sí sea el momento necesario para hablar de ello. Sobre el futuro… Nos han hecho creer que no tenemos futuro, de esta forma nuestro panorama se cierra y da cabida a la desesperanza. Y es que en verdad el horizonte parece muy turbio: asesinatos de compañeros, encarcelamiento, represión, leyes para justificarla, reformas estructurales, desempleo, desplazamientos forzados, desapariciones de estudiantes y un largo etcétera. Si nos descuidamos el miedo se apodera de nosotros, y el miedo y la desesperanza producen inmovilidad.

Existe desde hace años un Manualito ambiental para radios comunitarias, editado por la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y AMARC. Es un manual de diseño muy lindo y lleno de sorpresas que trata de romper el molde rígido de una cierta producción radiofónica. Nos dice que la cuestión ambiental es cosa seria, pero seria, no solemne, seria, no difícil, seria, no aburrida, seria, no fatalista. Cuando leí esta frase, recordé una cápsula realizada para promocionar la Cumbre Continental de Pueblos Indígenas (Colombia, noviembre de 2013), que decía, palabras más, palabras menos: “Los pueblos indígenas son millones y viven en pobreza extrema, no cuentan con educación, han sido desplazados, están desnutridos”, etcétera. Y si bien es cierto que la realidad de muchos pueblos es muy dura, lo único que me provocó este mensaje fue que mi corazón se apachurrara como una pasa, por la desesperanza de nuestra condición. De ahí que coincida completamente con lo que dice el Manualito ambiental:

Para nuestros países tan empobrecidos, para nuestras comunidades tan pobres, la crisis social y ambiental es el pan de cada día. No se trata de negarlo. Pero tampoco de hacerlo aún más amargo de lo que ya es. Ni más duro, ni más pesado. Que para desanimar, está el sistema. Que pal «no hay salida» están ellos. Que el pesimismo no ayuda. Frente a la crisis, esperanza. Contra las penas, gracia. Sobre la muerte vida. A toda hora, magia. Y ternura, amor, humor, pasión, poesía. Y afectos, sueños, emoción y chispa (AMARC, ALER, 2005:31).

Pero pareciera que en los hechos hacemos lo contrario. En una tarde soleada de abril de 2014 nos reunimos en la comunidad de Guelatao en la Sierra Norte de Oaxaca más de 30 radios comunitarias del estado para celebrar la tercera Guelaguetza Radial; acudimos radios de todas las regiones, de todos los colores y sabores. Entre todas destacaban algunos compañeros que se definen como radios militantes. Esta premisa desató un interesante debate en torno a si definirse como militante tenía que ver con lo comprometido de la lucha y con poner la canción chilena Venceremos del grupo Inti Ilimani todo el día y llamar a la lucha de clases. Los compañeros sentían que esta forma de transmitir era normal, y con todo respeto varios opinamos que habría que cambiar los discursos. Y siguiendo la idea del Manualito ambiental, nos adherimos a sus preguntas:

¿Somos los que tienen las respuestas o quienes hacen las preguntas para lograr el cuestionamiento y confrontar la realidad, somos tan serios como la lucha lo admite? Ahora bien, una cosa es la coherencia militante y otra la uniformidad militarizada. Sí, sí, exagero bastante. Pero más vale curarse en salud… (AMARC, ALER, 2005:75).

Y recuerdo tambien que hace un par de años miré una playera serigrafiada que decía: Mi pueblo reirá cuando sea libre….. ¡Me fui de espaldas! No creo que tengamos que reservar la risa y el humor para el momento del derrumbe del sistema capitalista. Muy al contrario, junto con otras amigas pensamos que lo único que no nos pueden quitar es el soñar y el reír. Recuerdo cuando la Policía Federal Preventiva (PFP) entró a San Salvador Atenco en mayo de 2006 para desarticular el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) —el movimiento campesino más importante de los últimos años en México que logró la cancelación del proyecto aeroportuario. Después de esos días del mayo rojo, el miedo reinaba y eran muy pocos los del Frente que salían a las calles. Entonces se decidió realizar un festival político cultural con música, talleres para niños, obras de teatro y hasta un carnaval. ¿En qué estábamos pensando? ¿Que podíamos reír mientras decenas de compañeros estaban presos, mujeres torturadas sexualmente, dos jóvenes muertos? ¿Cómo se nos ocurría realizar un carnaval en esas condiciones? Lo que queríamos era exorcizar el miedo, sabernos juntos en la plaza misma donde se llevaron a los compas presos; queríamos limpiarla con colores y risas de niños, romper el miedo era el objetivo.

Los últimos acontecimientos en Oaxaca nuevamente nos hacen reflexionar en el papel del arte y la cultura en estos contextos: Las barricadas no solo han servido como control territorial, sino tambien como espacios de diálogo entre los vecinos, convirtiendose en barricadas culturales como la realizada en la ciudad de Juchitan con proyecciones de documentales, bailables, y hasta celebraciones liturgicas. Mención aparte merece Nochixtlán; despues de la masacre el 19 de junio, a un mes, en la plaza central se dieron cita artistas, musicos, danzantes, pintores y poetas para demandar un alto a la violencia por parte del Estado. Ni que decir de la Octaba de la Guelaguetza Popular realizada el primero de Agosto en el deportivo de esa localidad donde participaron delegaciones de las 8 regiones de Oaxaca, y más tarde, cerrar en el quiosko con un concierto de regee y rap con la participación de Mare Advertencia Lirika y el Mexikan Sound System, entre otros. Ya lo habia mencionado el EZLN en un comunicado fechado el 17 de julio de 2016: Si la máquina impone esta lógica perversa en que cada dolor no indigna sino impermeabiliza, tal vez pueden ser las Artes quienes le recuerden a la humanidad que la persona no sólo destruye y mata, impone y avasalla, desprecia y olvida; también es capaz de crear, liberar y hacer memoria.

Y siguendo esta idea recordamos que Erich Fromm, en su libro La revolución de la esperanza, considera que la esperanza es un elemento decisivo para cualquier intento de efectuar cambios sociales que lleven a una vivacidad, conciencia y razón mayores (Fromm, 1968:18). Por ello, cada día para nosotras es un ejercicio de esperanza crítica, y con esta afirmación queremos advertirles de no caer en un falso optimismo como el que menciona Freire:

…un humanismo que rechazando tanto la desesperación como el optimismo ingenuo, es esperanzadamente crítico y su esperanza crítica se basa en una creencia también crítica: los hombres pueden hacer y rehacer las cosas, pueden transformar al mundo. Creencia donde, haciendo y rehaciendo las cosas y transformando al mundo, los hombres pueden superar la situación en la que están siendo un casi no ser y pasan a ser un estar siendo en búsqueda de un ser más (Freire, 1987:84).

Capaz que no sea el momento de hablar sobre la esperanza y el futuro… capaz que sí.

Griselda Sánchez

Productora radiofónica mixteca, desde hace años realiza talleres para radios comunitarias. Estudió Ciencias de la Comunicación y la Maestría en Desarrollo Rural, ha obtenido diferentes premios en la Bienal Internacional de Radio. De la locura la han salvado la grabación de paisajes sonoros.

2 Respuestas a “El otro paisaje sonoro de Oaxaca (Nochixtlán no se olvida)”

  1. Rocío Carrillo

    Hola. Estoy haciendo una investigación sobre este tema para teatro. ¿Podrías orientarme sobre dónde conseguir el libro de Rita Segato? Gracias (muy buen artículo)

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