Imagin-acción

Sandra Petrovich

Conversando con Raúl Montenegro, biólogo, activista y ambientalista

El viajar con una itinerancia que deja espacios para los encuentros, la sorpresa, el conocimiento, resulta siempre altamente estimulante, contribuye a ampliar nuestra presencia y mirada al mundo que habitamos, en este caso, pudimos sentir las consecuencias de los incendios en la provincia argentina de Córdoba. En momentos donde nos trasladábamos para visitar a una tejedora tradicional, vimos como de pronto desapareció el sol y el cielo se cubrió de un denso humo que junto al polvo que se levantó por consecuencia de vientos provenientes del sur, nos sumió en un ambiente con características de apocalipsis. Tragamos ceniza y tierra, por suerte en algunas horas se pudo controlar la situación. Al día siguiente en ciudad de Córdoba teníamos pautado un encuentro con el biólogo y ambientalista Raúl Montenegro y fue con la siguiente pregunta que abrimos nuestros intercambios. ¿Qué pasa con los incendios en Córdoba, son intencionales, porqué se producen, que consecuencias tienen ?

Raúl Montenegro nos dice que en el caso de Córdoba, esta provincia tenía un ambiente nativo muy importante antes de la colonización, con tres tipos de bosques: el bosque chaqueño, uno más empobrecido, el Espinal y el pampeano. Los mismos cubrían prácticamente toda la provincia y siempre hubieron incendios históricamente pero nunca con la magnitud de los que se producen en la actualidad. En esos sistemas en donde predominaban ambientes nativos y alta biodiversidad cambian a partir de la colonia con el uso diferente de los suelos. Con el cambio del uso de los suelos y las relaciones entre las personas y el ambiente, da comienzo a un período extractivista y simplificador. Se produce un despojo hacia afuera y hacia adentro por acumulación de una clase pudiente. La biodiversidad en Córdoba se ve empobrecida primero por el desmonte y luego por los incendios, que en la provincia el 90% son provocados como herramienta que permite luego utilizar los suelos ya sea para la agricultura con utilización de agrotóxicos, la ganadería o a la urbanización. El fuego, nos dice Raúl Montenegro, es una herramienta de conquista. Estos son elementos a tener en cuenta dado que hoy en Córdoba solo queda un 3°/° de bosque nativo cerrado.

Las herramientas del despojo son: el desmonte, el fuego y el uso de plaguicidas, que destruyen la biodiversidad. Los distintos gobiernos han privilegiado un modelo productivo llamado de cadena corta, como la soja transgénica y maíz transgénico. En definitiva se produce un cóctel en donde se combinan todo los factores antes mencionados a lo cual se suma el cambio climático lo que está provocando sequías muy prolongadas. Córdoba es la provincia que mayor superficie quemada tiene de todo el país. Entre 2020 y 2021 se incendiaron alrededor de 400.000 a 500.000 hectáreas. Raúl Montenegro y el abogado Juan Smith, buscan reactivar denuncia penal contra el gobernador Juan Schiaretti por los graves incendios del 2020. Schiaretti fue denunciado por no haber declarado la emergencia roja, que habilita el pedido de auxilio a otras jurisdicciones, y que hubiese permitido controlar antes el fuego.

Nuestra segunda pregunta a Raúl Montenegro fue la siguiente: ¿Qué pasa con el planeta, el cambio climático, qué hacer?

Raúl Montenegro es claro y contundente, en casi todas parte del mundo más del 80% de la población vive en las ciudades y al no tener contacto directo con el medio natural no se tiene cabal conciencia de la gravedad de lo que se vive. Nos dice: el mundo rural y el de las ciudades son dos mundos distintos. Sin embargo las ciudades sin el mundo rural no pueden sobrevivir. El planeta puede llegar a sobrevivir y nosotros todos podríamos adaptarnos con mucho sufrimiento al cambio climático, pero en cambio si perdemos la biodiversidad no tendremos agua y sin ello vamos camino a convertirnos en fósiles. El gran problema es que no hay voluntad política para tomar medidas en la preservación de la biodiversidad. En cuanto a que podemos hacer, dos cosas: una movilizarnos en las calles pacíficamente, denunciar ante todas las instancias pero también cambiar el modo de vivir, por ejemplo haciendo un uso consciente del agua entre otras cosas. Queda claro que no se puede seguir en modelos de crecimiento, desarrollo; todo lo contrario, se deberia aplanar la curva, decrecer sería una medida para lograr retrasar las peores consecuencias de un modelo de vida devastador.

Con estas conclusiones nos despedimos de Raúl Montenegro, agradecemos su atención por habernos recibido y compartido estos momentos de un viaje que nos dejó muchas enseñanzas, emociones y sensaciones.

Atrás quedaron el Cerro Colorado y la ciudad de Córdoba, el monte de duraznillos, el árbol que aplaca el calor: «el Mato» y las cuevas con sus pictografías, que nos cuentan de otros tiempos lejanos en donde seres habitaron cerros y quebradas en perfecta armonía con el medio del cual formaban parte.

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