Mujeres Transnacionales

Gretchen Kuhher

Preparándonos para lo desconocido…

En las últimas semanas ha sido una constante hablar del panorama político de Estados Unidos, primero por los resultados de las elecciones, y posteriormente con las designaciones de cargos decisivos del nuevo gobierno. Algunos más han hablado del escenario incierto para la población migrante, lo cierto es que a menos de un mes de que Donald Trump asuma la presidencia de ese país es necesario preguntarnos ¿qué deberíamos estar haciendo para apoyar a ésta población? La respuesta es múltiple, pues aunque Trump ha realizado anuncios contundentes sobre su postura migratoria, desde las elecciones ha cambiado varias veces su discurso.

Ante tanta incertidumbre, la única certeza es la preparación y la difusión de información para que cada persona pueda tomar las medidas necesarias, dependiendo de su situación (estatus migratorio, trabajo, familia, ubicación geográfica – no es lo mismo estar en California que en Alabama-).

Para la población mexicana en Estados Unidos (EUA) que puede naturalizarse – ahora es el momento-. Se estima que cerca de 2 millones de personas mexicanas residiendo en EUA (de los 11 millones que actualmente viven en aquel país) podrían calificar para la naturalización. En el pasado, México tenía una tasa baja de personas que aprovechaban la posibilidad de hacerse ciudadanas de los EUA, probablemente por pensar en el regreso eventual a México, por la cercanía, por su resentimiento hacia el gobierno estadounidense, o por los costos. Sin embargo, debería ser una prioridad en estos momentos de promesas de deportaciones masivas, ya que la naturalización es la única forma de asegurarse contra la deportación, además de ofrecer mayor acceso a la vida política y aumentar las opciones de solicitar visas para otros miembros de la familia.

Otra acción apremiante es asegurar que los 569,000 jóvenes mexicanos que tienen autorización para trabajar con Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) conocen sus derechos, pueden renovar su permiso, y tienen un plan si la administración decide cancelar el programa el primer día, como ha prometido. Esto significa tener su documentación lista, incluyendo certificados escolares y vocacionales, actas de nacimiento, datos bancarios, datos y constancias de empleadores, así como planes de custodia si podrían dejar atrás a hijas e hijos nacidos en EUA.

Si tienen hijas o hijos, es un buen momento para inscribir su nacionalidad mexicana en el consulado mexicano más cercano y sacar sus pasaportes estadounidenses. La Secretaria de Relaciones Exteriores está colocando información en sus diferentes portales, tiene dos líneas telefónicas, una con apoyo emocional gratuito, que las y los jóvenes con acceso a internet y teléfonos pueden aprovechar.

Para las mujeres mexicanas en situaciones de violencia o víctimas de otros delitos, es importante acercarse a una organización de apoyo, y denunciar formalmente la violencia ante las autoridades para tener una constancia de la situación – que eventualmente podría ayudarles a solicitar una Visa “U” para víctimas de delito-. Es importante informarse y protegerse, tanto contra las agresiones como sobre su situación migratoria. Hay muchas organizaciones en EUA que trabajan con mujeres víctimas de violencia, se puede encontrar alguna cerca de su domicilio a través de Mujeres Adelante https://www.mujereshaciadelante.org.

Mientras el gobierno mexicano no puede controlar ni predecir lo que hará el gobierno de Trump en el tema migratorio, sí puede controlar sus propias políticas y programas para facilitar un posible retorno masivo. Finalmente tiene la experiencia del retorno de más de 1.7 millones de deportaciones de mexicanas y mexicanos durante la administración de Obama; o las 600,000 niñas y niños, nacidos en EUA, viviendo actualmente en México. Con estas experiencias, el gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales saben lo que tienen que hacer.

Por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene un enorme pendiente con la población de jóvenes retornados que cuentan con educación superior pero que no tienen la posibilidad de revalidación, mecanismos de reconocimiento de community college y capacitación técnica. Además de asegurar la implementación de las modificaciones a las normas de control escolar de educación básica y media superior de 2015, en todas las escuelas del país, para garantizar que todas las niñas y los niños, sin importar su estatus migratorio o país de nacimiento, estén inscritos a la escuela sin condiciones. Lo anterior requiere talleres de capacitación a nivel de control escolar en estados estratégicos.

El Registro Nacional de Población e Identificación Personal (RENAPO) debe implementar el Programa Soy México para que las 280,000 niñas y niños nacidos en EUA, de madre y/o padre nacido en México, viviendo en territorio mexicano sin un documento que compruebe su nacionalidad mexicana, la puedan obtener.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social tiene que fortalecer sus programas de protección a la población migrante ante la posibilidad de un aumento substancial en visas de trabajo temporal H2A y H2B; al tiempo que avanza con leyes locales para proteger a las personas mexicanas durante los procedimientos de reclutamiento. Así mismo, trabajar para contrarrestar el fraude.

Finalmente, México tiene que seguir fortaleciendo los mecanismos de protección a sus connacionales, ya que con o sin Trump, el retorno al país de la población migrante mexicana es un hecho y hay que proteger y garantizar su integración social.

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