Lucha migrante

Martha Sánchez Soler

Peña Escucha…

“Las medidas anunciadas hoy son inhumanas, innecesarias, poco efectivas y costosas”,
“La amenaza de que millones de personas serán separadas por deportaciones,
que los solicitantes de asilo no recibirán refugio,
y que los derechos de los migrantes no serán respetados
son contrarios a los valores de Estados Unidos.
Matt Clausen, Director Ejecutivo de WOLA.,

El presidente Peña, en conferencia de prensa dedicada a la Política Exterior que México implementará frente al nuevo gobierno de EU, manifestó que la fuerza de México se sustenta en que se negociará de forma integral. México tratará, sin confrontación, ni sumisión, todos los temas de manera abierta: comercio y también migración, seguridad, tráfico de drogas y de armas a través del diálogo y la negociación.

Peña dedica 6 de los 10 enunciados de su decálogo a asuntos relacionados con la migración: que el gobierno de Estados Unidos garantice el respeto de los derechos de los migrantes mexicanos; que los procesos de repatriación deben ser ordenados y coordinados entre ambos países; que el desarrollo de la región debe de ser una responsabilidad compartida; que las remesas deben fluir libremente; que el gobierno de EU debe comprometerse a trabajar con México para evitar el libre tráfico de armas; y que trabajará en pro de una frontera que nos una, no que nos divida, y reiteró además, que México no pagará por el muro de Trump.

Y mientras que el gobierno de México nos alimenta con esta retorica exponiendo asuntos épicos no resueltos, sin dar a conocer cuáles serán las armas de negociación que permitan tales logros, Trump inicia su mandato hablando con hechos al tomar medidas que confirman que va directo a implementar sus amenazas de campaña y elige a los funcionarios que gestionaran los asunts migratorios.

Ha nombrado Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, que tiene el mandato de llevar a cabo todo lo relacionado con la gestión migratoria y seguridad de la frontera, a John Francis Kelly quien es un general jubilado del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y el ex comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, el Comando Combatiente Unificado responsable de las operaciones militares estadounidenses en América Central, América del Sur y el Caribe, lo que augura que las acciones que se implementen para lograr la “seguridad fronteriza” estarán dirigidas por la doctrina y la práctica castrenses.
A pesar que el principal efecto del aumento de la vigilancia en las fronteras nunca ha sido disminuir el cruce fronterizo no autorizado, lo único que las medidas restrictivas han logrado es aumentar el costo de la cuota que los contrabandistas de inmigrantes cobran. Los efectos reales del muro de Trump, a más del desastre ecológico, suponen dirigir más dinero hacia las manos del crimen organizado donde el tráfico de migrantes figura en su “catálogo de negocios” como una de las actividades que más les reditúa superando ya el trasiego de drogas.

Como Fiscal General de los Estados Unidos, ha nombrado a Jeff Sessions III, senador por el estado de Alabama y miembro del Partido Republicano. Sessions fue elegido Fiscal General de Alabama en 1994 y es senador desde 1996. Se ha ganado la fama de ser uno de los más fervientes conservadores antinmigrantes en el senado. Como Fiscal General, encabezará las 60 cortes de inmigración que tiene Estados Unidos y la Junta de Apelaciones de Inmigración. Su record de propuestas y de votaciones en el Senado comprueba su férrea oposición a cualquier reforma migratoria, su afán de controlar la inmigración, incluyendo reducir la inmigración legal y ha sido uno de los promotores de la táctica de acosar a los migrantes hasta llevarlos al extremo de abandonar el país por mutuo propio conocida como “auto-deportación”, medida que ha complementado las deportaciones oficiales y bajado costos, y que ahora seguramente veremos multiplicarse en razón del clima de odio que Trump está utilizando por vocación propia y como estrategia de legitimación.

Para recibir al presidente de México como “dios manda”, Trump anuncia en un tweet del martes 24 del presente: “Gran día planeado mañana acerca de “LA SEGURIDAD NACIONAL”. Entre muchas otras cosas, construiremos el muro”

No se hizo esperar, en conferencia de prensa del día de hoy, dio a conocer los dos primeros decretos presidenciales dedicados a controlar la migración y que según su perspectiva trabajaran estrechamente con México, con una relación mejorada, donde los dos países se beneficiarán porque, dice Trump “hoy se retoma el control sobre vidas, trabajo y dinero”.

Para restaurar “el imperio de la Ley”, las órdenes ejecutivas plantean la construcción del muro “que tanto se necesita”; el incremento de 5,000 oficiales de la patrulla fronteriza; eliminar la práctica de capturar y liberar que permitía, a través de una visa “parole”, que los solicitantes de asilo pudieran esperar su cita ante un juez de migración fuera de los centros de detención migratoria, mas centros de detención migratoria; sacar del país a los criminales; sancionar, reteniendo recursos federales a las ciudades que se han declarado “ciudades santuario” y también a las que sus policías no quieran colaborar con la autoridad migratoria en la detención de migrantes.

Incluyó en su discurso el tema de la separación de las familias quejándose que sólo se habla de las familias migrantes separadas por las deportaciones mientras que no se presta atención a las familias estadunidenses que han perdido a familiares debido a crímenes perpetrados por migrantes indocumentados. Para demostrarlo presentó a las mismas 6 personas que ya había presentado en un evento de campaña. Se le olvidaron los migrantes muertos en manos de oficiales de la patrulla fronteriza y que las familias migrantes separadas suman alrededor de 600,000 mientras que los crímenes de migrantes en contra de estadunidenses no han sido motivo de ninguna alarma por ser prácticamente inexistentes.

Lo anterior sucedió en paralelo a la reunión de Luis Videgaray y otros funcionaros mexicanos sostenían con contrapartes estadunidenses cuyo propósito anunciado era el discutir los términos y temas de las negociaciones bilaterales, lo cual se antoja como un auténtico recordatorio a nuestras madres dado que las decisiones, cuando menos en materia migratoria ya estaban tomadas y seguramente en los otros temas también.

México debería responder demostrando independencia y dignidad. En el tema migratorio hay temores fundados que el gobierno de México pudiera utilizar a los migrantes centroamericanos como moneda de cambio para tratar temas de la renegociación de los tratados comerciales.

La migración en tránsito por México ha sufrido cambios importantes. A partir del último trimestre del 2013, sufrió un aumento considerable de jóvenes de 14 a 18 años y de mujeres con niños pequeños, en 2015, miles de cubanos intentan cruzar la frontera de los Estados Unidos y acogerse a los beneficios del asilo con el temor que la política de pies secos, pies mojados fuera eliminada por el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EU (efectivamente ya fue eliminada en enero 2017), para 2016, nuevos migrantes empezaron a llegar a México desde Afganistán, Paquistán, Burkina Faso, Nigeria, Sudan, Camerún, Bangladesh, Rusia, Republica Dominicana, Irak, Costa de Marfil después de un viaje de más de 17,000 kilómetros y de pagar miles de dólares a los traficantes y abrumadoramente de Haití. Este año, cada día ingresan a México entre 800 y mil centroamericanos rumbo a Estados Unidos, y estimamos que de los millones de migrantes que pretende deportar Trump, cerca de 70% intentará regresar a engrosar las filas de los que van rumbo al norte.

Trump ya le respondió a la ilusión del presidente de México que negociar sin confrontación y de forma integral no será posible. Es el momento de liberarnos de la política migratoria de los EU y de dejar de hacer las funciones de patrulla fronteriza del país del norte en nuestra frontera sur.

México debe preparar su propia agenda migratoria y posicionarse como garante de los derechos humanos de la población migrante. Para ello, debe abordar, ahora más que nunca, el tema de la migración desde una óptica regional y promover la unidad del continente americano en el tema de la defensa y promoción de los derechos de las personas migrantes y en el desarrollo de políticas regionales en el tema desde una óptica de desarrollo y seguridad humana.

Sería un buen inicio para equilibrar fuerzas, que antes de atender el llamado de Trump el 31 de este mes, el presidente promulgue un decreto que elimine la visa de ingreso a los 4 países centroamericanos: Nicaragua, El salvador, Honduras y Guatemala, y que predicando con el ejemplo se construyan políticas migratorias de estado, regionales, congruentes, solidarias y humanitarias.

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