Lucha migrante

Marta Sánchez

¡Madres del Mundo Uníos!

En el mundo desaparecen y/o mueren cientos de miles de migrantes cuando transitan de sus lugares de origen al lugar de destino. Solo en México, miles de migrantes mexicanos desaparecen en territorio mexicano, mueren cruzando el desierto, o se ahogan en el Río que divide la frontera México-USA.

Pero no solo desaparecen nuestros migrantes mexicanos, es prácticamente imposible cuantificar el número de migrantes que desaparecen en su tránsito por México, tanto que ni siquiera aparecen en las estadísticas oficiales de desaparecidos que sólo consignan aquellos mexicanos que el gobierno reconoce como no localizados”.  Los migrantes desaparecidos en ruta hacia el norte, son los invisibles entre los invisibles.

Su número ha sido estimado por expertos en cifras catastróficas que suman entre 70,000 y 120,000 personas a partir del 2006, cifras escalofriantes cuando se considera el número de familias destruidas y las consecuencias de vivir sin conocer el destino de los seres amados.  Detrás de cada número, hay una persona con hijos, hermanos, padres y querencias.

El Mediterráneo es otro de los lugares donde muere la gente que sale huyendo de sus países por efectos de las guerras interminables y los efectos que conllevan.  Desde principios de 2017, más de 77 mil personas han intentado cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa, en una de las rutas que, después de México, se considera como una de las más peligrosas del mundo.

Para el mes de junio de este año, más de dos mil personas han muerto o desaparecido en lo que va del año al intentar cruzar el mar Mediterráneo hacia Europa, según datos proporcionados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), quien llamó a reforzar las operaciones de rescate.

Según ACNUR, “A pesar del heroico trabajo de los implicados en el rescate en el mar, el número de víctimas en el Mediterráneo sigue aumentando y más de dos mil personas han muerto o desaparecidos desde principios de 2017”.

El pasado 15 de junio una embarcación inflable naufragó con unas 133 personas a bordo, según testimonios de sobrevivientes, en tanto la víspera se hundió otro bote en el que viajaban 85 personas, incluidas familias con niños, procedentes de Siria y de varios países del norte de África.  Otras siete personas perdieron la vida en un tercer naufragio, según da cuenta un comunicado difundido en el sitio web del ACNUR.

Con tantas vidas en juego, el ACNUR llamó una vez más a reforzar las operaciones de rescate y buscar alternativas seguras para las personas necesitadas de protección internacional con el fin de evitar que la gente se vea obligada a emprender estos viajes tan peligrosos.

Pero no sólo mueren, también desaparecen los migrantes después de  cruzar el mar con éxito.  Hay testimonios abundantes de sobrevivientes que vieron a otros salvarse del mar, pero que no han sido localizados, entre ellos unos 30,000 menores de edad, posiblemente victimas de trata.

Ante la ausencia de respuestas de los diferentes gobiernos de dar cuenta de lo que les sucede a las personas en sus territorios, han surgido mundialmente organizaciones de familiares, especialmente de madres, que de forma particular han realizado diferentes acciones para localizar, muertos o en vida, a sus hijos desaparecidos.

Particularmente en México, estas organizaciones de Madres se han convertido en reales detectives forenses, descubriendo y rescatando cuerpos de las fosas clandestinas o de las fosas comunes de las personas no identificadas en los cementerios oficiales y exigiendo al gobierno que se practiquen pruebas de ADN para eventualmente lograr la identificación de los cuerpos rescatados.

Así como en México donde han surgido con especial fuerza e impacto organizaciones ejemplares que se dedican a desenterrar restos humanos de fosas clandestinas y a exigir que se investiguen las fosas comunes de los cementerios mexicanos, también se han organizado las madres de los países expulsores particularmente de la cuenca del Mar Mediterráneo.

Estas madres recorren países desconocidos buscando las huellas de sus hijos en cárceles, morgues, hospitales, albergues, vecindarios y sitios de trabajo donde se congregan personas migrantes.  También denuncian activamente y visitan a funcionarios de los diferentes gobiernos.

A partir del Foro Social Mundial realizado en Túnez en 2014, hemos estado en contacto con muchas de estas organizaciones, y podemos constatar su avance, por ejemplo, las madres tunecinas han consolidado su nivel de organización y son presencia importante en Italia donde se han unido a la “Carovana per i diritti dei migranti, per la dignità e la giustizia” que cada año realiza un recorrido denunciando y generando conciencia de la situación de injusticia que sufren los pueblos en movimiento.

En México, a partir del 2006 el Movimiento Migrante Mesoamericano lleva a cabo la “Caravana de Madres Centroamericanas en busca de sus familiares desaparecidos en tránsito por México”, actividad en la que participan numerosas organizaciones y albergues mexicanos y centroamericanos.  Con los trabajos de las Caravanas de Madres Centroamericanas se han localizado a unos doscientos sesenta migrantes desaparecidos en México.

Las actividades programadas de las caravanas incluyen:  plantones y exposiciones en plazas públicas dentro de la ruta migratoria; intercambio de información con migrantes que se encuentran en tránsito; recabar mensajes de estos migrantes para llevarlos a sus familias en sus lugares de origen; visitas a hospitales, prostíbulos, cárceles, albergues de migrantes y de indigentes y a cualquier lugar público en donde se pudiera encontrar algún migrante.  Se realizan ceremonias en las vías del tren, en las tumbas sin nombre de los cementerios; caminatas por los pueblos para solicitar la solidaridad de las comunidades que están en la ruta migrante; ruedas de prensa; entrevistas con funcionarios de los tres niveles de gobierno y comisiones estatales y nacional de derechos humanos; y mensajes públicos al crimen organizado para que dejen de secuestrar y asesinar a sus hijos.

Al ser uno de nuestros objetivos ser puente de unión entre los diferentes actores que trabajan o sufren los efectos de la migración forzada, consideramos pertinente y de la mayor importancia realizar una CUMBRE DE ORGANIZACIONES DE MADRES que buscan a sus desaparecidos en tránsito, incorporando las organizaciones de madres de la zona del Mar Mediterráneo (ITALIA, ESPAÑA, TUNEZ, ARGEL Y MARRUECOS), las organizaciones centroamericanas (Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala) y las de México y Estados Unidos.

En este sueño, deseamos incorporar a organizaciones de Madres que también buscan a sus desaparecidos producto de la represión feroz de los regímenes militares de décadas pasadas en sus países con la intención de generar conciencia en la sociedad de la gran tragedia humanitaria que representa la desaparición de las personas, de la que sólo parecen darse cuenta los defensores de los derechos humanos y que pasa desapercibida por los funcionarios gubernamentales de todos los países que sólo encuentran formas cada vez más crueles e ilegales de contener la migración… una migración forzada que ellos mismos provocan.

¡Madres del Mundo Uníos!

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