Memoriando

Colectivo Híjar

NUESTRAMÉRICA

Atinó Martí al nombrar el continente en disputa para repudiar el panamericanismo yanqui y el latinoamericanismo francófilo. Nuestra es América defendida por los liberales hasta el punto celebrado en Copiapó mapuche, donde el Alcalde reunió un dinerito para apoyar al gobierno de Juárez, vencedor del Imperio francés en beneficio de todas y todos los nuestramericanos. Ya el treinta de junio de 1520, los aztecas habían echado a los españoles al mando de Pedro de Alvarado. Noche triste para ellos honrados con el nombre del criminal capitán español a la vía por donde huyó a Tlacopan, hoy Tacuba. Un árbol hubo donde dicen que lloró el capitán.

Manta del Taller de Gráfica Monumental, UAM-X, 1987.

Es julio mes de triunfos y derrotas nuestramericanos. El 19 de julio de 1824, Agustín de Iturbide fue proclamado emperador de México luego de la Conspiración de La Profesa, de los llamados por primera vez mochos por el sombrero que usaban. Para entonces, Bolívar ya había fundado la Gran Colombia el 12 de julio de 1821, mismo año de la proclamación de la independencia de Nueva España por el revolucionario Vicente Guerrero que la negoció con el traidor Iturbide, justamente fusilado el 19 de julio de 1824 al desembarcar con refuerzos imperialistas.

La lucha contra las dictaduras triunfó con la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979 cuando huyó Somoza y entraron a Managua los “muchachos” cobijados por el pueblo insurrecto. Segunda insurrección triunfal en Nuestramérica. La primera fue la iniciada por el ejército popular desordenado y audaz al mando del cura Hidalgo, a la postre destituido por los militares revolucionarios Allende, Aldama y Jimenez, compañeros de fusilamiento todos. El 30 de junio de 1811 fue fusilado Hidalgo. Las cabezas degolladas de los revolucionarios principales, fueron colgadas en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en desagravio por el triunfo de las insurrectas huestes del pueblo en armas que logró ocupar la aparentemente inexpugnable fortaleza gracias a la iniciativa de un joven minero con cartuchos de dinamita en mano. Más de diez años duraron expuestas al escarnio de los nada piadosos hispanófilos.

Fuimos cientos los apoyadores del sandinismo con una asombrosa solidaridad internacionalista. Por esto nos duele tanto la traición de Rosario Murillo y Daniel Ortega en nombre de la no intervención defendida por los fundamentalistas antidialécticos. La cárcel y la persecución contra ex combatientes como Hugo Torres, Comandante Uno, de acciones tan importantes como la ocupación de la casa de Chema Castillo con todo y ricachones celebrando el año nuevo de 1974 con Eduardo Contreras, Comandante Cero. Siguió Hugo Torres con el mismo cargo para la toma del parlamento nica con todo y sus asustados diputados. Cuando salieron al exilio a cambio de la desocupación comunicada a todo el mundo, quedó claro el amor popular que escoltó a los revolucionarios hasta el aeropuerto entre vítores y flores. La Comandante Dos, Dora María Téllez, sufre la pérdida de sus derechos, el maltrato y la reclusión, al igual que la abogada y diplomática combatiente Mónica Baltodano, el ex canciller Hugo Tinoco y el acosado escritor sandinista Sergio Ramírez, miembro de la Primera Junta de Gobierno. Igual suerte corren el hijo y la hija con el venerado apellido Chamorro con todo y el decomiso y la destrucción del periódico dirigido por Pedro Joaquín, acompañado del cateo de su casa para impedir la candidatura presidencial de su hermana Cristiana, al igual que la de otros candidatos. Crece la indignación y el repudio de la ONU, la desprestigiada OEA y algunos gobiernos como el de Argentina y México que han retirado a sus embajadores.

El destacado profesor de filosofía marxista Max Wartofsky, a quien apodaron Marx los nicas, esposo de una destacada escritora nica maestra de literatura en Nueva York, admitió que el marxismo no bastaba para explicar cómo una mujer podía apropiarse de la política cultural sandinista. Esta historia empezó en la Clausura del Primer Seminario de Formación de Promotores Culturales “Leonel Rugama”, donde anunciamos el nacimiento del Frente Sandinista de Trabajadores de la Cultura ante los vítores revolucionarios de los cien activistas de casas de cultura, teatreros, artesanas, artesanos, bailarinas y una compañera, la más veterana de todas, defensora del circo como recurso de agitación y propaganda. Presente en el acto presidido por Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez se acercó para elogiar la excelente iniciativa y pedir su inscripción inmediata. Todo parecía posible con el apoyo de los suplementos culturales del órgano sandinista Barricada y del Nuevo Diario de la familia Chamorro con Lizandro Chávez Alfaro, premiado por Casa de las Américas por Los Monos de San Telmo, como animoso editor. A la semana siguiente, Rosario Murillo dio a conocer la Asociación de Artistas Nicaragüenses formada por unos cuantos poetas mediocres con ella al frente. De ahí pa’lante su influencia, se incorporó a la literatura como distracción contrarevolucionaria elusiva de la crítica a La Piñata donde dirigentes sandinistas se apropiaron de lo que pudieron para dejar nada a Doña Violeta Chamorro, ganadora de las elecciones en las que Daniel Ortega perdió por su pésima conducción del proceso revolucionario. Un sandinismo orteguista, murillista, paramilitar actúa contra la nueva insurrección. Esta derrota al igual que la de El Salvador, Uruguay y Chile, es nuestra. No somos capaces de organizar una retaguardia internacionalista con lo que queda de los combatientes de entonces y de los que ahora se suman.

Alguno de los actos del Escuadrón 421 del EZLN en Europa debiera llamarse Bartolomé de Las Casas, primer sacerdote ordenado en Nuestramérica en el mes de julio y primero en pelear por los derechos de los indios pueblo.

Clausura del Primer Seminario de Formación de Promotores de la Cultura “Leonel Rugama”, 1981. Archivo Alberto Híjar

El paso del siglo XIX al XX es cruento: el 25 de julio de 1901, los yanquis impusieron la Enmienda Platt a Cuba para quedarse con Guantánamo, hasta la fecha ocupado por una prisión de perseguidos políticos vigilada por las bases militares en el Caribe. Obama prometió y no cumplió regresar a Cuba el territorio ocupado. En 1898, el ejército yanqui invadió Puerto Rico proclamado el 25 de julio 1952, Estado Libre Asociado, absurda figura legaloide para figurar como posesión yanqui. Amenaza cumplida es el primer bombardeo yanqui en Nuestramérica al pueblo sandinista de Ocotal en 1927. Seguirían otros como el del golpe militar en Guatemala en 1954.

Hay que tener presente a los caídos en combate a raíz del Asalto al Cuartel Moncada del 26 de julio de 1953. Frank País cayó en Santiago de Cuba el 30 de julio de 1957, cuando con su hermano organizaba la retaguardia del desembarco del yate Granma. Gran derrota fue el Asalto al cuartel Moncada en Cuba en el que cayeron cuadros revolucionarios tan importantes como Abel Santamaría, quien cumplió hasta la muerte el acuerdo del Directorio Estudiantil Revolucionario con el Movimiento 26 de julio discutido y firmado en México. Transformado en acción agitprop, el discurso del defensor legal, Doctor Fidel Castro, conmocionó al mundo revolucionario cuando se repartió con el nombre de su frase final: la historia me absolverá. En el interrogatorio, respondió a la pregunta sobre el director intelectual del asalto al principal cuartel de la dictadura batistiana, dando el nombre de José Martí. Subieron a Sierra Maestra una vez desembarcados luego de la preparación intensiva en México, con los libros de Martí en la mochila y entraron triunfantes en La Habana con los de Martí, Marx, Engels y Lenin. Gran lección histórica de apropiación revolucionaria del marxismo leninismo en la peculiar situación de un país colonizado.

La consigna “convertir el revés en victoria” funcionó de manera no explícita desde entonces y hasta ahora con una resistencia contra el imperialismo, ejemplar no sólo para Nuestramérica. La contribución de la retaguardia mexicana fue ejemplar desde el clandestinaje. Aquí la familia Vanegas, de nieto y nietas del editor de Posada, Antonio Vanegas Arroyo quien publicó un libro de poemas de Martí en su paso por México, significó el amoroso trato familiar encabezado por las hermanas Joaquina e Irma y el rigor de Kid Vanegas nombre del campeón de lucha libre Arsacio Vanegas, quien entrenó a los futuros combatientes, a la par de que el armero Jesús “El Cuate” Conde conseguía las herramientas necesarias y encontraba por órdenes superiores un yate destartalado que reparó en Tuxpan para que en él viajaran amontonados los más de cincuenta reclutados, entre ellos un médico argentino que padeció asma durante todo el viaje sin respirador a la mano quien recuerda en su carta de despedida de Fidel cuando partió a Bolivia: “me recuerdo ahora cuando nos conocimos en casa de María Antonia”, sede principal de la conspiración de organización apresurada por la detención migratoria de los al fin liberados con la condición de que salieran de México y ¡vaya salida la que hicieron!

De las mujeres revolucionarias, queda el ejemplo especialmente importante ante la traición de la nueva dictadura en Nicaragua de la muy querida “Chinita” Arlen Siu, caída en combate con sus 18 años bien vividos el 1° de agosto de 1975. Tres meses antes del triunfo de 1979, fue torturada y masacrada en León, Nicaragua, la psicóloga mexicana egresada de la Universidad Iberoamericana Araceli Pérez Darias en su calidad de miembro de la Dirección del Frente Occidental. En la toma de León, los sandinistas conquistaron su primera tanqueta (que había sido regalada a Somoza por el dictador cubano Fulgencio Batista), le pusieron el nombre de “Araceli” y en ella viajaron hasta Managua el 19 de julio de 1979

Agencia Internacional del Sur (AiSUR), 26 julio 2018.

El 14 de julio de 1789, solía celebrarse la Revolución Francesa. En rigor, la toma de La Bastilla por el pueblo francés y su destrucción años después marca el repudio a las monarquías por una clase social que irrumpió en la historia de manera muy violenta, tanto, que hizo de la guillotina un símbolo del nuevo poder implacable. Rey y reina, cortesanos y cortesanas, y luego tribunos que enojaron a la asamblea parlamentaria, fueron degollados entre vítores de los burgueses, creyentes en el orden republicano del nuevo Estado. 1930, 1848 y 1871, fueron años de ratificación armada de la lucha de clases donde el imperio ya no cabía y el proletariado hacía sus primeras armas. Hace ciento cincuenta años se definió el porvenir proletario con La Comuna de Paris que en 72 días de poder armado, con asambleístas electos con voto universal y directo, sueldo medio de trabajadores y cargo revocable, hicieron buena la proclama de 1789: Libertad, igualdad y fraternidad con la inclusión de las mujeres combativas que, al impedir a la Guardia Nacional de Thiers llevarse los cañones de Montmartre a Versalles para proteger a la corte del depuesto Napoleón El Pequeño, organizaron el suministro en las barricadas que hicieron de Paris, la capital mundial del proletariado. Guardia Nacional tomada por el pueblo en armas para proteger a los trabajadores en el poder nuevo y combatir a los políticos corruptos ante el ataque a Francia de Alemania y Prusia. “Asalto al cielo” llama Marx a lo ocurrido hace 150 años. Fieles comunistas, los familiares de los varios Rivera Ortiz y Rivera Guzmán, apoyados por notables camaradas como el anarquista Alfredo Velarde, han escrito la actualidad comunera en un libro de 396 páginas: 21/XXI, Contribución al estudio de la crítica de las armas o cómo volver a empezar a ciento cincuenta años de la Comuna de Paris. No falta la poesía de Rimbaud, el joven compañero de Verlaine escribiendo ambos en la prensa comunera, ni la importante participación de las mujeres narrada con elocuencia por la doctora Carlota Guzmán y por Sarahí del Mar Granados y Mario Raúl Guzmán quien se ocupa de Louise Michel. Roberto López Moreno hace un breve y elocuente recuerdo de El Tiempo de las Cerezas de Jean Baptiste-Clement, con dedicatoria a Louise, la heróica enfermera caída en cumplimiento de su profesión. De la praxis estética tratan los textos de Orlando Guillén, Luis Miguel Quijada, y Alberto Híjar así como por Amalia Rivera, poeta y colaboradora de la edición, tercera generación de la descendencia originada por los combativos médicos comunistas Mario Rivera Ortiz y Carlota Guzmán. “La comprensión de la formación política francesa” es tratada por Mario Héctor Rivera Ortiz, Pavel Blanco Cabrera y en su integridad revolucionaria en el elocuente título de Mario Rivera Guzmán “Apuntes relampagueantes sobre las huellas estelares de una fugaz comuna”. Tan fugaz, que viene a cuento la narración personalizada de la caída de la URSS por Carlos Pazos con el título de “Erosión en el telón de acero”. La Editorial Comuna arranca bien y seguirá.

Colectivo Híjar

Colectivo cultural y político dedicado a la elaboración de mantas y gestión de acciones por la memoria en México. Participa en actividades y publicaciones sobre la crítica y la memoria históricas y la praxis estética necesaria.

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