Movimiento No Tav Valle de Susa, Italia

No Tav

NO TAV: castigada por una pancarta en defensa de una mujer agredida

«Saludos a todos y todas.

Con estas líneas quiero agradecer a todas las personas que me han escrito en las últimas semanas, que me han hecho llegar sus pensamientos de solidaridad y apoyo… es un regalo precioso el que recibo entre estos muros. Un afecto que he compartido con todos los demás reclusos de la prisión.

El plantón se escuchaba ahí afuera y hacía bailar y sonreír a la gente, aportando algo de calor entre todo este gris. Nunca he dudado de nuestra fuerza y esta experiencia no hace más que confirmar este pensamiento”.

Así comienza la carta que Francesca Lucchetto, conocida como Cecca, escribió desde la cárcel de Turín en marzo. Para entender por qué Cecca está en prisión, hay que remontarse a 2013 cuando, en julio, durante un asedio nocturno a la obra de Tav en Chiomonte, en el Valle de Susa, la policía cargó brutalmente contra los participantes en la iniciativa. Algunas personas fueron arrastradas por la policía al interior de la obra, siete fueron detenidas.

Entre ellas estaba Marta, que fue golpeada, insultada y acosada sexualmente; dos fiscales, presentes en la obra desde el inicio de la manifestación, no ‘vieron’ ningún abuso de poder por parte de la policía.

Marta fue denunciada.

Durante el primer interrogatorio, realizado por los mismos fiscales presentes en la obra, rebautizados como fiscales ‘cascos’, el movimiento No Tav organizó un plantón para que Marta no se quedara sola ante aquel difícil momento. Un grupo de compañeras, mujeres, amigos, decidieron llevar una pancarta que, además de solidarizarse con Marta, denunciaba la violencia policial. “Si tocan a una tocan a todas».

Un gesto de solidaridad feminista, contra la violencia masculina uniformada contra una compañera. No llegan a tiempo de abrirla para colgarla a la salida del juzgado cuando la policía carga, apalea y luego denuncia. En un simulacro de juicio en el que se elimina por completo el acoso sufrido por Marta y las razones del plantón, los compañeros son acusados de ¡todo tipo de delitos!

Cecca estuvo presente junto con otras mujeres, para expresar su solidaridad con Marta; Cecca que ha trabajado durante años en trabajo social y siempre ha compartido experiencias internacionalistas de lucha, desde el Kurdistán hasta Palestina.

Cecca fue por tanto denunciada por desplegar la pancarta en apoyo a Marta.

Ahora, exactamente diez años después de aquellos hechos, la jueza Elena Bonu, del Tribunal de Vigilancia de Turín, ha decidido que cumpla su condena en prisión. Esta juez, además, es la misma que eligió la cárcel para Dana.

(Ver https://desinformemonos.org/en-prision-por-hablar-por-megafono-el-6-de-mayo-dana-lauriola-recupero-la-libertad/)

A pesar del dictamen positivo de la misma Fiscalía General ante la petición de aplicación de medidas alternativas a la prisión para Cecca, el Tribunal de Vigilancia decide, una vez más, castigar a los que luchan.

La simplicidad con la que la «justicia» oficial juega con la vida de las personas, con los que forman parte del movimiento No Tav, con los que luchan y con los que no tienen cabida en este mundo es escalofriante. El hecho de que pueda hacerlo sin ser molestada, porque es aceptada en todos los sentidos por el aparato político, institucional y jurídico es vergonzoso.

Hoy Cecca paga con ocho meses de cárcel un gestión y una acción colectiva de sororidad.

Pero Cecca no puede quedarse sola en ese lugar de privación de libertad.

¡Cecca libre! es el grito que resonará en todas las plazas y calles que atravesaremos en los próximos meses.

También queremos que al otro lado del mundo se recuerde a Cecca y, si es posible, que nos lluevan cartas y mensajes, porque Cecca es una amiga, una hermana, una compañera para todos nosotros.

«Os abrazo compañeros que cada día seguís llevando adelante nuestras justas reivindicaciones, con la rabia justa sin dar pasos atrás. ¡Espero partir para volver a mi lugar, a vuestro lado, en las montañas de mi querido Val di Susa y en las calles y plazas que esperan ser calentadas por todos aquellos que no dejan de soñar con un mundo nuevo.

Todos y todas libres! A tu lado, Cecca».

Para escribirle a Cecca, dirija su mensaje a:

Francesca Lucchetto

Casa circondariale Lorusso e Cutugno

Via Maria Adelaide Aglietta

3510151 Torino-Italia


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