Entrevistamos a Diana, Lorena y Rosa, las tres sexagenarias, jubiladas y residentes en Turín, Piamonte.

Las tres pertenecen al grupo de Madres de la plaza por la libertad de disidencia.

Eligieron responder a nuestras preguntas colectivamente, para subrayar la importancia de lo grupal sobre la individualidad.

P. ¿Cuándo nació el grupo de madres de la disidencia y por qué?

R. Nuestra historia común comenzó en el invierno de 2015, en ese período muchos de nuestros hijos e hijas fueron sometidos a las medidas cautelares «habituales» (arresto domiciliario con y sin restricciones, obligaciones de firma, prohibiciones de residencia, órdenes de expulsión, recordatorios orales). Decimos «medidas habituales» porque ya sabíamos que las luchas de los jóvenes eran duramente reprimidas; la novedad de aquel invierno estuvo en que todas estas medidas llegaron acompañadas de un gran número de jóvenes  con acusaciones de delitos en el espacio público durante las manifestaciones, que por lo general no iban seguidos de medidas de ningún tipo (hablamos de la justicia de los años anteriores, los 80 y 90).

Al principio fue simplemente un momento de apoyo e información entre nosotros, para apoyarnos emocionalmente ya que la ansiedad que generaba ver a la policía y a los agentes de Digos[1] en casa (con los registros y pesajes, al principio también la social el estigma de nuestros prójimos (seguimos siendo señaladas como madres de delincuentes). Ni hablar del sentimiento de culpa por haber educado a nuestros hijos e hijas en la solidaridad humana que significa precisamente ponerse del lado de la justicia social.

Luego vino la necesidad de saber, de saber y de hacer saber, es decir, de convertirse en ciudadanos activos portadores de un pensamiento crítico, capaces de realizar una acción de disidencia para promover la información sobre las luchas sociales, sobre el antifascismo, sobre los ecologistas en oposición a la narrativa dominante que sataniza cualquier pensamiento o acción disidente.

La vergonzosa detención de Dana Lauriola, condenada a dos años de prisión por posesión y uso de un megáfono durante una manifestación No Tav (No al tren de alta velocidad), en septiembre de 2020, despertó un sentimiento de ira e indignación tan fuerte que, a pesar del Covid, anunciamos acciones semanales frente a la prisión de Lorusso y Cotugno en Turín, con plantones que estaban dedicadas no solo a Dana sino también a Fabiola que fue encarcelada en diciembre.

APARICIÓN CON VIDA fue el grito de las Madres de Plaza de Mayo que nos inspiró a elegir el día: ¡todos los JUEVES! “¡Aparición con vida!”, gritaban las Madres de Plaza de Mayo en los años oscuros de la dictadura argentina para pedir la restitución de sus hijos desaparecidos. “¡Aparición con vida!” gritamos a los principales para pedir la restitución de la vida de Dana, Nicoletta, Eddi y todos los jóvenes a quienes les había quitado la vida un régimen que traiciona todos los días los valores democráticos escritos en nuestra Constitución.

Gritamos en voz alta que la vida en la cárcel, el encarcelamiento entre los muros de la casa, la restricción de la libertad de movimiento, de reunión, de trabajo, de estudio y de la vida cotidiana es SUSTRACCIÓN DE LA VIDA. Nadie les hubiera devuelto los días robados, los días encarcelados, la parte de vida perdida.

“¡Aparición con vida!” es por tanto también nuestro grito para advertir que estamos descendiendo hacia años oscuros, en los que ejecutivo y judicial se unen en la represión de las voces de disidencia, que es la sal de la democracia.

Que ahora estamos en la criminalización de la libertad de expresión y manifestación y que esta condición nos puede afectar a cualquiera de nosotros. Cualquiera que tenga una lucha en la que crea.

P. ¿Cuántas personas forman parte actualmente del colectivo?

R. Podemos decir que nuestro colectivo está formado por una veintena de madres.

Entre estas, unas diez viven en el área de Turín y están más presentes en la participación en eventos, en la promoción de momentos de reflexión pública, en manifestaciones callejeras. Las otras madres que no viven en el área interactúan con las madres de Turín en la preparación de los eventos a promover.

P. ¿Cuál es la procedencia de las madres?

R. Los estratos sociales de los que venimos están representados de diversas formas. Todas las madres tienen un hilo conductor: trabajan o han trabajado en entornos muy diferentes que van desde la asistencia personal a la creatividad artística, desde la docencia al empleo en empresas privadas.

Incluso las historias de militancia política son diferentes, para algunas incluso inexistentes; solo gracias al activismo de sus hijos y a la represión ejercida contra ellos, nos unimos colectivamente; incluso quienes antes no habían participado en experiencias de compromiso social o político han tomado conciencia de la necesidad de participar y comprometerse.

P. ¿Cuál es el vínculo con la lucha NO TAV?

R. Muchas de nosotras siempre hemos sido NOTAV porque la protección del medio ambiente y la oposición al derroche de dinero público son temas a los que siempre hemos sido sensibles.

Algunas, en cambio, descubrieron la lucha del movimiento NO TAV solo después de tomar conciencia de que sus hijos participaban en las iniciativas de la gente del Valle de Susa contra el TAV. Hoy podemos decir que nuestro vínculo con el movimiento NO TAV se ha fortalecido, se ha creado una colaboración que nos une en los momentos públicos y, como es el espíritu del movimiento NO TAV que siempre ha dicho que “nadie se queda atrás”, damos y recibir solidaridad en los momentos más simbólicos de injusticia y represión.

Entonces nos propusimos el objetivo de estar presentes -con un esfuerzo extremo y siempre poniendo el énfasis en el derecho inalienable de todos a estar en desacuerdo- cuando diversas realidades sociales salieran a la calle para hacer valer sus derechos (Palestina, Kurdistán) o denunciar situaciones de abusos (desalojos, agua pública, ayuda a personas sin hogar, situación penitenciaria)

D. Los temas tratados y las formas de lucha

R. En primer lugar, llamar la atención sobre la legitimidad de poder salir a la calle y poder disentir sin tener que sufrir limitaciones a las libertades preventivas de los policías primero y luego las penas desproporcionadas en relación con los delitos cometidos.

Tras la partida hacia Kurdistán de varios jóvenes, dos de los cuales eran nuestros hijos (detenidos durante casi 12 meses), algunos se unieron a las combatientes kurdas, algunos como observadores y comunicadores y que compartieron el destino de la población en Afrin, nos unimos en solidaridad y en manifestaciones de apoyo al pueblo kurdo.

Finalmente, queremos denunciar la degradación de las prisiones italianas, el hacinamiento, los delitos de tortura, etc.

Nuestras formas de lucha son diferentes: realizar denuncias a través de cartas públicas, en redes sociales, presencia activa en manifestaciones y mítines públicos, colecta de firmas, solicitud de encuentros con instituciones, organización de cenas benéficas, participación activa y como espectador en jornadas sobre represión y fascismo.

P ¿Qué se cocina hoy?

R. Seguimos los jueves frente a la prisión de La Valeta. Como se han producido otras detenciones (estudiantes y activistas) se ha creado una relación importante con las mujeres de la prisión de Turín, que a menudo nos escriben para hablar sobre su situación y pedir apoyo en sus luchas y reivindicaciones que fueron escuchadas y en algunos casos implementadas gracias al compromiso del garante de los derechos de las personas privadas de libertad y la sensibilidad del entonces director del penal.

Y es en los últimos meses que surge la necesidad de crear una COORDINACIÓN ANTIFASCISTA EN TURÍN que reúna muchas realidades del territorio que debutó en las manifestaciones del 24 de abril y el 1 de mayo de 2023.

Esta coordinación pretende ser una estructura de enlace sobre los temas del fascismo histórico y actual y la denuncia de cualquier acto atribuible a la ideología fascista.

Nuestra presencia y observación continúa en los juicios en los que se acusa a nuestros hijos.

Uno se refiere a los hechos ocurridos ante la Unión Industrial de Turín en febrero de 2022 durante la manifestación estudiantil y el otro en el que se acusa a 28 militantes del movimiento NOTAV, el centro social Askatasuna y el espacio popular Neruda, de los cuales 16 son acusados ​​de conspiración y de cometer un crimen.

P. ¿Cómo las ha transformado esta experiencia colectiva?

R. Ciertamente nos ha ayudado a lidiar mejor con situaciones que a veces son muy pesadas. El haber conocido a las otras madres, las diversas realidades y las muchas personas que luchan nos hizo comprender que había que hacer algo.

El coraje de expresar abiertamente el disenso que sentíamos por dentro fue ciertamente positivo.

Hemos aprendido a entender el sentido de la solidaridad, a desarrollar una conciencia personal, descubriendo de qué lado estar aunque ese lado sea incómodo.

Finalmente, era muy importante para quienes estaban alejados de las actividades políticas de los movimientos conocer realidades como los centros sociales, cambiando de opinión sobre los prejuicios y narrativas «oficiales» al respecto.

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[1] División de Investigación Política de la Policía Estatal.