Plaza San Martín, centro de la ciudad de Rosario, 16 p.m. 8 de Marzo de 2022. A dos años de la última marcha del paro general de mujeres. En el 2021 y por causa de la pandemia, las calles que tantos derechos escucharon reclamar, añoraron el grito de miles de mujeres. Pero en este año, empezamos a llegar una a una, de dos, de a muchas…

Las calles aledañas a la plaza San Martín (Córdoba, Moreno, Dorrego y Santa Fe respectivamente) hace rato se encuentran atiborradas de pancartas, carteles, pañuelos, mujeres y mucho violeta y verde.

Entre la muchedumbre, alguien carga una mochila llena de libros y empuja con dificultad una bicicleta roja. Se abre paso hasta el centro de la plaza y rápidamente extiende una manta en el piso donde coloca los libros, que va sacando cuidadosamente de la mochila. No tardan en aparecer las curiosas que vienen a ver esas tapas multicolores y entre risas y libros envueltos que se van con sus nuevas dueñas, surge la oportunidad de hacer preguntas.

-¿Qué significa para vos el 8M?

-Es una reivindicación de todo lo que está pasando como colectivo y ver que lo que le pasa a una es lo que nos pasa a todas y que compartimos más de lo que creemos.

Estoy aquí porque quedarse en casa es muy cómodo, uno a veces lo hace porque es lo único que puede, pero no voy a juzgar, pero me parece que es demasiado cómoda.

En sus dichos, Paula, docente, coincide con Andrea que trabaja en un taller de costura.

-Es una fecha de conmemoración no sólo a las que murieron en la fábrica, sino a todas a todas las mujeres, a todas las que quedaron atrás por un montón de cosas por los hombres; además yo sé que no se festeja, pero es una reunión femenina espectacular.

Estoy acá porque me siento muy identificada en esta lucha.

Por su parte Rocío, sin poder contener su emoción, nos dice:

Uy, es muy fuerte y hermoso. Divino estar acá. Me encanta, me encanta, hoy puedo disfrutarlo con mis compañeras y para pedir justicia.

Estoy aquí en nombre de las que no pueden estar y para luchar y pedir justicia porque todos los días el Estado viola nuestros derechos.

Y las voces se siguieron sumando, hermanadas en un mismo espíritu.

María, abogada:

-El 8M significa pensar en mi hija, en mi mamá, en mi familia, mucha emoción.

Estoy porque me moviliza ver tantas mujeres juntas y porque quiero luchar por los derechos de las mujeres.

Lucrecia, profesora de lengua inglesa:

El 8M para mí hoy significa la lucha de, afortunadamente, gran parte de la sociedad – mujeres, hombres y comunidad LGBT+ – por los derechos de las personas independientemente de su identidad de género.

Ir a las marchas es una de las formas de continuar y sostener para futuras generaciones el camino que marcaron las mujeres con su lucha a través de la historia.

Lara, 16 años, representante de estudiantes secundarios:

Para mí el 8M significa un montón de cosas pero principalmente solidaridad, sororidad y lucha.

Estoy aquí en representación de las pibas que salieron de su casa y nunca más volvieron.

Grisella, 54 años, ama de casa:

Estoy en este grupo [Casa de los pueblos] porque soy una más de las mujeres violentadas. Y hoy gracias a las decisiones que he tomado las he tomado con mucho orgullo y puedo vivir y siento que si no cuidamos nuestros derechos seguiremos siendo violentadas.

Recordar el 8 significa recordar a aquellas mujeres que fueron asesinadas por reclamar y violentadas por el machismo y que ya no queremos.

Estoy acá para reclamar el derecho de todas.

Virginia, 26 años, área doctoral del Conicet:

Para mi el 8M significa una fecha de la reivindicación de los derechos de las mujeres, me parece una oportunidad de la que no podemos dejar de asistir así como, no una obligación pero algo ineludible para salir a luchar por lo que hoy todavía falta y lo que sucede, las cosas que vemos día a día, que sufrimos permanentemente, estamos en peligro, somos sometidas, que nos violan, que nos matan.

Me siento convocada por las consignas fundamentalmente lo que tienen que ver con la desigualdad entre el hombre y la mujer, con el hecho de que no tenemos las mismas oportunidades, por estar en una sociedad patriarcal y capitalista, que en forma totalmente arbitraria no nos permite acceder a los mismos derechos.

Desde algunas casas, el espíritu de este día, también era convocado, como nos cuenta Cecilia, docente jubilada, desde su casa:

-Me ocupo de ir arreglando de a poco mi casa, ahora que no voy a la escuela, cuidar a mi mamá de 89 y muchas veces a mi nieto de 7. También ayudo con apoyo escolar.

Sé de qué se trata el 8M y así lo enseñé en la escuela y ahora a Igna, mi nieto.

No fui a la marcha porque estaba con dolor de garganta y cabeza y por prevención me quedé.

Un fuerte abrazo. NI UNA MENOS.

Nora, ingeniera, nos dice que es la conmemoración internacional de la mujer trabajadora.. “Yo soy socialista y trabajadora, soy esa mujer. Porque las mujeres trabajadoras sabemos por los derechos que tenemos que luchar. Esto nos une y nos identifica como tal”.

Juana, estudiante, 18 años, con las estudiantas secundarias, nos responde:

El 8m para mí es la fecha en la cual todas nos sentimos juntas, es el día al año donde sé que podemos caminar por la calle sin que nos pase nada, porque nos cuidamos, entre todas
Se conmemora el voto femenino ruso.
Vpy a la marcha porque quiero una sociedad más justa, donde las mujeres no tengamos que correr para llegar vivas a nuestras casas, no quiero contar más desaparecidas.

Mercedes, jubilada, participa con su voz:

El 8 de marzo es un día de lucha para visibilizar las opresiones e injusticias cotidianas por el hecho de ser mujer.
Se conmemora las luchas que iniciaron mujeres obreras en todo el mundo. Muchas murieron en un incendio encerradas en la fábrica donde trabajaban.
Voy siempre a las marchas para que escuchen nuestras voces y de las que ya no están

Cristy también nos deja su relato:

El 8M es un momento de encuentro de corazones sufrientes y alegres. Es día de reconocimiento personal por ser mujer (revisar aciertos y errores) fortalecerse y sentirse acompañada aun más si estas en la marcha. Una sinergia imparable en grupo con cánticos, saltos, abrazos. Vamos por los derechos, por las que no están y para lograr ser felices de verdad. Es esperanzador estar juntas.
Se conmemora a las mujeres luchadoras en el paro de una fábrica y que fueron quemadas.

Para mostrarnos tal cual somos y con alegría.

Todas nuestras voces, recordando, entendiendo y admirando a las víctimas de aquella huelga en la fábrica textil de una Nueva York lejana en tiempo y espacio, pero no en el pedido (a gritos, a cantos, a susurros y paredes pintadas) de justicia.