Rompecabezas

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario

Rancho aparte

La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla”. sup Marcos

Unos tacos fueron la excusa para el encuentro con los compas de Rancho Aparte y conocer su laburo. Así conocimos a Josefina Villa (aclaró que no es pariente de Pancho) y con Javier Ruiz Diaz, conocido como Coco.

Josefina tiene 26 años y desde sus 18 o 19 años, mientras estudiaba su primer año de Trabajo Social se acercó al Rancho y allí se quedó.

..Coco es el alma del Rancho . nos dice Josefina.

Y así comenzamos a conocer su historia “LA HISTORIA DE COCO”, su vida y sobre Rancho Aparte.

Coco vivía en un barrio muy humilde, aquí le llamamos villa miseria, muy cerca de donde hoy está el Rancho.

Me crió mi bisabuela, que vivía en el barrio La sexta desde que era muy chiquito, creo que 4 o 5 años. Y todo lo que tengo me lo dio ella: en temas de corazón, de sentir y nunca me hizo faltar amor, era mi colchón, era mi vida, era lo mejor que tuve y yo creo que me enseñó a amar a las personas. Murió a los 93 años. Y la historia del rancho se cruza con mi historia. Iba y venía a la casa de mi madre, de La sexta a La Tablada, pero cuando yo tenía once años, mi madre se había ido con mis hermanas y quedé viviendo solo.

Y Coco nos cuenta como comienza a juntarse con los pibes, con las bandas, a estar en la calle y a robar, a crecer en la delincuencia, y que así era la forma de adquirir una identidad.

….Sinceramente me gustaba robar yo creo que me adicción era robar, me gustaba tener el control,la droga vino después. me hacía mal y tenía vergüenza por mi abuela porque era una señora muy honesta y la querían mucho en mi barrio.

Vivía de lo que obtenía en la calle, necesitaba transformar eso en odio o en enojo hacia aquel que tenía más… después de estar detenido mucho tiempo en un montón de lugares… pasé todo lo que podés pasar. Me sentía alguien allí, cómo me había mentido el sistema, que me hacía creer que esa era mi casa, que así iba a morir. Por mi mala conducta y tentativa de fuga no me dejaban ir a los talleres, estaba limitado a una zona.

Nos cosíamos la boca con lo que sacábamos de las escobas, como señal de protesta, cuando me llevaban a tribunales, por ejemplo. Convertirte de un humano a un perro, y de un perro a querer morir y a querer matar. Yo quería morir antes que mi tío que lo mató la policía a los 23 años. Tenía 16 años y la competencia era tratar de morir antes que él. A los 19 años me dispara la policía, me mata a un amigo, yo sigo vivo…. Uy, ya superé los 19 , que pasaba con eso…llevaba mucho tiempo en la cárcel de Piñeyro, en el pabellón de ingreso, por mi pésima conducta, en un lugar oscuro y me robo una llave maestra para negociar que me trasladen y cuando me llevan, me tiré del colectivo andando y me agarraron a las diez cuadras, primero me golpearon durante tres días y luego me pusieron en un buzón (lugar de castigo oscuro, sucio, lleno de mierda sin agua, con frío, sin lugar donde acostarte) … bueno.. ahí me dije en un momento: no puede ser más, es demasiado, demasiado.

…Entonces, escribí una carta, a mí mismo, que le dí a mi tía, que me la recuerde cuando salga, si me hago el malo, dame o léemela.No tuve la necesidad de leerla, la tengo yo todavía. Me gustaba mucho pelear con cuchillo, y tenía esa costumbre de pelear, siempre peleaba por otro y no tenía más ganas de pelear, estuve diez años en total en la cárcel. Me costaba mucho confiar en las personas, en el otro, y creo que la carta fue una manera de hacerme acordar lo que se estaba viniendo como futuro, había llegado a un punto que hablaba como un perro, como un animal, no me interesaba nada.

…Y qué fue lo que te cambió?

…Algo muy místico me pasó. Cuando estuve un poco más tranquilo en la cárcel y me respetaban con esa identidad que había adquirido, un día, en el calabozo, sentí que me decían: Te vamos a matar! te vamos a matar! Estaba solo. Había consumido y pensaba que era un viaje. De querer morir, tuve miedo a la muerte, quería vivir.Y en ese momento tomo un libro que nunca había leído: la Biblia, un versículo que me pegó muy fuerte y al día siguiente quería ir a la iglesia. ..Coco, estás loco, me dijeron…Mi cabeza se despertó. Finalmente me recibieron en el lugar, y terminé siendo como el segundo pastor de la unidad, evangélico … y esto me ayudó. No soy de una iglesia, pero creo que hay que dar amor.y hacer el bien, dejé la droga, las peleas. Esto es para mí, lo de la fe no lo mezclo en el barrio, a veces tampoco tenés opción.

Respeto eso. Sé lo que es la iglesia como institución, un gran negocio y eso no nos sirve.

…Ahí me puse a estudiar, hice todo el secundario, hice los dos años para ser maestros.. me facilitó mucho el estudio. Yo antes no iba a los talleres porque era muy soberbio, los talleristas me parecían unos hippies que no me cabían.. yo chocaba con los maestros en esa época.

…Luego encontré un taller de radio: “Buscando los valores de la vida”, ahí estuve tres años. Ya mejoraba mi conducta en la cárcel hasta que me dijeron… cambiaste.

…Cuando salgo voy a vivir a otro barrio, lejos para pasar desapercibido (yo quería zafar de esa identidad que me había hecho ir hacia la oscuridad), pero lo mismo me reconocieron. Un amigo confió en mi y me consiguió un trabajo. 2012. Tuve la entrevista para pintar a 25 metros de altura… y vos, me preguntó… sabés?.. sííí, y lo hice, le conté que había salido de la cárcel y me invitó a aprender a su lado, fue una locura, muy lindo. De ahí tuve que decidir qué hacer…. Me invitaron a ver la película “Mujeres tras las rejas”….y así fue como quise trabajar en una organización, se armó un grupo…..

Y nos cuentan cómo comenzaron a trabajar en el barrio

..Empecé en el CEA, el centro de salud del barrio,en el predio de la Universidad, dándole charlas a los chicos, que eran hijos de mis amigos, les hablaba de 3 cosas: que éramos únicos, irrepetibles y que podíamos soñar con hacer lo que queremos. Luego se dio para ir a otro lugar del barrio. Los sábados daba gimnasia, entraba a las nueve de la mañana y me iba a las ocho de la noche. Hice dos arcos chicos (porque había aprendido a soldar en su primer trabajo), jugábamos a la pelota y cada vez pedían más, todo el día con actividades y demandaban más aún, pedían la leche. Así que con el programa que tenía en la radio Aire Libre : “Lo que no se ve”, donde entrevistábamos trapitos, gente en situación de calle, pedía mercadería a cambio de propaganda para su comercio. Siendo que antes yo no dejaba pasar los camiones y pedía plata por ello, ahora me daban desde otro lugar, me alentaban.. seguí así… me decían.

El barrio ya me conocía, me recibió bien, me mandaban los pibes, me enamoré de hacer esas cosas. De modo un poco egoísta lo hacía para sanarme, yo estaba bastante roto, enojado.

Yo visitaba muchas organizaciones (giros, causa y efecto) y no me cerraba, gente que habla por otros. Una organización no es una organización sin los pibes, la organización la hacen ellos. Y no pueden venir a bajar línea, decirte que te plantes ante la policía; «decile que tenés derechos» lo que hacía enojar

más a la policía, cuando lo que tenés que hacer es negociar continuamente. Tengo el recuerdo de querer ir a un baile y terminar en cana porque no les gustó mi cara. Nunca tenés derecho a nada. No pueden venir diciéndote cuáles son tus derechos, cuando no vivis en el barrio.

..También me llamaron organizaciones de liberados, ex.convictos para que cuente mi historia. Liberados de qué? Sos un payaso que te pasean hablando de tu historia» lo meten en el lugar de ex convicto, solo eso, te condiciona, vos sos el que realmente puede hacer algo.

Pero tenemos que realmente poder hacer algo si queremos cambiar las cosas. La cárcel te marca en un montón d cosas, pero te enseña otras. … siempre hay voces sobre vos, no sos vos.

A fines de 2012 empezamos a hacer Rancho. Al principios fuimos muy nómades: en plazas, casas prestadas, o alquilábamos algo como podíamos. Hacíamos talleres de armado de instrumentos de percusión. El nombre Rancho Aparte surge por las propuestas de partidos políticos que nos fueron a buscar, y nosotros no queríamos participar de lo partidario, y se nos ocurrió: “nosotros hacemos rancho aparte”, que no nos chupen los partidos. Y desde antes ya tenía una idea, hasta un logo para el proyecto que sería un mundo con un rancho y edificios, dos mundos adentro de un solo mundo que convivan. Rancho comenzó a ser todo: ir a hospitales, contener a la familias, cumpleaños, dedicarle un montón de tiempo. En el grupo llegamos a ser como 15. Se sumaron las chicas que estudiaban trabajo social entre ellas Josefina.

Josefina nos cuenta que comenzaron a trabajar en el barrio en el Club El porvenir, pero desde un ámbito muy cerrado, sin interacción con el barrio, por lo que ellas comenzaron a salir a trabajar más con el territorio hasta que conocieron Rancho Aparte, primero para pedirles un espacio para sus actividads y luego sumándose a la organización.

Coco nos sigue relatando

.. Los pibes se identificaban con rancho, y se entusiasmaban con todo, temas de salud, taller de cine, educación, viajes. Pero con la pandemia y la muerte de los pibes que frecuentaban rancho, se afectaron las actividades. Muchas pérdidas, te van destrozando.

Marquitos, que protagonizó una película “Quien soy”, hecha en el taller de cine. “En un año nos mataron a Marquitos, a Facu y el Chino, de 15 y 18 años”

…Incluso cuando fueron muriendo los pibes acompañamos, a las familias, hasta con los trámites de entierros. Pero con la última muerte ya no pude más. Yo no estaba para acompañar la muerte, quería acompañar la vida. Por eso a mí la religión me ayudó, pero tomaba todo eso para sanar, nunca me hice religioso.

Cómo Rancho se radicó en la casa de Marquitos, asesinado. ..

…Fue la mamá, en la pandemia, que dejó el barrio, y nosotros teníamos que desocupar el galpón que nos alquilaban y ella nos prestó la casa. Hicimos un comedor durante la pandemia. Eso se sostuvo con mucha carga pero hasta hicimos un día del niño en la calle.. Conseguíamos cosas y repartíamos. También estábamos cuidando la casa, podían balearla también.

Hoy, en el 2024 funcionan los talleres de: sublimación, candombe, apoyo escolar, cine y fotografía.

Y Rancho desde el 2021 viene trabajando con el programa espuma. Es la fabricación de detergente con aceite reciclado de cocina y agregado de hierbas naturales para darle mejor fragancia. Un muchacho que se capacitó en España sobre reciclado de aceite de cocina usado. El rancho fue la base y se les pidió a los vecinos el aceite quemado, que lo juntaran en un tarro y se comenzó con la fabricación de detergente, dándoles a cambio un jabón. Trabajamos con la comunidad reduciendo la contaminación ambiental.

…Rancho es un montón de personas con amor genuino por lo que hacemos. No tenía más vida que eso. Ahora estamos en un comienzo nuevo del rancho. No lo siento de la misma manera. Los pibes no sólo buscan un taller para tener algo que hacer, buscan más. Que estés con ellos. Un lugar de contención, dónde se puedan pensar de otra manera. Hoy tenemos más, pero los pibes no buscan solo eso.

Hacíamos fuego con dos palitos y hoy tenemos un soplete.

Hay que endurecerse sin perder jamás la ternura”. Che Guevara

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario-Argentina

Intentamos compartir con los zapatistas ese camino de dignidad y esperanza, a través de las Brigadas Civiles de Observación, testimoniando las violaciones a sus derechos y difundiendo su lucha desde nuestros territorios. Buscamos una nueva forma de hacer política y caminos de encuentro.

Imagen: Mural a cargo de China del Río, Rosario 2019

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