Había una vez

Resulta desafiante poder narrar la historia de la Red, o sea nuestra historia, cuando han pasado tanto tiempo y tantas cosas hasta llegar al día de hoy. Muchxs y grandes compañerxs, hermanxs y amigxs, formaron parte de la colectiva en diferentes períodos, y entre lxs que en el presente seguimos caminando este maravilloso espacio es que podemos ir armando el rompecabezas que nos conforma a través de relatos de otrxs y nuestras propias vivencias.

Somos continuadorxs de ese inolvidable ¡YA BASTA! que aquellxs valientes y determinadxs hombres, mujeres, niñxs y ancianxs del maíz desde sus entrañas más profundas gritaron ese eterno 1º de enero de 1994 haciendo estremecer al Estado Mexicano y al Mundo. Se trató de un llamado de atención que atravesó fronteras, muros y todo límite físico que existiese, alcanzando los lugares más recónditos de la Madre Tierra. Y con ello, los corazones sensibles de un sinfín de otros seres humanos de a pie que por solidaridad, convicción y/o curiosidad decidieron hacer algo al respecto.

En ese primer momento -inclusive en los primeros días de “combate”-, lo que lxs compas fueron solicitando hacia quienes se encontraban fuera de los límites de México fue presencia para vigilar y regular el accionar del Estado y sus fuerzas represivas. Así es que diferentes referentxs sociales y populares vinculadxs a los Derechos Humanos, militantxs políticos y otras individualidades (muchas veces pertenecientes a espacios colectivos) fueron viajando al Sureste Mexicano para acompañar en presencia todo lo que allí se estaba desarrollando. De ese nutrido grupo que arribaron desde los territorios que actualmente se conocen como Argentina -y más precisamente desde la Ciudad de la Furia, o sea Buenos

Aires-, nació la primera composición de la Red.

Desde esa primera equipa hasta el día de la fecha, fuimos y somos muchxs quienes formamos parte de este sueño. Valoramos enormemente lo que cada unx trajo, dejó y se llevó como intercambio y aprendizaje recíproco, y sin hacer alardes de nada, nos sentimos orgullosxs de poder continuar con la labor hasta el día de hoy y de cualquier mañana.

Comprendimos y aprendimos que Otro Mundo es posible, de cómo organizarse mediante la autogestión en forma horizontal sin caudillismos, bien planito como dicen lxs compas. Vemos cómo el zapatismo le quita el velo a la hipócrita realidad y la muestra en carne viva -o muerta-, a partir de la propia construcción desde las comunidades, municipios, ejidos, caracoles.

Con este espíritu, y a medida que nuestra experiencia junto a la zapatista iba madurando, lo que nos propusimos como colectiva -además de intentar viajar y acompañar de manera presencial lo más posible- fue básicamente difundir la palabra-acción zapatista en nuestros territorios. Con la certeza de que se trata(ba) de un acontecimiento político (no partidario ni institucional) muy potente y rico, que además de ser imprescindible en sí mismo, podría llegar a ser un faro que nos oriente (disque espejo) para las luchas que se venían desarrollando en estas latitudes sureñas. Y eso lo fuimos haciendo en diferentes forma(to)s y a través de diversos proyectos.

Sin ánimo de ahondar demasiado en cada uno de ellos, lo que creemos importante resaltar son diferentes “ejes de trabajo” que de alguna forma -y con esa necesaria pizca de espontaneidad- fuimos definiendo: publicaciones, (de)formaciones y reflexiones políticas desde el zapatismo, y acompañamiento directo a las comunidades en resistencia y rebeldía tanto en el Sureste Mexicano, como en otras partes de México y en Argentina, poder colaborar con personas que quieren ir a conocer la experiencia zapatista y brindarles nuestras experiencias para que ese acercamiento no sea duro ni frustrante por la realidad en resistencia que lxs compas aún siguen teniendo.

El proyecto tal vez más emblemático y con el que probablemente obtuvimos algo de exposición por fuera de estas fronteras fue la edición en Argentina de “Los Otros Cuentos” (Volumen I y Volumen II), que son una compilación de Relatos del ex Subcomandante Insurgente Marcos (hoy renacido en el SCI Galeano) sobre la cosmovisión/cosmogonía Maya y su historia cultural y política. Cada uno de los volúmenes viene acompañado de un CD con el relato a viva voz de cada cuento por parte de diferentes referentx populares, culturales, políticos y de derechos humanos tanto de Argentina como de otras latitudes. Estos materiales fueron traducidos a otros muchos idiomas por otrxs compas que nos solicitaron el permiso para reproducir este proyecto en sus propios territorios, y todo lo recaudado de la venta históricamente lo hemos enviado a las Juntas de Buen Gobierno para que ellxs decidan en qué utilizar este aporte económico solidario.

Compartimos parte de las sentipalabras que se encuentran al inicio de LOC Volumen I: «La Red de Solidaridad nos unía dos extremos de nuestra América latida, Chiapas y Buenos Aires en dos de las puntas del paliacate a punto de ser anudado, para taparnos el rostro y descubrirnos en la selva y las montañas del sureste mexicano, y descubrirnos para poder tomar mate en las pampas del centro-oeste argentino latiendo juntamente. Nos lo dijo Don Durito. son muchos sueños, pero también es la hora de despertar».

También hemos grabado un CD de canciones rebeldes que denominamos “Ya se mira el horizonte” – Principios y Demandas Zapatistas”, con las participaciones de grandes músicxs, artistas, militantxs, amigxs y compañerxs como Toto La Momposina, Nicolás Falcoff y La Insurgencia del Caracol, Che Sudaka y Raly Barrionuevo, entre muchxs otrxs.

Los demás proyectos editoriales que siguieron decidimos encararlos de manera colectiva junto con otrxs compas de militancia. Así es que salieron a la luz los “Manuales de la Escuelita Zapatista: La libertad según lxs Zapatistas N° 1 y N° 2”, “Pensamiento Crítico frente a la Hidra

Capitalista”, “Compañeras” todos ellxs articulando con las editoriales independientes y cooperativas Tinta Limón, El Colectivo y América Libre. La última publicación ha sido el lanzamiento de “Habrá una vez”, donde también se sumó la Editorial Chirimbote.

Estos proyectos han sido vitales para contar la experiencia zapatista y que a más personas se les despierte la curiosidad de poder conocer algo más de dicha experiencia. Un gran complemento a nuestros talleres de (de)formación política que venimos realizando desde finales de los ‘90. Hace ya varios años pasaron a conformarse en un ciclo de talleres que solemos realizarlos en la segunda mitad del año, pero iniciaron siendo unos ciclos de cine-debate a partir de las diferentes producciones audiovisuales que documentalistas de todo el planeta realizaban para contar lo que sucedía en la selva Lacandona.

Esos primeros documentales se transformaron en un material imprescindible para romper el cerco mediático y que la sociedad civil pueda colaborar con las denuncias que aquellxs indígenas realizaban sobre el avance del Ejército, como también la aparición de organizaciones paramilitares, que atentaban contra la dignidad y la vida de lxs zapatistas. El cine-debate fue el primer espacio de discusión política que la Red de Solidaridad con Chiapas de Buenos Aires creó para conversar cara a cara sobre el zapatismo con las personas que estuvieran interesadas.

Muchas formas y exploraciones han pasado para llegar a nuestro modo actual de realizar estos talleres, siempre en búsqueda de que los mismos puedan ser espacios nada acartonados y podamos pensar la propia militancia a partir de conocer y profundizar en lo que el zapatismo nos va legando. Es que no se trata de solo conocer e interiorizarse de lo que allí sucede (aunque también); además pretendemos que al conocer lo que ha conseguido el zapatismo nos dé ánimos y esperanzas de que aquel mundo donde quepan muchos mundos… ya ha nacido.

No queremos cerrar esta compartida sin dejar de mencionar que el zapatismo nos ha dado vinculación con muchos colectivos compañeros, personas de importancia superlativa en la trayectoria por hacer un mundo más justo, inventiva en la organización junto a otrxs. Y deseamos estar a la altura de tamaña responsabilidad, como la que asumimos con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) de garantizar una primera instancia de formación para lxs viajeros que irán a participar de los campamentos cómo observadorxs en DDHH y poder registrar, para luego difundir, los efectos que la “guerra de baja intensidad” tiene sobre aquellas comunidades que buscan su autogobierno y autonomía para vivir según sus modos y cultura histórica.

Quedaron muchas acciones por compartir, pero he aquí lo más destacado que queremos brindarles: con formación y organización, con lucha y vinculación, aquellos mundos posibles y utopías pueden estar cada vez más cerca de todxs, y no solamente en una selva ubicada en algún lugar del sureste mexicano. ¡Que el zapatismo siga siendo un motivo más entre tantos otros para poder aminorar los efectos de la Tormenta que está en ciernes!