Mujeres Transnacionales

Berenice Valdez Rivera*

Derribemos el muro de la burocracia

La mayoría de las personas que nacimos en México no conocemos de barreras u obstáculos para el registro de nuestra nacionalidad, ya sea a través del trámite de nuestra acta de nacimiento, en tiempo y forma y sin errores, o de nuestra credencial del Instituto Nacional Electoral -al cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, para un gran porcentaje de la población mexicana nacida en el extranjero, acceder a un documento que acredite su nacionalidad mexicana parece un sueño lejano o una pesadilla burocrática, marcada por la desconfianza institucional y la discriminación.

La Constitución mexicana señala, en su artículo 30 inciso A) Fracción II y III, que “son mexicanos por nacimiento los que nazcan en el extranjero hijos de padre o madre mexicanos por nacimiento o naturalización”, sin embargo, las instituciones mexicanas han construido un muro burocrático que impide el registro de la nacionalidad mexicana y el acceso a derechos en el país de más de 9 millones de personas mexicanas nacidas en Estados Unidos con madre y/o padre mexicano que residen en ese país, y más de medio millón de niñas, niños y adolescentes que nacieron en Estados Unidos, que actualmente viven en México.

No contar con el reconocimiento de la nacionalidad mexicana tienen un impacto negativo en el acceso efectivo a derechos de las niñas y los niños, y también implica un proceso desgastante para las madres y/o los padres, la mayoría deportados de Estados Unidos, quienes no pueden regresar a ese país a solicitar los certificados de nacimiento de sus hijas e hijos o a realizar los trámites de apostilla de las actas de nacimiento -principal requisito, y barrera, para la inscscripción de la nacionalidad mexicana.

Mientras que el pago de trámites de autoridades mexicanas a autoridades estadounidenses también es alto. De junio de 2016 a 2018, la Secretaría de Gobernación a través del Registro Nacional de Población gastó cerca de 2 millones de pesos por consultas electrónicas de verificación de actas de nacimiento.

Sin emabrgo, el gasto que la población mexicana y algunas instituciones estatales han hecho por concepto de apostillas en Estados Unidos es mayor, considerando que las apostillas pueden llegar a costar hasta 30 veces más que una verificación electrónica. Incluso hay oficinas de gobierno estatales que han gastado en un año hasta 5 millones de pesos en trámites de apostilla. A ello se suman los costos sociales por la falta de políticas públicas y un marco legal que haga viable el acceso al derecho a la identidad y la nacionalidad mexicana.

La encuesta intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía estimó que en México viven 258,794 niñas, niños y adolescentes nacidos en Estados Unidos que no cuenta con su registro de nacionalidad mexicana, sin contar las personas mayores de edad o la población mexicana, y sus familias, que han sido deportadas durante la administración de Donald Trump.

Aunque hoy el muro burocrático para esta población sigue siendo alto, existe una solución, por un lado, el cumplimiento de lo establecido en la Constitución mexicana, y por otro, la voluntad del ejecutivo federal y las y los legisladores para modificar el Código Federal de Procedimientos Civiles -artículo 546, estableciendo que no será necesario la apostilla ni la verificación electrónica del acta de nacimiento extranjera, pues bastará con el acta de nacimiento de la madre y/o el padre mexicano y el acta de nacimiento extranjera de la niña o el niño. Además de eliminar el costo del registro de la nacionalidad mexicana, conforme al artículo 4º constitucional que establece la gratuidad del registro de nacimiento de las personas nacidas en el país.

Esta acción evidenciará la voluntad del gobierno mexicano de saldar su deuda con sus connacionales, y con las hijas y los hijos de la población migrante – que han regresado al país voluntaria o involuntariamente con afectaciones y secuelas por las políticas migratorias restrictivas y violentas del gobierno estadounidense, que les permita desarrollar sus proyectos de vida.

*Coordinadora de políticas públicas, Instituto para las Mujeres en la Migración, AC

Twitter: @imumidf

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