A finales de los 60, luego de la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, hubo un renacer de organizaciones populares en Venezuela. Y el estado Lara, en el centro occidente del país, es un ejemplo de ello.

Allí surgieron un grupo grande de cooperativas que al poco tiempo darían origen a Cecosesola.

Cecosesola al igual que las cooperativas que integran la red, funcionaban con consejos de administración y vigilancia, gerentes y empleados. Fue en la década de los 70, que en el Servicio Cooperativo de Transporte comenzó el proceso de ir descubriendo y profundizando una gestión participativa sin líneas de mando. Paulatinamente, esta manera de abordar la autogestión ha ido permeando las otras instancias de Cecosesola, así como la mayoría de las cooperativas integrantes de la red.

La Cooperativa El Triunfo es una de ellas. Nace en un asentamiento recién creado, con calles de tierra, sin aceras ni cloacas, en el oeste de Barquisimeto, en lo que luego sería el barrio Pueblo Nuevo. Allí un grupo de hombres y mujeres se reúnen debajo de un árbol para ayudarse mutuamente, reuniendo los pocos recursos económicos que tenían y darse pequeños préstamos para -de a poquito- ir construyendo sus viviendas. Parten de una necesidad común, de la confianza que van generando entre ellos mismos y del gran espíritu de servicio que comparten.

Hasta aquí no hay nada extraordinario. Lo extraordinario es que hoy, 60 años después, esa organización mantenga su empuje, desarrollando diversas áreas como Ahorro y Préstamo, Mercados Comunitarios, Medicina general y especialidades, Laboratorio y Odontología con un volumen global de operaciones anuales mayor a los seis millones de dólares al año. Y que lo haga construyendo un modo de vida diferente, como parte activa de la Red Cecosesola.

Ejemplos sobran. Que el odontólogo que te atiende durante la semana en el consultorio sea la persona que te recibe en la entrada del Mercado Comunitario. Que la joven que te toma la muestra en el laboratorio sea quien te atienda en la caja del área de verduras. Que el médico pediatra de tu niño esté acomodando productos en el área de víveres o que esté en el equipo de cocina de ese día.  Que una enfermera del Triunfo esté en el servicio de salud de la cooperativa El Valle y una del Valle esté entre nosotros. Que las compañeras que son contadoras profesionales estén encaramadas en un cerro en el Estado Trujillo intercambiando con productores agrícolas de la Red. Todo eso es parte de nuestra formación. Porque la rotación nos permite acercarnos y conocernos unos a otros, ir adquiriendo una visión global de la cooperativa y de la Red en su conjunto. Nos permite ir descubriendo habilidades que desconocíamos. Nos permite crecer como personas.

La marcha diaria de la cooperativa está bajo la responsabilidad de 216 trabajadores asociados, de los cuales 103 son profesionales de la salud. No existen líneas de mando ni cargos directivos. Para los efectos formales frente a terceros, existen tres asociados nombrados en la reunión de delegados que ejercen la representación legal de la cooperativa durante 3 años. Los ingresos que perciben los trabajadores asociados se deciden por consenso, partiendo del análisis de la productividad de cada espacio y de la cooperativa como conjunto.

Cada martes en la tarde se realiza una reunión de coordinación global de la cooperativa donde asisten compañeros y compañeras de las diferentes áreas. Allí se presentan resultados económicos de la cooperativa, se tratan situaciones que surgen en cualquiera de las áreas de actividad y que nos permitan profundizar una reflexión sobre las relaciones que vamos generando, sobre  lo que somos y vamos siendo. Además, un día a la semana, por lo menos, cada equipo realiza su reunión de coordinación de trabajo y de reflexión de las situaciones que van surgiendo en su entorno más inmediato.

En el Triunfo, hay un esfuerzo permanente por mantener la pasión de sus fundadores. Un ejemplo es la realización de las reuniones anuales donde participan alrededor de 5.000 personas de sus 7.303 asociados activos. ¿Cómo? En cuatro fines de semana, en una escuela pública del sector, en 16 salones simultáneamente se van haciendo reuniones con 35 personas en promedio. Este proceso de reuniones sectoriales, se convierte en una grandísima encuesta anual. Allí se revisan las actividades de la cooperativa y se anotan aquellos socios o socias que quieren seguir participando durante el año en cuatro reuniones bimensuales. Estas reuniones, con una asistencia promedio de 200 personas, se convierten en un momento de disfrute e integración familiar, visitando diferentes espacios de la Red Cecosesola y también revisando los resultados de la gestión y tomando las decisiones de carácter global más importante de la cooperativa.

En un video que realizamos para celebrar los 60 años de nuestra cooperativa,  Amarilis de Rivero, una de las iniciadoras decía: si nos preguntan cómo hemos llegado hasta aquí es porque todo el tiempo somos esto: ¡MANOS Y CORAZÓN!