Biblioteca C. C. Vigil, cultura popular en movimiento
Para comprender el surgimiento de La Vigil tenemos que remontarnos a los años 40, cuando la Rosario moderna solo se concentraba en el casco céntrico de la ciudad y los servicios esenciales no llegaban a los barrios marginados como la ancha zona sur de Tablada, barrio obrero por excelencia. En este injusto paisaje, se multiplicaban las asociaciones vecinales que intentaban canalizar preocupaciones cotidianas y mejorar las condiciones de vida de lxs rosarinxs.
En ese entonces, la mayoría de los clubes y organizaciones barriales se esforzaban por tener una biblioteca. Este también era el caso de la vecinal “Tablada y Villa Manuelita”, que abrió sus puertas en 1933 e inauguró una modesta biblioteca en 1944. El punto de inflexión se dará algunos años más tarde, con un grupo de jóvenes que se sumará a la vecinal en 1953, conformando una subcomisión de Biblioteca desde donde surgirán nuevas inquietudes y actividades socioculturales.
Este grupo de jóvenes del barrio tenían entre 15 y 20 años de edad y, en sintonía con las ganas de transformar la realidad, empezaron a moverse: atendían la biblioteca y brindaban apoyo escolar, proponían actividades para generar recursos propios, para la compra de libros, obras de títeres o de teatro.
Desde esta misma subcomisión también surgió la rifa de Vigil, siendo el recurso económico fundamental para la institución, ya que desde sus inicios le permitió un crecimiento acelerado.
Así, en 1959, esta subcomisión de biblioteca había logrado un desarrollo superior al de la vecinal; y por decisión unánime de asamblea, en noviembre de ese año, se resuelve la separación de ambas organizaciones
Durante la década del 60 se abrieron: el Jardín de infantes, el Servicio Bibliotecario, la Editorial, el Museo de Ciencias Naturales, el Observatorio Astronómico, la Universidad Popular, un Centro Recreativo, Cultural y Deportivo, la Caja de Ayuda Mutua, la Guardería y el Centro Materno Infantil.
Llegada la década del 70: el Instituto Secundario (1970) y la Escuela primaria (1972); ambos de carácter gratuito, mixto, laico y de doble escolaridad.
Al mismo tiempo se iban creando los departamentos de producción interna y externa: talleres de reparación de automotores, carpintería, herrería e imprenta.
En 1977 se contaba con 650 empleados, alrededor de 2.700 vendedores y cobradores de rifas, 3.000 alumnxs en escuelas formales y no formales, y aproximadamente 20.000 socixs. La Editorial Biblioteca a esta altura había editado más de 90 títulos y discografías. La política fue difundir, fortalecer y crear cultura de la ciudad y la región, de lo cercano, lo propio, lo nuestro.
Todas las actividades respondían a una necesidad del barrio: si no había jardín de infantes, La Vigil lo hacía, si no había escuela secundaria, también, y si querías mirar la luna, bastaba con subir al observatorio.
No hubo gerentes con sueldos millonarios, la gran suma de dinero que ese colectivo barrial producía era devuelta en obras, actividades y servicios culturales, sociales, mutuales, deportivos. Es decir, una institución pujante, democrática y no lucrativa.
La obra pedagógica fue su proyecto más potente e inclusivo en el acceso a la calidad educativa, justamente esta educación de primer nivel, laica y para todxs.
Entre 1974 y 1975, luego de la muerte de Perón, comienza a cambiar la economía del país. Las presiones de algunos sectores empresariales, produjeron períodos de desabastecimiento, lo que afectó la entrega de premios de la rifa y hacia 1975, el llamado “Rodrigazo” (por el nombre del Ministro de Economía, Celestino Rodrigo) produce una devaluación devastadora. El precio de los automóviles, por ejemplo, alcanzó un aumento del 500 al 800% dependiendo de la marca, sumado a que las empresas no respetaron las compras pautadas solicitando, en muchos casos, el pago del aumento para la entrega de los vehículos (así lo registran notas internas y comunicaciones de La Vigil a los socixs). Por otra parte, la rifa era pagadera en cuotas y sus ingresos estaban congelados, (no se permite modificar su monto).
Esta situación provoca una crisis financiera que La Vigil va sorteando, mientras se buscan créditos a nivel nacional, que le fueron negados. Todas las articulaciones con otras instituciones crediticias y mutualistas caen por la crisis de la mano del poder adquisitivo de los trabajadores. Como toda organización social de base es reflejo de lo que los sectores medios y bajos de la sociedad padecen. También en estos años La Vigil recibe atentados por parte de la AAA (Alianza Anticomunista Argentina).
El camino para su destrucción estaba trazado, la excusa fue su situación económica, el motivo real fue político. La Vigil era un mal ejemplo de construcción colectiva, igualdad de oportunidades, accesibilidad a la cultura y educación popular, para los tiempos que se avecinaban: el golpe de estado genocida del 24 de marzo de 1976, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Por la mañana del viernes 25 de febrero de 1977, gran cantidad de camiones del ejército y la policía de la provincia rodearon el enorme edificio de Gaboto y Alem, comandados por el genocida Agustín Feced.
En breves semanas, supuestamente destinadas a regularizar los pasivos contables, finalmente se declaró la liquidación de su patrimonio; específicamente, el 15 de abril de 1977. Este cambio de carátula, de “normalización” a “liquidación”, fue el marco legal que habilitó su extinción material.
Sin embargo, fue una liquidación sin quiebra, ya que los bienes de La Vigil superaban ampliamente las deudas por premios, por eso se sostiene que la situación económica fue la excusa para su exterminio. La destrucción y desguace de los bienes muebles e inmuebles, fue completa.
El sistema escolar fue la única estructura que la intervención liquidadora sostuvo hasta su derivación al ámbito de la enseñanza pública provincial en 1981 bajo la denominación “Complejo Pedro de Vega”. No obstante y previamente, las escuelas en todos sus niveles también fueron mutiladas en sus destacados aspectos materiales y simbólicos, hasta entonces orientados a los sectores más vulnerables de la ciudad.
Sus valiosos bienes muebles e inmuebles y la integralidad de los innovadores proyectos colectivos sufrieron una amplia e inaudita variante destructiva: robos de todo tipo, despidos por decretos de seguridad, ventas de bienes a precios irrisorios, quema de libros y tantísimos desmanes que terminaron en 1995 con la venta del Centro recreativo de Villa Gdor. Gálvez de 34 hectáreas frente al Paraná y un supuesto robo de toda la documentación “delatora” de lo actuado por la intervención genocida.
Nos acercamos hasta la Vigil para conocer más de cerca su historia y la grave situación económica que están atravesando. Charlamos con Natalia, Nadina, Roberto y Bruno y esto nos contaban…
En 1981 la intervención que había sido impuesta por la dictadura militar, le vende los bienes muebles e inmuebles que quedaban después de la liquidación, al estado provincial. Esa venta es muy turbia como todo lo que hizo la intervención liquidadora. A partir de que la provincia adquiere esos bienes (el estado dice que la compra fue en buena Ley, y eso es lo que consta judicialmente hasta que no se demuestre lo contrario), los comienza a utilizar. Las escuelas primarias y secundarias, y los jardines pasan a la órbita del estado provincial y también ya en democracia en el edificio de calle Gaboto se instala la sede regional VI del ministerio de educación.
El movimiento de socios, socias, ex estudiantes, graduadas y graduados que luchaban por la recuperación, va tomando fuerza y mucho más, después del estallido social del 2001. Previo al 2001 hubo intentos de recuperar la Vigil, pero no había oídos disponibles para ello en ninguna instancia del Gobierno. Con las leyes del 2003 y con los juicios de lesa humanidad, se comienza a ver de qué manera legal se puede devolver la Vigil a sus legítimos dueños: los socios.
Y la figura legal que se encuentra es la de donación, la provincia le dona a la Vigil algo que era de la Vigil. Claro que esto generó muchas discusiones, debates, entendibles de ambas partes, algunos al decir, no queremos que nos donen algo que fue construido por nosotros y que fue violentado, apropiado, destruido, saqueado, incluso borrada la identidad por parte del propio Estado que ahora nos quiere donar.
El proceso de devolución fue muy largo, tortuoso, generó mucha diferencia al interior del grupo porque había discusiones con el INADI, con el Estado, de cómo se hacía la devolución, si se reconocían los socios o no, etc.
Básicamente la recuperación de la Vigil se inicia con una discutida asamblea de socios y socias que luchan porque el Estado democrático no dio el puntapié inicial, sino que fue la misma comunidad la que lo pidió. En realidad, fue un robo, un saqueo, como si te echan de tu casa, te la destruyen toda y después te la devuelven destruida y te dicen…. te la dono….
En 2013 se concreta la donación a través de la ley provincial 13.306, los edificios fueron devueltos solamente en términos legales, pero para nosotros fue una lucha todo el proceso de recuperación, de ver en qué estado habían quedado estos inmuebles, los insumos, los muebles, y allí sí comienza una constante reconstrucción que sigue hasta el presente.
Las escuelas y los edificios se devolvieron en un estado deplorable, lamentable, incluso el Ministerio que había funcionado allí y se había ido unos años antes. Eran montañas de basura, todo destruido, el subsuelo parecía bombardeado, se habían arrancado los cables, las llaves de gas, monitores, teclados, escombros. Eso es lo que devolvieron, algo totalmente destruido, era un mensaje. Constatamos ante escribana como se entregó todo y el estado se comprometió a realizar determinadas obras, pero hizo un par y el resto no, quedamos abandonados en ese desastre. Pudimos ir arreglando varias cosas: los pisos, instalación eléctrica, parte del teatro, y así se fue avanzando en la recuperación de los espacios.
Así fue como se ha podido realizar tantas actividades: funciones teatrales y musicales gratuitas en nuestro Teatro, eventos culturales como ferias, presentaciones, festivales, peñas, milongas, etc., recuperación de 35.000 libros del acervo bibliográfico e incorporación de más de 5.000 obras nuevas, apoyo de 5.000 nuevos asociadxs, incorporación de 30 talleres educativos y culturales con la asistencia de más de 700 alumnos de distintas edades, apoyo escolar gratuito, asesoramiento jurídico y gratuito a la comunidad. Mantener el compromiso de la Biblioteca como Sitio de Memoria, mediante el programa de recorridos guiados, sin perder nunca de vista el vínculo con la comunidad, articulando con otras comunidades, llegando a otros espacios públicos, pensando a la educación más allá de lo escolar, mucho más ampliada y por fuera del estado, permitiéndonos llegar a gente que empezaron a conocer la biblioteca, a usarla, a generar pertenencia e identidad en el barrio, invitándolos a sumarse.
En este proceso de recuperación, se llegó a tener 20 empleados, hoy sólo hay 12. El resto son colaboradores ad honorem, y se hace todo lo que tiene que ver con la biblioteca, la editorial, la imprenta, el recorrido guiado, el área de la memoria, el archivo, el juicio, los más de cuarenta talleres, teatro.
La obligación que tenemos nosotrxs es que estos bienes devueltos sean siempre utilizados con fines sociales, culturales y educativos, aún cuando cambie la comisión directiva. Avanzamos más por el tema de la demanda de los abogados en su momento y hasta hay una ley de inembargabilidad, es decir, como para seguir protegiendo los bienes de la comunidad y no de una comisión directiva o de un presidente.
Una de las maneras de sustento es el alquiler de estos edificios a la provincia, como alquila muchos otros locales privados para escuelas, aunque nosotros tenemos características particulares, porque fuimos intervenidos por el propio Estado y destruidos por él mismo.
El alquiler partió de un valor más bajo que el comercial normal en ese momento, algo se pudo hacer al principio.
Pero en contexto de pandemia, ya veníamos con ciertas complicaciones económicas, y ahí se acrecentó todo, el tener que cerrar al público, no poder reunirnos, y todo lo demás.
Por las limitaciones establecidas por las normativas del estado provincial y el proceso inflacionario de los últimos años el alquiler ha quedado notablemente desvalorizado, y representa la quinta parte de lo acordado hace 10 años, y esto pone en riesgo a la institución.
El gobierno provincial lo admite, pero no concreta ninguna solución
La respuesta informal recibida, después de casi dos años de gestiones, fue que «si a la Vigil no le conviene, que no nos alquile los edificios», sin ningún reparo por el destino de las escuelas que aloja un total de 3.000 estudiantes y trabajadores que integran la comunidad educativa. Por el contrario, nuestra posición es que las escuelas sigan funcionando en los edificios dónde fueron creadas, sosteniendo la vigencia del proyecto educativo y democratizador histórico.
El nudo del problema es que nosotros quedamos atados a un ingreso de alquiler que se devalúa, que la provincia lo paga cuando quiere, como quiere, y al no tener una ley reparatoria que justamente repare todos los delitos cometidos pero que además sea la base para poder funcionar, y la única salida es política. Estamos trabajando con nuestra abogada de DDHH en la elaboración de esta ley.
Tampoco hay en el país alguna sentencia por delitos económicos contra una institución y es lo que estamos tratando de impulsar.
La idea sería que tengamos una ley de reparación histórica, que hasta ahora no la tienen las personas jurídicas, la tienen las personas físicas, sería inédito en eso también la Vigil. Con esta ley podríamos tener un presupuesto, que sostenga el proyecto, incluidas las escuelas.
Te dejamos el enlace a su canal de YouTube, para que la conozcas más…
La BIBLIOTECA POPULAR CONSTANCIO C. VIGIL, hoy es una organización recuperada gracias a la persistente lucha de vecinxs, asociadxs, ex alumnxs y ex directivxs. Después de tantos años de impunidad, indiferencia y vaciamiento cultural cometido por el gobierno de facto cívico-militar, se ha logrado la recuperación de la personería jurídica original y la devolución de su edificio sede.
LA VIGIL RESISTE.
HOY MÁS QUE NUNCA, TENEMOS QUE DEFENDERLA.
Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario-Argentina
Intentamos compartir con los zapatistas ese camino de dignidad y esperanza, a través de las Brigadas Civiles de Observación, testimoniando las violaciones a sus derechos y difundiendo su lucha desde nuestros territorios. Buscamos una nueva forma de hacer política y caminos de encuentro.
Imagen: Mural a cargo de China del Río, Rosario 2019