Rompecabezas

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario

Archivos secretos. Siqueiros en Rosario

Cuando nos enteramos que se estaban abriendo e investigando los prontuarios policiales de principios del siglo XX, y que entre los más notables estaba el prontuario de Siqueiros (que vivía en ese momento la línea soviética estalinista) por su presencia en Rosario en el año 1933, la curiosidad nos llevó a intentar averiguar más sobre esta historia desconocida de nuestra ciudad. Nuestro país transitaba la DECADA INFAME, con un presidente como Agustín Justo, en un período oscuro, de represión y de pérdida de libertades.

Aquí nos remitiremos a conocer más sobre la importancia de estos archivos y en especial sobre la visita de Siqueiros a Rosario y en una próxima entrega intentaremos conocer la influencia que él tuvo en el arte rosarino y en el nacimiento de “La mutualidad”, un intento de vanguardia organizada, donde se convocaba a artistas plásticos, intelectuales, universitarios en un llamamiento; “aprendizaje colectivo unido a una transformación radical de los sistemas pedagógicos artísticos”

Entrevistamos a Gustavo Meoño Brenner, Coordinador del Área de Derechos Humanos y Memoria del Museo de la Democracia sobre estos archivos y su importancia.

– La ciudad de Rosario posee un tesoro documental invaluable, pero la mayoría de los rosarinos no lo sabe. Se trata del Archivo de Prontuarios de la División de Investigaciones de la Policía de Rosario (1905-1940), un acervo histórico que gestiona con gran profesionalismo la Sección Rosario del Archivo General de la Provincia de Santa Fe. Es un archivo muy extenso, con más de un kilómetro en metros lineales de documentos, que contiene cerca de un millón de prontuarios que abarcan la primera mitad del siglo XX, que nos ilustran sobre los mecanismos y los criterios con los que la policía, además de la persecución del delito, controlaba a las personas por razones políticas, por la expresión de sus ideas, por sus preferencias sexuales, por su actividad gremial o simplemente para hacer acopio de información personal sobre la mayoría de ciudadanas y ciudadanos.

Para mí fue un descubrimiento muy importante, a los pocos meses de mi llegada a Rosario y del inicio de mi trabajo en el Museo para la Democracia en 2019. Por mi experiencia de 13 años de trabajo al frente del Archivo Histórico de la Policía Nacional de Guatemala, no dudé en entender que este acervo rosarino puede hacer contribuciones fundamentales para la investigación desde cualquiera de los enfoques de las ciencias sociales. En esos documentos se pueden encontrar las claves para entender la génesis de las violaciones a los derechos humanos en la Argentina, que se llevaron a niveles demenciales durante el terrorismo de estado.

Cómo es la investigación que se hace desde los archivos…y cuál es su importancia.

– Este archivo, como está dicho, es muy importante por cuatro razones principales: su dimensión, el amplio período de tiempo que abarca, la riqueza de su contenido y el buen estado de conservación de los documentos.

Gracias al excelente trabajo de gestión archivística desarrollado por el equipo que encabeza la Profesora Gisela Galassi, las y los usuarios del archivo pueden tener acceso a la información que les resulte de interés desde los más diversos enfoques. Las consultas más frecuentes provienen de ciudadanas y ciudadanos que buscan registros relacionados con sus orígenes familiares que les permita rectificar apellidos, gestionar la nacionalidad en otros países o simplemente saber de dónde llegaron y algo más sobre la vida de sus parientes de dos o tres generaciones atrás.

Al mismo tiempo, el archivo también es consultado por investigadoras e investigadores académicos ligados a la historia, la sociología, la antropología, la ciencia política y la cultura. Y aquí las posibilidades de encontrar información relevante son casi infinitas. Hay que tener presente que en esos prontuarios la policía registró millones de datos relacionados con las personas fichadas: sus orígenes, sus actividades, su pensamiento político y religioso, sus relaciones sociales, sus preferencias sexuales y su nivel cultural o educativo.

De qué período estamos hablando?

– Estos prontuarios abarcan el período comprendido entre 1905 y 1940, aunque en los primeros se puede encontrar información referida a años anteriores y en los últimos, abiertos al inicio de la cuarta década del siglo XX, hay muchísimos datos que se extienden al menos hasta el final de los años 50.

El archivo arranca justamente en el año en el que la policía instituyó en la Argentina el uso de los prontuarios como tipo documental para el control de las personas.

Qué archivos les sorprendieron encontrar, cuál es la importancia de estos archivos?

– Hay que recordar que los documentos deben valorarse como conjunto, dentro del contexto en que fueron elaborados y que en ese sentido todos son importantes. Ese es el valor de las series documentales, porque la burocracia policíaca las creó justamente para agrupar los registros personales que, a su entender, estaban relacionados entre sí. Por ejemplo, se encuentran las series “Orden Social”, “Moralidad Pública”, “Robos y Hurtos” y “Orden Político”, entre otras.

Esos expedientes resaltan por sus innumerables recursos visuales: fotografías, cartas, panfletos, postales, recortes de diarios, junto con las múltiples descripciones formales que la policía realizaba -ficha antropométrica, ficha dactiloscópica, fichas de canjes con otras policías, etc-.

No obstante, en el transcurso de las labores archivísticas los hallazgos son constantes y uno nunca deja de sorprenderse. A manera de ejemplo quiero mencionar tres prontuarios particularmente interesantes:

Uno, el de Joaquín Penina, obrero anarquista de origen catalán emigrado a la ciudad de Rosario, fue una víctima emblemática de la primera dictadura militar argentina encabezada por Uriburu. En 1927 Penina, albañil de profesión, fue apresado y fichado por la policía por su participación en las protestas sociales que exigían la liberación en Estados Unidos de los inmigrantes Sacco y Vanzetti, quienes fueron acusados y ejecutados injustamente en aquel país. 

Penina no formaba parte del anarquismo violento; se le acusaba de la redacción y distribución de panfletos con llamados a la lucha obrera. Fue elegido para ejemplificar el castigo a todos los que se atrevieran a contravenir las disposiciones dictatoriales que imponían el Estado de Sitio y la Ley Marcial.

El 9 de septiembre de 1930, Joaquín fue detenido junto a otros dos compañeros y conducido a la Jefatura de Policía para ser interrogado. Horas después fue fusilado sin juicio previo en las barrancas del Arroyo Saladillo, en la zona sur de Rosario, por orden del teniente coronel Rodolfo Lebrero. A continuación, por precisas instrucciones superiores, su cadáver fue inhumado secretamente como NN. De esa manera, Penina se convirtió en el primer detenido desaparecido por la dictadura militar de Uriburu. Esa práctica represiva fue institucionalizada por las fuerzas armadas argentinas y llevada a niveles genocidas en los años 70.

El prontuario de Joaquín Penina estuvo desaparecido durante muchos años en el Archivo de la División de Investigaciones. Hoy está accesible a la consulta pública.

Otro, el de Angélica Mendoza, escritora y filósofa argentina, que participó entre 1918 y 1919 en las huelgas de maestros en la provincia de Mendoza que llevaron a la fundación del primer gremio docente del país: “Maestros Unidos”, con ella como Secretaria General.

Integró el Comité Central del Partido Comunista de la Argentina, hasta que fue expulsada por sus posturas críticas. Fue fundadora del Partido Comunista Obrero, desde el cual se presentó en las elecciones de 1928 como candidata a presidenta de la Nación, siendo la primera mujer en aspirar a este cargo en la historia argentina y latinoamericana. Hay que recordar que en aquel momento aún faltaban 23 años para que las mujeres pudieran ejercer el derecho al voto en la Argentina.

Entre 1931 y 1932 fue encarcelada en la prisión del Asilo del Buen Pastor en la ciudad de Buenos Aires. Allí escribió su libro “Cárcel de mujeres” donde reveló la situación de las mujeres en esas prisiones, reflexionó sobre la subordinación femenina y denunció la prostitución como un problema social silenciado.

Y por último el del artista mexicano David Alfaro Siqueiros. En 1932 se produjo la visita de Siqueiros a la ciudad de Rosario, cuando ya era reconocido como la máxima expresión del muralismo en México y en el resto del continente americano, junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco. Sin embargo, lo que debió haber constituido un acontecimiento cultural para Rosario, ante los ojos de la policía local y por advertencias de la policía de Buenos Aires, se convirtió en la presencia de un personaje peligroso que debía ser seguido y observado con rigurosidad.

La División de Investigaciones abrió un prontuario para el muralista y designó agentes para controlar todos sus pasos y elaborar reportes sobre cada una de las actividades en las que participó durante su estancia en la ciudad, incluyendo resúmenes sobre el contenido de sus discursos. Además de los informes derivados de las tareas de inteligencia y los seguimientos realizados, en el prontuario de Siqueiros se incluye las comunicaciones con la policía de Buenos Aires y los recortes de las noticias y reportajes que sobre su visita publicó la prensa local.

Aquí es oportuno mencionar que desde hace 3 semanas permanece abierta en el Museo para la Democracia la muestra temporal “ARCHIVO SECRETO: Prontuarios de la División de Investigaciones de la Policía de Rosario (1905-1940)”. En esta instalación museística se exponen justamente algunos de esos expedientes.

En este enlace podes ver el prontuario de Siqueiroshttps://youtu.be/-3dTL4cGm9c

Nos acercamos al Archivo General de la Provincia de Santa Fe (Sede Rosario), para que la Profesora Gisela Galassi nos mostrara y comentara sobre el prontuario de David Alfaro Siqueiros;

Es evidente que Alfaro Siqueiros es perseguido por sus ideas comunistas y quedó registrado en Buenos Aires y en Rosario. Las comunicaciones entre las dos policías dan origen al prontuario. Aquí figuran todos los recortes de diarios, un panfleto de la conferencia que va a dar y los resúmenes de las conferencias que él desarrolló descripto por la policía-
En este reporte lo que el espía dice sobre Siqueiros es casi como que maravilla, porque explica que ha dicho cosas terribles como hablar de libertad, de igualdad y de justicia.


Cuando está por viajar a Rosario con su esposa Blanca Luz Brum, para dar algunas conferencias envían un telegrama a la policía de Rosario, avisando de su llegada y pidiendo además que avisen de su retorno.

Al llegar a Rosario la policía le hace un seguimiento y en el prontuario figuran los recortes de diarios de sus conferencias.

A través de descubrir la visita de Siqueiros a Rosario, en la muestra Archivos Secretos, nos pudimos acercar al trabajo de revisión de los archivos que nos llevó a pensar en la importancia de su recuperación ya que ellos nos ayudan a la reconstrucción de la memoria, y la búsqueda de esta información nos permite hilar como se fueron construyendo poco a poco los pasos para las sangrientas décadas que vivimos en nuestro país

Agradecemos a Gustavo y a Gisela y nos encontramos en la próxima pieza del rompecabezas con más sobre la visita de David Alfaro Siqueiros a nuestra ciudad.

Red de Solidaridad con Chiapas de Rosario-Argentina

Intentamos compartir con los zapatistas ese camino de dignidad y esperanza, a través de las Brigadas Civiles de Observación, testimoniando las violaciones a sus derechos y difundiendo su lucha desde nuestros territorios. Buscamos una nueva forma de hacer política y caminos de encuentro.

Imagen: Mural a cargo de China del Río, Rosario 2019

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