Crónicas de las luces y de los ruidos

Oleg Yasinsky

Un nuevo libro de los textos zapatistas en Rusia

El fin de semana pasado el principal evento en la vida cultural de Moscú, fue la Feria Internacional del Libro Intelectual non/fiction№ que se realizó en el centro Manezh, un edificio histórico, enorme, bellísimo, a pocos pasos del Kremlin. A pesar de los intensos nevazones y el gran atochamiento en las calles aledañas, la feria fue visitada por decenas de miles de personas. Entre cientos de editoriales rusas y extranjeras, estatales, institucionales, universitarias y privadas que expusieron un sinnúmero de libros de todo tipo, a la lista de novedades más importantes los organizadores por unanimidad incluyeron la reciente compilación en ruso, de los textos del Subcomandante Marcos “La Cuarta Guerra Mundial”, que por primera vez incluye documentos zapatistas nunca antes publicados en ruso. El libro de la editorial independiente, Nookratia, pudo salir gracias al entusiasmo y la entrega de su dueño, el escritor Stanislav Ivanov, y a una campaña solidaria que se hizo en las redes del internet ruso para juntar recursos y editar el libro, que se vende por el precio mínimo para estar al acceso de todos los interesados, que por suerte son muchos.

Los textos, entrevistas y documentos de esta compilación fueron escritos, hablados y publicados para nosotros en otro mundo. No es que ese mundo haya desaparecido ni que haya sido sustituido por otro, sino más bien todo lo contrario. Las suposiciones, advertencias y análisis de los rebeldes zapatistas se han llegado a confirmar hasta tal punto que llegó el momento de hacer una nueva lectura de la historia. Hace muchos años, en San Cristóbal de las Casas, vi en la mesa del café de una cooperativa indígena una servilleta con una frase de Mario Benedetti: «Cuando pensábamos que teníamos todas las respuestas, de repente nos cambiaron todas las preguntas.». Si este libro necesitara un epígrafe, estas palabras serían perfectas.

El levantamiento zapatista cambió la vida de muchas personas en diferentes países, incluida la mía. En un mundo que iba en caída libre a principios de los 90, cuando la tesis de Fukuyama del «fin de la historia» se estaba convirtiendo en la práctica política de los reformistas neoliberales que celebraron el colapso de la URSS y convirtieron las reformas caníbales del Chile de Pinochet en su nueva bandera, los habitantes más pobres del estado más pobre de México encontraron la sabiduría y el valor para decir a todo esto un «¡Basta!», que retumbó en todas las latitudes. En ese momento fueron los únicos capaces de hacerlo.

Desde entonces, parece que no ha habido en México ni en el mundo un «partido progresista» o una secta pseudoizquierdista que no haya intentado promoverse o aumentar su escaso capital ético a costa de los zapatistas. Hoy, cuando la izquierda en la mayor parte del mundo no tiene su propio proyecto anticapitalista real, ni mucho menos su propia organización independiente de corporaciones y patrocinadores, la historia del movimiento zapatista es sin duda, una enorme y valiosa lección. No porque los zapatistas sean perfectos o porque nunca cometan errores, sino porque siempre han hecho un gran esfuerzo por aprender de los errores e insistieron en que «quienes nos idealizan no nos entienden«. Una característica muy bella de los zapatistas es su consejo para no imitarlos de ninguna manera, sino en su forma de pensar y actuar de acuerdo a su propia historia, realidad y entendimiento.

En este trágico, cínico, sangriento y criminal caos de hoy y ante la enorme manipulación de nuestros sentimientos y pensamientos por parte de los medios y de las redes sociales, que pretenden acabar no sólo con el periodismo, sino también con el resto de la racionalidad humana, puede ser útil releer estos textos, para que siguiendo la lógica indígena, podamos revolver con la palabra los tiempos, para vislumbrar en los colores del pasado las luces del futuro.

Mientras en los territorios zapatistas de Chiapas se construye uno de los proyectos piloto de la sociedad humana del futuro, que será «un mundo en el que quepan muchos mundos» y donde las autoridades están aprendiendo lo más difícil para cualquier poder, que es «mandar obedeciendo», las falsas izquierdas siguen deslizándose hacia el fascismo del «primer mundo», y a través del sistema mediático que les otorgó el poder, poniendo al revés las ideas de democracia y libertad, siguen agitando nuestras banderas, siguen cantando nuestras canciones y, como una prueba irrefutable de su naturaleza revolucionaria, muestran al público ingenuo, sus viejos selfies con los revolucionarios, traídos de los viajes turísticos. El actual caos informativo es un paraíso para todo ese tipo de intelectuales lumpen, sectarios y sinvergüenzas. Detrás de tantas máscaras del “progresismo” europeo y americano que continúa matando indios y campesinos por toda América Latina y con «organizaciones no gubernamentales progresistas» que se convirtieron en verdaderas escuelas de formación de cuadros para domesticar a los líderes de los movimientos sociales en los países colonizados.

Lo que no ha cambiado nada en todo este tiempo, es la guerra que libra el neoliberalismo contra todas las culturas y pueblos, al mismo tiempo y en todas partes. La historia que se cuenta en este libro es nuestro pasado común, reciente y quema los corazones que lo tocan. Que cada cual saque sus conclusiones o generalizaciones o encuentre las preguntas más pertinentes para este tiempo.

Cuando la delegación zapatista estuvo en Europa en el verano de 2021, con los amigos queríamos invitarlos a Rusia, que todavía no conocían y donde probablemente se hubieran sorprendido y asombrado de tantas cosas. Lamentablemente, no se pudo. Con este libro, vienen a Rusia dos años y medio más tarde. Con estas páginas conversan, discuten, preguntan, escuchan.

Para mí fue muy conmovedor ver a este libro como un pedacito del paisaje chiapaneco (en el paisaje humano y en el paisaje natural que se complementan) en medio de las nieves.

Por la tarde del domingo, el último y el más intenso día de la feria, el evento terminó con el sello de estos tiempos: alguien dió aviso de bomba y todo tuvo que ser evacuado.

2 Respuestas a “Rusia, este verano en guerra”

  1. Juan Boggio

    El objetivo de Estados Unidos fue y es desplazar del mercado europeo de Gas Natural a Rusia y colocar su Gas Natural Licuefactado (GNL) al doble de precio, que tontos los gobernantes europeos que no se dan cuenta, especialmente de Alemania, donde Estados Unidos esta desbastando su industria. En resumen, guerra es por el mercado europeo de hidrocarburos (Gas Natural y petróleo) por eso hasta lograron sabotear el Gasoducto Nordt Stream que transportaba el Gas Natural barato desde Rusia a Alemania. Los alemanes son miopes o se hacen.

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