Tierra Roja

Abel Irala

Marcha campesina “Por tierra y Producción y contra todas las injusticias”

Para finales de marzo miles de campesinos/as marcharán por las calles de la capital del país. Será la marcha nacional número 30 organizada por la Federación Nacional Campesina (FNC), que constantemente viene denunciando el abandono del Estado a las comunidades campesinas e indígenas.

La marcha campesina, desde hace 30 años consecutivos, trae sus reclamos y demandas hasta a Asunción, como una forma de denunciar pública y colectivamente las diferentes formas de exclusión del campesinado, de su cultura, de su forma de ver el mundo, pero también viene a demostrar que en el campo ante la adversidad hay organización, hay conciencia, hay debates políticos y económicos, que aquellas personas de origen humilde, de prácticas solidarias son sujetos colectivos de transformaciones que más tarde o temprano llegarán para modificar las estructuras injustas que se han impuesto.

Esta nueva marcha será la primera en el nuevo gobierno de Santiago Peña, quien asumió la presidencia del Paraguay en agosto del 2023, y que hasta ahora gobierna con el apoyo de los terratenientes y los grandes empresarios del agro, con la falacia de que el país cuenta con un modelo de desarrollo sostenible capaz de alimentar a 80 millones de personas.

La marcha campesina traerá otra versión de lo que gobierno publicita, entre otras cosas recordará que el Estado paraguayo no sólo abandonó a las comunidades campesinas, sino  fue y es actor de despojo y violencia contra ellas, a través de diferentes maniobras las tierras fértiles están bajo el control directo de las multinacionales para el crecimiento del agronegocio, el 95% de la tierras cultivables del país son para los rubros del agronegocio y el 5% para las agricultura campesinas, esto significa 5.512.737 hectáreas para commodities, para la exportación, dirigidas al gran mercado global, pero que claramente no son para alimentar ni paliar la hambruna mundial.

En mayo de 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó los resultados de la aplicación de la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES) en Paraguay, a partir de datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) 2021, el resultado mostró que el 24,63 % (±2,57) de hogares en Paraguay —o 25 de cada 100— son afectados por inseguridad alimentaria moderada o grave, con lo que demuestra que Paraguay no puede cubrir ni siquiera su demanda interna en cuanto a alimento con el actual modelo de desarrollo.

El abandono, el saqueo contra campesinos/as e indígenas forma parte una estrategia de gobiernos sumisos a los grandes capitales internacionales, que promueven la mercantilización de la naturaleza, que son responsables de las diversas formas de expresión de las crisis climática, en Paraguay se traduce como acaparamiento de tierras, expulsión y violencia, deforestación, contaminación de cauces hídrico todo en favor la producción insaciable a favor de la mayor acumulación de riquezas.

Eso será lo que miles de campesinos y campesinas, con el apoyo de indígenas y sectores populares, denunciarán en la protesta prevista el 20 y 21 de marzo próximo, tal como lo expresan en su comunicado: “La marcha se realizará en un contexto de creciente crisis política, de medidas antipopulares y atropellos por parte del Estado, que cada vez más amenazan derechos conquistados por el pueblo”, crisis de las que este gobierno no quiere hablar, porque es uno de los actores responsable de profundizar un modelo excluyente.

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