Tierra Roja

Abel Irala

El gobierno paraguayo quiere arrebatar conquistas estudiantiles

Jóvenes estudiantes de las universidades públicas se encuentran en movilización permanente para defender el Arancel Cero para la Universidades Nacionales. La lucha por el Arancel Cero es un proceso de varios años, que tuvo su mayor impacto en el año 2020, cuando desde la presión callejera el gobierno se vió forzado a promulgar una ley para garantizar la gratuidad de los cursos de admisión y de grado en las Universidades públicas del país.

Los movimientos estudiantiles tomaron aquella ley como una forma de inicio para expandir la gratuidad en las universidades, una ley insuficiente, pero válida para seguir profundizando la lucha estudiantil y la defensa de la universidad pública, sin embargo desde el gobierno, la ley, fue simplemente una estrategia de distracción, una acción provisoria, para aplacar las grandes protestas estudiantiles durante el 2020 en medio de la pandemia del Covid 19.

Con el actual gobierno de Peña, lo que se ha logrado corre el riesgo de desaparecer, los retrocesos en cuanto a derechos humanos y legislaciones ganadas desde las luchas callejeras que mínimamente tienen algunas de las aspiraciones populares se desean borrar de un plumazo para imponer las lógicas más radicales del mercado y el capital.

En Paraguay la no asistencia de jóvenes y adolescentes a una institución escolar es principalmente por falta de recursos económicos. En el año 2021, el 62% del total de jóvenes de entre 15 y 29 años que no asistían a un centro escolar, era por razones económicas, mientras que el 68% de jóvenes entre 18 a 24 años de edad no asisten a un centro de educación formal. Según los datos de UNFPA y BID (2023), el sistema educativo es excluyente y clasista, no está diseñado para que los pobres ingresen y permanezcan en las casas de estudio, por eso el Arancel Cero representa más que una simple exoneración o no cobro de aranceles, representa el clamor de los sectores populares de abrir las puertas de la universidades, de democratizarlas, de diversificarlas, de cuestionarlas en sus formas actuales serviles a mantener un sistema de opresión.

El gobierno se encuentra promoviendo una cuestionada ley que ellos denominan “hambre cero”, la fuente de financiamiento que actualmente está para el Arancel Cero, pasará a sostener el nuevo proyecto gubernamental destinado a las escuelas públicas, sin embargo, tal como explica una de las estudiantes en lucha, Natalia Rojas, no existe ninguna garantía que en estas condiciones el gobierno pueda obtener fondos para las Universidades: “Hemos participado de las audiencias públicas en el Congreso y hemos preguntado de donde iban a salir los fondos porque no existen nuevos impuestos. Esta pregunta fue ignorada por las autoridades, ni el ministro de Economía, ni de Educación respondieron a nuestras preguntas, hasta el momento no tenemos respuestas, sólo han emitido un comunicado para decir que van a garantizar la continuidad del Arancel Cero, pero con un comunicado no basta, no tiene siquiera fuerza jurídica, por eso desde el Frente de Alianza Estudiantil rechazamos esta forma de actuar del gobierno”.

El Estado hoy gasta más de lo que recauda, y la fuente que actualmente el gobierno propone no es segura, refiere Ernesto Ojeda, también estudiante universitario de la UNA (Universidad Nacional de Asunción). “Estamos en una suerte de improvisación gubernamental que podría afectar al menos a 30 mil jóvenes que no tendrán seguridad suficiente para seguir sus estudios universitarios, con esto se nos truca el futuro y las proyecciones de vida, es realmente grave e irresponsable el actuar gubernamental”.

Aunque el problema no es una ley de “hambre cero”, el problema radica en que el gobierno recortará fondos de diferentes programas de educación e investigación y los llevará a una fuente de financiamiento que para las y los universitarios no es garantía alguna, y que detrás de esto la real intención es eliminar el aporte para la educación universitaria.

El Estado paraguayo se muestra muy reacio y austero cuando de programas sociales se trata, sin embargo es generoso para incentivar la presencia de multinacionales en el país. En el año 2022, unas 50 empresas agorexportadoras recibieron 453 mil millones de guaraníes, unos 65 millones de dólares aproximadamente, por parte del Estado; en aquel entonces un monto mayor del que se destinaba al programa Tekopora, programa de lucha contra la pobreza destinado a atender a unas 170 mil familias (Zevaco, 2023).

Plenarias, asambleas, encuentros, debates, acciones artísticas, vigilia y toma simbólica de edificios de la UNA, son algunas de las acciones que el Frente Estudiantil está llevando adelante. No es está siendo una tarea fácil porque también el gobierno juega sus cartas para dividir, desinformar y manipular, la tensión está abierta y la lucha estudiantil pretende crecer para oponerse a las malas intenciones gubernamentales.

Fuentes:

  • Entrevistas a estudiantes universitarios Ernesto Ojeda y Natalia Rojas.
  • Con la Soja al Cuello 2023 “El agronegocio cuesta caro ¿Cuanto aporta en impuestos?. Sarah Zevaco.
  • UNFPA y BID (2023). Informe sobre juventud en el Paraguay. Insumos para una política pública de juventud. Asunción, Paraguay.

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