México, 11 de noviembre de 2014. El escándalo de la casa de siete millones de dólares en la que vive el presidente Enrique Peña Nieto, destapó las cercanas relaciones entre el gobierno del priista y el consorcio que ganó la millonaria licitación para construir el tren de alta velocidad México-Querétaro, que es propietario de la mansión.
El portal Aristegui Noticias reveló que la pareja presidencial vive en una residencia registrada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, sociedad anónima del corporativo empresarial Higa, que con el nombre de Constructora Teya es integrante del consorcio formado por China Railway Construction, China South Rolling Stock Corporation, Grupo GIA+A, Prodemex y GHP, que obtuvo la licitación para construir el tren rápido México-Querétaro por un monto de 50 mil 820 millones de pesos.
El 6 de noviembre, en vísperas de su gira a Asia y después de conocerse que la pareja presidencial vive en la residencia, Peña Nieto revocó el contrato otorgado al consorcio chino-mexicano, lo que costará 590 millones de pesos al erario público. Diversos actores sociales y políticos reclamaron al presidente que cancelara su salida, debido a la emergencia social por la desapariciones forzadas de 43 normalistas de Ayotzinapa, pero éste se negó.
La Constructora Teya, parte del consorcio y propietaria directa de la mansión, tiene también concesionada la construcción de la autopista Toluca-Lerma, que protegida por la fuerza pública realiza trabajos en la comunidad ñäthó de Xochicuautla, a pesar de los ordenamientos legales en su contra.
A Teya le fueron asignadas también las obras de ampliación del hangar presidencial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por un monto de mil millones de pesos. La constructora obtuvo, tan sólo durante el mandato de Peña Nieto el Estado de México (entre 2006 y 2011), contratos de obras y servicios por 36 mil millones de pesos, según una consulta realizada por Proceso.
El gobierno federal respondió que la esposa del presidente y ex actriz de Televisa, Angélica Rivera, compró la mansión de más de 80 millones de pesos con sus propios recursos. Sin embargo, la investigación periodística encontró que la residencia, ubicada en Sierra Gorda número 150, no está registrada a nombre de Enrique Peña Nieto, tampoco al de Angélica Rivera ni a los de sus hijos. La casa de cinco niveles cuenta con estacionamiento subterráneo, planta baja y nivel superior con tapancos, elevador, dos cuartos de servicio, tercer cuarto para chofer, caseta de vigilancia, jardín, comedor techado, gimnasio, roof garden, alberca y biblioteca. La mansión vecina (propiedad de Angélica Rivera, conectada a la otra residencia) fue una transferencia de Televisa a la actriz, a unos días de su matrimonio con Peña Nieto. Está valuada en más de dos millones de dólares.
Las dos lujosas residencias suman un valor de 113 millones de pesos (8.3 millones de dólares): la lujosa mansión blanca que dio conocer la agencia Aristegui Noticias, del amigo de Peña y contratista de su gobierno y la otra, colindante, que le transfirió Televisa días después de haber contraído matrimonio con Peña Nieto.
Li Keqiang, primer ministro chino, condenó la revocación del contrato, después de reunirse con el presidente Peña Nieto durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico.
