En Francia, una represa se cobra una vida

Bastien R. Traducción: Anónima Solidaria Fotos: Ludovic Bonleux

París, Francia. La represa de Sivens aún no está construida y ya tomó la vida de un joven ecologista, que participaba en las protestas pacíficas que se oponen al proyecto del que no está clara su finalidad.

A pesar del sol y el buen humor general del sábado 25 de octubre 2014, la tragedia no se pudo evitar. Alrededor de 5 mil personas se reunieron  en el sitio de la futura presa de Sivens, en el departamento del Tarn (en el sur de Francia), en un gran mitin.

El largo y estrecho llano al que algunos intereses quieren ver inundado, nunca había visto a tanta gente darle vida. Se organizaron talleres y debates en diferentes lugares, hubo micrófono abierto, mesas de trabajo y exposiciones de asociaciones, que marcaron la jornada y una parte del terreno -que estaba, de hecho, dividido en dos.

De un lado, había hierba verde en abundancia, el Tescou -un riachuelo de un metro de ancho como máximo-, carpas y casas de campaña coloridas, debates candentes y a veces contradictorios (algunos fustigaban a los políticos presentes gritando “representantes, podridos, ustedes son los responsables”, mientras otros atacaban a “los encapuchados que trabajan para la policía provocando y atrayendo la represión”), además de un rebaño de borregos, llevados de una granja colectiva del norte del departamento para protestar contra la obligación de implantar chips electrónicos a los ovinos.

Se leyó un mensaje de solidaridad procedente de Chiapas y un participante relató la masacre de Ayotzinapa: se hicieron puentes más allá del Atlántico y México no estuvo distante, nada más que por los kilómetros. En pocas palabras, de este lado del terreno, la vida surgía.

Del otro lado, separado por una enorme zanja en donde las obras de la construcción ya empezaron, amenazaba un ambiente de guerra y muerte, una tierra de nadie de color ocre recientemente removida, donde los árboles fueron talados, donde los sonidos de la naturaleza callaron, donde la hierba desapareció, donde durante las máquinas de obras están estacionadas en una sección pavimentada vigilada. Aquí, donde la gendarmería estuvo atrincherada el sábado por la tarde, Rémi Fraisse murió durante la noche del sábado 26 de octubre

En la tarde y en la noche del sábado, el enfrentamiento entre la gendarmería y los manifestantes fue muy violento y duró varias horas. La gendarmería está equipada con granadas lacrimógenas y ensordecedoras, además de balas de goma que, utilizadas directamente contra las personas, como fue el caso de este sábado en la noche, pueden matar. Según lo que se ha investigado hasta ahora, se encontraron marcas del explosivo (TNT) utilizado en las granadas en la ropa de Rémi.

Los integrantes de la gendarmería no son policías, son militares. Lógicamente no tenían nada que hacer tan cerca de un mitin popular, familiar y pacífico, más que provocar, pasivamente y por su presencia, a las más enfurecidas de las personas presentes, para justificar así, a causa de la violencia de los opositores, la obstinación en construir esta presa.

Francia está tan orgullosa de su experiencia en el control del orden que lo ha convertido en una mercancía de exportación: capacita a diferentes países en el mundo para reprimir a los manifestantes y entre estos se encuentra México, donde la gendarmería de Peña Nieto es la última habilitada.

También se sabe que este proyecto de represa no es necesario y que tiene nada más como objetivo satisfacer a algunos agricultores que cultivan maíz en los alrededores, lo cual es cuestionable. No hay información oficial sobre otros intereses detrás de esta presa, como el de crear una reserva de agua para enfriar la central nuclear de Golfech, que se encuentra a unos cuantos kilómetros de la presa – lo cual llevaría hacia otras preguntas.

Thierry Carcenac, presidente del Consejo General y principal promotor de la presa, se impuso. Las asociaciones que se oponen pidieron al ministerio de la ecología un peritaje de comprobación del proyecto a principios de septiembre de 2014; las obras fueron impulsadas rápidamente y avanzaron a tal punto que en el informe pronunciado el 27 de octubre por los expertos del Ministerio, el cese del proyecto ni siquiera fue tocado, a pesar de que les parece irrazonable y mal hecho.

La ordenación violenta del territorio no sólo sucede en México, está en todos lados donde los capitalistas pueden ganar dinero. Un hombre murió, la naturaleza brinda, la humanidad baja la cabeza y se integra en el sistema, sometida a la lógica del mercado en el bosque de Sivens, como por todos lados en el mundo.

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