Defensoras de Derechos Humanos: impulsoras de la transformación social
Las defensoras de derechos humanos somos mujeres que de manera individual o colectiva, promovemos y defendemos los derechos humanos universalmente reconocidos. Nuestra razón de ser, deriva ya sea de una decisión propia; de la necesidad de exigir justicia por haber sido víctimas de violaciones a los derechos humanos; de la necesidad de alzar la voz; de luchar por una vida digna y de construir la transformación social hacia un mundo más justo e igualitario.
Defensoras de los derechos humanos son las mujeres que luchan en defensa de su territorio en las comunidades indígenas y que las defienden de los megaproyectos y de intereses transnacionales; las mujeres que exigen medicamentos y atención medica adecuada en su comunidad; las mujeres que defienden el derecho a la educación, los derechos laborales; las mujeres que exigen el cese a todo tipo de violencia contra las mujeres; quienes visibilizan y demandan justicia ante el feminicidio; quienes buscan a sus familiares desaparecidos y recorren largos caminos contra la desaparición forzada; quienes defienden derechos sexuales y reproductivos, el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos; las mujeres que a través de su voz y su palabra difunden los derechos humanos y las violaciones en contra de ellos.
Somos mujeres que hemos transgredido los roles y estereotipos de género; desafiando las normas culturalmente impuestas.
Mujeres que participamos y actuamos para visibilizar y denunciar los abusos de autoridad y violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades municipales, estatales y federales; abusos de empresas nacionales e internacionales que buscan dar continuidad a un sistema patriarcal y neoliberal que deshumaniza cada vez más la sociedad en la que vivimos.
Mujeres que han visto trastocado su proyecto de vida, luego de alguna violación a los derechos, razón que ha hecho que sus casas sean ahora las calles y su motor: la exigencia de justicia.
Desde diversos contextos y espacios, apostamos a la construcción de un mundo en donde los derechos humanos sean respetados, ejercidos y garantizados.
A través de acciones públicas y no públicas combatimos las condiciones dedesigualdad y discriminación contra las mujeres.
Buscamos ofrecer alternativas de emancipación para las mujeres y para la construcción de nuevas sociedades; procesos reflexivos de construcción pensamiento crítico y de acciones propositivas para lograr una vida digna.
Sin embargo, a pesar de que el aporte de las defensoras busca ser de beneficio para la sociedad; los interés que tocamos nos colocan en situación de vulnerabilidad a través de la cual hemos sido objeto de diversos tipos de agresiones.
Agresiones que violentan nuestro ser mujer, además de cuestionar nuestra labor como defensoras de derechos humanos.
Y es que, las mujeres defensoras de derechos humanos, además del riesgo que enfrentan los defensores varones, enfrentamos riesgos específicos por nuestra condición de género: amenazas de violación sexual; violación sexual; hostigamiento sexual y laboral; amenazas de atentar contra nuestras hijas e hijos; campañas de difamación y desprestigio con lenguaje sexista y machista; ridiculización de nuestra sexualidad; feminicidio; entre otras.
Las agresiones se hacen presentes a través de los allanamientos a nuestros domicilios. En casos documentados recientemente contra mujeres defensoras y periodistas, éstos reflejan claros componentes de género, al dejar sobre sus camas la ropa íntima revuelta; huellas visibles en espacios íntimos, mensajes vinculados con su sexualidad, entre otros.
Las agresiones se hacen presentes también a través de mensajes amenazantes en nuestras oficinas; seguimiento y persecución; campañas difamatorias en nuestras comunidades; mensajes e imágenes agresivas en las redes sociales.
Dichas acciones, además de mermar la labor de las defensoras, generan impactos diferenciados que afectan el trabajo, a la organización a la que pertenecen, su estabilidad emocional, el entorno familiar, entre otros impactos.
En está última década, el incremento de violaciones a los derechos humanos ha incrementado también las agresiones contra las defensoras en nuestro país. A través de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM) documentaron 118 agresiones en 2012; 189 en 2013 y 308 en 2014.
En la mayoría de los casos la impunidad se hace presente y muchas veces son las propias autoridades quienes las agreden.
Ante ello, desde la sociedad civil; desde las propias defensoras de derechos humanos, hemos generado espacios de convergencia, identidad y comunidad; pactos contra la violencia patriarcal; espacios para generar estrategias de protección y prevención; apostamos a la construcción de medidas reales que puedan desactivar la violencia contra las mujeres.
Exigimos al Estado cumpla con la responsabilidad de garantizar el derecho a defender los derechos humanos y políticas de prevención, y apostamos a tejer y construir en Redes de mujeres, porque estamos convencidas de que las redes salvan vidas.
Hemos logrado reconocernos y reivindicarnos como defensoras de derechos humanos, así como nuestra labor y nuestro aporte específico. Sabemos que es necesario que como sociedad civil defendamos y exijamos el respeto a la labor de quienes defendemos los derechos humanos en contextos urbanos y comunitarios, desde donde contribuimos e impulsamos la transformación para el cambio social.
Sin duda el 2015 ha sido un año que continúa cimbrando nuestro hacer. Pese a los obstáculos: Digna Ochoa, Marisela Escobedo, Josefina Reyes, Manuelita Solís, Bety Cariño, Rocío Mesino, Nadia Vera son mujeres que continúan sembrando nuestra esperanza e iluminando el camino del nuevo mundo que construimos día con día.
Recibimos el 2016 con nuevos retos y desafíos con la firme convicción de continuar ejerciendo nuestra labor. Tenemos sueños y utopías, pero también la claridad de que nuestro actuar cotidiano es legítimo y que impacta positivamente a nuestra sociedad.

Atziri Ávila
Subdirectora de Desinformémonos. Comunicóloga social, activista e integrante de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos.
[…] http://desinformemonos.org.mx/?p=86377 […]
[…] Nota de Rebelión: Nestora Salgado fue detenida en agosto de 2013. La líder comunitaria era comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Olinalá, Guerrero, México. Para más información sobre Nestora Salgado, véase: http://desinformemonos.org.mx/nestora-salgado-luchadora-social-defensora-transgresora-por-la-segurid… […]