Proteger el ejercicio de los derechos humanos en el continente americano es uno de los objetivos fundamentales de Sistema Interamericano de Derechos Humanos. A través de la Comisión y la Corte Interamericana, se supervisa la situación general en esta materia dentro de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), para ello, las y los defensores del continente son una pieza fundamental.

Abogadas y defensoras como Alejandra Nuño, han visibilizado y acompañado a centenares de víctimas de violaciones a los derechos humanos de México y de otros lugares, cuya respuesta de justicia no es encontrada en su propio territorio.

Maestra en derecho internacional de los derechos humanos, la defensora mexicana ha acompañado ante la Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos a mujeres víctimas de violación sexual por parte de militares, familiares de víctimas de desaparición forzada y tortura en el norte del país, niñas/os, pueblos indígenas, personas con discapacidad, personas adultas mayores, personas defensoras de derechos humanos, periodistas, entre otros.

Si bien los 35 Estados que conforman el continente se han comprometido a respetar, garantizar y promover los derechos establecidos en la Convención Americana de Derechos Humanos¹, en la práctica también se han convertido en agresores por sus acciones u omisiones.

Litigio y defensa integral; incidencia política a fin de implementar las resoluciones del sistema interamericano; solicitud de medidas cautelares o provisionales para personas que se encuentran en situaciones de urgencia y riesgo, que pueden derivar en hechos irremediables; acciones para visibilizar y acompañar los casos ante instancias nacionales e internacionales; identificación de patrones; formación de nuevas defensoras y defensores; investigación, registro y documentación; acciones para el fortalecimiento del propio sistema interamericano, son parte de la labor realizada por la defensora de los derechos humanos.

Hacer uso del principal organismo político, jurídico y social en materia de derechos humanos dentro del hemisferio, le ha válido una serie de agresiones como: campañas de difamación y desprestigio en medios masivos de comunicación, en donde ha sido objeto de difamación y calumnias y cuyo actuar ha sido calificado por la defensora como una acción irresponsable que “sirve para generar un clima de animadversión contra quienes defienden los derechos humanos en México”.

Para mujeres como Alejandra Nuño, la defensa de los derechos humanos se ha convertido en una labor de alto riesgo, que lejos de intimidar ha unido y reunido fuerzas para que los Estados reconozcan este actuar fundamental en la construcción de la democracia.

Las agresiones a Alejandra y contra otras personas defensoras han derivado en que la ONU se pronuncie instando al Estado Mexicano a “contrarrestar tales ataques y tomar las medidas necesarias para garantizar un ambiente seguro para las personas y la sociedad civil, libre de cualquier tipo de acoso”, contexto al que se enfrentaron incluso las integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH en el caso Ayotzinapa.

El adverso contexto, no ha puesto fin a la acción estratégica y compromiso de quien ha fungido como directora del Programa para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Visitadora General de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Directora Ejecutiva de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y actualmente integrante fundamental del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM) de Chihuahua.

Contrario a ello, Alejandra Nuño contribuye a generar acciones que impacten a nivel local, nacional e internacional en la garantía de los derechos humanos y a la protección de quienes los defienden. Ejemplo de ello es su papel imprescindible para que el pasado 11 de agosto el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaria de Gobernación (SEGOB) adoptara de manera inédita una alerta para prevenir agresiones a personas defensoras de derechos humanos y periodistas en el estado de Chihuahua, uno de los estados con el mayor índice de agresiones como lo han documentado la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos.

La contundente acción realizada por 24 organizaciones y redes de derechos humanos de Chihuahua, evidencia no sólo el nivel de riesgo sino de impunidad que impera ante las agresiones a las y los defensores de derechos humanos en nuestro país y si bien, el fin último no es continuar generando mecanismos o instancias sino terminar de manera sustancial o definitiva con las agresiones a quienes defienden el bien común, estas acciones sin duda contribuyen a reivindicar y visibilizar esta labor.

De igual manera, ataques a defensoras como Alejandra Nuño han valido que el propio Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, del cual es Consejera, entregaran una carta dirigida a Enrique Peña Nieto, para exigir alto a las campañas de desprestigio en contra de defensoras y defensores de derechos humanos.

Visibilizar a nivel internacional el incremento a las violaciones a los derechos humanos en México; la colusión entre los tres niveles de gobierno; la corrupción y el uso ilegal del erario público; la falta de acceso a la justicia; el uso del sistema de justicia para fabricar culpables y la impunidad en la mayoría de los casos no son acciones bien vistas por las autoridades sin embargo, son acciones que desde la defensa de los derechos humanos se denuncian dada la falta de respuestas eficaces y el no cumplimiento de los compromisos firmados por México.

A unos días de recibir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en México, es necesario visibilizar acciones como la “asfixia financiera” a la CIDH, recientemente nombrada así por Emilio Álvarez Icaza, quien concluyó el pasado 15 de agosto su periodo como Secretario Ejecutivo de la CIDH. Cuando la «crisis no es de imagen, sino en materia de derechos humanos» la comunidad de defensoras y defensores de derechos humanos continúa exigiendo la implementación de instrumentos y estándares internacionales e interamericanos por parte del Estado,

Alejandra Nuño enfatiza en cada espacio la necesaria presencia de los organismos internacionales, que las sentencias de la Corte Interamericana son tal cual “vinculantes definitivas”; recuerda la importancia del envío de información, la documentación de testimonios, la creación de mecanismos que respondan a las necesidades de las víctimas, esas y otras acciones hacen imprescindible su labor e invaluable su contribución a la protección de los derechos humanos en el hemisferio, convirtiéndose no sólo en una defensora fundamental en México, sino una transgresora en defensa del sistema interamericano.