Nelson LeBaron, de Chihuahua
Estoy hasta la madre de que ya me asesinaron a un hermano y me secuestraron a otro hermano, me asesinaron a mi gran amigo y me golpearon a mi otro hermano, lo bajaron, lo maltrataron enfrente de su familia y aterrorizaron a sus niños.
Estamos hasta la madre de la impunidad y de la ignorancia. Parece que vivimos en una dictadura. A uno no lo dejan estar armado, pero hay muchos que están armados. Mis papás están siempre amenazados y nosotros no tenemos paz.
No es que si vuelve a pasar, sino cuándo va a volverá a pasar. Y de eso estamos hasta la madre. No podemos viajar por nuestras calles, no podemos ser libres.
Estaba muy hasta la madre de que la gente no hiciera nada, porque estamos donde estamos porque lo permitimos. Somos cómplices y hay que aceptar la responsabilidad. Así que por mi hijo yo estoy luchando por un mejor México. Hasta la muerte.
Pedro Claudio, migrante de Guatemala
Estamos hasta la madre de que nos secuestren, de que nos discriminen. Ya no queremos que suceda todo esto.
Viajaba a México para poder trabajar en Chiapas, pero me uní a la caravana de migrantes que salió de Ixtepec, en el tren. Es muy triste que a los migrantes centroamericanos nos torturen aquí en México para podernos sacar dinero, y nos maten. Ya no queremos que pase esto.
Las madres de todos los que han muerto, los de San Fernando, muchos que quedan en la orilla del tren muertos, todo por no tener una identificación para mostrarle a los federales y a migración. Los regresan y ellos arriesgan la vida cruzando los montes, rodeando casetas, es muy peligroso.
Hacemos esta marcha para que las autoridades miren que hay mucha muerte, no sólo para los migrantes centroamericanos, sino también para los mexicanos.
Esto que llevamos es para decir que somos sobrevivientes, por eso cargamos el cajón de los que ya han muerto.
Ana María Ornelas, académica de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), de la Ciudad de México
Estamos hasta la madre del país podrido que tenemos, de las estructuras políticas que tenemos, que se ha acentuado desde que nos gobiernan estos delincuentes de derecha que se hacen llamar políticos. Sí, estamos hasta la madre, desde hace 20 ó 30 años, de las políticas neoliberales.
Todo lo que se hace en este país beneficia a los grupos de poder, mientras que a los trabajadores, campesinos, obreros nos van empobreciendo cada vez más.
Yo no soy muy optimista. Esta marcha no va a servir de mucho. Los políticos no escuchan. Este tipo de movimientos sólo sirve para decirle a la gente que podemos salir a las calles a gritar que estamos hasta la madre, pero no creo que esto cambie en nada la situación.
Valente, comerciante de la Ciudad de México
Estamos hasta la madre de todo…de que no funciona el país desde 1985 para acá. Estamos marchando por la inconformidad de cómo se comporta este sistema. No podemos decir que los poderes del Estado funcionan. Hace falta estrategia.
Sergio Gutiérrez, empleado del gobierno federal, de Hermosillo, Sonora
Estamos hasta la madre de esta absurda estrategia en contra de lo que el gobierno llama el crimen organizado. Nosotros vemos que esto es un fracaso. Estamos hasta la madre de que no haya justicia, como en el caso de la guardería ABC de Hermosillo, donde en el 2009 perdieron la vida 49 niños y muchos permanecen con lesiones graves. Conocemos a los culpables, ellos tienen puestos públicos, tienen nombres y apellidos, tienen familiares poderosos y por lo mismo no hay un castigo ejemplar que permita un verdadero cambio en el rumbo del país, para que esto no vuelva a ocurrir nunca más.
Estamos hasta la madre de que no haya justicia, de que inocentes mueran cada día a causa del gobierno federal y de esta estúpida guerra contra el narco.
Daniel Jiménez Cacho, actor, Ciudad de México.
Estoy hasta la madre de que se ponga tanto énfasis en que esta guerra es para que la droga no llegue a tus hijos. Pero es mucho más importante poner atención en que nos llegue educación, comida, un proyecto de país…eso es mucho más importante.
Me estoy sumando a otros ciudadanos que están aquí para protestar por no estar en acuerdo con la manera en que el gobierno de Calderón está llevando su guerra contra las drogas. Me solidarizo con el dolor de las familias que tienen víctimas por esta guerra.
Esta es la primera expresión popular y los gobernantes tienen que hacerle caso. Es una expresión de dolor que muestra la herida que ha provocado esta política.
Arturo Aviña Robles, de la Ciudad de México
Mi hijo desapareció en Cancún. Él es Héctor Aviña Trejo y despareció el 2 de noviembre del 2009. No hemos sabido nada de él. Una noche fue a ver el box a un restaurante con unos amigos, salieron como a las 11:30, los levantaron y de ahí no sabemos nada.
Como dice el poeta Sicilia, estamos hasta la madre de estos servidores públicos que no sirven para nada. Estoy luchando para saber dónde está mi hijo pero las autoridades no me dicen nada, sólo dicen que están investigando.
A todos los servidores públicos que estaban cuando mi hijo despareció, los metieron a la cárcel por corruptos. Entonces ya no sé a quién dirigirme. Esto es un calvario, ya no sabemos qué hacer. No se lo deseo a nadie. Mi familia se está consumiendo en la desesperación y tristeza porque no sabemos nada de nuestro hijo, aunque tenemos la esperanza.
Un mensaje a las personas que lo tienen: Señores, nosotros somos gente de trabajo, del pueblo, por favor ayúdenos a devolvérnoslo vivo.
María Teresa Rosas Olivares, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, Estado de México.
Estamos hasta la madre porque hay muchas cosas que no están bien. Por eso el pueblo se tiene que levantar y protestar de alguna manera, por eso estamos aquí.
Estamos aquí también porque queremos la paz pero con justicia y dignidad… En San Salvador Atenco estamos hasta la madre con que nos estén fregando todavía con lo del proyecto del aeropuerto, ahora con una mentira más, que es lo de Conagua, pero es lo mismo. Nosotros estamos en pie de lucha y no vamos a dejar que haga su proyecto.
Adrián, malabarista, Ciudad de México
Estamos hasta la madre de la corrupción que viene de tantos años y de este sistema que ha sido importado de otros lugares. Aquí hay mucha corrupción entre los policías y los diputados, de todos ellos.
Estamos marchando para señalar la ilegalidad y la corrupción y para decir que sabemos lo que está pasando en el país.
Verónica Santillán, empleada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Estamos hasta la madre de tanta inseguridad, de tantas muertes injustificadas, de tantos secuestros, de que nadie haga nada. Por eso estamos aquí.
Pablo Guzmán Hernández, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Policía Comunitaria de Guerrero.
Venimos de la Montaña y Costa Chica de Guerrero. Nosotros estuvimos hasta la madre hace 15 años porque había una ola de violencia incontenible, homicidios, robos, asaltos, violaciones, abigeatos, y como el gobierno no pudo solucionar el problema, los pueblos mixtecos, tlapanecos y mestizos decidieron darse su propio sistema de seguridad. Hoy contamos con 700 policías comunitarios al mando de diez comandantes regionales. También tenemos todo un sistema de impartición de justicia y un sistema de reeducación.
Hoy venimos a confluir con la sociedad civil, solidarizarnos con Sicilia, porque pensamos que el pueblo de México debe de intervenir y tomar en sus manos el rumbo del país. Las cosas se están desbordando y es necesario que los pueblos, barrios y colonias asuman una responsabilidad más protagónica.
Nosotros vivimos una situación parecida hace 15 años y afortunadamente los pueblos originarios encontraron una solución, y la solución estaba ahí mismo, con los mismos pueblos. Así nació la policía comunitaria, una policía que no recibe ningún pago, una policía que tiene un mando único, que es el pueblo.
Valentina, comunicóloga de H.I.J.O.S (Hijos por la identidad y la justicia contra el olvido y el silencio)
Estamos hasta la madre del terrorismo de estado…lo que está pasando hoy es consecuencia de una larga cadena de impunidad que empezó en los años sesentas y continúa hasta nuestros días. La impunidad de hoy es posible por la impunidad de ayer y la de mañana lo será si sigue siendo así.
Quiero pensar que las cosas pueden mejorar si salimos a las calles. Si hay algo que nosotros hemos aprendiendo, no sólo de nuestra lucha, sino de la de nuestras abuelas y de nuestras padres, es que vale la pena, y que siempre hay que seguir intentando construir un mundo mejor, pero sólo si lo construimos entre todos podrá ser realizable.
José Jacques Medina, del Movimiento Migrante Mesoamericano
Estamos hasta la madre de la desigualdad, de la falta de conciencia, de la política del avestruz, de esconder la cabeza, de no plantear soluciones sino sólo parches para tratar de salir del momento. Estamos hasta la madre de tanta violencia, de falta de civilidad y de conciencia.
Hay una crisis civilizatoria, cuando los valores ya no son los humanos, sino los materiales: dinero y política, y los seres humanos quedan como mercancía, como los migrantes en la frontera.
Este día es un parte aguas, un día histórico con una motivación humanitaria. Hay un llamado a que todo el mundo dejemos atrás los intereses de grupo e individuales, y veamos los intereses del país y los intereses universales.
Irvig y Alicia, empleado y secretaria de la Ciudad de México
Estamos hasta la madre de la violencia, la inseguridad, de no poder llevar una vida tranquila, del desempleo, de tantas muertes.
Estamos aquí para que se note que estamos reaccionando, que estamos saliendo a la calle, que no nos estamos dejando de todo esto.
Clemente Santos, obrero del estado de Hidalgo
Estamos hasta la madre de la política de militarización de Felipe Calderón Hinojosa. Hoy nos estamos manifestando en contra de la guerra de Calderón que ha generado más violencia en el país.
Luis, estudiante de Ciencias Políticas de la UNAM
Estamos hasta la madre de la escalada de violencia, de las políticas del mal gobierno, de buscar educación, de que no haya empleo, de las políticas unilaterales del presidente, de la apatía de la sociedad civil, de que nos traten como pendejos, de que crean que nos pueden engañar…Estamos más hasta la madre de que a veces la televisión logra compra a la ciudadanía y de que los medios de comunicación no permiten que salgamos a las calles.
Jeremías González, comerciante de Orizaba, Veracruz
Estamos hasta la madre de que ya no puede uno caminar tranquilamente en las calles. Tiene uno que cuidarse de los servidores públicos.
Oscar González, de la organización Cactus, de la mixteca oaxaqueña
Estamos hasta la madre de los malos gobiernos, de injusticias, de que no se les permita el autogobierno a los pueblos indígenas.
Esperamos que esta marcha trastoque los débiles cimientos de este país y que podamos tener un cambio radical.
Estamos aquí, en esta marcha, porque tenemos una compañera asesinada. Es Bety Cariño, nuestra coordinadora.
Felipe, Estado de México
Estamos hasta la madre de los secuestros, uno ya no puede salir a las calles sin estar volteando los lados porque te pueden asaltar en cualquier momento.
Humberto, de Guerrero.
Secuestraron a mi cuñada el 29 de noviembre del 2010 en el estado de Durango, y no hemos tenido respuesta. Por eso estamos marchando.
César Domínguez, de Culiacán, Sinaloa
Estamos hasta la madre de los políticos ineficientes, corruptos, de que no se haga nada.
Marchamos para pedir justicia. Que esta marcha logre hacer conciencia en los gobernantes de que el pueblo ya está harto y de que puede haber algo más grande que esta marcha si no se nos toma en cuenta.
La vida en el norte es muy difícil. Sales y no sabes si vas a regresar a tu casa. Si sale un familiar y no regresa temprano, no sabes qué pasó, porque hay balaceras en las calles. Hay ataques directos contra gente inocente, como es el caso de mi hermano. Hay miedo, no se puede vivir.
[…] ¿Y tú de qué estás hasta la madre? […]