Historias Fractales

Fernanda Vallejo

Se vuelven a ir

Johnny es un joven talentoso. Estaba estudiando administración de empresas y empezaba a asumir nuevas tareas en su organización, entrenándose para aprender eso de llevar un negocio asociativo para los productos campesinos agroecológicos. Un día dejó de asistir a las capacitaciones; cuando preguntamos por él, nos avisaron que se había ido para los Estados Unidos. Esas decisiones no se cuentan, sólo se ejecutan. Se fue como toda la gente de por acá: endeudándose con coyoteros. Acá no hay esperanza, algo hay que hacer… Al menos sabemos que llegó bien, que ya se reunió con su padre que se aventuró unos meses antes y que ya se enganchó en trabajos de construcción.

Al sobrino de Mercedes no le fue tan bien. Después de casi morir en el desierto, le esperaba un secuestro y la extorsión para su endeudada familia. De todas maneras, corrió con suerte. Dicen que los extorsionadores, generalmente después de cobrar rescate, igual liquidan a sus víctimas.

Diana cuenta que su padre jamás quiere hablar de su viaje. Hace ya veinte años, recuerda, pasaba encerrada en un armario esperando que venga su papá, pues era muy pequeña y no entendía nada.

El sur del país tiene una enorme herida de las migraciones durante los noventa y, tras la dolarización, muchos niños y niñas quedaron al cuidado de abuelas y hasta de vecinas. La mayoría de ellos, ahora adultos, utilizan el fruto de las remesas de entonces para iniciar su propio éxodo, esta vez, sin retorno.

Se estima que, en este año, cerca de 300 mil personas salieron del sin retorno; de ellos, cerca de 55 mil fueron detenidos o deportados. La cifra no es oficial, no existen registros que den cuenta de ese trasiego riesgoso que, de todos modos, permite que la mayoría logre cruzar esa frontera brutal.

Las historias aparecen apenas se toca el tema: la hermana de una amiga de Mercedes, para emprender el trayecto, como le han contado de lo que le puede pasar, decidió colocarse anticonceptivos ante la eventualidad de ser violada, para no quedar embarazada. Cuando escucho esto, con la “naturalidad” que me es contado, me espeluzno. No acierto a digerir. ¿Tan mal estamos?

Parece que sí, la sombra del hambre, del desempleo, de las nuevas formas de esclavitud, del retorno neoliberal rabioso y sediento de revancha se cierne sobre nuestras vidas. Estamos tristes, aún están frescos nuestros muertos de covid en las calles, nuevamente acampamos a las afueras de los hospitales esperando que el personal médico nos indique qué insumos y medicamentos debemos comprar para tratar a nuestros enfermos. Mientras vemos que los negociantes de las medicinas públicas son declarados inocentes por una justicia enferma.

El Estado, mediocre que fue, se vuelve a retirar, las organizaciones fragilizadas por ese Estado (mientras duró), tratan de recomponerse mientras sus miembros luchan por la sobrevivencia. Parece que aquí lo único organizado es el crimen, y va ocupándolo todo sin pudor y sin trabas. El mejor “trabajo” posible para semejante ejército de reserva que somos ahora, es el narco y el sicariato.

En medio del desasosiego, nuestros gobernantes alardean cómo se llevan la riqueza afuera, cómo evaden sus impuestos con total impunidad; los adalides del emprendurismo no emprenden nada en su país.

Estamos tristes, tenemos rabia e indignación por tanto desprecio y sevicia de esas élites que nos saquean. Pero como ser pesimista es una redundancia, esas organizaciones fragilizadas persisten en mirarse hacia adentro en la certeza de que solo se tienen unas a otras, que perseverar en las opciones propias es su mayor legado. Parece poco, pero miro cómo entre quienes se quedan se vuelven a tejer las redes que les permitan sortear esta avalancha de nuevo despojo.

Fernanda Vallejo

Antropóloga, acompaña comunidades campesinas e indígenas en sus búsquedas, reflexiones y ejercicios de autodeterminación y vida digna.

2 Respuestas a “A contrapelo de la narrativa oficial”

  1. Bravísimo Genial Felicidades Fernanda !!!Ojalá sigas por siempre fortaleciendo a la Bionarrativa de la Resistencia Libertaria Autónoma Cooperativista Anticapitalista Antipatriarcal Antiextractivista Antirracista Antineoliberal EcoSocialista!!!! Por un Mundo donde quepan muchos mundos que comulguen con la Defensa de la vida de nuestra Sagrada Madre Naturaleza !!!Sigamos Desinformándonos contra las bestias inmundas Capitalistas Homicidas Ecocidas Suicidas!!!

  2. muy interesante, vi un documental sobre la misma situacion en el cerro rico, el Potosi, donde las mujeres hacian el trabajo de recolectar los minerales residuales, muchas viudas por el trabajo insalubre que acababa con la vida de sus maridos prematuramente. En ese punto rescato las experiencias de trabajo cooperativo y organizacion de las mujeres en contextos tan dificiles y que nos muestran otro camino. Saludos a Fernanda de un colega antropologo aca en Argentina

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