“No dejaré que se roben mis sueños”: Pavlos Fyssas

ROAR Collective Traducción: Adazahira Chávez

Cuando fue atacado por una pandilla de matones de Alba Dorada enfundados en camisetas negras, Pavlos Fyssas, de 34 años de edad –un hombre alto e imponente- estaba con su novia y otra pareja. En vez de huir de la escuadra de neonazis, Pavlos intentó facilitar el escape de sus compañeros y confrontó a los agresores. Se mantuvo firme mientras lo rodeó el grupo de entre 20 y 25 rufianes, algunos armados con palos. De pronto, un hombre condujo directamente hacia él, estacionó su auto precipitadamente, salió y apuñaló a Pavlos, dos veces en el pecho y una en el abdomen.

La policía estaba en la escena. La novia de Pavlos y algunos transeúntes les rogaron que intervinieran para detener a los agresores. “Son muchos, ¿qué podemos hacer?”, fue la respuesta. Lo mismo sucedió con la escuadra motorizada DIAS –una de las más temidas y fascistas fuerzas de seguridad-, que se mantuvo  impasible mientras los neonazis agredieron fatalmente a Pavlos. Después de ser apuñalado, sobrevivió 20 minutos, e incesantemente dio el nombre del agresor que llevaba el cuchillo, con lo que se facilitó su arresto –el cual, presuntamente realizó una oficial de policía sola, que sacó su arma y lo arrestó, aparentemente contra la voluntad de sus colegas.

No lloraré, no temeré

 

El mundo se volvió una gran cárcel

Y busco una forma de romper las cadenas.

Hay un lugar que me espera,

En el pico de una alta montaña a la que subiré.

Por eso alzo muy arriba mis manos otra vez,

Para robar un poco de luz de las estrellas brillantes.

No puedo tomarme las cosas con calma y estoy a punto de ahogarme

De esta miseria humana, tanto como el dolor.

No puedo soportarlo más, y toda esa gente no estuvo para mí,

Así que seguí otro camino y no al que me querían obligar.

Era áspero, duro y con muchos escollos,

con malos amores y amigos como serpientes venenosas.

Tenía monstruos con uniformes extraños

Siempre al acecho en las sombras.

No te detengas si decides seguirlo,

Aprieta tus dientes bien fuerte y no llores.

Yo mismo lo tomé y llegué a su final,

Y como los sabios escriben en los libros,

Cuando el sol llegue a su fin,

Las águilas encenderán un fuego desde arriba.

A aquellos que me traicionaron y me apuñalaron por la espalda,

Quiero que sepan que no me molestaré en llorar.

Y a mis antiguos seguidores,

Quiero decirles que no me tomaré la molestia de llorar.

Y a aquellos que me amenazaron con cadenas quemantes,

Quiero que sepan que no me molestaré en tener miedo.

Déjenlos que vengan y me encuentren en la cima de la montaña,

Los esperaré y no tendré miedo.

Me dijeron que no tuviera sueños “locos”,

Que no me entretuviera mirando a las estrellas,

Pero nunca los tomé seriamente,

Tomé al mundo entero  en mis brazos.

Hoy quieren construirme un nido

Donde hay más miedo, fealdad,

Gemidos y cadenas pesadas,

Que llevan la maldición de los dioses y la blasfemia.

No derramaré una sola lágrima y no tendré miedo

No dejaré que se roben mis sueños.

Vuelto libre, alto, muy alto,

Mientras ellos están celosos de mis alas sueltas y orgullosas.

Espero a que otros hermanos vengan acá

En esta cima de la montaña los espero,

Siempre y cuando no lloren y teman vivir en este arreglo bien pensado.

A aquellos que me traicionaron y me apuñalaron por la espalda,

Quiero que sepan que no me molestaré en llorar.

Y a mis antiguos seguidores,

Quiero decirles que no me tomaré la molestia de llorar.

Y a aquellos que me amenazaron con cadenas quemantes,

Quiero que sepan que no me molestaré en tener miedo.

Déjenlos que vengan y me encuentren en la cima de la montaña,

Los esperaré y no tendré miedo.

Publicado el 23 de septiembre de 2013.

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