Noticias desde Japón a cinco meses del terremoto

Sono Ryota y Tsukakoshi Miyako de Acción Contra el Nuclear, con la colaboración de Inaba Nanako

Protestas en Fukushima

Tokio, Japón. En la siguiente entrevista se aborda el peligro de la energía nuclear luego del terremoto ocurrido en Japón, la resistencia y la oposición a este tipo de energía.

¿Cuál es el ambiente en Sendai y en Tokio?

En Sendai, en las colonias afectadas, los habitantes siguen viviendo en los alojamientos de emergencia. En cambio, en las colonias que no fueron afectadas por el tsunami, la vida cotidiana ya casi volvió a la normalidad.

En Tokio, durante un mes se sintió un ambiente de emergencia. Vivíamos lejos de la vida cotidiana: había escasez de alimentos a causa del mal funcionamiento del sistema de distribución. Los trenes no circulaban por la escasez de electricidad, consecuencia del siniestro en la planta nuclear. La TEPCO (Compañía Eléctrica de Tokio, la compañía más grande de Japón de producción, transmisión y distribución de electricidad) cortaba regularmente la corriente eléctrica. Sin embargo, se reveló que la escasez de electricidad era una historia inventada por la TEPCO para hacernos creer que necesitábamos la planta nuclear.

Pero un mes después del terremoto, en Tokio se olvidó rápidamente lo que había sucedido. Después del temblor, el accidente de la central nuclear nos tenía en un estado de emergencia porque temíamos lo peor, algo que aún ahora es verdad: las plantas nucleares dañadas emiten radiaciones. Pero la verdad no está “disponible” para el pueblo. Ni el gobierno, ni la TEPCO nos dan información clara sobre lo que está pasando realmente en la central nuclear de Fukushima. Nosotros no podemos ver las emisiones radiactivas, así que no podemos conocer la verdad. Es por eso que hemos regresado tan rápidamente a nuestra vida cotidiana.

De cualquier manera, no tenemos otra opción. El gobierno nos obliga a continuar una vida normal para que las empresas funcionen regularmente y así reactivar la economía japonesa. El gobierno hace propaganda e incita a consumir para que la economía del país no se estanque.

A causa de la trivialización de la catástrofe, las manifestaciones en contra de las plantas nucleares movilizan cada vez menos personas. Invité a mis compañeras de trabajo a una manifestación, y se burlaron de mí diciendo: “¿Todavía sigues con lo del nuclear? A mí no me importa”. Para algunos, la energía nuclear ya no es de actualidad. Ellos buscan información sobre restaurantes de categoría o de ropa de moda, y no información sobre el accidente nuclear de Fukushima. Por otro lado, cada vez hay más personas sensibles a la contaminación radiactiva.

¿La vida normal se reanuda después del terremoto y el tsunami? ¿Qué cambió en esos meses?

Aparentemente, la vida normal continúa. Los medios ya no hablan con un tono de emergencia. Pero es un engaño, el accidente nuclear todavía no ha terminado. Hay gente que come verduras que fueron cultivadas al aire libre. No tenemos muchas opciones así que tratamos de comer verduras que son cultivadas en invernaderos cerrados. El gobierno anunció oficialmente en repetidas ocasiones que algunos verduras, pescados y carnes particularmente la de res, estaban contaminadas.

Hay gente que también dejó de tender su ropa al exterior de sus casas para que no se contamine de radiactividad. En verano, como no podíamos abrir las ventanas, el calor y la humedad en Tokio fueron terribles.

>Hay iniciativas de evacuación de los niños de Fukushima para que se refugien en la región donde el nivel de emisión radiactiva es relativamente bajo. Particularmente las madres de los niños están muy preocupadas por la salud de sus hijos.

-¿La gente está al corriente de la evolución de la catástrofe nuclear? ¿Cómo reaccionan los trabajadores de las centrales nucleares?

Hay elementos descubiertos recientemente, como la fusión de corazones que se produjo al día siguiente del accidente. Hay que precisar que no estamos informados suficiente ni correctamente.

Los trabajadores de las plantas nucleares no reaccionan. Si sus patrones les piden ir a trabajar, están obligados a aceptar para no perder su empleo.

Los trabajadores de las centrales nucleares son principalmente personas que nacieron en pueblos o ciudades en los alrededores de la planta nuclear. Algunos se resignan a trabajar porque es su pueblo natal y quieren regresar a vivir ahí. También hay trabajadores precarios que son contratados por jornadas. Hay un reglamento que obliga a los patrones a mantener un seguimiento de su salud para los trabajadores de la central nuclear, pero hay trabajadores que se fueron o que trabajaron sólo un día y los patrones ya no los pueden contactar.

¿Existe la resistencia contra la energía nuclear?

Hubo manifestaciones en contra de la energía nuclear varias veces. Al principio, fuimos a manifestarnos ante la TEPCO, en marzo. Durante esa manifestación, éramos sólo tres personas. Incluso los movimientos antinucleares que luchan desde los años setenta muestran reticencia a manifestarse en estos momentos donde “toda la nación debería unirse para hacer frente a las dificultades históricas”. Se abstienen de todo tipo de polémica en contra del gobierno y la TEPCO porque dicen que no es el momento de dividirse. El gobierno lanzó una campaña “Luchemos juntos ante las dificultades de la nación”.

No podemos aceptar esta lógica. El terremoto fue una catástrofe natural, pero el accidente de la central nuclear no lo es. Es una catástrofe humana de la cual el gobierno es responsable. El gobierno hace un llamado a la solidaridad de la nación como si fuera una simple víctima que no tiene ninguna responsabilidad ante la catástrofe. Las víctimas son los habitantes que son obligados a dejar sus casas y los trabajadores que fueron movilizados para poner fin al accidente.

Nos manifestamos delante de la TEPCO donde el gobierno instaló una oficina de emergencia para solucionar el accidente nuclear de Fukushima. Y todos los días se movilizaban cada vez más personas para participar en las acciones contra la TEPCO. La manifestación del 27 de marzo de 2011 movilizó alrededor de mil 200 personas, lo cual fue excepcional en la lucha contra la energía nuclear. Supuestamente, sería una manifestación regular, como las que cada mes organiza una asociación que lucha contra lo nuclear desde los años ochenta. La asociación presentó la manifestación del 27 de marzo a la alcaldía para unas veinte personas, como era de costumbre. El hecho de que haya agrupado mil 200 personas fue una gran sorpresa. Dos semanas después, el 10 de abril, 15 mil personas se manifestaron en la colonia de Koenji, en Tokio.

Hubo algunas manifestaciones en contra del gobierno, ¿Qué resultados dieron, en términos de organización de la contestación social así como de la respuesta de la parte de las autoridades?

A nivel político, no hubo ningún resultado perceptible. Es cierto que el primer ministro anunció el paro progresivo de la energía nuclear reemplazándola por energías renovables, pero no podemos decir que haya sido una consecuencia de las manifestaciones.

Organizamos una jornada de acción unitaria antinuclear el 11 de junio. En Tokio había tres iniciativas. Cada iniciativa organizó una manifestación ese mismo día. La primera iniciativa venía de jóvenes alternativos que movilizaron alrededor de diez mil participantes. Son jóvenes que nunca se habían manifestado. La segunda iniciativa fue la de los movimientos “clásicos” contra la energía nuclear que luchan desde los años setenta. Su manifestación agrupó cuatro mil personas. La tercera iniciativa fue la de los movimientos “ecologistas” donde participaron alrededor de 500 personas.

Por primera vez en Japón, movimientos cuya causa no es antinuclear se unieron bajo una manta antinuclear.

A nivel local, en los lugares donde se encuentran las centrales nucleares, los movimientos antinucleares se volvieron más activos. Las personas que nunca se habían manifestado en la calle se unieron a los movimientos antinucleares o crearon sus propios movimientos.

Hay municipalidades locales que respetan a los ciudadanos que temen a los accidentes de la planta nuclear. Los gobernadores de Yamagata y de Shiga que son municipalidades vecinas a centrales nucleares, declararon que están en contra de lo nuclear. Pero las municipalidades que tienen plantas nucleares demostraron reticencia con respecto al paro del funcionamiento de sus centrales nucleares.

Las manifestaciones siguen, y son casi diarias.

-¿Por qué Japón está tan desarrollado a nivel nuclear?

La contaminación de un barco atunero por las lluvias atómicas durante las pruebas nucleares en el arrecife Bikini de los Estados Unidos, en 1954 y la muerte de miembros de la tripulación del barco, provocaron con presteza los movimientos antinucleares. Para atenuar el sentimiento negativo contra lo nuclear, la comunidad de negocios que quería promover la energía nuclear lanzó una campaña por “la utilización pacífica de la energía nuclear” con el gobierno, y fue apoyada por los Estados Unidos. La campaña fue todo un éxito. Así que los japoneses creyeron que el país, que no tiene suficiente recursos naturales, tenía la necesidad de energía nuclear para su desarrollo económico. Lo nuclear fue aceptado como una energía del futuro.

La lucha contra la energía nuclear existe desde los principios de 1960. Era una lucha contra las armas nucleares y por la indemnización de las víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Pero no fue una lucha en contra de las centrales nucleares. Hasta que sucedió el accidente de Fukushima, el Partido Comunista Japonés apoyaba las centrales nucleares, y, al mismo tiempo, estaba en contra de las armas nucleares.

-¿Cómo se transmite la memoria de Hiroshima y Nagasaki?

Para los jóvenes, la conmemoración anual de Hiroshima y Nagasaki es un rito de verano que evoca un pasado lejano. Muchos nunca habíamos pensado que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki tenían alguna relación con la energía nuclear. Para muchos, las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki son representadas por comics de “gente de Hiroshima”, nada más allá de esto. Creíamos que no tenía que ver nada más allá de esto con las plantas nucleares. Hace un año, una joven de la tercera generación de una familia víctima de la bomba atómica de Hiroshima, murió de cáncer. La energía nuclear está ligada directamente a nuestra vida actual, y por ello es importante entender la amenaza de lo nuclear.

Publicado el 01 de Octubre de 2011

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